lunes, febrero 22, 2021

CON UN TEMBLOR DE VIDA Y MUERTE...

 


*Foto de Mercedes Araujo.

https://www.instagram.com/meraraujoletrasyfotos/?hl=es-la

 

 

 

 

 

 

 

LAS GRIETAS*

 

 

Hay grietas en la luz,

abismos que resplandecen

y estallan.

No escucho ninguna voz. Nadie,

ni nada.

El mundo enmudecido se agita entre las ramas.

Hay lava en el silencio.

Las ramas se invierten en el aire. Son raíces secas,

casi polvo llevado por el viento.

La tierra está sofocada.

Hay grietas húmedas en el suelo.

La oscuridad recubre los fondos como un grito de terciopelo

muy antiguo,

como una manta contra el frío del sol.

Todo es ahora antes del mundo, antes de la primera agua.

Una gota de aire se desliza por la garganta,

la cruza el vuelo de un pájaro imperceptible

y ciego.

¿Quién enterró las palabras?

Ya nadie nombra el mundo.

Hay grietas en el pensamiento.

Abismos que resplandecen en los cerebros

y estallan.

Todo es explosión.

El volcán se ha vaciado. Se desintegra.

Solo queda el eco de la vida pasada. El eco del agua y del viento.

Pronto, no habrá ni tampoco misterio.

 

 

*De Gregoria Gutiérrez Oliva. gregoria.gutierrez@gmail.com

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CON UN TEMBLOR DE VIDA Y MUERTE.

-Poesía de Gregoria Gutiérrez Oliva.

 

 

 

 

 

 

 

EL COLOR DEL AMO

 

 

El miedo

tenía el color del amo.

 

Cada rincón pensado

era cruel.

 

 

 

 

 

 

 

 

TODOS SOMOS CANÍBALES HASTA QUE PROBAMOS LA MIEL.

 

 

Andaban entre nubes con el corazón mordido.

Les faltaba un pedazo de cerebro, de hígado:

A los caníbales les gustan las vísceras.

Andaban sin pies, agarraban el aire sin manos.

Eran solo huesos.

De dónde viene ese odio por la carne.

Todos somos caníbales.

Degollamos el ojo del prójimo, porque no nos gusta el reflejo de nuestro ser en otros ojos.

Damos zarpazos a las caricias del prójimo, porque no nos gusta esa compasión que entraña el cariño,

con sabor a descomposición,

a mortalidad inequívoca.

No se compadece a los dioses. Ni se les ama.

Mejor devorarse, mejor aniquilar

la carne,

dejar el espíritu como único superviviente. Qué es lo descarnado, sino lo 

espiritual. Que es lo descarnado sino lo inhumano.

Todos somos caníbales por pura humanidad, por amor al prójimo, para evitarle la 

humillación de su destino animal.

Pero vino la miel;

vino la dulzura y el placer en los sentidos,

en la lengua, en la boca, en las vísceras y en la carne.

Como un veneno, la miel mató al caníbal. El hombre necesita un antídoto

o morirá de engaño, de dulzura,

de placer.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ACIERTO Y ERROR

 

 

Casi siempre, las equivocaciones pagan un alto precio

por crecer fuera de los surcos labrados

para el acierto.

Alguna, a veces, puede cambiar su condición

cuando consigue inventar

la medida de su selva.

Pero la mayoría de las equivocaciones son imanes

que llaman a la muerte.

El campo de batalla de los errores

siempre es un paisaje

con relieve vencido

y nubes de raíces sin tronco.

Al fondo, con suerte, una rama blanca tirará

hacia arriba el ovillo de caos

en señal de victoria.

 

(Quizás el acierto

sea el núcleo

del error.)

 

 

 

 

 

 

 

EL MAREO

 

 

¿De dónde viene ese mareo extraño?

¿Del primer grito? ¿Del primer espanto

que también será el último y el penúltimo

de una serie de gritos que se volvieron mudos

de tanta repetición?

¿Del último silencio que no se puede concebir?

¿De esa flor que perfuma

sin piedad

un aire viciado que prohíbe los sueños?

¿De dónde viene ese mareo que hace temblar mis pasos?

¿Del amor que no se conforma con amar

porque resignarse al amor no basta?

¿Porque no hay derecho a tener que compartir el destino rápido

de los insectos?

¿O viene de esa fe que cae hasta romperse

porque nunca jamás podrá transcender nada

y en el fondo lo sabe?

¿O de esas caras que miran con ojos fijos de minerales,

porque lo absurdo es una evidencia que hay que sosegar?

¿De dónde viene ese mareo al borde del vértigo?

¿Del índice de agonía en sangre,

que sobrepasa el rango indoloro

del pensamiento?

¿Del ruido que esconde la marea insoportable de los días

y el mareo es un baile que agranda la boca de un pozo

que no acaba?

 

 

¿Es el mareo una forma de resistencia

o quizás solo sea consecuencia de mi sordera?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

SOLO LA LLUVIA

 

 

Hay árboles geométricos

en las montañas

de plástico.

No hay grillos, ni pájaros.

El aire es hexagonal por dentro

y arde.

El mundo huele a quemado,

a pétalos de papel.

No hay tierra, ni océanos,

tampoco viento.

Los robots se reproducen.

Nada es como antes.

Solamente cuando llueve,

el agua es agua.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

LO VIRTUAL

 

 

No se pueden edificar fortalezas sobre el mar.

Se necesita carácter para soportar

la marca del tiempo. Si la piedra se diluye,

nada persistirá: ni el pájaro,

ni la niebla, ni el castillo,

ni el mismísimo mar. Firmeza, para poder grabar un arabesco de belleza. El agua

no permite contemplar más que una línea

de espejos. Un reflejo inestable. Nada construido,

nada real,

nada que pueda erguirse en el aire y definir conceptos,

sentidos. No se pueden edificar fortalezas de sueños sobre lo virtual.

Se necesita presencia para tocar

la eternidad. Si la caricia se diluye

y si la imagen impera,

nada existirá: ni la mano,

ni la piedra, ni las luces, ni el pan,

ni el mismísimo mar. Cercanía, para alejar suficientemente la belleza

del llanto

y no morir en los espejos. No se puede edificar la herida sobre lo etéreo.

 

(Si la sangre no brota,

nada persistirá: ni el pájaro,

ni la mano,

ni la niebla,

ni el mismísimo mar).

 

 

 

 

 

 

 

 

TODO RETRATO ES UN ESPEJO

 

 

 

Todo retrato es un espejo.

Yo soy el caballero de la mano en el pecho,

la Mona Lisa,

Van Gogh sin su oreja.

Yo soy tu rostro fijo en esta fotografía donde apareces con cara de niña.

Y anda suelto lo siniestro:

Soy la fealdad de esos rasgos luminosos

tallados por el artista para humanizar a los dioses.

Dónde está el límite de la belleza,

sino en la representación del ideal.

Dónde los límites del ideal, sino en la imaginación preestablecida de la mente. 

¿Quién cruza la frontera de la representación de la muerte?

El retrato es el paisaje, la imagen. La vista

es autorreferencial.

Te miro y me miro, te veo en esa imagen suspendida en el tiempo de mi percepción.

Todo retrato es un espejo.

Yo soy Durero con esos cabellos en cascadas de oro,

con esos dedos alargados.

Y soy ese gorila,

ese monstruo en la pantalla que desde lo alto de una torre sostiene el cuerpo de la bella. Soy la belleza y soy la bestia.

Soy una frontera incierta,

Una duda en la mirada,

entre lo salvaje y la delicadeza.

Soy el camino errante por lo sublime y lo siniestro. Soy

lo que veo a cada paso, con un temblor

de vida

y muerte.

 

 

 

 

 

 

 

 

LA RISA DEL LOBO

 

 

El círculo de lo posible es apenas un punto.

El mundo es cosa de la nieve sucia que circula por los cuerpos.

No hay panes, ni peces.

¿Quién manda aquí?

El amanecer resplandece, como un autómata.

Ajeno.

La sed es eterna y el agua arde

al igual que los bosques. Qué será de los perros

cuando sean lobos. Qué será de los hombres

cuando ya no duerman. Las llamas dejaron de alumbrar

el trabajo de los dedos. Nadie cose. Nadie levanta casas,

ni paz,

ni gloria.

Nostalgia de los milagros, de los cuentos

con final feliz. Nostalgia de juegos con risas

intactas.

El retumbar de la dicha cada vez más lejano. Ángeles caídos

en almas muertas. Racimos de uvas

como piedras.

No queda vino,

ni aullidos,

ni lunas.

 

Es hora de dormir. Es hora de soñar

la risa del lobo a la luz de la luna.

(y luego morir

si fuera necesario.)

 

 

 

 

 

 

 

 

VIRUS

 

 

El virus no vacila, entra en el cuerpo y deshace las vigilias y los sueños.

A cuatro patas, las piedras ladran. No hay color

fuera de los ojos. Aparecen flores amargas, rabiosas,

creciendo entre el sudor de las cabezas

tensas.

La existencia se distorsiona. Se equivocan los espejos. Montones de palabras secas.

Ya no hay nada hermoso, salvo el límite que se aleja. Arriba y abajo

no son direcciones, no hay norte, no hay tiempo.  Solo vértigo. Impera la orden de aplastar. Las caricias

escapan de las manos del amante, del amigo, del otro. Arañan.

La suavidad es un peligro al igual que los manantiales o las inundaciones. Existe el riesgo de llorar sin retorno. Las carreteras levantan su piel

y brota la sangre. Las hormigas levantan su coraza

y brota el abismo. El aire es fresco, helado. Todo exige el abandono.

Los ojos alucinan y la hierba se enrosca en el amarillo de esa proliferación de muros. Laberintos de acero rodean las ciudades. Piernas inventadas que corren. No hay fortalezas. Ningún refugio, ni alivio,

ni descanso.

Hay una fiebre que recorre mi cuerpo. Entran las llamas y los lobos.

Ese organismo ridículo, nimio, inexistente

invadió mi cerebro.

Cierro los ojos del mundo.

 

 

 

 

 

 

 

 

EL PUMA

 

 

El puma es una compleja configuración de células en movimiento.

Amenaza la serenidad del vacío. El peligro no es duradero,

el puma está en vías de extinción, como yo.

Nacidos del capricho de un biólogo, los zoológicos se llenan

de extravagancia, al igual que los pueblos y las ciudades.

Los animales son extravagantes,

como los hombres, como los pumas.

Estamos en vías de extinción.

Solo los objetos son eternos y soportables. Conjuntos multiformes de átomos

con la resistencia del sol.

Busco objetos, huecos diagonales

por donde asomen los sueños,

las ficciones, o mi delirio

como un puma

que permanece

y amenaza la eternidad

del vacío.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

EL VALS

 

 

Para simplificar la complejidad,

lo primero es exiliarse del hormiguero.

No pensar la vida,

ser instinto,

y nada más.

También servirá ser roca.

Y sobre todo no producir.

No añadir ninguna obra,

ninguna idea

a la gran obesidad.

Basta con ser ese brillo con la promesa de un simple vals

que nunca

nadie

bailará.

 

 

 

 

 

 

 

 

VUELO

 

Una piscina estrecha pero muy larga.

No voy a nadar.

No sé nadar.

Los peces no andan por el césped.

Yo andaré sobre el agua.

Un camino azul, liso, largo

roza el aire.

No veo su final. Veo

el horizonte.

De un salto

alcanzo

la línea

final.

Y ahí,

echo el vuelo como un pájaro.

 

 

 

 

 

 

 

 

EL LEOPARDO

 

 

Cae la noche y la aldea

es un caos de geometrías

rotas.

 

Si te fijas,

el lomo del leopardo arquea

el horizonte.

 

 

 

 

 

 

 

 

FOTOS

 

 

Vi una foto extraña, sin luces ni sombras,

como de antes de nacer. Un clima

metafísico.

La fijación del vacío,

ese que no se puede concebir,

como la muerte.

Una foto en blanco y negro de una joven

besando un hombre.

Los dos fundidos

en un supuesto éxtasis.

Los cuellos tensos, los labios

unidos.

Yo podría ser ese hombre joven

o esa mujer. Es lo mismo.

Nada los distingue.

La emoción es la misma.

Una foto descolorida, con luces y con sombras de una mujer

con una niña en brazos.

Dicen que soy yo: la madre y la hija. Somos una,

indisolubles.

La madre mira al frente, con orgullo.

Yo soy así,

orgullosa.

La niña tiene el ceño fruncido.

Yo soy así,

desconfiada,

seria,

algo díscola.

Tengo ante los ojos una foto en color

de una anciana. Soy yo. Estoy sola. En mi mirada se reflejan

los enamorados,

la madre,

la niña

y ese vacío

como la muerte,

que todo lo unifica.

 

 

 

 

 

**

 

-Gregoria Gutiérrez Oliva. Nació en Consuegra, provincia de Toledo, España. Pasó infancia y adolescencia en Francia. Traductora e intérprete. Psicóloga. Artista plástico.

-Traductora al francés del poemario "Guernica" de Liliana Díaz Mindurry.

 

 

 

 

 

 

 

Inventren

https://inventren.blogspot.com.ar/

 

 

 

 

 

 

UN ORIGEN*

 

La imagen más antigua que recuerdo de Esteban se confunde con la última e irreversible.

La memoria de los ausentes es como un tren de carga pasando en noche profunda fundido con sueños o pesadillas.

Estábamos en el patio de la escuela industrial sentados sobre el banco de madera que se armaba en el taller de carpintería. Esteban sobre su banco que tenía el número 42 le daba cuerda al reloj Tressa que su abuelo le había regalado en vida. Por alguna cuestión que nunca quedo del todo esclarecida Esteban tenía desdibujados a sus padres. Especialmente a su padre que no existía en su hablar cotidiano. Él hablaba de sus abuelos que vivían en el campo, en un lugar que imaginábamos lejano al nombraba así "viven en su chacra allá en Km.". Mucho después supimos que se refería a Km 55 que para el ferrocarril era un modesto apeadero que utilizaban unos pocos vecinos del lugar.

Fue Kalman, siempre curioso y preguntón, el que preguntó a Esteban por el origen de su nombre.

-Por mi abuelo materno "Stephen Randall Burkett" dijo con un gesto corporal de orgullo como si hablará de un prócer.

Y era tal cual, para Esteban su abuelo era un héroe de los tantos que vinieron al país a trabajar. "y sudar la camiseta" Trabajaba en los talleres Libertad del antiguo Midland. Se jubiló unos meses antes que la dictadura de Onganía cerrara los talleres y fuese esto el principio del fin del antiguo tren del Midland.

La historia que le fluía a Esteban contarnos era más remota. Su abuelo había nacido en una zona rural de Inglaterra cercana a Escocia. El abuelo se consideraba escocés. Esteban dibujaba en el aire mapas ubicando a Kirkby Stephen el pueblo al que caminaba su abuelo en el límite entre Escocia e Inglaterra.

-Seguro que lo llamaron a tu abuelo "Stephen" por el nombre del pueblo dijimos en coro.

Aquel pueblo tenía tren. Él lo usaba para ir a estudiar a una escuela técnica especializada en máquinas ferroviarias. Su abuelo Stephen llegó al país en 1938 para el mantenimiento y adaptación de los trenes Birmingham que eran una maravilla tecnológica para aquella época.

El abuelo era técnico especializado en los talleres de Libertad, iba y venía en tren con un impecable traje negro. Así como en uno de esos azares mágicos e increíbles Esteban nos regaló como se conocieron sus abuelos. Su abuela Ligia nacida en un pueblo de Alessandria era corta de vista y tan despistada que se sentó sobre el abuelo Stephen con su traje negro. Para el después de la sentada había que imaginar una escena de enredos entre el escocés y la italiana que hablaban solamente sus propios idiomas digna de una película clásica más cómica que romántica.

 

Esteban fue testigo de un ritual que tenían. Cuando discutían con intransigencia y levantaban la voz. Al rato para concluir el asunto la abuela Ligia se levantaba de la mesa, la bordeaba y se iba a sentar sobre las piernas de Stephen.

"Para que no olvides como empezamos" decía ella con un tono dulce de voz.

-Al menos ahora no te levantas como un resorte a los gritos. -decía él.

Entonces reían como dos niños.

 

 

*De Eduardo Francisco Coiro. inventivasocial@hotmail.com

 

 

 

 

-Próxima estación.

 

En el recorrido del tren literario por el Ferrocarril Provincial:

 

 

 

CARLOS BEGUERIE. 

 

 

 

FUNKE.   LOS EUCALIPTOS.     FRANCISCO A. BERRA.

 

ESTACIÓN GOYENECHE.    GOBERNADOR UDAONDO.  

 

LOMA VERDE.

 

ESTACIÓN SAMBOROMBÓN.

 

GOBERNADOR DE SAN JUAN RUPERTO GODOY.

 

GOBERNADOR OBLIGADO.

 

ESTACIÓN DOYHENARD.   ESTACIÓN GÓMEZ DE LA VEGA.  

 

 D. SÁEZ.    J. R. MORENO.     EMPALME ETCHEVERRY.

 

ESTACIÓN ÁNGEL ETCHEVERRY.   LISANDRO OLMOS.

 

 INGENIERO VILLANUEVA.  ARANA. 

 

GOBERNADOR GARCIA.

 

LA PLATA.

 

 

 

 

*

 

-Siguiente estación.

 

 

 En el recorrido del tren literario por el Ferrocarril Midland:

 

KM. 38.  

 

 

MARINOS DEL CRUCERO GENERAL BELGRANO.   LIBERTAD.

 

MERLO GÓMEZ.   RAFAEL CASTILLO.    ISIDRO CASANOVA. 

 

JUSTO VILLEGAS.

 

JOSÉ INGENIEROS.   MARÍA SÁNCHEZ DE MENDEVILLE.

 

 ALDO BONZI.   KM 12.

 

LA SALADA.  INGENIERO BUDGE.  VILLA FIORITO.

 

 VILLA CARAZA.

 

VILLA DIAMANTE.  PUENTE ALSINA.  INTERCAMBIO MIDLAND.

 

 

 

 

 

 

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-Editor responsable: Lic. Eduardo Francisco Coiro.

 

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