Sólo para estar más cerca*
Sólo para estar más cerca de Dios
extremando mi cristiandad
realizo
pragmática, facilitadora
la concupiscencia
con sus ministros.
Alleen om dichterbij te zijn*
Alleen om dichter bij God te zijn
om mijn christendom op de spits te drijven
bewerkstellig ik
pragmatische, richtinggevende
de wellust
met zijn bedienaren.
*de Rolando Revagliatti. revadans@yahoo.com.ar
-A r d u a- edición Castellano - Neerlandés
Vertaling: Fa Claes
Ellos, cultivan nuestras lágrimas*
Me impresionó gravemente el impacto que dicen que tiene un programa de reality.
Tal fue la penetración del tema que irrumpió en mis sueños, aunque en forma de una pesadilla.
No había manera de salir. No había ningún afuera. Y en la desesperación sólo atine a despertarme bañado en sudor. Aun en medio de las palpitaciones, trate de captar alguna imagen antes que se pierdan o lo que es peor que esa angustia desatada en el cuerpo me acompañe en el resto de mis actividades del día.
Lo diré como me sale ahora, cuando el avance de las horas ha dejado su marca: en el sueño descubrí -esa era la única conclusión posible- que todos y cada uno estamos sobreviviendo dentro de reglas de reality.
En un gran casting, luego actuando para otros que decidirán bajo condiciones bastante desconocidas, cuando deberán echarnos de sus vidas. Siempre actuando para pertenecer y excluyendo también a muchos otros. ¿Quien puede elegir verdaderamente? ¿Estarán siempre los dados cargados?
¿Dónde esta la verdadera libertad? Estas preguntas apenas disimulan una angustia masiva que excede seguramente a ese sueño donde los televisores brotaban, se abrían paso dentro del cuerpo vegetal que hoy es nuestro entorno de naturaleza. Todo daba televisores, ni tomates ni peras, todo era la misma cosa aun en pequeñas plantaciones domésticas a las que cada cual regaba democráticamente con sus propias lágrimas.
*de Urbano Powell. urbanopowell@yahoo.com.ar
Martes, 13 de Febrero de 2007
literatura|quino en la feria del libro
"Es difícil tener ilusiones políticas"*
El dibujante, siempre renuente a las apariciones públicas, llevó a La Habana su libro ¡Qué presente impresentable!. Los cubanos le demostraron su admiración, y Quino tiró un par de dardos escépticos.
"El mundo está mucho peor que cuando hacía Mafalda", señaló Quino en la feria cubana.
*Por Silvina Friera
Desde La Habana
Quino es un milagro, es como Los Beatles, esos genios que aparecen de vez en cuando, como lo definió Rep. Pero es un genio taciturno, un humorista que parece malhumorado y que no disimula lo incómodo que se siente frente a los admiradores que le preguntan siempre por Mafalda. Los cubanos, expertos en
conseguir que hasta las piedras hablen, lo hostigaron con esa mezcla de sensualidad empalagosa y desafiante y lograron que Joaquín Lavado hablara al menos unos veinte minutos seguidos. ¿Será gracias al panteón yorubá, acaso el venerado poder de Changó? Los detalles rituales quizá no importen, sólo
basta con saber que el milagro se produjo ayer en la XVI edición de la Feria del libro de La Habana, en la sala Lezama Lima, durante la presentación del libro ¡Qué presente impresentable!. "Tengo algunas dificultades, esto de hablar poco es cierto", admitió Quino, que fue presentado por el periodista
y escritor argentino residente en Cuba, Jorge Timossi, el modelo inspirador del dibujante y humorista gráfico argentino para crear al soñador de Felipe.
La sala estaba llena, como si la presentación fuera en Buenos Aires: gente tirada en el suelo, muchos parados, todos con ganas de escuchar al hombre que prefiere hablar a través de sus dibujos.
"Los dibujantes somos sumamente observadores de la gente para saber cómo dibujar a los personajes -dijo Quino-. Somos trabajadores solitarios, que pasamos horas encerrados dibujando y no sabemos muy bien quiénes leen nuestros dibujos." Más conocido por Mafalda que por toda su producción
humorística, minimizó la importancia que suele asignarse a esa niña que se ha transformado en un icono en el mundo hispanoparlante. "Mafalda es un dibujo más, pero cuando lo digo la gente se ofende mucho y me dice: 'No, pero cómo... Mafalda es una persona'." Quino contó que a pesar de que estuvo
varias veces en Cuba, no conoce otra ciudad que no sea La Habana. "Me ha impresionado la cantidad de gente que viene a la Feria. Es muy emocionante encontrarse con tantos niños, que sea tan masiva y popular", confesó.
"Prefiero dibujar y no hablar", agregó, y propuso que la gente le hiciera preguntas. Lo primero que quisieron saber varios cubanos fue si era cierto que éste será un año sabático para el dibujante. "Luego de más de 52 años de hacer entregas diarias o semanales he querido descansar -confirmó-. Así como
dejé Mafalda para no repetirme, este presente tan cruel me ha desbordado y siento que me estoy repitiendo con mis temáticas, con estas guerras tan absurdas. Necesito tomar distancia."
Tal vez para que no se confundiera el año sabático con el anuncio de un retiro, Quino aclaró: "Me siento muy raro sin estar dibujando, pero esto no significa que no vaya a dibujar más. Quiero seguir, pero sin la entrega diaria o semanal". A propósito del título del libro, alguien le planteó qué pensaría Mafalda ahora. El dibujante reconoció que la situación del mundo ha empeorado bastante. "Cuando hacía Mafalda -comparó- no había una sola potencia que manejara el planeta. El mundo está mucho peor. Al menos en
aquella época había ilusiones; estaba el Che, Los Beatles, pero hoy es muy difícil tener ilusiones políticas; nuestra generación las tuvo."
Quino advirtió que hay toda una serie de equívocos y de frases atribuidas al personaje, que Mafalda jamás dijo, que él nunca escribió, aunque circulan por Internet. "Nunca diría 'paren el mundo que me quiero bajar', porque ella siempre fue muy emprendedora", precisó. "En México está muy difundido que a Mafalda la atropelló un camión de sopa", añadió. Y la lista podría haber seguido, pero el milagro comenzaba a agotarse. El dibujante se daba cuenta de que ya había hablado demasiado, tal vez mucho para su gusto. Alguien observó que la tapa de ¡Qué presente impresentable! está ilustrada con un
hombre que se está comiendo a otro. "Usted parece una persona escéptica -le dijo a Quino-. ¿Cree que tenemos salvación?" El humorista gráfico sonrió y respondió: "La obligación es creer que tenemos salvación, si no nos suicidamos todos. Pero creo que no la tenemos". Los cubanos rodearon a
Quino, que, aliviado, dejó de hablar para firmar ejemplares de su libro.
-Fuente: Página/12
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/4-5380-2007-02-13.html
Muebles "El Canario"*
*Felisberto Hernández
La propaganda de estos muebles me tomó desprevenido. Yo había ido a pasar un mes de vacaciones a un lugar cercano y no había querido enterarme de lo que ocurriera en la ciudad. Cuando llegué de vuelta hacía mucho calor y esa misma noche fui a una playa. Volvía a mi pieza más bien temprano y un poco
malhumorado por lo que me había ocurrido en el tranvía. Lo tomé en la playa y me tocó sentarme en un lugar que daba al pasillo. Como todavía hacía mucho calor, había puesto mi saco en las rodillas y traía los brazos al aire, pues mi camisa era de manga corta. Entre las personas que andaban por el pasillo hubo una que de pronto me dijo:
-Con su permiso, por favor...
Y yo respondí con rapidez:
-Es de usted.
Pero no sólo no comprendí lo que pasaba sino que me asusté. En ese instante ocurrieron muchas cosas. La primera fue que aun cuando ese señor no había terminado de pedirme permiso, y mientras yo le contestaba, él ya me frotaba el brazo desnudo con algo frío que no sé por qué creí que fuera saliva. Y
cuando yo había terminado de decir "es de usted" ya sentí un pinchazo y vi una jeringa grande con letras. Al mismo tiempo una gorda que iba en otro asiento decía:
-Después a mí.
Yo debo haber hecho un movimiento brusco con el brazo porque el hombre de la jeringa dijo:
-¡Ah!, lo voy a lastimar... quieto un...
Pronto sacó la jeringa en medio de la sonrisa de otros pasajeros que habían visto mi cara. Después empezó a frotar el brazo de la gorda y ella miraba operar muy complacida. A pesar de que la jeringa era grande, sólo echaba un pequeño chorro con un golpe de resorte. Entonces leí las letras amarillas
que había a lo largo del tubo: Muebles "El Canario". Después me dio vergüenza preguntar de qué se trataba y decidí enterarme al otro día por los diarios. Pero apenas bajé del tranvía pensé: "No podrá ser un fortificante; tendrá que ser algo que deje consecuencias visibles si realmente se trata de
una propaganda." Sin embargo, yo no sabía bien de qué se trataba; pero estaba muy cansado y me empeciné en no hacer caso. De cualquier manera estaba seguro de que no se permitiría dopar al público con ninguna droga.
Antes de dormirme pensé que a lo mejor habrían querido producir algún estado físico de placer o bienestar. Todavía no había pasado al sueño cuando oí en mí el canto de un pajarito. No tenía la calidad de algo recordado ni del sonido que nos llega de afuera. Era anormal como una enfermedad nueva; pero
también había un matiz irónico; como si la enfermedad se sintiera contenta y se hubiera puesto a cantar. Estas sensaciones pasaron rápidamente y en seguida apareció algo más concreto: oí sonar en mi cabeza una voz que decía:
-Hola, hola; transmite difusora "El Canario"... hola, hola, audición especial. Las personas sensibilizadas para estas transmisiones... etc., etc.
Todo esto lo oía de pie, descalzo, al costado de la cama y sin animarme a encender la luz; había dado un salto y me había quedado duro en ese lugar; parecía imposible que aquello sonara dentro de mi cabeza. Me volví a tirar en la cama y por último me decidí a esperar. Ahora estaban pasando indicaciones a propósito de los pagos en cuotas de los muebles "El Canario".
Y de pronto dijeron:
-Como primer número se transmitirá el tango...
Desesperado, me metí debajo de una cobija gruesa; entonces oí todo con más claridad, pues la cobija atenuaba los ruidos de la calle y yo sentía mejor lo que ocurría dentro de mi cabeza. En seguida me saqué la cobija y empecé a caminar por la habitación; esto me aliviaba un poco pero yo tenía como un
secreto empecinamiento en oír y en quejarme de mi desgracia. Me acosté de nuevo y al agarrarme de los barrotes de la cama volví a oír el tango con más nitidez.
Al rato me encontraba en la calle: buscaba otros ruidos que atenuaran el que sentía en la cabeza. Pensé comprar un diario, informarme de la dirección de la radio y preguntar qué habría que hacer para anular el efecto de la inyección. Pero vino un tranvía y lo tomé. A los pocos instantes el tranvía pasó por un lugar donde las vías se hallaban en mal estado y el gran ruido me alivió de otro tango que tocaban ahora; pero de pronto miré para dentro del tranvía y vi otro hombre con otra jeringa; le estaba dando inyecciones a unos niños que iban sentados en asientos transversales. Fui hasta allí y le pregunté qué había que hacer para anular el efecto de una inyección que me habían dado hacía una hora. Él me miró asombrado y dijo:
-¿No le agrada la transmisión?
-Absolutamente.
-Espere unos momentos y empezará una novela en episodios.
-Horrible -le dije.
Él siguió con las inyecciones y sacudía la cabeza haciendo una sonrisa. Yo no oía más el tango. Ahora volvían a hablar de los muebles. Por fin el hombre de la inyección me dijo:
-Señor, en todos los diarios ha salido el aviso de las tabletas "El Canario". Si a usted no le gusta la transmisión se toma una de ellas y pronto.
-¡Pero ahora todas las farmacias están cerradas y yo voy a volverme loco!
En ese instante oí anunciar:
-Y ahora transmitiremos una poesía titulada "Mi sillón querido", soneto compuesto especialmente para los muebles "El Canario".
Después el hombre de la inyección se acercó a mí para hablarme en secreto y me dijo:
-Yo voy a arreglar su asunto de otra manera. Le cobraré un peso porque le veo cara honrada. Si usted me descubre pierdo el empleo, pues a la compañía le conviene más que se vendan las tabletas.
Yo le apuré para que me dijera el secreto. Entonces él abrió la mano y dijo:
-Venga el peso.
Y después que se lo di agregó:
-Dese un baño de pies bien caliente
-Fuente Ciudad Seva
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/hndz/muebles.htm
YA CIRCULAN UNOS 100 AUTOS CON PANTALLAS DE CRISTAL LIQUIDO
Pantallas de TV, la nueva moda de los taxis porteños*
Pasan publicidades, noticias y videos. Si los clientes lo desean, pueden apagarlas.
EXCLUSIVO. Las imágenes sólo las ve el cliente. El servicio es gratis.
Hay de todo. Para algunos, las charlas pasajero-taxista pueden ser un momento de distensión. Para otros, un capítulo más de la tortura de la rutina diaria: que el cambio climático, que lo dura que está la calle, que los políticos son todos iguales... Pero ese arte de la conversación improvisada podría empezar a ser cosa del pasado. Es que por la Ciudad ya circulan unos cien taxis con pantallas de televisión. El objetivo: que los pasajeros consuman noticias y publicidad, entretenimientos y publicidad, información y más publicidad.
Las pantallas de cristal líquido de 7 pulgadas están instaladas en los apoyacabezas de la butaca del acompañante. Un sensor detecta la llegada de un nuevo pasajero y comienza a emitir, en formato digital, videoclips, bloopers deportivos, avances de películas y contenidos publicitarios. "No es una invasión de comerciales", dice Verónica Ortega, presidenta de la firma Spotlight, la primera empresa en introducir esta modalidad en el país. Sin embargo, reconoce que la idea es que, en poco tiempo, la mitad de los contenidos sean informativos y el resto, comerciales. Y sin ningún costo extra para el pasajero.
¿Una versión no apta para los que reniegan con las telenovelas del momento, con sus actrices comprando en tal supermercado o usando tal crema para la celulitis? Tal vez no. En caso de fastidio, los pasajeros podrán pedir a los choferes que desconecten las pantallas o podrán, solos, anular el sonido.
Para evitar tentaciones de los taxistas que puedan causar accidentes de tránsito, la pantalla sólo resulta visible para el cliente, ése que hoy debe entender español y no tener problemas auditivos. La idea es que, en una segunda etapa, los contenidos estén traducidos y subtitulados, y que para marzo, haya pantallas en 200 de los más de 39.000 taxis que hay en la Ciudad. El proyecto a futuro es que las pantallas permitan la conexión a Internet.
La irrupción de los minitelevisores no es novedad para habitués de hoteles, restaurantes y casinos lujosos del país: muchos de ellos tienen sus pantallas de cristal líquido en los baños, justo encima de los mingitorios. Y, aunque sin la magia de las últimas tecnologías, la publicidad en los transportes públicos ya existe en los televisores de las estaciones de subte o en los carteles electrónicos de algunos colectivos.
La porteña es la versión tercermundista de un sistema que ya funciona en los taxis de las principales ciudades del mundo. Lugar común de las ficciones estadounidenses, en los taxis amarillos de Nueva York, por ejemplo, se puede ver la historia de la Estatua de la Libertad, conseguir descuentos en bares o ver cuánto falta para llegar a destino. En Australia, hay pantallas que se activan al tacto y permiten la conexión de Internet inalámbrica y en Finlandia, permiten pagar el viaje con tarjeta de crédito. Los pequeños televisores de algunos taxis de Londres le indican al conductor los mejores caminos para llegar a destino, y en Barcelona ya hay taxis multimedia con pantallas táctiles que hasta traducen al chofer los deseos del pasajero que habla en otro idioma. Así, las charlas pasajero-taxista parecen la crónica de un final anunciado.
*Fuente: Clarín.
http://www.clarin.com/diario/2007/02/12/laciudad/h-03802.htm
Ciencia y Tecnología | 12.02.2007
Medicamentos: bomba de tiempo en las aguas*
Medicamentos: al final los tomamos todos.
Los medicamentos no sólo tienen efectos para el ser humano, sino también para animales y vegetales. Las plantas de depuración no pueden filtrar todos las sustancias activas. El problema es una bomba de tiempo.
¿Qué pasaría si millones de seres humanos enfermaran de gripe en un país? Ningún problema. Todos podrían tomar un medicamento. Por ejemplo Tamiflu. Pero el remedio no quedaría en su cuerpo, sino que gran de parte de él sería eliminada de forma natural y pasaría a las aguas. Éstas son tratadas, pero, no obstante, una buena parte de la sustancia llegaría igualmente a los ríos.
Lo suficiente como para que la mayoría de las aves que beban esa agua no enfermen de gripe. La mayoría. Y ése es el problema. Las que sí enfermen habrían desarrollado en sus cuerpos virus resistentes al Tamiflu: la siguiente epidemia de gripe sería mortal, también para el ser humano.
El problema es ignorado hasta ahora por la industria farmacéutica. Ya sean analgésicos, antibióticos o antidepresivos, los medicamentos aparecen en las aguas en creciente concentración, amenazando la salud de peces, algas y otros seres vivos, informa la revista alemana científica ZEIT Wissen en su última edición.
Diclofenac en las truchas
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: ¿Peces cocainómanos?
Recientemente, un grupo de científicos realizó una prueba, cuyos resultados son difíciles de creer, si no fuera porque son ciertos. Simplemente midieron la concentración de cocaína en el Rin antes y después de pasar frente a la ciudad de Düsseldorf, pudiendo calcular incluso la cantidad que se consume en la ciudad, aunque en este caso, en forma ilegal. Los volúmenes fueron alarmantes.
También los primeros resultados con respecto a diclofenac, la sustancia activa del analgésico Voltaren, son preocupantes. En Alemania se constató que la concentración es tal que puede provocar daños en los riñones de las truchas. En Suiza se detectaron truchas con el sistema inmunológico debilitado, y ello con concentraciones de diclofenac ya corrientes en las aguas superficiales.
Restos de medicamentos alcanzan hoy ya concentraciones similares a las de los pesticidas utilizados en la agricultura: un cocktail fatal. Entre esas sustancias se cuentan por ejemplo hormonas sintéticas, por ejemplo EE2, la sustancia activa de las píldoras anticonceptivas. Los expertos suponen que el retroceso en la concentranción de esperma en los hombres y la pubertad que comienza cada vez más tempranamente en los niños pueden ser un efecto de la omnipresencia de las hormonas femeninas.
Nadie sabe nada
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift:
Píldoras degradables: ¿solución alcanzable?
De muchas medicamentos, nadie sabe nada: faltan métodos para comprobar su existencia. Unas 180 sustancias activas pueden ser identificadas actualmente, en circulación se hallan unas 3000. Menos clara aún es la situación con respecto a los procesos de desintegración y nuevas combinaciones de sustancias en el cuerpo humano, cuyos efectos pueden potenciarse.
Un país ha acometido en el ínterin el problema: Suecia. Los suecos estudian sobre todo las sustancias que se enriquecen en los tejidos vivos. Y desarrollaron un índice para medir la concentración de medicamentos en las aguas: el PTB, que significa “Persistencia, Toxicidad y Bioacumulación”.
Sobre la base de ese índice crearon luego una escala de 0 a 9. La idea es marcar cada medicamento con un PTB. Entre dos medicamentos con efectos iguales, el médico debería recetar entonces el que tenga el menor PTB. Ello no soluciona del todo los problemas, pero es un paso adelante. A largo plazo, la industria farmacéutica no tendrá alternativa a desarrollar medicamentos “degradables”. El tiempo apremia.
Algo a corto plazo, muy práctico y que todos podemos hacer: cuando no necesite más restos de medicamentos, no los arroje a la basura, ni menos al excusado. Llévelos a la farmacia, para que sean eliminados de forma segura.
*PK
-Fuente: D.W.
http://www.dw-world.de/dw/article/0,,2345555,00.html?maca=spa-Titulares-640-html
Correo:
*
Querido amigo:
Unos breves y rápidos apuntes en torno a dos temas tratados en el último boletín recibido.
Sobre tu artículo en referencia a eso que han dado en llamar Gran Hermano (para escarnio y vergüenza de Orwell) coincido plenamente contigo y con el actor al que haces referencia: Cuán vacío ha de sentirse uno para obtener la menor satisfacción en ver ese programa. El dato del rating sólo confirma la multiplicación del horror. Quizá después de todo no estamos tan lejos del Mundo Feliz que otro gran visionario (Aldous Huxley) concibió en medio de su delirio.
El artículo sobre la muerte de la hermana de la princesa: En efecto, creo que esta vez se ha llegado demasiado lejos. No obstante, es un cuchillo de dos filos: Los medios (Sobre todo los de tipo buitre, que se lanzan sin pudor sobre las miserias y el dolor humano) han repetido hasta la náusea las imágenes que todos sabemos. Y los espectadores no hemos pulsado la tecla que pare esa locura. Todo aquello que tiene audiencia, prospera. En nuestra mano está que los buitres se conviertan en su propia carroña. Es un gesto simple: Apagar. La vida está llena de otras muchas cosas que no viven encerradas en una caja de colores. Lo que une esta mínima anotación con la anterior es un detalle, un escenario: la televisión, que en la mayoría de los hogares de mi país está encendida constantemente aunque a nadie le interese lo que ponen. Es necesario que sea así. De lo contrario, corremos el riesgo de escuchar el silencio, el terrorífico silencio que proviene de adentro.
Un abrazo.
*Sergio Borao Llop. sergiobllop@yahoo.es
http://al-andar.blogspot.com
http://www.aragonesasi.com/sergio
*
Reescribiendo noticias. Una invitación permanente y abierta a rastrear noticias y reescribirlas en clave poética y literaria. Cuando menciono noticias, me refiero a aquellas que nos estrujan el corazón. Que nos parten el alma en pedacitos. A las que expresan mejor y más claramente la injusticia social. El mecanismo de participación es relativamente simple. Primero seleccionar la noticia con texto completo y fuente. (indispensable) y luego reescribirla literariamente en un texto -en lo posible- ultra breve (alrededor de 2000 caracteres).
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