viernes, agosto 31, 2007
UN NOSOTROS QUE NOS ABRAZA...
Un nosotros que nos abraza...
EN LA ASOCIACIÓN YAGE Y EL MAGAZIN CULTURAL XICóATL CELEBRAMOS 15 AÑOS DE ACTIVIDADES.*
Queridos(as) socios(as) y amigos(as) de YAGE,
Apreciados(as) lectores(as) de XICóATL en el mundo,
Constituye una alegría inmensa el poder celebrar ahora los primeros 15 años de trabajo ininterrumpido de YAGE, Asociación pro Arte Ciencia y Cultura Latinoamericanos y del Magazín Cultural Latinoamericano XICóATL “Estrella Errante”.
El 29 de enero de 1992 fue presentada a la BPD Salzburg la proposición de fundación de la Asociación por parte de Christine Reisenberger, Thekla Waltl y yo. El 5 de marzo realizamos la primera asamblea general en la sala de actos de la Katholische Hochschulgemeinde Salzburg, en la Wiener Philharmoniker Gasse 2, en la cual participaron más de 60 personas entre latinoamericanos y austriacos. Aquella primera asamblea será siempre uno los recuerdos más hermosos de mi vida: la espectativa generada pues era el primera asociación latinoamericana que iba a ser fundada en Salzburgo, el recital de Joaquín Clerch Díaz con obras de Barrios Mangoré, entre otros, la presentación y discusión de los primeros proyectos, la elección de la primera junta directiva y para culminar la música interpetada por Thekla Waltl, Peter Schwarzenbauer y Jorge Eduardo García, además de la dinámica atmósfera que vivimos y los deliciosos pasabocas vegetarianos servidos para la ocasión. El 11 de marzo fueron aprobados los estatutos por parte de la BPD Salzburg.
El 1. de mayo de 1992 apareció el primer número del trilingüe Magazín Cultural Latinoamericano XICóATL “Estrella Errante”, el cual llega hoy a la edición número 80, un verdadero récord en Europa en cuanto a publicaciones de este tipo se refiere. También el número de autores publicados en nuestras páginas resulta grandioso: exactamente 450 autores latinoamericanos y 17 austriacos hasta la presente edición, presentados en el idioma materno, con traducción al alemán o al español. De los trabajos presentados un 90 % de ellos son literarios, especialmente ensayos, cuentos y poemas, y un 10 % corresponden a otros géneros, especialmente a la protección ambiental.
Durante los 10 primeros años XICóATL se publicó bimestralmente, pero a partir del 2002 aparece trimestralmente debido al desarrollo de otros proyectos, especialmente vinculados con nuestra página en internet. Es de destacar entre ellos los Puentes Culturales que hemos impulsado entre Austria y Argentina, Colombia, Costa Rica, Cuba y México, además de uno latinoamericano general para los países restantes. Mediante ellos hemos logrado presentar internacionalmente una gran cantidad de escritores, artistas plásticos, compositores, músicos y otros creadores latinoamericanos y austriacos. Además de su presentación virtual, hemos mediado también en algunos desplazamientos intercontinentales de ellos a fin de participar en eventos de carácter nacional o internacional.
A nivel de Austria, y especialmente de la provincia de Salzburgo, resultaría demasiado largo y tedioso enumerar el gran número de eventos realizados: conciertos de música latinoamericana erudita y popular, exposiciones de pintura, lecturas de autores latinoamericanos, conferencias sobre temas científicos, artísticos o culturales vinculados con Latinoamérica, exposiciones y conferencias sobre temas ecológicos en universidades y colegios, fiestas y diversos tipos de actividades sociales. A nivel internacional hemos realizado 4 Concursos Literarios, 2 Concursos de Composición Musical y 2 Concursos de Fotografía Ecológica en los cuales han participado más de 1000 personas de más de 35 países. En esta multitud de proyectos, las características principales han sido la eficiencia, el cumplimiento exacto de los planes trazados y el éxito, lo cual nos ha hecho merecedores de la confianza y el apoyo de las autoridades de Salzburgo y de una enorme red internacional de trabajadores de la cultura.
Otro proyecto que deseo recordar en esta fecha especial es nuestra emisión radial “Poesía y Música Latinoamericana” que presentamos todos los domingos entre las 19:06 y las 20:00 horas, con repetición los días jueves entre las 10:06 y las 11:00 horas, en la Radiofabrik de Salzburgo ( www.radiofabrik.at ). “Poesía y Música Latinoamericana” es la emisión más antigua que tiene la Radiofabrik. La iniciamos en los albores de la radio, a finales del siglo pasado, cuando ésta apenas contaba con una licencia de emisión los días miércoles entre las 18:00 y la 24:00 horas. En aquel tiempo “Poesía y Música Latinoamericana” se presentaba de manera intermitente, en audiciones de 15 minutos. Al ser ampliada la licencia de emisión aumentamos a media hora semanalmente, y a partir del 6 de enero del 2002, nuestro programa tiene la duración habitual antes descrita: 54 minutos. A propósito de celebraciones, el próximo 7 de octubre realizaremos el programa número 300, contados desde el 2002, a cuya audición quedan invitados desde ahora muy cordialmente.
Todos los proyectos de estos primeros 15 años de trabajo no se hubiesen podido adelantar sin la cooperación de una infinidad de personas: además de los miembros de los jurados, los participantes en los concursos y el número de autores publicados mencionado anteriormente, en XICóATL han colaborado un total de 78 traductores(as) y 50 moderadores(as) lo han hecho en el programa radial: para todos ellos nuestro más profundo agradecimiento por el impulso brindado, en el momento oportuno. Además, un sinnúmero de personas en Austria, Latinoamérica y Europa han colaborado de manera directa o indirecta en otras pequeñas o grandes realizaciones de la Asociación YAGE, para ellos también nuestras gracias sinceras y felices.
Nuestros agradecimientos se extienden también a quienes conmigo comparten actualmente la dirección de YAGE, esto es, el compositor argentino Juan María Solare, Mag. Thekla Schirz, Wolfgang Hirsch y Dominique von Loebel. Un agradecimiento muy especial merecen quienes desde la fundación de YAGE, o después de la misma, siempre han estado presentes y colaborado en los diversos proyectos: Lic. Angelika Moser, Lic. Ulrike Zomorrodian-Santner, Dr. Jorge Antunes en Brasil, Lic. Judith Moser-Kroiss, Ing. Jorge Martínez Villaseñor en México, Lic. Christoph Lukits, Dr. Nicolás Cosío Sierra en Cuba, Dr. Friedrich Frosch, Horacio Rossi y Eduardo Coiro en Argentina, Mag. Josef Lanner, Chano Delgado de Schlachter, Anna Maria Kalcher, Veronika Gruber, Lic. Silvia Amberger, Waltraud Hostalek-Rehbogen y Renato Vecellio, estos dos últimos, para nuestro infortunio, fallecidos en 2005. Sólo me resta agradecer a mis hijos Krysthal y Leo, fundadores espirituales y quienes ya colaboran activamente en los proyectos; también agradecer vuestra afabilidad y apoyo, queridos socios, lectores y amigos, y desear una larga vida a este emprendimiento que en 15 años ha podido hermanar tantos pueblos, culturas y esperanzas, para la construcción de un mundo mejor mediante el trabajo creativo de sus hijos.
*de Luis Alfredo DUARTE-HERRERA. euroyage@utanet.at
YAGE, Verein für lat. Kunst, Wissenschaft und Kultur
www.euroyage.com
Nosotros y las elecciones*
Voy a votar. Hay que elegir a quiénes darles mandato para gobernar la ciudad y la provincia durante los próximos cuatro años, para tomar decisiones que afectarán nuestras vidas. El voto es apenas una parte de la responsabilidad de cada uno por lo que pasa en este lugar donde vivimos, pero es una parte que cuenta, ni un conjuro mágico para cambiar la sociedad ni un par de horas robadas al domingo. Muchos padecieron atrocidades para que este proyecto de Democracia pudiera nacer. Están las elecciones, pero no dejemos que se agote ahí. Necesitamos alimentar instancias que le devuelvan el poder a la gente, presupuestos participativos, audiencias públicas, revocatorias de mandatos, consultas populares. Por lo pronto, en los comicios no queda otra que elegir entre los candidatos que hay, salidos de esto mismo que colectivamente somos. Creo que votar en blanco o por alguien sin chances es, finalmente, ser funcional a los que ya compraron los votos de los que no pueden elegir porque la necesidad les puso precio. La miopía de los “bienpensantes” siempre termina convalidando el sometimiento de los marginados. Así fue como nos convertimos en la capital del desamparo, de los homicidios, de las inundaciones... dejándonos encima convencer de que lo merecemos, como esas mujeres golpeadas que terminan culpándose a sí mismas por la violencia que sufren.
Trabajar desde hace cinco años en una organización comunitaria me ha enseñado lo frustrante que es tratar con funcionarios soberbios e incompetentes, tristes personajes que sólo ven con los anteojos del clientelismo. Entonces, no me da igual que cualquiera ocupe esos lugares. Voy a elegir. Tendré en cuenta no sólo promesas de campaña, proyectos que parezcan razonables o equipos presuntamente capaces. Antes veré quién es realmente cada uno de los que reclaman nuestros votos. Así, al menos, los mercenarios que cambian de querencia según el viento, los enroscados al poder durante décadas que nos toman el pelo con obras de último momento y los que gastan millones de oscuro origen en fabricarse caretas y alquilar voluntades, ya van sabiendo que no cuentan conmigo.
*de Alejandro Alvarez Durante alegad@gigared.com
-Fuente: El Arca del Sur nº 138
EL ALMANAQUE ME HACE BROMAS*
Habrá que comenzar esta crónica ilustrando a los lectores desprevenidos y contar que, durante buena parte de la década del '90, existió en la ciudad de Santa Fe un grupo musical llamado Paralelo 31. Será sin dudas apropiado informar también que la banda en cuestión llevaba adelante una propuesta difícil de encasillar, apostando a un repertorio compuesto esencialmente por temas propios, en el que convivían ritmos diversos sin prejuicios ni pudores. Convendrá aclarar asimismo que, a excepción de una histórica jornada en la que fue grupo telonero de León Gieco, Paralelo 31 nunca obtuvo los beneficios del éxito masivo.
Habrá que consignar, finalmente, que el tecladista de Paralelo 31 era yo.
A pesar de haber tenido algunas actuaciones pagas, nunca llegamos a ser profesionales. Éramos, básicamente, un grupo de amigos que se juntaba para sacarse el gusto de hacer un poco de música. Priorizábamos la calidez humana por sobre las virtudes técnicas o artísticas. Sonar maravillosamente bien no habría representado nada para nosotros, si el precio de tal logro hubiese sido llevarnos mal. Ensayábamos mucho más de lo que tocábamos en publico (de hecho, sólo dimos 22 recitales en 8 años), pero esta realidad adversa no lograba quitarnos el entusiasmo. Los ensayos eran instancias felices en las que dejábamos afuera las complicaciones cotidianas y nos dedicábamos a armar, desarmar y rearmar los temas del repertorio. Claro que también nos delirábamos, a veces, haciendo versiones caseras de canciones tan alejadas de nuestro estilo habitual como "Sultanes del ritmo" o alguna de los Beatles. Y, por supuesto, practicábamos ese inigualable juego colectivo de ponernos a improvisar, construyendo sobre el aire efímeros diálogos musicales que, por lo general, se desvanecían para siempre apenas sonaba la última nota, pues rara vez nos tomábamos el trabajo de dejarlos registrados.
Eran épocas de frecuentes reuniones festivas, aquellas. Épocas de asados cuyas sobremesas se prolongaban durante horas y solían concluir en interpretaciones levemente alcoholizadas de "Seminare", "Buscando guayaba" o "Menta y limón", mientras nuestros hijos, después de haber correteado entre cables e instrumentos hasta quedar agotados, terminaban dormidos sobre un sofá o sobre los sufridos regazos de sus madres.
Es imposible no evocar aquellos tiempos en esta fría noche de agosto. Sucede que, después de ocho años y medio sin hacerlo, Paralelo 31 ha vuelto a juntarse para actuar en público. No hay, por supuesto, millonarios auspiciantes sosteniendo el retorno, ni tampoco contratos fabulosos con algún sello discográfico para grabar en vivo un testimonio del regreso. Nos ha reunido la excusa de participar en la Peña con la que decidí festejar el quinto aniversario de "El Regalador". Los gustos, suele decirse, hay que dárselos en vida.
Ahí andan, entonces, el Guille, Mario, Silvio, Fernando, Javier, recobrando -cada uno a su manera- un fragmento significativo de aquel pasado común. Algunos con más kilos encima, otros con más canas, pero todos exhibiendo idéntica alegría ante la demorada reincidencia.
Hay algo hermoso y profundo flotando en el ambiente. No sé bien cómo definirlo. Es una conjunción ambigua de felicidad y extrañeza. En una primera instancia, atino a especular con una posible sobredosis de nostalgia, pero lo descarto de inmediato. La nostalgia es mentirosa, siempre viene a uno vestida con apariencia seductora, pero basta que se le corra un poco el maquillaje para que su mueca de tristeza irrevocable quede al descubierto. Y aquí, en cambio. estamos en medio de una verdadera celebración que excluye toda angustia. Tal vez porque no es el pasado lo que estamos celebrando, sino el presente.
Ahí andan, también, nuestros hijos, irremediablemente crecidos, exhibiendo sus propios talentos musicales. En este momento, por ejemplo, Aldo, Juan Andrés y Solano, en improvisado trío de saxo, piano y batería, se han dedicado a satisfacer el eufórico pedido de Silvio: "¡funky a rabiar!". Y si hace unas horas fue conmovedor escuchar cantar por primera vez a Juan Diego, y si resultó simpático tenerlo a Jerónimo con sus ocho años pegándole a la batería en uno de nuestros temas, verlos a ellos tres haciendo música juntos, impresiona. No son amigos entre sí, se ven sólo muy de vez en cuando y, sin embargo, ahí están, disfrutando del mismo rito compartido del que solíamos gozar sus padres. Y aunque es inevitable sentir que algo bueno debemos haber hecho para estar recibiendo tamaño regalo, la satisfacción paterna tampoco alcanza para explicar lo que está sucediendo.
Debe ser por el cansancio, pienso. O tal vez por el vino que estoy tomando casi sin haber comido. Lo cierto es que son las cuatro de la mañana, la peña está terminando y no encuentro las palabras que precisen el fenómeno con justeza. Intuyo que excede lo puramente emocional, pero no puedo apresar su esencia. De algún modo, confusamente, sé que tiene que ver con el tiempo. O, mejor dicho, con ciertas percepciones paradojales del tiempo, con esta sensación vertiginosa de que hay dos realidades cronológicas distintas coexistiendo en un mismo punto. Es como si todos los que estamos aquí reunidos esta noche hubiésemos sido imperceptiblemente atraídos hacia un atajo prodigioso que conecta y superpone el pasado con el presente hasta disolverlos en una sola escena. "¡Aguante Paralelo 31 Junior!", grita alguien, y yo siento que, como decía aquella vieja canción del grupo Posdata, el almanaque me hace bromas.
Afuera se ha puesto a llover. Pero el afuera queda tan lejos esta madrugada, que a nadie le importa saber que a la salida nos vamos a mojar. Estamos contentos. Todos. Y se nota. Decididamente, hay algo hermoso y profundo flotando en el ambiente. Es cierto, no sé bien cómo explicarlo, pero poco interesan ahora mis tropiezos conceptuales. Lo que cuenta es esta alegría serena y unánime que nos abraza. Lo que cuenta es esta necesidad de eternizarla de algún modo, aunque sólo sea con palabras.
*de Alfredo Di Bernardo. alfdibernardo@ciudad.com.ar
En el 150º Aniversario de los ferrocarriles
Nosotros, los ferroviarios*
*Por: Juan Carlos Cena (especial para ARGENPRESS.info)
Fecha publicación: 30/08/2007
“El olvido es una herramienta de la clase dominante. La memoria es un proceso social. Despojados de su memoria, los pueblos se opacan, mueren. Y suelen morir en medio de la algarabía de imaginar que el pasado no interesa, aturdidos por voces que los llaman a no recordar, apalabrados por ilusionistas que susurran que hoy todo empieza de nuevo. Las raíces pueden secarse si una voluntad de memoria no se opone a la voluntad de olvido. Sin esta fidelidad no hay ética posible.'
Por eso, antes de comenzar a memorizar, los ferroviarios en este 150 aniversario, no debemos olvidar, quienes fueron los sicarios y los fariseos que destruyeron los Ferrocarriles Argentinos. Es un compromiso retratarlos en esta conmemoración histórica de la instalación de las enrieladuras en nuestra geografía. Hoy, los mismos que boicotearon, que cercaron y traicionaron las gestas de los obreros que resistieron sin claudicar la defensa del ferrocarril, aparecen como defensores de ese modo de transporte. Toda una mentira fenomenal, nunca protegieron al sistema de transporte ferroviario, al contrario, justificaron su vaciamiento y saqueo, guardaron y guardan un profundo silencio por la venta de sus bienes, muebles e inmuebles a precio vil.
Hoy, montados hipócritamente en la impunidad que da el olvido y en un formidable amparo gubernamental, con aparatosidad faraónica y grandes recursos, pretenden ningunear en un festejo fatuo la verdadera historia de nuestros ferrocarriles. Coherentes, van a realizar un acto y a disertar en el lugar donde exhibe sus riquezas la oligarquía terrateniente. Los dueños del poder.
La historia de los ferroviarios es como dice Howard Fast en su libro Espartaco: una historia sobre hombres y mujeres valientes, que vivieron hace mucho tiempo, pero cuyos nombres nunca han sido olvidados. Los héroes de esta historia acariciaron el ideal humano de libertad y dignidad y vivieron noble y honradamente (...) saquen de él fortaleza para nuestro turbulento futuro y puedan luchar contra la opresión y la injusticia, de modo que el sueño de Espartaco llegue a ser posible en nuestro tiempo.
Hace 150 años comenzó a circular el primer tren en nuestro país. Entonces nos interrogamos ¿Quién los puso en marcha? Nos respondemos: nosotros los ferroviarios. Por eso, nosotros los ferroviarios, vamos a contar la otra historia, la que venimos protagonizando desde hace 150 años.
De Bertold Brescht aprendimos a preguntarnos:
¿Quién construyó Tebas, las de las siete puertas?
En los libros figura sólo nombre de reyes.
¿Acaso arrastraron ellos los bloques de piedra?
Y Babilonia, mil veces destruida.
¿Quién la volvió a levantar otras tantas?
¿Quiénes edificaron la dorada Lima, en que casa vivían?
¿Adónde fueron la noche en que se terminó la Gran Muralla China…
sus albañiles?
(…) A tantas historias. Tantas preguntas.
Por ese aprendizaje parafraseamos a Bertold Brescht, y nos preguntamos.
¿Quiénes tendieron los primeros rieles, quienes acostaron los durmientes, quienes enclavaron las eclisas y elevaron las señales, quienes construyeron las estaciones, quienes construyeron los puentes para cruzar vados y ríos, quienes perforaron las montañas, quienes le echaron leña al hogar de la caldera, quienes hicieron sonar las campanas de partida, quienes condujeron los trenes aguateros haciendo retroceder la sed por toda la geografía nacional?
¿Quiénes comunicaron el país? ¿Quiénes lo integraron? ¿Quiénes? ¿Quiénes construyeron locomotoras, vagones para transportar nuestras riquezas?
¿Quiénes diseñaron y montaron coches de pasajeros, dormitorios confortables para llevar con comodidad a nuestros ciudadanos? ¿Quiénes acudieron a llevar solidaridad en tiempos de sequías o de inundación?
¿Quiénes llevaron la salud a través de los trenes sanitarios por toda la geografía nacional? ¿Quiénes construyeron los policlínicos ferroviarios que atendieron, además de los ferroviarios y sus familias, a todos los pobladores del país? ¿Quiénes? Simplemente contestamos: Los ferroviarios.
¿Quiénes somos los ferroviarios? Los trabajadores del riel somos nada más ni nada menos que la carnadura imprescindible de ese medio de locomoción. Porque entre ese objeto metálico que es puesto en movimiento llamado tren, y ese carnal que lo prepara, orgulloso, y lo encaballa para que se deslice por las enrieladuras de nuestro territorio, se establece en ese obrar una relación biunívoca vital, substancial: Ocurre lo real maravilloso, entre el hierro y el ser humano, toda una correspondencia mágica. No se puede dividir esa relación biunívoca que nace y se multiplica desde la parición de ese modo de transporte. Conexión que existe entre el trabajo y el hacedor de ese trabajo que es el obrero, en este caso: el ferroviario. El ferroviario es parte indivisible del ferrocarril. El, es el ferrocarril carnal. Hierro con carnadura, unión vigorosa, eso es el ferrocarril, que se transforma en el misterio de ese ¨adiós que guarda el tren¨. Arcano que se traslada al viajero, al juglar que le canta, al cuentista que lo cuenta, al ciudadano que lo comunica, que lo sirve, que los traslada y que juntos rompen paisajes en dos dimensiones, cuando va y retorna.
A tantas historias. Tantas preguntas. Damos tantas respuestas.
Es necesario aclarar que trabajar en el ferrocarril no es lo mismo que ser ferroviario. El ferroviario incorporó a su Ser ese inmenso objeto metálico en movimiento, como su Sujeto: él es el ferrocarril, es de su pertenencia, no como una propiedad privada, sino porque él era parte constitutiva del ferrocarril, no está añadido, adosado, sino incluido; el ferrocarril y ferroviario constituyen un conjunto integrado, armónico. Por eso, caminar por las playas de maniobras o recorrer sus rincones es como recorrer el patio y las comisuras de su casa.
Todas estas cuestiones son las que van construyendo nuestra identidad: somos trabajadores trashumantes, solidarios. En el trabajo cotidiano, en la relación social diaria, cotidiana, permanente, repetida, que continua en el sindicato y en el barrio nos vamos consolidando y elevando nuestra conciencia de trabajadores. En esa correspondencia se establecen códigos de comportamiento, como que hay que tener una actitud correcta frente al trabajo, colaborar con el compañero que se le atrasa el trabajo, esta es una manifestación firme del sentido de solidaridad, la otra es la de enseñar el oficio al otro, apoyar al necesitado de afectos, -como dicen los libertarios: el amor viril entre los hombres- en fin... en nuestras maneras de proceder no tiene nada que ver con la estupidez esa, que se ha instalado en la sociedad, de que debemos ser competitivos, es decir, egoístas, al contrario de ser solidarios.
Esa tradición nos llega desde los socavones de la historia del movimiento obrero. Pero en 1896, cuando estalla la primera huelga general ferroviaria -que comenzó en los talleres de Tolosa y tuvo como redactor de las proclamas a José Ingenieros- los ferroviarios rechazaron con firmeza introducir en el convenio colectivo de trabajo el problema de la competitividad, que en esa época se llamaba “tarea”, porque creaba dentro de los trabajadores una división.
Así como se habla del ‘ser nacional’, nosotros somos ‘seres ferroviarios’, la carnadura del ferrocarril, repito: hay una relación dialéctica entre la carne y el hierro, y en esa correspondencia, nace y crece ‘una incógnita que guarda el tren’, conexión plagada de esfuerzos acumulados de trabajadores y técnicos para que esa formación eche a andar.
Somos como nuestros hermanos aborígenes, donde el árbol (objeto) es el sujeto que los penetra y lo sostiene, porque ellos son la naturaleza y no están sobre ella. Nosotros los ferroviarios somos el ferrocarril, no estamos sobre él.
El ferrocarril era una fragua donde nuestros antiguos ferroviarios nos forjaron a fuego y martillo en el yunque del trabajo. Además, el cuerpo social ferruca es como un gran caldo, mixturado con toda clase de ingredientes -peronistas, anarquistas, comunistas, socialistas, cristianos, ateos...-, todos, con un profundo respeto hacia el oficio.
La historia de los ferroviarios es un testimonio de lucha, de abnegaciones, sacrificios, rebeldías, muertes y desapariciones. Desde sus inicios el movimiento obrero ferroviario fue duramente reprimido. Nunca lo doblegaron. Todos los gobiernos de todos los signos trataron de sujetar y domesticar a los trabajadores ferrucas. Ser “ferruca”, es una identidad que lleva un tiempo de construcción que no admite vencidos, traidores ni quebrados y requiere en cambio de resistentes sacrificados.
Desde el comienzo de la instalación del primer metro de riel sobre nuestro territorio, los ferroviarios asumiendo la herencia histórica del movimiento obrero internacional, comenzaron a armar sus organizaciones obreras, como las Sociedades de Ayuda Mutua, Sociedades de Socorros Mutuos, Sociedades de Fomento, Cooperativas de Consumo, Centros Culturales, y así. En 1888 los ferroviarios fundan el primer sindicato de la República Argentina: La Fraternidad, que agrupaba a los maquinistas, foguistas, pasaleñas, es decir, personal de conducción. A partir de ahí, los ferroviarios han contribuido, como un gran río tributario a la formación del movimiento obrero argentino.
En 1896 la primera huelga general contra los ingleses, luego, la del 6 de enero de 1912 con 52 días de paro. 7.000 ferroviarios enfrentaron a las 18 empresas británicas, y así, hasta el advenimiento del gobierno peronista, donde son movilizados militarmente en 1950, momento en que Eva Perón concurre a los talleres Remedios de Escalada para disuadirlos, no logrando tal cometido.
Muchos de esos compañeros que le dijeron no a Eva Perón, más tarde, en 1955, integraron la Resistencia Peronista. Eran jóvenes peronistas en esa huelga, pero tenían metido dentro de su ser la pertenencia: la de corresponder a la clase obrera. Luego, después del golpe de estrado de 1955, vino la represión, movilización, Plan Conintes en tiempos de Frondizi. Dura huelga resistente fue la de 1961, fueron 42 días de paro férreo contra el primer intento de desguace ferroviario de la mano del general Larkín.
La dictadura de Onganía militarizó a los ferroviarios mediante el decreto 5324, todos teníamos grado militar. La repuesta obrera fue la formación de las Comisiones Clandestinas Ferroviarias, y así, resistiendo todos los intentos represivos.
La genocida dictadura militar de 1976, a través de ese holocausto nacional, crea un vacío generacional entre los ferroviarios. Aproximadamente son 89 los compañeros ferroviarios y compañeras ferroviarias desaparecidos, por todo el territorio se instalaba el terror, a pesar de ello los ferroviarios nunca dejaron de luchar, resistieron la embestida.
El regreso de estas democracias relativas encuentra a la sociedad en su conjunto, en palabras de John William Cooke, blanda. Los factores de poder adueñados y consolidados dentro del aparato del Estado ejecutan el desguace del ferrocarril. Primero son los intentos de Alfonsín de la mano del eficiente Terragno y luego Menem, con toda la iconografía peronista y el embuste cierra los ferrocarriles y expulsa a 85.000 ferroviarios a la calle.
Con el ferrocarril desintegrado, más los ferroviarios expulsados, el sistema comete en un mismo acto un gigantesco Ferrocidio.
150 años, tiempo surcado por las luchas que comenzaron en el siglo XIX. Más de un siglo y medio, tiempo que les costó a los explotadores pretender domesticar la rebeldía ferroviaria, no pudieron. Hoy la realidad lo confirma, y nos permite afirmar que todo germina de nuevo, la clase obrera y los ferroviarios en forma particular, que en su dimensión dialéctica, renacen de sus cenizas demostrando que no hay un fin, sino un recomienzo más dinámico. Hoy, los ferroviarios están de nuevo en el riel, como la clase obrera remontado la lucha en las calles.
Se sabía que después de la derrota ferroviaria se intentaría la extinción de toda cultura obrera, empezando por la palabra. Los ferroviarios vivieron a través de la palabra por todo este tiempo; recorrieron el país montados en trenes de palabras. Ella fue y es la transmisora de ideas, historias, triunfos, derrotas, pero nunca acarreó historias de vencidos, porque siempre se resistió, siempre. Los ferroviarios nunca se dieron por derrotados ni aún derrotados, porque no estaban vencidos, conservaron la palabra, y mientras haya guardapalabras que las cobijen, la vida continúa.
En este aniversario, fecha donde pretenden olvidar a los hacedores del riel, los ferroviarios, han tratado de borrarlo de todas las maneras posibles, porque según dicen: no hay nada que recordar de ellos. El olvido, aún mantiene un cierto campo conquistado sobre la memoria en este simbólico aniversario. Dura lucha es la que han protagonizado, tercamente, los memoriosos ferroviarios en el intento por hacer recular ese vacío, llamado olvido. Primero en la cabeza de los nuevos ferroviarios y luego en la sociedad. Hoy es un día de militante recordación para los ferroviarios veteranos, que engrosan el ejército de desocupados y jubilados 85.000 ferroviarios a la calle y el ferrocarril saqueado, desintegrado, anulado, pasto de comerciantes y corruptos, políticos y gremialistas cipayos.
Ellos, los que cercaron la Ciudadela Ferroviaria sabían, y se propusieron: ¡hay que arrebatarle la palabra a los ferroviarios! para vaciarles el lenguaje aquel. Nunca lo lograron.
Hoy, los que minaron la Ciudadela Ferroviaria festejan, no los 150 años del comienzo de su andar, sino de su cerramiento. Esa es la verdad.
Existen fenómenos que ocurren en el seno del pueblo, y hay que divulgarlos, porque son almacenamientos de vida. Durante la dictadura y los gobiernos democráticos serviles, los trabajadores ferroviarios escondieron el fuego sagrado de sus luchas. Cobijaron y clandestinizaron la palabra entre los rescoldos de las cenizas de la devastación ferroviaria. Los nuevos compañeros volvieron a soplar la brasa -es lo real maravilloso de la clase obrera-, dando nacimiento a nuevos retoños tibios, que encarnan la certeza de que la lucha continúa.
No se puede hablar de los 150 años del ferrocarril e ignorar a sus protagonistas principales, los ferroviarios.
Hay miles y miles de hombre Que solo conocieron la derrota Pero lo que no conocieron Fue el deshonor.
John William Cooke
*Juan Carlos Cena. ferrocena2003@yahoo.com.ar
es miembro fundador del Mo.Na.Re.FA (Movimiento Nacional por la Recuperación de los Ferrocarriles Argentinos)
- Autor de: El Guadapalabras (memorias de un ferroviario)
- El Cordobazo, una rebelión popular.
- El Ferrocidio.
- Crónicas del Terraplén.
En el andén*
"...Y en el pueblo no tendré nada que hacer
sino echarme luciérnagas a los bolsillos
o caminar a orillas de rieles oxidados"...
Jorge Teillier
No tendré más que sentarme sobre el cemento
del andén de la estación Patricios
para apropiarme de su magia.
Repasar con los dedos
cada minuto dibujado en la rayuela del tiempo.
Sentir el vaivén del fantasma
que quedó entretenido entre boletos y encomiendas.
No necesitaré más que la osadía de mis ojos
para impregnarme de viajes.
Ni más mansedumbre que la del silencio
para encender el metálico canto de rieles y ruedas,
de motores y campanas ruborizadas de viento.
No me hará falta más que el corazón
para heredar la leyenda del olvido.
Ni más piel que la puesta
para enmarcar un remolino de emociones.
Se volverá tan ancha el alma y tan claros los gestos
que todo brillará en gama de sol y verdes.
Tan intenso será el perfume de la tarde
que no tendré más que sentarme en el andén
para impregnarme de duendes
y sellar un momento inolvidable.
*De Gabriela Delgado agualunagd@yahoo.com.ar
-Del libro "Pasajeros del penúltimo tren"
*
Queridas amigas, queridos amigos:
El domingo 2 de septiembre del 2007 presentaremos en la Radiofabrik Salzburg (107.5 FM), entre las 19:06 y las 20:00 horas (hora de Austria!), en nuestro programa bilingüe Poesía y Música Latinoamericana, música de los compositores latinoamericanos Baden Powell, Radamés Gnatali, Antonio Lauro, Paolo Bellinati, Carlos A. Jobim, Ernesto Lecuona y Rodrigo Riera, interpretada por Arnoldo Moreno (Venezuela). Las poesías que leeremos pertenecen a Elena Fassio (Argentina) y la música de fondo será de Uakti (Brasil). ¡Les deseamos una feliz audición!
ATENCIÓN: El programa Poesía y Música Latinoamericana se puede escuchar online en el sitio www.radiofabrik.at
(Link MP3 Live-Stream. Se requiere el programa Winamp, el cual se puede bajar gratis de internet)!!!! Tengan por favor en cuenta la diferencia horaria con Austria!!!!
REPETICIÓN: ¡La audición del programa Poesía y Música Latinoamericana se repite todos los jueves entre las 10:06 y las 11:00 horas (de Austria!), en la Radiofabrik de Salzburgo!
Cordial saludo!
YAGE, Verein für lat. Kunst, Wissenschaft und Kultur.
www.euroyage.com
Schießstattstr. 44 A-5020 Salzburg AUSTRIA
Tel. + Fax: 0043 662 825067
*
Reescribiendo noticias. Una invitación permanente y abierta a rastrear noticias y reescribirlas en clave poética y literaria. Cuando menciono noticias, me refiero a aquellas que nos estrujan el corazón. Que nos parten el alma en pedacitos. A las que expresan mejor y más claramente la injusticia social. El mecanismo de participación es relativamente simple. Primero seleccionar la noticia con texto completo y fuente. (indispensable) y luego reescribirla literariamente en un texto -en lo posible- ultra breve (alrededor de 2000 caracteres).
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Respuesta a preguntas frecuentes
Que es Inventiva Social ?
Una publicación virtual editada con cooperación de escritores y lectores.
Cuales son sus contenidos ?
Inventiva Social relaciona en ediciones cotidianas contenidos literarios y noticias que se publican en los medios de comunicación.
Cuales son los ejes de la propuesta?
Proponer el intercambio sensible desde la literatura.
Sostener la difusión de ideas para pensar sin manipulación.
Es gratuito publicar ?
En inventiva social no se cobra ni se paga por escribir. La publicación de cada escrito es un intercambio de libertades entre el escritor y el editor, cada escritor envia los trabajos que desea compartir sin limitaciones de estilo ni formato.
Cómo se sostiene la actividad de Inventiva Social ?
Sus socios lectores remuneran con el pago de una cuota anual el tiempo de trabajo del editor.
Cómo ayudar a la tarea de Inventiva Social?
Difundiendo boca a boca (o mail a mail ) este espacio de cooperación y sus propuestas de escritura
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