miércoles, septiembre 19, 2007

SE DESVANECEN EN UN INSTANTE...


CUARTO SOLO*



Si te atreves a sorprender
la verdad de esta vieja pared;
y sus fisuras, desgarraduras,
formando rostros, esfinges,
manos, clepsidras,
seguramente vendrá
una presencia para tu sed,
probablemente partirá
esta ausencia que te bebe.



*de Alejandra Pizarnik.
-Fuente: http://amediavoz.com/pizarnik.htm







Se desvanecen en un instante...




Miércoles, 19 de Septiembre de 2007
LA CORTE ORDENO AL ESTADO ASISTIR A LOS ABORIGENES CHAQUEÑOS

"Está en juego el derecho a la vida"*


En un fallo inédito, la Corte Suprema de la Nación intimó al gobierno nacional y al de Chaco que brinden asistencia a las comunidades tobas. En las últimas semanas hubo once muertes por desnutrición. Para intervenir en el caso, el máximo tribunal consideró la "gravedad y urgencia" de la situación.

Mabel Pino Fernández tenía 45 años y pesaba 29 kilos.



El Estado nacional y el gobierno chaqueño deberán proveer de alimentos y agua potable a las comunidades aborígenes de la provincia. Así lo resolvió en un inédito fallo la Corte Suprema de Justicia, luego de admitir una medida cautelar presentada por la Defensoría del Pueblo de la Nación para que se adoptaran las medidas necesarias que "detengan el exterminio" de los pueblos originarios en esa provincia. El organismo había realizado un relevamiento en el noroeste y el sudeste del territorio a través del cual constató "el nivel de abandono en el que vive la población", víctima de enfermedades como el mal de Chagas y tuberculosis. En la sentencia, el máximo tribunal sostuvo que "está en juego el derecho a la vida y la integridad física de las personas".
Al aceptar la medida cautelar solicitada por el defensor, los jueces de la Corte ordenaron a los demandados -el gobierno nacional y el de Chaco- que garanticen el suministro de agua potable y alimentos a los aborígenes, además de medios de transporte y comunicación adecuados para cada una de las unidades sanitarias ubicadas en las diferentes regiones. "La Corte consideró la gravedad y urgencia de los hechos denunciados y destacó la necesidad de adoptar la medidas conducentes que tiendan a garantizar la eficacia de los derechos y evitar que éstos sean vulnerados", sostuvo un comunicado del
tribunal al dar a conocer el fallo.
Además, la Corte resolvió convocar a una audiencia pública y requerir informes a la provincia de Chaco y al Estado nacional sobre la situación de los aborígenes. La decisión de los supremos sigue la línea establecida por el tribunal de ocuparse y hacer el seguimiento de casos donde existen derechos colectivos conculcados, como la situación en las cárceles o la contaminación del Riachuelo.
Ahora, los magistrados resolvieron sobre la base de una presentación de Eduardo Mondino, el defensor del Pueblo, que hizo un relevamiento en los departamentos de General Güemes y Libertador General San Martín. Allí, en los últimos dos meses, once personas, en su mayoría ancianas, murieron por desnutrición.
En equipo de la Defensoría detectó en el Paraje Colonia 10 de Mayo, en General Güemes, que todos los habitantes entrevistados manifestaron tener vinchucas en sus casas. También dijeron que en treinta años nunca recibieron fumigación. La única unidad sanitaria a disposición tiene una sola camilla, una única balanza y una heladera fuera de funcionamiento. Al momento de la visita de los especialistas del organismo, no contaba con medicación ni con vehículo para transportar enfermos.
Otro de los lugares visitados fue el paraje El Colchón, del mismo departamento. Organizaciones sociales de la región denunciaron casos de desnutrición grave en el paraje. De acuerdo con el mismo relevamiento, las familias extraen agua de charcos donde también acceden los animales.
Con similar situación de precariedad se convive -de acuerdo al informe presentado ante la Corte- en el paraje Campo Alemani, en el departamento de General San Martín, donde las familias no tiene letrina y el agua se saca de un pozo construido por una organización social.
El relevamiento permitió al organismo corroborar "el estado de extrema gravedad de la población aborigen". "No tienen alimentos ni agua potable. La situación empeora aún más por el alto nivel de enfermedades endémicas que afecta a los pobladores, como el Chagas, la tuberculosis, la desnutrición,
broncopatías, parasitosis y sarna", señala el informe. El organismo también detalla "las dificultades para obtener atención médica, ya que es imposible acceder a las unidades sanitarias y aun haciendo el esfuerzo para llegar al lugar, las unidades sanitarias no tienen medicamentos o son insuficientes".
El Instituto del Aborigen Chaqueño había advertido sobre la situación de las comunidades tobas. A través de una resolución, el organismo provincial declaró meses atrás el estado de emergencia sanitaria y alimentaria de los pueblos indígenas de la provincia.
Con este mapa de situación, Mondino presentó a principios de este mes una demanda para que se termine la "situación de exterminio silencioso, progresivo, sistemático e inexorable" de los aborígenes. La Corte hizo lugar a su reclamo.


*Fuente: Página/12
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-91630-2007-09-19.html








En vías de extinción
Cada dos semanas se pierde un idioma*


Hoy se hablan 7000 en el mundo
Miércoles 19 de setiembre de 2007 | Publicado en la Edición impresa



NUEVA YORK (The New York Times).- De las estimadas 7000 lenguas que hoy se hablan en el mundo, afirman los lingüistas, casi la mitad está en peligro de extinción y podrían desaparecer en este siglo. De hecho, actualmente deja de usarse una cada dos semanas.
Algunos idiomas se desvanecen en un instante, al morir su último hablante.
Otros se pierden gradualmente, a medida que las lenguas indígenas son sofocadas por el idioma dominante en la escuela o en la televisión.
Nuevas investigaciones dadas a conocer ayer identificaron cinco regiones de desaparición lingüística inminente: el norte de Australia, la parte central de América latina, el norte del área costera del Pacífico, el este de Siberia y el sudoeste de los Estados Unidos. Todas las áreas están ocupadas
por pueblos aborígenes que hablan diversas lenguas, pero en números decrecientes.
El estudio se basó en trabajo de campo y análisis de datos respaldados por la National Geographic Society y el Living Tongues Institute for Endangered Languages, una organización dedicada a la documentación, la revitalización y el mantenimiento de lenguajes en riesgo. Los hallazgos se describen en el número de octubre de National Geographic y en www.languagehotspots.org .
En una teleconferencia, K. David Harrison, profesor de lingüística del Swarthmore College, dijo que más de la mitad de los idiomas no tienen forma escrita y "pueden perderse irremediablemente en el olvido". Cuando desaparecen, no dejan atrás ningún diccionario, ningún texto, ningún registro del conocimiento acumulado y la historia de una cultura que se desvanece.
Muchas de las 113 lenguas que se hablan en los Andes y el Amazonas son poco conocidas y están perdiendo terreno frente al español y el portugués. Por ejemplo, los Kallawaya utilizan el español o el quechua en la vida diaria, pero también tienen su idioma secreto para preservar el conocimiento de
plantas medicinales, algunas de las cuales eran previamente desconocidas para la ciencia . "Cómo y por qué esta lengua sobrevivió más de 400 años con tan pocos hablantes es un misterio", dijo Harrison.



*Fuente: La Nación
http://www.lanacion.com.ar/EdicionImpresa/cienciasalud/nota.asp?nota_id=945406&pid=3214811&toi=5284







EL DESPERTAR*

A León Ostrov




Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y se ha volado
y mi corazón está loco
porque aúlla a la muerte
y sonríe detrás del viento
a mis delirios

Qué haré con el miedo
Qué haré con el miedo

Ya no baila la luz en mi sonrisa
ni las estaciones queman palomas en mis ideas
Mis manos se han desnudado
y se han ido donde la muerte
enseña a vivir a los muertos

Señor
El aire me castiga el ser
Detrás del aire hay monstruos
que beben de mi sangre

Es el desastre
Es la hora del vacío no vacío
Es el instante de poner cerrojo a los labios
oír a los condenados gritar
contemplar a cada uno de mis nombres
ahorcados en la nada.

Señor
Tengo veinte años
También mis ojos tienen veinte años
y sin embargo no dicen nada

Señor
He consumado mi vida en un instante
La última inocencia estalló
Ahora es nunca o jamás
o simplemente fue

¿Cómo no me suicido frente a un espejo
y desaparezco para reaparecer en el mar
donde un gran barco me esperaría
con las luces encendidas?

¿Cómo no me extraigo las venas
y hago con ellas una escala
para huir al otro lado de la noche?

El principio ha dado a luz el final
Todo continuará igual
Las sonrisas gastadas
El interés interesado
Las preguntas de piedra en piedra
Las gesticulaciones que remedan amor
Todo continuará igual

Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo
porque aún no les enseñaron
que ya es demasiado tarde

Señor
Arroja los féretros de mi sangre

Recuerdo mi niñez
cuando yo era una anciana
Las flores morían en mis manos
porque la danza salvaje de la alegría
les destruía el corazón

Recuerdo las negras mañanas de sol
cuando era niña
es decir ayer
es decir hace siglos

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y ha devorado mis esperanzas

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
Qué haré con el miedo



*de Alejandra Pizarnik.
-Fuente: http://amediavoz.com/pizarnik.htm










Fantasía en verde*


Jaspeados mármoles en las columnas, incrustaciones de lapislázulis y turquesas. Jarrones llenos de ampulosas rosas granates, reventados capullos que exhalan lujuriosos, repletos de néctar. Corcheas y fugas dulces o siniestras, siniestras o dulces, diapasones cristalinos que reverberan en plata pura. Ónices y ámbares fúlgidos, aceites amarillos y dorados. Relojes de oro macizo, brillantes hasta la rabia, como mordeduras de frenéticos perros hidropésicos, relojes de plata que escandalizan sombras lunares, estelas plateadas y linfa de termómetros de mercurio de rubí enfurecido. Cinabrio al punto de fusión. Absenta en los vasos y licores de café y vainilla. Estatuas de solemnidad proconsular, medallones de nácar erizado. Perlas de rocío en las orquídeas violetas. Helechos de cuerno de alce. Inmensos potos húmedos.
Comienza la danza. Bailan los cardenales vestidos de verde esmeralda. Llevan una cruz de carey y oro. Cardenales verdes como extraños topacios. Arzobispos jamás diseñados, príncipes de la Iglesia vestidos de verde, fulgurando como la absenta de las jarras, estrambóticos pero archisolemnes, severos pero magníficos, con el color de la Esperanza en los trajes, jamás vistos en los confines de la tierra, bajo el techo de mármol donde cariátides bellísimas luchan contra monstruos alienígenas, junto a estatuas de la Roma senatorial, de la Roma imperial, severos pero magníficos, soberbios, de un riguroso verde escanciado de rebeldes ajenjos.
El frenético clavecín bordea el paroxismo sobre simas marinas en las que las flautas estremecen. Acordes violetas y azules cargados de lilas, mariposas rojas que tornasolan al morado, bajo pulsión de acuáticas brasas carmesíes. Corales rojos en los que diminutos caballitos de mar paren, progenie de ínfimos nacarillos, nudibranquios rosas, trompetas de esmerilados brillos. Timbalillos de acero dulcísimo. Arpas de oro.
Sigue la danza. Bailan los verdes cardenales, rigurosos y disciplinados, perfectos, matemáticamente perfectos, bajo resonancias de cristal y níquel, sobre partituras naranjas y azules, su baile es de una resolución micronésica, infinitesimal, su baile es una transida explosión de cisnes verdes, de pavos reales lujuriosos y lascivos. La religión marca una pulsión de hiperdulía terrible. Los príncipes verdes de la Iglesia marchan al compás del órgano, que sublevado, iza hacia al cielo una melodía de trinos subyugantes. Prosigue la danza, todos los cardenales llevan un anillo con un zafiro, y el anochecer se asoma a ese zafiro como una loca al borde de la azotea, por encima de los techos miles de vencejos gritan melosos, chirriantes, agridulces, ácidos y lilas. Prosigue la danza. Los extraños cardenales verdes nunca fueron vistos en el Concilio de Trento. Majestuosos, brutal y archisolemnemente majestuosos. Furiosos sostenidos y bemoles se eclipsan en verdes ritmos, serpientes enroscadas en las cuerdas de las guitarras, cornamusas ponen un enojo de rencor amarillo a lilas enfurecidos.
Llegan las negras. Danaides mulatas, reinas de Ángola. Las negras, desnudas, los senos redondos y duros, los cuerpos delgados, atléticas amazonas de Africa, bellísima gacelas de la noche, panteras deliciosas de la noche profunda, arcángeles femeninos, vírgenes de ébano, en las que la luna o el sol platea o dora cuerpos inapreciables. Llegan las negras, como leonas salvajes, aquí la curva, el hombro, y la cadera, al trasluz y la sombra fulge azul y plata. Guerreras insolentes de Nubia iracunda, Etiopía en la piel, Etiopía en los ojos, durísimos y llenos de odio, de rebeldía, de lujuria. Hay un aroma a caña de ázucar y a café cargado.
Y la danza prosigue, cardenales verdes, ámbares tórridos, y negras desnudas.





El Alien Rosa y el Cardenal Verde, y Viceversa*


Con un espanto de hiperdulía salvaje el magnífico Cardenal verde, malaquitas soberbias en anillos de oro, pasa entre Alienes rosas. Como una sublime flor verde entre erizadas y extrañísimas cactaceas, la majestad del religioso contrasta con la tensión demoníaca de las brutales bestias. Hay una tauromaquia de extraterrestres verónicas de jade. Una tauromaquia de espectrales colores. Una tauromaquia de sonidos imposibles. Y bajo esfuerzos de muelle, de resortes rosas y espléndidos ropajes, corruptos tal un veneno de amanita, se adentra el príncipe de la Iglesia como una esperpéntica flor amazónica entre horrorosos guepardos. Solemne pasa el Cardenal entre los tiburones, como un danzarín espléndido, su aristocracia es la de las esmeraldas, su pavor, el de los escorpiones. Unos escorpiones rosas, unos híbridos fucsias de perro rabioso y alacrán rebelde, hidropésicos hasta la nausea, furiosos hasta la ionosfera, estáticos frente a la idolatría de la absenta perpleja. Acordes repetitivos, irisaciones, timbres, estridencias armónicas, aristas esmeriladas, luces inmisericordes, filos de astillas y pulsiones de mordedura. Y la danza es un sepulcro visitado por demonios en el que el religioso contrasta en estrambote con bichos espeluznantes. Muerden los rosas con un frenesí apocalíptico, la rabia es un erizo, un nopal, una alambrada, una colección de uñas femeninas, y El Cardenal verde, bajo lirios de oro, bajo techos de cristal astillados por piedras, es un verde pavor entre la cólera rosa. Las feroces bestias se deslizan como arpegios dañinos alrededor del poema esmeralda, y el loco Cardenal se perfuma de fucsias furiosos, impasible y sereno en el pavor de la elipse. Estallan corolas naranjas, y revientan arcoirises negros, espantosos como letrinas insondables. Pozos negros. Como en un raro espejo pasa el Arzobispo rosa entre los Alienes verdes. Imagen perfecta y negativo fotográfico de la anterior escena, y los crueles pavos reales demoníacos se asoman a la solemne rosa aristocrática.
Las bestias verdes, alacránidas nauseas y tiburónidos arañazos, rabian por una gota de ginebra, y un aguardiente verde quema el paladar como el café hirviente. Baila el Arzobispo rosa, como un loco entre las hidras lascivas. Su anillo enzafirado chirría como un gozne sin aceite, y un pellizco en la carne o un golpe en la uña descubre paraísos de flores turquesas. Pasa la rosa entre las panteras, y un frenesí de pájaros dorados se lanza a un cielo violeta y dañino. El Alien verde, todo él malaquita efervescente, rabia con la ferocidad de las puntas de lanza, sus dientes arrancarían a las náyades su belleza, y despojarían a la luz de su brillo, hierve como las sartenes al fuego, un fuego verde sobre Arzobispos satánicos. Y Viceversa, y el espejo se duplica en caleidoscopio terrorífico, el Arzobispo verde pasa entre las alambradas fucsias como la serenidad bajo lo izquierdo. Y muerden los dementes alacranes con un rencor amarillo tal una disonancia de estériles chispas. Y es siniestro el colapso de los muelles y el vuelo de las dementes mariposas. Extraños címbalos de plata o bandoneones maquiavélicos se asoman a las fuentes de la Luna aberrante. Las abyectas bestias muestran una colera amarilla, hasta un espanto de visión de oro. La rabia es voraz como los vértices del odio de la demencia, la serenidad choca con el pavoroso incendio de los acueductos. Los feroces esperpentos se lanzan en la persecución de la Quimera.
El Alien rosa y el Cardenal verde, y Viceversa, o matando el tiempo miserablemente.
Híbridos de gato y lágrima.
Espejos horribles.
Sombras siniestras.
Guitarras rotas.





Fantasía para un Espanto Español, o variación sobre el tema de el Cardenal y el Alien*




Fantasía para un espanto español, Cardenal rojo y panteras amarillas, Arzobispo en trance y Alienes de oro. Ferocidad amarilla pavorosa, dentadura en caléndulas afiladas, híbridos de cardo y perro, amapolas soberbias, ámbares furiosos, oro durísimo y cuchillos fulgurantes, filos de cristales y astillas doradas, hidropesía gualda e hiperdulía carmesí, el Cardenal da de comer a sus bestias, para un carnaval de antítesis de payasos y panteras xenógenas, amarillas hasta lo crematorio, erizadas de diente y uña, mariposa de tornasol poseedora de arañas de oro, lirios amarillos mezcla de nopal y girasol, obedientes a un amo sanguinario. Cascabeles desagradables. El príncipe de la Iglesia rodeado de Alienes amarillos es un arquetipo de bandera Imperial, oro como astilla demente y púrpura aristocrático. Eclesiástica soberbia carmesí y cachorros de huracán amarillos. Sublime mariposa de carmín dueña de hidropésicos arácnidos de ámbar. Abanico rojo entre puñales amarillos. Se mira en el espejo el príncipe de la Iglesia, amo de esperpentos de bohemia iracunda, salvaje y rabiosa como cuchilla de afeitar. Los alacranes fulgen bajo el manto carmín, lo siguen por el laberinto y el palacio, como si el noble proyecto de santo satánico fuera el padre de los xenógenos escorpiones. El púrpura insolente es rentista del oro ninfómano, del amarillo demencial, que rabia como el aceite hirviendo y muerde como una furia de ortigas abrasivas. El morboso payaso rojo es dueño de un ramo de caléndulas mortuorias. El santo lleva un anillo de granate en el que esconde una dosis de cianuro salvaje, sus perros le siguen con la furia de los deformes lobos, híbridos de pantera, tiburón y margarita, dentaduras y bocas de ponzoña. Las arpas se pulsan con las uñas de las manos huesudas de esqueléticos esquizofrénicos ciegos. Yonquies furiosos hacen sonar diapasones de platino, y reverbera un brillo escarlata sobre mariposas doradas.
El Cardenal ha domado los Alienes amarillos, repito, es una sublime mariposa posesa de alacranes deslumbrantes, cangrejos, arañazos y quemaduras. Timbres y púrpuras sobre lagos de fuego, la plaza relumbra como una moneda mejicana, aristas y acristaladas vidrieras góticas y flores turquesas bajo cielos violetas chirriantes de vencejos, campanitas de plata para espejos negros como azogues hieráticos.
Y las panteras siguen a su amo como la ferocidad a la soberbia. Impura de pavor.
Efervescentes carmesíes dueños de guerreros dismorfóbicos, amarillos hasta el añil. Alacranes horribles capaces de destrozar Nereidas, bajo el mandato del Cardenal.
Y chirrían los violines hasta lo punzante.
Fantasía para un espanto español. Carnaval de rabia y estrambote. Y los Órganos suenan dorados y negros. Escorpiones esclavos de amapolas. Dobles mandíbulas al servicio de la Soberbia. Paraísos de fulgor indescriptible. Grandes carcajadas. Orquídeas y Shubukins.
Y los gatitos obedecen.
Interferencias burdas y harinas negras. Injertos de crisantemo y aguja ilotas de granates lívidos.
La rosa escarlata se acompaña de espinas ambarinas, venenosas como sierpes caóticas, fastuosos híbridos de caléndula y tigre, voraces como exhalaciones de ira, lagartos amarillos de maxilares dobles, al servicio de sacerdotes lujuriosos, en sacrificio de pulpa de pasionaria agria.
Y la solemnidad lleva a los monstruos atados y domados, mansos en su tensión incontenible, bajo cielos de espadas violetas y estridencias de cristal.
Los gatitos obedecen.
Los muelles parecen que son de algodón siendo de ballestas, elipses negras flotan en una melodía de severos granates, y el híbrido amarillo de lobo y tijera, arcángel del inframundo, se deja acariciar por la mano criminal de la vestidura púrpura.
Fantasía para un espanto español. Cocainómano sin estribos furioso como rígidos aceros.
Los gatitos obedecen,
Obedecen esas arañas tórridas a la voz del sacerdocio satánico.
Rosa con escorpiones.
Sandías envenenadas.
Vino con estricnina.
Lleva el ferocísimo rojo un manojo de víboras de oro.
Orquídeas rojas y cactus amarillos.
Poeticidio.
Falsas Penumbras.
El autor no sabe ni lo que ha escrito, pero tiene mucha voluntad, mas no tiene ni idea de lo que duele la mordedura de un perro.
Clepsidras de bronce y estaño destilan ácido neutrónico gota a gota.
Lágrimas de sidra ácida.
Silencio.






Fantasía para Cardenal y Alien*


Como una fantasía de voraces navajas, los Alienes de plata, mulatos de cuchillo y lagarto, injertos de níquel y araña, devoraban un cacho de carne arrancado de las tripas de una vaca. Un violín frenético de tanto chirriar perdió una cuerda hiriendo al demente músico en un pellizco de granate. Los brillantes tiburones, dobles maxilas espantosas, destrozaban el hueso y la pulpa, feroces y combatiendo entre ellos, brillantes como espuelas salvajes. Un caballo era desollado por frenéticas espadas, mordeduras de estaño y calamina. La flauta era dulce como la granadina, y el acordeón, ronroneante, azucarado, gris, y templado, ligeramente triste. Platerías mostraban un género en las estanterías de apocalípticos filos, híbridos de luna y cocodrilo, lagartos rabiosos de platas enfurecidos y esmerilados relumbres. Alacranes de acero, fríos y terribles, dobles en su boca, arcángeles de divinos infiernos, espejismos de platino y orilla. Acordes de siniestros relámpagos, divinos, estridentes, melódicos de bisectrices, triangulados por esquizofrénicos yonquies. Pasaba el Cardenal de nácar, con su traje de seda blanco, refulgente como las tapas de una Biblia de carey. Solemne como un coral lascivo, de mármol puro, hierático en impasible, pavoroso, severo, rígido, frío y selvático, soberbio, tal un selénico príncipe de la luna. A sus pies los enfurecidos gatitos, mansos como las arpas bien tocadas, insomnes de ginebra neutrónica. Llevaba el Arzobispo Papal en su dedo un anillo negro, y la noche se asomaba a ese espejo curvo, desnuda y en trance igual a una virgen ciega en su noche de bodas. Múltiples espejos se reflejaban los unos a los otros, y los alacranes de plata bailaban una mazurca de pianos añiles, azules marinos, o celestes, bajo la obediencia debida a la seda nacarada, ropaje majestuoso de proyectos de bombilidos cocidos en ollas de cobre hirviendo. Refulgía la seda lívida como un abanico entre cuchillas, pero en el dedo, en el anillo negro y rabioso, las amanitas sádicas vivían una apoteosis de veneno. Los gatitos bailaban una polonesa de contornos azules y exageraciones violetas. Eran las interferencias disonantes y los timbres amarillos, y un rencor acompañaba a los alacranes de plata, venenosos cual dientes de víboras. Las panteras, brillantes como una estela, engendros mixtos de guepardo y fluorescente, seguían con una obediencia paroxística a su dueño de seda imperial. Y era como si la hidropesía obedeciera a la hiperdulía, y el filo obedeciera al brillo.
Las brillantes clepsidras tenían la linfa de ácido negro, brea asquerosa, destilada gota a gota en noches de luna llena, fulgentes y lívidas y llenas de hielo. Y era ácida y ponzoñosa, y dañina, con aristas de ortigas fúnebres crecidas en cementerios de sombras estánnicas. La Vestidura de carey en su majestad lunar domaba como un valiente Monje guerrero a las soberbias dismorfobias de espanto. Y en el anillo negro, las bocas de los leones se reflejaban, caleidoscópicas y dobles, ocultando la ira de las amanitas. Los vasos estaban llenos de cicutas mordientes, efervescentes de amarillos y añiles, amargas hasta el vómito, o ácidas hasta el estrago, ocultas en dosis de café o zumos de limón. Híbridas de deleite e hipocresía, disfrazadas de bondadosas, y salvajes como tiburones.
Las panteras obedecían al domador, la orquesta seguía al director con un rigidez de cadavéricos éxtasis. La luna esmaltada de seda tenía a su alrededor alacranes diamantinos, perfectos en su demencia de horror. Y los irises nunca fueron tan negros, y tan blancos, tan llenos de deformes exuberancias, paupérrimas de suaves y amables tonos.



*de Francisco Antonio Ruiz Caballero. sooolitario@yahoo.es


-Distinguidos Señores, les envío unos relatos por si les Apetece publicarlos.
Mi nombre es: Francisco Antonio Ruiz Caballero.
Nacionalidad. España. DNI: 28480835 G. Edad 41 años, 4 de Marzo de 1966.







ÁRBOL DE DIANA*


1

He dado el salto de mí al alba.
He dejado mi cuerpo junto a la luz
y he cantado la tristeza de lo que nace.




2
Estas son las versiones que nos propone:
un agujero, una pared que tiembla...




3

sólo la sed
el silencio
ningún encuentro
cuídate de mí amor mío
cuídate de la silenciosa en el desierto
de la viajera con el vaso vacío
y de la sombra de su sombra



4
Ahora bien:
Quién dejará de hundir su mano en busca
del tributo para la pequeña olvidada. El frío
pagará. Pagará el viento. La lluvia pagará.
Pagará el trueno.




5
por un minuto de vida breve
única de ojos abiertos
por un minuto de ver
en el cerebro flores pequeñas
danzando como palabras en la boca de un mudo



6
ella se desnuda en el paraíso
de su memoria
ella desconoce el feroz destino
de sus visiones
ella tiene miedo de no saber nombrar
lo que no existe



7
Salta con la camisa en llamas
de estrella a estrella,
de sombra en sombra.
Muere de muerte lejana
la que ama al viento.




8
Memoria iluminada, galería donde vaga
la sombra de lo que espero. No es verdad
que vendrá. No es verdad que no vendrá.




9
A Aurora y Julio Cortázar

Estos huesos brillando en la noche,
estas palabras como piedras preciosas
en la garganta viva de un pájaro petrificado,
este verde muy amado,
este lila caliente,
este corazón sólo misterioso.



10
un viento débil
lleno de rostros doblados
que recorto en forma de objetos que amar



11
ahora
en esta hora inocente
yo y la que fui nos sentamos
en el umbral de mi mirada



12
no más las dulces metamorfosis de una niña; de seda
sonámbula ahora en la cornisa de niebla

su despertar de mano respirando
de flor que se abre al viento



13
explicar con palabras de este mundo
que partió de mí un barco llevándome



14
El poema que no digo,
el que no merezco.
Miedo de ser dos
camino del espejo:
alguien en mí dormido
me come y me bebe.



15
Extraño desacostumbrarme
de la hora en que nací.
Extraño no ejercer más
oficio de recién llegada.



16
has construido tu casa
has emplumado tus pájaros
has golpeado al viento
con tus propios huesos
has terminado sola
lo que nadie comenzó



17
Días en que una palabra lejana se apodera de mí. Voy por esos días
sonámbula y transparente. La hermosa autómata se canta, se encanta,
se cuenta casos y cosas: nido de hilos rígidos donde me danzo y me
lloro en mis numerosos funerales.
(Ella es su espejo incendiado, su espera en hogueras frías, su elemento místico, su fornicación de nombres creciendo solos en la noche pálida.)



20
a Laure Bataillon

dice que no sabe del miedo de la muerte del amor
dice que tiene miedo de la muerte del amor
dice que el amor es muerte es miedo
dice que la muerte es miedo es amor
dice que no sabe



21
he nacido tanto
y doblemente sufrido
en la memoria de aquí y de allá



22
en la noche
un espejo para la pequeña muerta
un espejo de cenizas



23
una mirada desde la alcantarilla
puede ser una visión del mundo
la rebelión consiste en mirar una rosa
hasta pulverizarse los ojos



32
Zona de plagas donde la dormida come lentamente
su corazón de medianoche.



33
alguna vez
alguna vez tal vez
me iré sin quedarme
me iré como quien se va



34
la pequeña viajera
moría explicando su muerte

sabios animales nostálgicos
visitaban su cuerpo caliente



35
a Ester Singer

Vida, mi vida, déjate caer, déjate doler, mi vida, déjate enlazar de fue-
go, de silencio ingenuo, de piedras verdes en la casa de la noche,
déjate caer y doler, mi vida.


37
más allá de cualquier zona prohibida
hay un espejo para nuestra triste transparencia


38
Este canto arrepentido, vigía detrás de mis poemas
este canto me desmiente, me amordaza.



*de Alejandra Pizarnik.
-Fuente: http://amediavoz.com/pizarnik.htm





*



Reescribiendo noticias. Una invitación permanente y abierta a rastrear noticias y reescribirlas en clave poética y literaria. Cuando menciono noticias, me refiero a aquellas que nos estrujan el corazón. Que nos parten el alma en pedacitos. A las que expresan mejor y más claramente la injusticia social. El mecanismo de participación es relativamente simple. Primero seleccionar la noticia con texto completo y fuente. (indispensable) y luego reescribirla literariamente en un texto -en lo posible- ultra breve (alrededor de 2000 caracteres).

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Las opiniones firmadas son responsabilidad de los autores y su publicación en Inventiva Social no implica refrendar dichos, datos ni juicios de valor emitidos.
La protección de los derechos de autor, o resguardo del copyrigt de cada obra queda a cargo de cada autor. Inventiva solo recopila y edita para su difusión los escritos que cada autor desea compartir.
Inventiva Social no puede asegurar la originalidad ni autoria de obras recibidas.

Respuesta a preguntas frecuentes

Que es Inventiva Social ?
Una publicación virtual editada con cooperación de escritores y lectores.

Cuales son sus contenidos ?
Inventiva Social relaciona en ediciones cotidianas contenidos literarios y noticias que se publican en los medios de comunicación.

Cuales son los ejes de la propuesta?
Proponer el intercambio sensible desde la literatura.
Sostener la difusión de ideas para pensar sin manipulación.

Es gratuito publicar ?
En inventiva social no se cobra ni se paga por escribir. La publicación de cada escrito es un intercambio de libertades entre el escritor y el editor, cada escritor envia los trabajos que desea compartir sin limitaciones de estilo ni formato.

Cómo se sostiene la actividad de Inventiva Social ?
Sus socios lectores remuneran con el pago de una cuota anual el tiempo de trabajo del editor.

Cómo ayudar a la tarea de Inventiva Social?
Difundiendo boca a boca (o mail a mail ) este espacio de cooperación y sus propuestas de escritura

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