martes, julio 06, 2010
EDICIÓN JULIO 2010.
*ILUSTRACIÓN: Walkala. www.walkala.eu
LEONA DE SAVUTI*
"...Un desventurado estar solo, un venturoso al borde de uno mismo..."
IDA VITALI
Recorrí todos los laberintos. Todos los tiempos.
Los tiempos de los tiempos
De siembras .De cosechas. De sequías.
De duraznos. De sentarse a la mesa. De panes.
De langostas. De alumbramientos. De penumbras.
De vinos agrios, café frío y garganta ardiente.
De llegadas. De esperas. De laureles en flor.
Busqué en cada rosa moribunda.
En el clavel del aire. En la ortiga.
Hubo señales: menudas, imperceptibles, casi.
Agua de lluvia. Caza. Constelación de Orión.
Casi escucho el tropel. El jadeo.
Y los pasos se acercan y mi oído se aleja.
Me he reencarnado en pez, en luna y abedul.
Un pez de dos cabezas. Sedal. Anzuelo. Red
Tira y afloje. Se va pero se queda. ¡Touché!
Leona de Savuti. Amamantando Tswanas.
Recorriendo dominios feroces y prohibidos.
Geómetra de abedul. Canoa. Bosque.
Todos los pájaros sagrados me han amado.
Busqué en arcanos mayores y menores.
Me asomé al precipicio de tres caras.
Colgado, entre las ramas. Frágiles ramas de mis ramas.
Allí lo he encontrado... y me he liberado.
*de Amelia Arellano. arellano.amelia@yahoo.com.ar
Que Dios me la bendiga*
Quiso caer como hoja en otoño y confundirse con la tierra, el día que sintió a la niña aferrarse a su vientre. Desde entonces no sabe sonreír; desde entonces el frío duerme bajo su piel gris.
Nueve lunas de hambre y rencor.
La vida infalible creció sin piedad. Le saqueó la sangre y la sal de las lágrimas, hasta desembarcar en una orilla parda, con la niña, bracita negra, pequeña tibieza para cada amanecer.
Paso a paso le nace en los ojos el color de la esperanza.
Paso a paso lleva a su niña a la puerta de la iglesia.
Pide limosna y entrega una bendición.
- Muchas gracias, que Dios me la bendiga
*de Iris. iris_neuquen@yahoo.com.ar
Julio 2010
RECURRENCIA*
Saludo al sol en su ocaso,
Lo uno a mi ocaso interno
Con luces y cambio de tonos,
Mezcla de dudas y comienzos.
Es el principio y el fin
Que se repite en el tiempo,
Su partida nos anuncia
El parto del nuevo día
Y nos muestra los llamados
De horizontes en pleno,
Sin cercos, sin las murallas
Que nos traban los senderos.
Saludo al sol en su ocaso,
Sé que volverá mañana
A sacudir mi letargo
Y convertirme en batalla.
*de Emilse Zorzut. zurmy@yahoo.com.ar
MIMOSOS*
all mimsy were the borogoves
The Jabberwocky
Lewis Carroll
- Abuelo, ¿qué criatura es esa que aparece en el cuadro?
- Simpáticos, ¿no es así? Eran nuestras mascotas. Consentidos, limpios, juguetones, muy acomodados a convivir con nosotros...
- ¿Y por qué no he visto ninguno?
- Se extinguieron. No está muy claro en nuestros anales el por qué.
Un día, de pronto, amanecieron muertos. Sin excepción.
- ¡Qué triste!
- De eso hace demasiado tiempo, no te entristezcas. Si te vas a poner así no te traigo más al museo.
- Está bien, dime cómo se llamaban y no tocaré más el tema.
- Como buenas mascotas, cada una llevaba su nombre propio; ahora, si quieres saber el nombre genérico, entre ellos se llamaban: homo sapiens, humanos, personas, gente, individuos, hombres. Nosotros les decíamos los Mimosos, porque se pasaban la vida arrullándose. ¡No sé cómo pueden haber teóricos que digan que se exterminaron unos a otros!
- Tampoco lo creo - dijo la joven cucaracha -, en el cuadro se les ve demasiado delicados para ser violentos.
*de Marié Rojas Tamayo.
La Habana. Cuba.
Ella va por la vida*
Con su impronta y energía
Todos la miran, la oyen
Van sus curvas bamboleando
Y sus faroles a punto y "a avanzar"
Con su risa y su picardía
Recoge las miradas de los varones
Con su instruida seducción
Atropella delicadamente con palabras,
Gestos y mohines
Su vestir, por demás elegante y ajustado
Anuncia, a cada paso, su generosa humanidad
Ondulante, perspicaz y orgullosa.
Con el arte de una mujer policía
Examina como testigo encubierta
A otra buena presa para capturar.-
*de Azul. azulaki@hotmail.com
*
Si estás por recordarme
despojá de tu boca el aliento que me nombra
no quiero que me acerques más lunas de cenizas
ni acuchilles las lágrimas guardadas en mis huecos.
Olvidame de a pedazos…en trozos de piel
descuartizada
perdeme entre tu boca y escupí las vocales
que alguna vez amaste.
Yo me resguardo
abrazando mis costillas de cal y mis rodillas de arena.
Esta soledad me distancia de aquello
tan vil, tan humillante, pantanoso…
que prefiero ir sin sombra
y con una caravana de tumbas cerca de mi.
*De Maria Manetti. dulcemariam6@hotmail.com
EL CANTO PERDIDO*
*Por Jorge Isaías. jisaias46@yahoo.com.ar
Una mirada menos que absorta pretendía enseñorearse en la tarde, en el pliegue de aquellos inabordables crepúsculos cuando la tristeza se arrimaba como un gato pegándose al suelo.
Era la soledad y otro tiempo, como esa la luz que se filtraba, juguetona, a través del vitral de los coloridos vidrios ingleses, donde al amarillo y al verde se le oponía ese rojo como una sangre recién brotada de una herida a cuchillo.
Era la noche, la alta noche que se proponía extranjera, cuando ya el silencio era un poncho de arracimadas uvas oscuras cuando de pronto una voz, una sola, quebraba como una límpida escarcha el robledal de la dicha o apenas esa zozobra que calaba en los pechos.
Después de la tarea diaria los hombres se acercaban a la casa que rodeaban los árboles, los caballos, algún perro ladrador y un jilguero que dormitaba en la jaula. A algunos los esperaban sus mujeres, sufridas, con sus altos rodetes y sus vestidos oscuros, con pequeños hijos llorones y una madurez tan prematura como una fruta en estación equivocada.
Esos hombres y esas mujeres hechos al sacrificio, que no se permitían un solo día, una sola hora o un solo minuto de dicha o placer. Era sólo trabajo, sólo sufrir sobre las eras maduras, sobre los rastrojos, llameados de crepúsculos volvedores, pero siempre esquivos y en fugas.
A veces, por las noches, dicen que mi abuelo cantaba. Frente a su botellón de vidrio oscuro donde esperaba ese vino negro y espeso que iba volcando en un vaso ordinario y luego llevaba a sus labios resecos, previo paso del líquido por “esos bigotes de filtrar el vino” como escribió José Pedroni para siempre. De vez en cuando le salía una voz ronca, arrebatada de nostalgia extranjera y cantaba en ese dialecto dulzón sus canciones que creía perdidas. Luego, lentamente se inclinaba sobre la mesa, apoyaba sus brazos y apoyaba la cabeza sobre ellos, como si fueran su almohada. Allí el cansancio y el vino lo adormecían como a un niño y como a un niño su esposa y mi abuela lo recordaba. Lo llevaba hacia esa habitación inmensa como se lleva a un ciego y lo ayudaba a desvestirse. Primero le sacaba esos grandes botines de cuero resquebrajado con restos de barro reseco, y luego los pantalones holgados y la chaqueta de brin que llevaba siempre sobre su camiseta de frisa mugrienta y sudada. Ella después, tomaba esa lámpara a kerosén con su llamita titilante, ponía una mano sobre el tubo de vidrio para evitar que un golpe súbito de aire la dejara a oscuras y recorría las habitaciones donde dormían los hijos y las hijas. Con ojo vigilante y mano eficiente iba arrebujándolos de a uno, arropándolos con un amor excluyente y luego iba hasta esa gran cocina de grandes azulejos blancos. Allí una “Carelli Nº 2” hacía su combustión de marlos y resecos palos de quebracho colorado. Entonces tomaba una gran bolsa donde guardaba sus géneros y comenzaba el trabajo largo y paciente de los remiendos. Hasta muy alta en la noche se oía el ruido de esa gran tijera con su ruido áspero y metálico. En otras ocasiones tomaba las agujas que siempre estaban tejiendo un pulóver para esa familia tan numerosa.
Cuando ya los ojos se le cerraban, guardaba todo, tomaba esa lámpara que era en sus manos como el símbolo de una furia amorosa y caminaba hacia la pieza donde mi abuelo (o el sueño pesado y roncador de mi abuelo) le esperaba como una carne cansada, pero viva. Al otro día, al alba, todo recomenzaría de nuevo. Como los brotes de alfalfa que crecían en la noche o el grito de algún corderito que había nacido en la noche y había que asistirlo junto a su madre.
Con semejante vida hecha a los sacrificios más duros, no llegaban a los cincuenta años y ya se sentían viejos. Mi abuelo tuvo que sacrificar la escolaridad de sus hijos porque no daba la chacra para tomar un peón y se hacía ayudar por sus hijos mayores, mi padre, el primogénito tuvo que abandonar en su año inicial la escuela para ayudar a su padre. Lo mismo pasó con Juan, con “Pancho”, con “Kelo”.
Como así tampoco daba y no se conseguía alimentar tantas bocas, ellos –sus hijos- los fueron abandonando no ya por construir un futuro sino por mera situación alimenticia.
Cuando solo le quedaban los dos o tres menores (“Nato”, “Ruso”, tía Teresa) vendió la chacra y se vino al pueblo a regentear un almacén y despacho de bebidas en un barrio de mala muerte.
Aunque yo era muy chico percibía que ese destino no agradaba a mi abuelo hecho a los espacios abiertos, a los amaneceres muy altos y al olor penetrante de la albahaca que perfumaba las noches.
Luego de cerrar su negocio, oí contar a mi abuela, el viejo ponía su botellón lleno de vino espeso y oscuro y volvía a pasar de a poco –ya cenado- por su garganta angustiada pero esta vez, al dormirse, se había olvidado del dialecto. Mejor dicho se había olvidado de cantar y fue tan definitivo ese olvido que ya no se le oyó más quebrarse como un junco en la emoción y el recuerdo de su aldea perdida para siempre.
MAGIA DE SOLEDAD*
Mis sueños agonizan
Dentro de un nido de escarcha
Añorando paisajes ilusorios
Que solo a mí pertenecen.
La soledad transita por mis venas,
Es el único amparo,
La manta tibia que cubre
Mis sueños tímidos con magia.
El afuera en su desierto
Que se satura de ironía,
Habla de olvidos, de muerte,
Del vuelo de las caricias
Hacia cavernas de infierno
Donde ni el sol las habita.
*De Emilse Zorzut. zurmy@yahoo.com.ar
*
Sin apuro
Allí donde espanta el frío,
allí llegó, con agujeros en las manos,
vacías de amor y todo intento.
También hasta allí llegue yo,
portadora de calor
broche de amor tapador de tajos,
allí llegue y allí quede,
sin apuro.
Esperando.
*de Elsa Hufschmid. elsahuf@yahoo.com.ar
ROJO AQUELLA*
Este abismo en donde transcurro tiene casi todo.
Una ventana a la vecina de enfrente, un pedazo de techo, alguna pared y una puerta por donde ingresar o huir.
Hay un baño con jabón robado de algunos hoteles de mala reputación y un cepillo de dientes en agonía.
Una salamandra caliente como un preso, un gato negro que aparenta estar vivo y se cree Jehová, un florero trasmutado en cenicero y un cuento doblado en cuatro partes que duerme bajo la pata de algo parecido a una mesa intentando nivelarla.
Sobre ella hay unas acuarelas que pintan mi aldea, un sifón, manchas de todo tipo de comestibles, bebestibles, pedazos de pan verde y hojas garabateadas.
El lugar es bastante oscuro, debajo de una de mis dos sillas una cosa vaivén, mueve la cola, gruñe, me disputa la poca comida que tengo y le ladra al gato ese que se cree dios.
Cerquita, del otro lado del muro unas maderas atajan unos libros viejos.
Aquí no se escuchan risas, tampoco llantos; una radio llena el silencio con murmullos desgraciados.
Pero cuando la rojo aquella se desenrosco de entre mis sábanas y mintió que me amaba corrí a vestir el baño de jardín, cepillé mis dientes, engalané a dios con un collar y le di algo de comer.
Este abismo trocó en montaña. Le brotó un sol a mi ventana y sonaron canciones. Entonces embaracé con flores el cenicero, le concedí un hueso al holgazán de mi perro; luego desdoblé en cuento que nivelaba la mesa renga y comencé a leerlo:
"Este abismo en donde transcurro tiene todo lo necesario.."
Y la rojo aquella sigue allí enroscada entre mis sábanas, joven y loca; al menos por ahora o hasta luego.
*De Beto Casquero. beto_casquero@hotmail.com
LIMITE DE MI PENA*
“¿Por qué a mi las tareas imposibles:
hilar la arena,
dibujar el rostro del viento, conocer el espanto...?”
ELENA CARICATI PENNELLA
Dime corazón esquivo, límite de mi pena.
¿Porque se me ha legado este mandato?
¿Esta necesidad, este instinto de hembra?
¿Por qué obligarme a esta condena absurda?
¿Porque el ventrílocuo calla cuando germina el grito?
¿Por qué la casa parte cuando llega el huésped?
Esta es la ecuación que me ha tocado:
Las manos en el fuego, los ojos en el agua,
los pies en el barro.
¿Por qué la lengua me respira en derrota de lluvia?
¿Para que los pechos si no tengo pájaros?
¿Para que la luz si no tengo oídos?
¿Para que la música si no tengo ojos?
¿Para que las ramas si no tengo niños?
¿Has convocado al Candelabro de los siete brazos?
¿Le has pedido la lumbre?
Un indicio.
¿Un porqué de este vivir sin rumbo, esta distancia?
No siento tu respuesta. Si, tú resuello
En mi plexo. En mis salvajes azucenas.
En mi estómago que estalla cual granada
En mis rabiosas vísceras.
Se que sabes de desamores y de ofensas.
De auditorios vacíos .De somníferos.
De bocas secas y de manos ciegas.
De caimanes de piedra. De aguiluchos.
De patrias tristes. De mujeres ajadas.
Se que sabes aun lo que no sabes.
Aun no he pagado a Caronte.
No he puesto la moneda bajo la lengua de los muertos.
No me he reconciliado con Narciso.
Menos aun con los ojos de los santos.
¿Quién te obliga a silenciar tu voz?
¿Acaso duermes? ¿Meditas? ¿Agonizas?
¿Mueres? ¿Sueñas?
¿Por qué, digo, porqué, se me han dado las respuestas,
cuando han partido las preguntas?
*de Amelia Arellano. arellano.amelia@yahoo.com.ar
Los inquilinos del poema*
a Luigi Pirandello
Caos - infancia - mar - exilio, arman el regazo
La belleza intrusiva de las naranjas penetra
por el vacío de la ventana abierta hasta alzar la memoria.
La ausencia es un dolor bordeado de poesía
*de Cristina Villanueva. libera@arnet.com.ar
¿QUÉ ES POESÍA? PUES A PREGUNTARLE A GUSTAVO ADOLFO BÉQUER O AL PANADERO DE LA ESQUINA*
*De Reynaldo García Blanco. centrosoler@cultstgo.cult.cu
¿Qué es poesía? Pregunta que de tan antigua ya se ha convertido en retórica. En espacios como Talleres literarios me gusta leer un fragmento de El oficio de vivir, de Cesare Pavese, en traducción de Esther Benítez: La poesía comienza cuando un necio dice del mar: "Parece aceite". No se trata, en absoluto, de una más exacta descripción de la bonanza, sino del placer de haber descubierto la semejanza, del cosquilleo de una misteriosa relación, de la necesidad de gritar a los cuatro vientos que se ha notado. Entonces demos vivas a esa necedad que debiera acompañarnos cada día.
En otro extremo, Gottfried Benn, médico de profesión, poeta de médula y para enaltecer más su biografía protestante letrado y súmulas de lo alemán, lo galo, lo germánico y romanticismo escribe un poema titulado La novia del negro: Y ahí, sobre cojines de sangre oscura, descansaba/la nuca rubia de una mujer blanca./El sol le ardía en los cabellos,/ascendía lamiéndole los muslos blancos,/se arrodillaba ante sus pechos, más morenos,/todavía no desfigurados por vicio y partos./A su lado, un negro, destrozados por una coz /los ojos, la frente. Metía el tipo este/dos dedos de su sucio pie izquierdo/en uno de sus oídos, orejita blanca. / Ella, sin embargo, dormía, echada ahí, como una novia, /pegada a la dicha del primer amor/y a la espera de partir hacia múltiples viajes celestiales/de la joven y ardiente sangre. /Hasta que le hundieron el cuchillo en la blanca garganta, /hasta que le echaron a la cintura/un delantal púrpura de sangre muerta. Lo escatológico convertido en poesía frente a la maravilla de un girasol o un amanecer con vista al mar.
Una frase, un gesto, un olor. En el ómnibus repleto de seres que marchan al trabajo o a la muerte alguien dice No hay que exagerar y te acuerdas de Israel Domínguez y aprovechas la contundencia del azar y la frase y escribes: Cuando la cerveza alemana baje de precio vamos a beber hasta el delirio. Yo recitaré La bailarina española, de Rilke y si hay un piano un legítimo Steinway te invitaré a que cantes Adiós felicidad . Cuando la cerveza alemana baje de precio y finalmente podamos entender qué es el producto interno bruto y los confines de la primavera y la cábala y el salto cuántico a lo mejor seremos héroes o mártires Pero no hay que exagerar sigamos con este bolero, con la noche oblicua de mayo y los ómnibus imposibles Cuando las cerveza alemana baje yo te voy a llamar.
Claro está. No hay que exagerar. No es que todo se convierta en poema pero muy bien podemos irnos por esos sitios diciendo que el mar parece aceite o que agosto es el mes de envenenar a los perros o como dice el bravucón de mi barrio: Yo puedo poner la calle en estado de sitio y me sobro.
¿Qué es poesía? Pues a preguntarle a Gustavo Adolfo Bécquer o al panadero de la esquina.
LA VERDAD ESTÁ...*
Cuando tenía siete años pasó por su pueblo un circo de poca monta. Desde entonces, se sembró en él la semilla de hacer el amor a una contorsionista coreana; tan fuerte fue la impresión que le causó aquella mujer con agilidad de serpiente. En la adolescencia ya no pedía tanto, se conformaba con que fuera coreana, aunque no fuera “precisamente” contorsionista. Llegó la juventud y sus aspiraciones habían bajado a una mujer de rasgos asiáticos, con tal que supiera moverse un poco y rellenar sus fantasías.
A los treinta, por fin, encontró al amor de su vida. “Si se fijan bien, tiene algo achinados los ojos, no se le nota porque no se quita nunca los espejuelos”, decía a los amigos conocedores de su larga historia en pos de aquel ideal. Nadie vio jamás ni un airecillo del lejano oriente en su esposa; pero la verdad está en el ojo del espectador.
Y él se veía muy feliz.
*de Marié Rojas Tamayo.
La Habana. Cuba.
O ESTE LUGAR*
Rosales y Gúemes es un remanso enclavado en uno mayor, que es Haedo. Que le dicen ciudad, pero que es un gajo del paraíso. Aquella posta entre calles, no figura en las guías por la sencilla razón de que sólo existen atlas de Haedo, no planos. En cualquiera de esos atlas figura el lugar.
Una de las casas es, en verdad, un taller mecánico de naves de fibras, único medio de transporte que el Duende que gobierna el lugar permite circular, además del ferrocarril Sarmiento, y el bondi 326. En el taller hacen puesta a punto, desalineación y desbalanceo. Reemplazan los frenos y el timón por poesías, y largan las naves de suicidio.
Una sola es la verdad, y es que Arnedo se olvidó un bajo dentro de la nave que llevó a remendar, se excusó con Mollo por el descuido y éste, triste pues maneja una Ferrari uruguaya y no una nave de fibra, hizo una canción con cuerdas.
Dicen que el Duende que se ocupa de las cuestiones de estado, que son la música, la pintura, las letras y el descarrilamiento de ovejas, ordenó que los Divididos, también deben darle las gracias al Flaco, so pena de hacer acarrear la chata de Arnedo y la Ferrari uruguaya de Mollo al corralón paradisíaco para desguace.
Medio intolerante el Duende. Seguro que milico no es, pero le dicen Capitán. Vive en una nave de fibra rodante y ahí, en casa, su muchacha ojos de papel, le bate de Beto. Su vieja, y en el café lo quieren mucho.
Ven y cuéntalo.
Pero un domingo.
Seguro lo encuentras regando los malvones de su cabina, cebando unos amargos y agitando un banderín de River Plate.
*De Beto Casquero. beto_casquero@hotmail.com
ACRÓBATAS*
En la gruta de incienso:
acróbatas;
en la hostilidad del abandono:
acróbatas.
Para rescatar del aire
el estar en él,
del agua la caricia,
del fuego la pureza:
acróbatas;
también para saltar
sobre los muros de la monotonía.
Siempre corazón abierto,
carne viva, nervios a flor de piel,
acróbatas.
Luz en los ojos
para disipar y comprender un poco
las sombras y este misterio de la vida.
Tramas, brújulas, mapas, horóscopos
que no alcanzan a explicar
por qué en este circo de la realidad
o del sueño
fuimos o seremos por un instante
acróbatas, sin cautelas ni redes
(barro que crece en el fuego),
sin orillas,
acróbatas,
para faltar a la cita
de los adioses para siempre.
*De Santiago Bao. santinebao@gesell.com.ar
-de “Al otro lado”, Edic. Dunken, Bs.As
ELLA*
"Estoy tan liviana sin ti, que necesito el peso de tu cuerpo
Como la rama del puñado de plumas para poder cantar."
BEATRIZ ZULUAGA
En ella caben todas las mujeres de este mundo
Las resguarda. Las abraza. Las ama. Las odia, a veces.
Está la que muerde la mítica manzana...y la escupe.
Está la que se cuelga de la costilla rota.
Está la gata que come uvas verdes y camina.
Camina la cornisa de una hoja de tilo.
Está la enamorada de la piel del mar.
Dentro de una botella.
La que muerde la copa con sus piernas entre vahos de hombre.
Está la mujer de tiza, la de cal, la de humo.
Está María .María luna .María Buenos Aires.
María María. Maria madre. María hija. María padre.
María dulce. "Dulcísima. Dulce"
Como una naranja. Como un durazno.
María. María Triste. Tristísimamamente triste.
Como un pantano. Como una lágrima. Como un verde enterrado.
Está Yerma, con su primavera acuchillada.
Está la niña del guardapolvo almidonado.
De abrazo sollozante. De cedro y candelabro.
Está Soledad, sentada a la sombra de su padre.
Sola, como un dromedario o un cementerio.
Atrapada por la sacrosanta lengua de lagarto.
Está la que enciende sándalo entre las cenizas del incesto.
Está la amante que odia el día.
Que ama la noche atrapada en sus cuerpos.
Y el hombre la desnuda como la ruda macho.
Y ella invierte su lengua como la ruda hembra.
Está la que lucha con las pequeñas muertes.
Con la cebolla. Con el reloj .Con pañales de trapo.
Está la enemistada con el dios de barro.
Con las tumbas. Con los ojos huecos. Con la piel tumefacta.
Está la que desafía los límites.
Está la Sacerdotisa de la sal.
La de espalda arqueada. La de cosecha nula.
Está la fecundada por la aurora.
Con un pecho hecho asombro y otro, arrullo.
Arándanos blancos y caderas de cedro.
Están las meretrices, de corales negros y medusas.
Está la que la que lava la ropa con ceniza.
La blanquea con sudor y lágrimas...y canta.
Está la que no ha bebido la sed, pero desea el agua.
La que rastrea gotas en la lluvia.
En ella caben todas las mujeres del mundo.
Todas. Menos yo.
*de Amelia Arellano. arellano.amelia@yahoo.com.ar
IX*
(en calle San Luis y (ex) Vera – Santa Fe)
¡Aquí estamos!
Gritan con desparpajo sus cuerpos.
Gritan con poses
botas desmesuradas
minis excesivas
generosos senos, aviesos, en
el escote.
Gritan para disimular su miedo
para ocultar desasosiego
para sostenerse en el eco.
Gritan desde lo oscuro
-sin vueltas-
donde una lágrima vale cachetazo
y la noche, ese territorio que muerde.
Gritan sostenidas, en el muelle de la vida,
por la intemperie
por el ademán grosero
y la ausencia de caricias.
¡Gritan! ¡Gritan! ¡Gritan!
para sostenerse en el eco de su ausencia.
*de Cacho Agú oscarcachoagu@yahoo.com.ar
EL DIABLO*
Dicen que un tanque comunista
De marca soviética,
Atropellaba mujeres sobresalientes
De las trincheras enemigas.
Me arriesgué a la aventura,
Hubo flirteo,
Y ese tanque no me atacó ante la mirada extraña de los demás.
Pasaron cuatro años, y con los engranajes siempre aceitados,
El día menos esperado, me pasó por encima y me hizo pedazos.
No me mató,
Mas no hubo un remate,
Vi que la intención era dejarlas vivas,
Evidenciando un profundo odio misógino
Humillando en la agonía para imponer que su ego era mas importante
Que un amor infantil enseñado en las familias.
Que la familia es una obligación femenina,
Y que la vida masculina, tanquerística corresponde solo a la mitad de la humanidad.
Se deleitaba cambiando víctimas a cambio de sosiego falso,
Es un tanque que tiene su guarida favorita en las faldas.
Y odia su guarida, le recuerda el seno materno dentado y castrador.
Tiene vocación de cenacho, miente como modo de tortura y de manera enfermiza
Cobra una venganza edìpica de la cual creo,
Solo yo quedé viva para descifrarlo.
Y no tiene solución, hay que darlo de baja,
o que lo acorralen en una zanja y quede inservible,
puesto que su sed rencorosa e ignominia femenina
ya no debe ser mas manifiesto como un arma de guerra.
Quien sabe que su mejoría se encuentra entre llaves inglesas, corbatas, bigotes
Y herramientas que lo hagan sentir varonil nuevamente.
*de Daniela Wallffiguer danielawallffiguer@gmail.com
Antes del fin (2)*
Cuando subía por última vez la cuesta en dirección al Puente de Piedra, me abordó una jovencita. Explicó que su moto la había dejado tirada y necesitaba un euro para gasolina. Conté lo que llevaba en mis bolsillos: Dos euros y algunos céntimos. Se lo di todo. Ella protestó. Yo insistí. Finalmente aceptó y se fue cuesta abajo, balanceando un pequeño bidón de plástico y canturreando algo que no supe identificar. La miré mientras se alejaba. Un par de veces se volvió, agitando la mano libre en señal de despedida. Parecía feliz. Su horizonte era el lugar donde su moto la pudiese llevar con ese euro de gasolina. Sentí que el escenario había cambiado, que ya no podía hacer aquello para lo que había venido hasta el río. Que no tenía derecho mientras esa mujer siguiese caminando por el mundo con su bidoncito para gasolina y esa tonta canción germinando obstinada entre sus labios.
*de Sergio Borao Llop. sbllop@aragoneria.com
El olor y el humo*
Con el humo te vistes,
Los fines de semana
Queriendo detener el no sé-
En el olor de la hierba
Penosa y fecunda
Te envuelves de una
Aparente calma y serenidad.
Los vapores del tiempo
No matan las heridas
Es más las refuerzan
En ese abismo de nulidad.
La no pertenencia de tus actos
Te crea fingidas conquistas
En una mediatez sin parábolas.
No pueden existir ecos de pasión
No hay lugar para las adivinanzas
Solo la imagen malgastada que nutre al dolor
Payasescas inclinaciones sin nombre
Ni apellido ni historia.
*de Azul. azulaki@hotmail.com
El Beso*
La boca apenas entreabierta. Un vaivén entre el adentro y el mundo. Aduana que deja pasar según el misterio.. Deja salir a veces palabras que nadaban cuerpo adentro..
La boca crea o es creada por los ojos. Las manos alzan la boca, la nariz busca ese olor amigo perdido en los murmullos de la especie. El miedo de caer en un tiempo impreciso. Los frutos rojos, dulce sangre dulce. Un tajo en lo cotidiano, asesinato de lo gris. Esplendor.
*de Cristina Villanueva. libera@arnet.com.ar
5. Concurso Literario XICóATL "Estrella Errante"*
Introducción
A comienzos de este siglo en YAGE pensamos que después del Concurso Literario dedicado a commemorar los 250 años del nacimiento de Wolfgang Amadeus Mozart, un buen tema sería imaginar nuestro planeta en el año 2100.
Un gran número de obras “científicas” y literarias a lo largo de la historia se han ocupado del futuro de la humanidad. Desde los llamados profetas mayores del “Antiguo Testamento” (Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel), pasando por los libros sibilinos de la Roma antigua, las obras de Platón (“La República”), Thomas More (“La Utopía”), Michel de Nôtre-Dame (“Las verdaderas centurias astrológicas y profecías”), Tommaso Campanella (“La Ciudad del Sol”), Jonathan Swift (“Los viajes de Gulliver”), Jean-Jacques Rousseau (“El Contrato Social”), Robert Owen (“Nueva visión de sociedad”), Étienne Cabet (“Viaje a Icaria”), Karl Marx y Friederich Engels con el “materialismo dialéctico”, Aldous Huxley (“Un mundo feliz”) hasta trabajos muy recientes como el del autor George Friedman [1]. Todo esto sin incluir esa inmensa franja literaria llamada “Ciencia-Ficción”, comenzada a fraguar ya en el siglo XVII por Johannes Kepler con “Somnium”, y que ha generado obras tan brillantes y fantásticas como las de los autores Edgar Rice Burroughs, Howard Phillips Lovecraft, Fritz Leiber, Robert Bloch, Robert E. Howard, Isaac Asimov, Ray Bradbury, Anthony Burgess, Arthur C. Clarke, Robert A. Heinlein y en castellano Adolfo Bioy Casares y Jorge Luis Borges [2].
Para esta edición del Concurso Literario XICóATL tenemos la fortuna de contar con la valiosa colaboración de un selecto grupo de excelentes espacios de difusión literaria, quienes nos ayudarán en la puesta en circulación de las bases del concurso y posteriormente publicarán los trabajos ganadores en sus respectivos medios. Casi todos ellos colaboran también en el jurado que seleccionará los trabajos a premiar. Estos aliados son las Revistas literarias internacionales “En Sentido Figurado” (hecha en 7 países), “Cañasanta” (de Toronto, Canadá), “Carátula” (de Nicaragua), “Cinosargo” (de Chile), “miNatura” (de Cuba), “Antorcha Cultural” (de Mendoza, Argentina) y “Azul@rte” (de Québec, Canadá); además los blogs literarios “NTC … Nos Topamos Con …” (de Colombia); “Inventiva Social” (de Buenos Aires, Argentina); "Aurora Boreal" (de Dinamarca).
El siglo XX fue profundamente estampado por el sello sangriento de una multitud de regímenes totalitarios, guiados por una u otra ideología política. Tan nefasta experiencia, marcó a su vez el comienzo del fin para todas las ideologías. En lo científico, lo cultural y lo económico la humanidad alcanzó desarrollos jamás soñados por civilización alguna; sin embargo, esta grandiosa expansión material nos deja al mismo tiempo un inmenso catálogo de problemas y desafíos para los siglos venideros. Si bien la sombra compañera de la llamada civilización durante el pasado siglo fue la guerra, la de este siglo XXI es la gran devastación y la profunda degradación del medio ambiente. Pienso que la humanidad requiere con urgencia en este siglo una gran revolución, esta vez de carácter espiritual. Será una transformación esencialmente individual, que tenga como objetivo la abolición de todos los condicionamientos de carácter religioso, político y cultural que hoy siguen prolongando su esclavitud. El hombre económico y enajenado de hoy no tiene ningún futuro. El hombre sin conciencia de sí mismo, de su papel en el mundo, de sus derechos y responsabilidades nunca podrá resolver los problemas de hambre, miseria, guerra, dependencia, sobrepoblación, contaminación ambiental, relación con otras especies y otros tantos que hacen infeliz la vida. Pero el objeto de esta introducción no son mis fantasías y/o especulaciones sobre lo que ocurrirá en nuestro planeta en un futuro, ese será el trabajo de quienes deseen concursar en esta convocatoria. Lo que sí tengo muy claro de momento es mi profundo agradecimiento para todas las entidades y personas que harán posible el desarrollo del evento y para todos los que emprendan la tarea de imaginar qué sucederá o cómo será nuestro planeta, en especial los continentes que más nos conciernen, esto es (Latino)América y Europa, en el año 2100.
*Luis Alfredo Duarte-Herrera.
BASES DEL CONCURSO
- Para trabajos inéditos, en prosa
- Extensión máxima: 5 páginas, formato DIN A4, tipo de letra Times New Roman tamaño 14, a espacio sencillo, margen: 2 cm x 2 cm x 2 cm x 2 cm.
- Tema: "(Latino)América / Europa / año 2100"
- Idioma: español
- Género: ensayo y/o cuento.
Envío del trabajo: enviar vía e-mail a euroyage@yahoo.de 2 archivos anexos en formato Word: el primero con el cuento o ensayo (no olvidar colocar el seudónimo) y el segundo con los datos personales (pseudónimo, nombres y apellidos, dirección electrónica, dirección postal, teléfono y corto curriculum vitae [opcional]).
- Fecha límite para el envío de los trabajos: 30 de noviembre 2010.
PREMIOS:
- Se otorgarán 3 premios, cada uno de 500 euros, más la publicación en los siguientes medios:
1. Magazín Cultural Latinoamericano XICóATL, “Estrella Errante”, bilingüe, impreso y digital www.euroyage.org
2. Revista Digital “En Sentido Figurado” http://www.ensentidofigurado.com/
3. Revista Cultural “Carátula” http://www.caratula.net/
4. “Revista Cinosargo” http://www.cinosargo.cl.kz/
5. “Cañasanta, Revista sobre Arte y Literatura Latinoamericana” http://www.canasanta.com
6. Revista Digital “Antorcha Cultural” www.antorchacultural.com
7. Revista Digital “miNatura” http://www.servercronos.net/bloglgc/index.php/minatura/
8.“Revista Literaria Azul@rte” http://www.revistaliterariaazularte.blogspot.com/
9. “NTC … Nos Topamos con …” http://www.ntcblog.blogspot.com/
10. “Inventiva Social” http://www.inventivasocial.blogspot.com/
11. Revista Aurora Boreal http://www.auroraboreal.net
- Mención de Honor y publicación (bilingüe en XICóATL) de los trabajos destacados.
- Los resultados se anunciarán en el No 96 de XICóATL (Julio/Septiembre/2011) y, por la misma época, en los demás medios descritos.
El jurado está integrado por:
1. Eduardo Francisco Coiro, por “Inventiva Social”,
2. Gabriel Ruiz Arbeláez, por “NTC … Nos Topamos con …”,
3. Ricardo Acevedo Esplugas, por “miNatura”,
4. Dr. Angel Lucio Gargiulo Filippini, por “Antorcha Cultural”,
5. Judy García Allende, por “En Sentido Figurado”,
6. Daniel Rojas Pachas, por “Cinosargo”,
7. Ángel Fernández, por “Cañasanta” y
8. Dr. Luis Alfredo Duarte-Herrera, por “Estrella Errante”.
CONCURSO XICóATL
www.euroyage.org
euroyage@yahoo.de
A-5020 SALZBURG - AUSTRIA
[1] „The Next 100 Years“, Friedman George, 2009, Doubleday, Randmon House Inc. Versión en alemán: “Die nächsten 100 Jahre”, 2009, Campus Verlag GmbH, Frankfurt am Main, 298 pgs. Existe versión en español: „Los próximos 100 años“, Editorial Destino, 2010, 336 pgs. Friedman intenta principalmente una visión geopolítica de lo que sucederá en los próximos 100 años en nuestro globalizado planeta y predice, entre otras cosas, el derrumbamiento de la China en el 2020, una nueva guerra mundial para el 2050, el aseguramiento energético del planeta mediante energía solar del cosmos para el 2080 y el desafío del poder de los Estados Unidos de América por parte de México hacia el 2100.
[2] Un interesante artículo de Elvio E. Gandolfo titulado “La Literatura Fantástica y de Ciencia Ficción en América Latina” encuentra en la Revista Cinosargo, en el link http://www.cinosargo.bligoo.com/content/view/564315/Literatura-fantastica-y-de-ciencia-ficcion-en-America-Latina.html
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