*Dibujo de Erika Kuhn.
Versiones sobre
el río*
*De Angie
Pagnotta. revistakundra@gmail.com
A mi Fogwill de
Boedo, Tommy.
De pronto me
despierto del coma. El olor a encierro me ha curado. Veo mis manos y noto que
no tengo más que vendas que cubren cada centímetro de mi piel hasta dejarla
inmóvil o eso pienso al intentar moverlas. Miro a la derecha y veo un botón
sobre una mesita de roble repintada de blanco aceituna. Con las manos así no
puedo hacerlo; no puedo extender mi brazo hacia la mesa. Desisto. Estoy solo.
Grito y pido ayuda. Grito lo más fuerte que puedo a la espera de una esperanza
absolutamente inútil: que una enfermera me asista o que alguien venga.
Imagino que
estoy en un Hospital público de pésima atención pero después de unos segundos
miro a mi alredor y noto que soy el único en la habitación y veo, además, un
led a medio prender del que no escucho el sonido, ¿esto anda, o no? Sigo
mirando la habitación y las paredes están plastificadas, como laqueadas,
cubiertas con un empapelado que a mi gusto es horrible pero que, sin embargo,
combina con las sábanas que tengo y el tapizado del sillón de corderoy que está
a mi costado. La enfermera no llega. Sigo mirando mis vendajes, trato de
recordar y no puedo. Miro mis manos firmes, tiesas, tullidas ¿qué me pasó?
Nadie aparece. Miro las ventanas para ver si es de día o de noche pero no logro
distinguirlo. No tengo a nadie cerca que me diga nada, pero tengo conectados
unos tubos y unos cables que —presumo— son vitales. Nadie viene.
El techo es
bastante alto y aunque no puedo ver bien porque siento la espalda cansada, la
cama está bastante alta del piso. Delante mío veo un escritorio con un pequeño
ramo de fresias. Pienso entonces que las fresias solo se venden en primavera
pero no puede ser septiembre, era verano. Recuerdo algo vago, extraño, lento.
Me veo embarcado. Me veo naufragando el Río de La Plata. Sigo solo. Naufrago.
El río nunca estuvo tan picado. Es de noche y estoy en el río. Hace un poco de
frío, bajo a las cuchetas a buscar un abrigo. Estoy perdido en mi cabeza. La
enfermera no viene. Grito de nuevo pero, ¿me escucharán? En la televisión veo
algo del Papa y de una visita a Cuba. Estoy naufragando, de nuevo. Vuelvo a la
cubierta del barco, ¿o eso fue antes de bajar? Nadie viene. Naufrago. Veo el
rostro mudo de Melisa.
La veo en el
puerto, caminando por el muelle o más que verla, siento su pelo perderse en el
viento y entonces veo el contorno de sus ojos. Veo sus ojos llevándose todo el
río. La veo. Nadie viene. Ya no grito. Salgo del río pero el viaje termina,
otra vez, termina; busco, doy la última exhalación con el último suspiro, pero no
es posible: no hay terreno donde anclar; la pierdo, pierdo a Melisa para
siempre.
*
-Angie Pagnotta. Nació en Godoy Cruz, Mendoza, en 1987. A los pocos meses se vino a
Buenos Aires, por lo cual es 99% porteña. Es Periodista y escritora. En 2012
fundó Revista
Kundra: literatura aleatoria y el portal de Arte y
Cultura, Baires Digital. Colaboró y colabora en distintos medios
digitales y gráficos como Revista El Gran Otro, Diario
Femenino, Revista La Única, el portal de noticias Entrevistar-Te y el suplemento Cultura
Registrada, de Diario Registrado. En 2013 obtuvo una mención en
narrativa por su cuento Alejandra,
otorgado por la Biblioteca
Nacional. En 2015 escribió Nada
que no quieras, su primera novela (aún inédita) y actualmente
está escribiendo una nouvelle llamada Todos.
Nunca. Nada, historia que continúa con uno de los personajes de
Nada que no quieras.
El 2016 promete la publicación del primer libro y mucha literatura en camino.
EL BREVE SUSURRO QUE RUGE COMO EL MAR…
DESPEDIDAS *
(...) Y oigo tu
adiós tan solo y no sé si olvidar sirve aquí...
(Luis Alberto
Spinetta)
El episodio de
las despedidas comienza cuando naces.
Es una
sumatoria de capítulos en la corteza de la piedra.
El niño trae
heredades de paisajes ocultos.
Acarrea misterios
de grutas tormentosas y expiaciones.
Luminosas
naranjas. Fulgores. Estanques. Ranas.
De repente, la
sombra se instala y todo cambia.
El crepúsculo
del cuervo se aposenta en la casa.
Todo cambia, el
niño, las mujeres, la sangre.
Menos el
temblor y el misterio.
Menos las
fogatas presurosas de la abuela.
Y cada día un
nuevo nacimiento. Una nueva muerte.
Luchas
delirantes, cuerpo a cuerpo.
Vértices, entre
desvaríos y embrujos.
Anagramas.
Laberintos. No muerdas la manzana.
Y la cinta del
horizonte de agua que se aleja.
Y en tus
brazos, chalecos. Y en mis piernas, serpientes anudadas.
Es tarde y no
hay fuego, ni leños. Ni una chispa de estrella.
Y la herida del
tiempo embiste. Arremete.
Solo cambia la
mano. El puñal y el llanto es el mismo. Y la pena.
*De Amelia
Arellano. amelia.arellano01@hotmail.com
- Otoño /16 -
Siempre es
otoño en estas calles*
Una vez conocí
a una mujer;
una mujer sin
nombre, endurecida
por la vida en
las calles, por los golpes,
por el miedo y
la rabia, los gritos, las ausencias...
Entre lágrima y
lágrima,
escuchaba a
Sarah Brightman y Emma Shapplin
y fumaba
lentamente
al compás de la
música
como si el
tiempo no existiera
y la realidad
fuese tan sólo
el contenido de
un mal sueño recurrente.
Se prostituía
para huir;
huía para no
encontrarse,
para no ver
reflejada en el espejo
la dureza de
sus propios ojos
reprochándole
tardes de amargura,
noches sin
esperanza y sin consuelo.
Se prostituía
para huir
y en medio de
esa huida
a menudo se
encontraba a sí misma
flotando a la
deriva
en medio de una
mar tenebrosa,
una mar enemiga
y temible. Ilimitada.
Se prostituía
para no prostituirse
en brazos de
una sociedad corrupta
y decadente.
Escuchaba a
Sarah Brightman y Emma Shapplin.
Con el pómulo
morado sonreía;
decía que su
cielo
era esa música.
Lo otro
sólo eran
pedacitos del infierno
salpicando un
desierto sin oasis.
Una tarde se
fue sin despedidas.
Hoy quisiera
pensar que en esa huida
encontró por
fin las puertas hacia el cielo;
que consiguió
escapar a su destino
escapar a sus
ojos maquillados
como una
delación insoportable.
Nunca supe su
nombre.
Tan sólo me fue
dado abandonarme
a su tibia
caricia, su incendio incomprensible,
su canto
desangrándose en mi oído.
Una tarde se
fue.
Sin despedidas.
Dejándome tan
solo
el eco de su
voz tarareando
canciones de
Emma Shapplin
y Sarah
Brightman; un éxtasis de música
habitando el
ocaso interminable.
De Por si
mañana no amanece.
*De Sergio
Borao Llop. sbllop@gmail.com
- Publicó “El
alba sin espejos”
*
Después del
entre el encaje el encuentro choque total donde el borde de mi piel la punta de
mis uñas se abren y estás
Estás conmigo
acá y ahora
Adentro y
afuera se rompen como bolsas de nylon finitas, estiradas, frágiles
Estás acá
conmigo, ahora
Después de que
lenguas de fuego arrasan mi cara y queman mi cabeza
no puedo verme,
sólo a vos
acá, conmigo,
ahora
en el
recubrimiento completo de mi cuerpo siento tu latir, cómo vibrás, te movés,
temblás en el flamear del fuego que te enciende cada parte
Afuera y adentro
hacen agua, agua que primero cae en gotas, rocío, llovizna, temporal con oleaje
que nos da sed de sed
Te estoy
haciendo el amor y no me alcanza
Ahora, conmigo,
acá
Te estoy
haciendo de nuevo con mi lengua
y no me alcanza
Desespera esta
conexión ultraveloz, sanguínea y sintonizada
Te dejo mi
aliento completo para que armes nuevas palabras y me alimentes con ellas
Ahora dame
mi desayuno de
letritas
dame ese café
tan perfumado de trópico
dame las frutas
dulces que se chorrean por la comisura
pero no es la
hora
nunca es la
hora de tendernos al sol
nunca es la
hora de mostrarnos y brillar
salimos a la
separación brutal que me rompe el costado, me desgarra la médula
Me escribís?
Asiento leve
con la cabeza
Te escribo
siempre
Después
Oraciones como
rezos
Casi no digo tu
nombre porque me ilumino
No quiero que
se note y es desastre
Después de
tantas explosiones significantes, de tener tus ojos en los míos-espejos
enfrentados
Después de
reventar de placer en cámara rápida
Después
Qué queda, qué
va a quedar
en esta madera
crujiente que no para de arder
Qué va a quedar
Me repito,
rebobino esta imagen-sensación
Mientras
conversamos desnudos, sin perdernos un parpadeo, una expresión, tu mano suave
se desliza en mi espalda, algodón, nube, un copo afelpado que rueda en
perpetua, lenta, caricia
Después me
queda eso
el gesto
intuitivo, indecible
ese gesto
inevitable del amor.
*De Karina
Macció. karina@siempredeviaje.com.ar
(km. 2016)
-Karina
Macció (Buenos Aires, 1974) es escritora, editora, docente
apasionada por la traducción. Dirige Siempre de Viaje, talleres de lectura y
escritura, y Viajera Editorial, dedicada a la literatura contemporánea,
especialmente a la poesía. Es profesora de Semiología en el Carlos Pellegrini y
egresada del colegio Nacional Buenos Aires. Le gusta organizar encuentros donde
la poesía brille y sea una experiencia inolvidable.
Ha publicado Ocre,
Amarillo vol1 (Textos Intrusos); Mis Peores Poemas de Amor/My love worst poems
(traducido por Annie McDermott, Viajera), Diario de la Transformación
(Viajera), La Pérdida o La Pérdida (Viajera), impresos en rojo (Gog y Magog),
Ferina (La Bohemia), Lestrygonia (Aurelia Rivera), Pupilas Estrelladas (Siesta).
LA GRAVEDAD DEL
VACÍO*
El escenario
trazado por los efectos ópticos
contraponiéndose
al sol
delatan en el
aire, la órbita del pájaro;
iluminan el
recorrido
que las alas
viejas
eluden al
desprenderse del tiempo.
Impermeable,
dentro del espacio,
el pájaro es el
clímax
de la elipsis,
velocidad
en un círculo
contra la gravedad,
desafío
irregular contrario
al destello
vacío.
*De Daniel
Montoly. danielmontoly@yahoo.es
*
El amor
descansa
en las cosas
simples
su previsible
tormento
elemental.
¿Era el amor
esa angustia
que rasgaba el alma,
esa daga
clavada en el pecho,
ese puñal?
¿Era el amor
la larga eterna
noche
de los ojos
insomnes
en la
oscuridad?
¿Era el amor
esa pequeña
muerte,
el breve
susurro que ruge
como el mar?
Hoy todo el
amor
fue tu mano
atravesando el
aire
para quitar el
mechón intruso
caído sobre mi
frente
mientras
amasaba el pan.
*De Mariana Finochietto. mares.finochietto@gmail.com
Querido Bertolt
(respuesta de un hombre futuro)*
Cierto que
escapamos de un tiempo sombrío, pero siguiendo las implacables leyes de la
física, saltamos de la sartén para caer en el fuego. No obstante, también el
fuego ha cambiado, queridos antepasados, como todo lo demás. Ya no es una
llamarada que destruye lo que toca en cuestión de segundos. Ahora es un fuego
frío que va socavando la esencia misma de las cosas sin cambiar apenas su
apariencia, pero descomponiendo el interior hasta convertirlo todo en un
cascarón hueco.
La injusticia
sigue existiendo, pero ha aprendido a vestirse de etiqueta. Se escuda tras la
ampulosidad de términos vagos, que la salvaguardan de la humillación pública
que en el pasado pudiera provocarle su propia desnudez.
Sigue
existiendo la guerra, el más vergonzoso de todos los inventos del hombre, pero
también la guerra ha aprendido a mutar, a transformarse, a vestirse con pieles
de cordero. También han cambiado las armas: Las ametralladoras, las bombas, el
napalm, se nos antojan hoy armas inocentes. Esta era nos ha traído el arma más
temible: la publicidad. Así, el control de los medios de difusión se ha
convertido en algo estratégico. No es más poderoso quien más mata, sino quien
mejor sabe vender la filosofía según la cual esas muertes eran necesarias.
Hoy los rostros
de los justos están desfigurados, roncas sus voces, pues ya no es posible ser
amables en un mundo en el que la amabilidad se ha convertido en el vehículo de
la hipocresía, en un tiempo en que se enarbola la palabra verdad para
justificar todas las mentiras, en una era en que todas las palabras finalmente
han sido prostituidas por el uso aberrante que los humanos hemos hecho de
ellas. Admiro y envidio tu optimismo, amigo Bertolt, pero el tiempo en que el
hombre sea amigo del hombre es posiblemente la mayor utopía que puede concebir
la mente humana. Tal vez nos quede, paradójicamente, una esperanza que proviene
del horror: La deshumanización, el control de todo lo que nos rodea, que ahora
ejercen los grandes holdings y que muy pronto estará en manos de las máquinas,
puede ser el estallido que nos haga despertar, la piedra sobre la que se
edifique una nueva humanidad, en la que aprendamos a vivir de otro modo, a
desterrar todas esas palabras y a prescindir de todas esas vanidades que nos
han llevado a este punto en el que hoy nos encontramos.
¿Podremos pedir
nosotros indulgencia cuando llegue la hora, si es que acaso el futuro es
posible, si es que el hombre puede al fin salvarse de sí mismo?
De prosas
breves.
*De Sergio
Borao Llop. sbllop@gmail.com
- Publicó “El
alba sin espejos”
*
La literatura
es o debiera ser eso: una magia que incomoda, desinstala, porque hace pensar. Y
aquí oigo a Camus que susurra: comenzar a pensar es comenzar a ser minado.La
literatura es un desvío, separa de aquello, que otros trazaron como camino
recto.
*De Liliana
Díaz Mindurry. lidimienator@gmail.com
***
CERTAMEN LITERARIO
PARA ADOLESCENTES
EL PUENTE 2016
BASES
1- Podrán
participar todos los adolescentes radicados en la provincia de Santa Fe que, a
la fecha de cierre del certamen (8 de julio) tengan entre 13 y 18 años
2- Se podrá
participar en dos géneros literarios:
-Cuento
(extensión máxima: tres páginas tamaño A4)
-Poesía
(extensión máxima: cincuenta versos)
Los
participantes podrán, si así lo desean, concursar en ambos géneros.
3- El tema de las
obras enviadas será de libre elección de sus autores. Los trabajos deberán
estar redactados en idioma castellano.
4- El envío de
las obras deberá realizarse de la siguiente forma:
Se deberá
enviar un mail con asunto "Certamen Literario El Puente 2016" a la
dirección asociacionculturalelpuente@gmail.com
con dos
archivos adjuntos redactados en Word. El primero de ellos contendrá la obra,
que deberá estar configurada en páginas tamaño A4, con interlineado doble,
letra Times New Roman tamaño 12, y firmada con seudónimo. El nombre de este
archivo adjunto deberá coincidir con el título de la obra presentada. El
segundo archivo adjunto deberá tener por nombre el seudónimo elegido, e
incluirá los siguientes datos: nombre y apellido del participante, domicilio,
teléfono, fecha de nacimiento, dirección de correo electrónico y
establecimiento educativo al que concurre.
En caso de que
se participe con más de un trabajo, deberá utilizarse el mismo seudónimo en
todos ellos, pero deberá adjuntarse un archivo distinto por cada uno de los
textos presentados.
5- La recepción
de trabajos vencerá el 8 de julio de 2016.
6- El cuento y la
poesía que obtengan Primer premio serán publicados: a) en forma de folletos, en
una cantidad de ejemplares a determinar, y b) en la revista virtual “Inventiva
Social”, que se distribuye mediante correo electrónico y llega a lectores de
distintos países de habla hispana.
Se otorgarán,
asimismo, todas las menciones que los respectivos jurados consideren
convenientes.
7- El jurado para
cada género estará integrado por tres escritores santafesinos designados por la
Asociación Cultural El Puente. El fallo de los mismos será dado a conocer el 31
de agosto de 2016, y será inapelable. Los jurados se reservan la facultad de
declarar desiertos los premios, si así lo consideran oportuno.
8- La sola
participación en el certamen implica la aceptación de las presentes Bases.
***
http://inventren.blogspot.com/
El tren*
Ya sé que te
fuiste, viejo, pero no pasa nada.
Tengo una pena
enorme en el corazón, también es cierto.
Solías mirar al
cielo con vehemencia, como buscando descifrar la incógnita del Universo, como
si escudriñándolo te hallaras a vos mismo.
Decías que lo
que está en una estrella está en otra, que somos parte de esa energía
inabarcable y luego nos llevabas, los cuatro queríamos ir de tu mano (solo
tenías dos), a correr por la vía y a jugar al bosque de eucalipto que rodea la
estación.
A veces veíamos
el tren, a lo lejos, entonces nos parábamos a un costado a verlo llegar y a
agitar las manos infantiles, mientras saludábamos a los pasajeros.
El Universo y
el tren, el olor de los eucaliptos, los pequeños fuegos que nos encendías, en
algún reparito de las alcantarillas, para que nos entibiáramos los dedos. Algo
simple, digo, ¿qué pensarías? tan creativo, tan sano, tan lleno de amor por tus
hijos.
La vieja, en
cambio, era irreductible,- El que no va a misa no va al cine, después de
almorzar, o no va con papá a las vías. Así era la cosa, el domingo siempre fue
el día más laborioso de la semana y el más lindo.
Ella también
partió… la vida. Ahora veo todo de otro modo, no es lo mismo, pero… no pasa
nada.
*De Ana
María Broglio. anamariabroglio@gmail.com
Villa Gesell
***
Próxima estación para escribir por Ferrocarril Provincial:
ÁLVAREZ DE TOLEDO
POLVAREDAS. JUAN ATUCHA. JUAN TRONCONI.
CARLOS BEGUERIE.
FUNKE. LOS EUCALIPTOS.
FRANCISCO A. BERRA.
ESTACIÓN GOYENECHE. GOBERNADOR
UDAONDO. LOMA VERDE.
ESTACIÓN SAMBOROMBÓN. GOBERNADOR DE SAN JUAN
RUPERTO GODOY.
GOBERNADOR OBLIGADO. ESTACIÓN DOYHENARD.
ESTACIÓN GÓMEZ DE LA VEGA.
D. SÁEZ. J. R. MORENO.
EMPALME ETCHEVERRY.
ESTACIÓN ÁNGEL ETCHEVERRY. LISANDRO OLMOS. INGENIERO
VILLANUEVA.
ARANA. GOBERNADOR GARCIA. LA PLATA.
***
Próxima estación para escribir por Ferrocarril Midland:
ENRIQUE FYNN.
PLOMER. KM. 55. ELÍAS ROMERO. KM. 38.
MARINOS DEL CRUCERO GENERAL BELGRANO.
LIBERTAD. MERLO GÓMEZ. RAFAEL CASTILLO.
ISIDRO CASANOVA. JUSTO VILLEGAS. JOSÉ INGENIEROS.
MARÍA SÁNCHEZ DE MENDEVILLE. ALDO BONZI.
KM 12. LA SALADA. INGENIERO BUDGE.
VILLA FIORITO. VILLA CARAZA. VILLA DIAMANTE.
PUENTE ALSINA. INTERCAMBIO MIDLAND.
InventivaSocial
Plaza virtual de escritura
Para compartir escritos escribir a: inventivasocial@yahoo.com.ar
muy buena edición
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