*Dibujo de Erika Kuhn.
*
Cómo saber si
me sostiene o si sólo
lo creo, por
conveniencia o error,
por evitar la
duda. Todos los tamaños
de una pregunta
terminan
por coincidir
en el tono que más tememos.
La distancia
talla el espacio
hacia cada lado
de lo que fuimos y aún
puedo ver un
cuerpo de claridad.
Como el sonido
del tren a dieciséis pisos de altura
en la
madrugada. Cuando casi dormimos
y confirmamos
el amor en su raíz de fe.
(De Sin
órbitas, El Ojo del Mármol, septiembre de 2016).
*De Valeria
Cervero. valecervero@hotmail.com
DE FUEGO, DE AGUA Y DE CRISTAL…
XX *
Subo a tu
cúspide montado en mi bicicleta/
para escalar tu
desnudez/
para
derretirte/ para saborearte entera/
Monto mi
bicicleta
con la odisea
en los labios/fuego/ roces/
gemidos/éxtasis/subimos/
bajamos/
Nacimos/
vivimos/ morimos/
Todo/ todo
dentro de este inmenso círculo/
que nos mueve/
*De Daniel
Montoly. danielmontoly@yahoo.es
GUARDANDO EL
JARDÍN DE LAS HESPÉRIDES*
Mis cabellos
matan el sol. Son negros mis cabellos; negros como la boca del traidor, como la
nariz de un perro en el bosque, negros son como el centro de tus ojos.
Mis cabellos
son negros.
Diría que
ensortijados, diría que espléndidos en su derrame móvil sobre mi espalda y mis
hombros desnudos. La belleza lisa y bruñida de cada cinta de resumida oscuridad
es un fustazo de dicha nunca apropiada, nunca gozada por mortal.
Ah mis
cabellos. Ondulo mi cintura blanca, tiendo acuáticos brazos fantasmagóricos.
Observo con fascinación mi sombra arbórea y móvil. Y aguardo.
Junto a mis
hermanas aguardo, y guardo la puerta del jardín donde los hombres no tienen
cobijo.
Yo guardo y
aguardo y espero.
Te espero.
Con los ojos
del corazón te veo, y no con los del peligro. Detrás de los párpados, detrás de
los velos te añora mi frágil corazón de hembra sola.
Te llama mi
anhelo. Transparentes vahos de deseo te atraen hasta la puerta que no debes
cruzar, que no debo permitir que cruces.
Sé que vendrás.
Sé que por
tierra y agua marchas hacia mi destino. Y que más pronto que tarde tu sombra
dibujará tu belleza sobre mi tierra yerma. Aquí estarás para cumplir la promesa
de la muerte y las espadas. No ruego otra baraja ni otros dados.
Sé que vendrás.
Me basta.
Sé que puedo
recorrer tu cuerpo duro con mis manos, que puedo atrapar el hombre con mi boca
anhelante. Pero sé asimismo que la dicha está contaminada de brevedad, que la
fugacidad de la carne tibia se transformará en piedra contra mis senos
ansiosos. Te matará mi amor, amor. Mi fatal mirada.
Mi amor te
transformará en estatua de piedra. Sólo la dicha de contenerme en tus ojos es
mi anhelo, y tal dicha, lo sabemos, sería tu sentencia. Mis cabellos de
serpiente se retuercen y anudan en deseo e ira.
Mi amado,
debieses comprender que Medusa te ama aunque mi amor confluya con la muerte. No
será para nosotros la ternura. Morir o destruir al objeto de mi amor, tal es la
torpe suerte que me ha tocado.
Perseo, dejaré
que me decapites y te ufanes de tu hazaña.
*De Mónica
Russomanno. russomannomonica@hotmail.com
*
Después de
comer,
mientras los
chicos jugaban en el patio,
los grandes
nos quedamos
hablando de la ausencia.
De la muerte
infinita
de los padres.
De ese hueco en
el aire
donde siempre
arde el fuego.
No dijimos
me asfixia esta
certeza de no poder llamarte
ni mencionamos
nunca que abrazamos al viento
con manos de
huérfano.
Nos fuimos
luego caminando hasta el mar,
buscando el
sol, la arena, lo inmenso.
*De Mariana Finochietto. mares.finochietto@gmail.com
Atardecer de
otoño en las ventanas*
Atardecer de
otoño en las ventanas.
Desconsoladas
ráfagas de viento
como caricias
somnolientas de la tarde.
Siempre en este
minuto me hiere tu memoria
como ávida
cuchilla de negro terciopelo.
Una música
triste llena el ámbito
pero, ¿qué
música no es monotonía
cuando añoro
tus manos, tan lejanas ahora?
Atardecer de
otoño en los cristales
y en el alma la
flor de una nostalgia
desbocándose
hacia todos los rincones.
Un trueno, unas
gotas de agua,
luego la calma
de la lluvia que no cae.
Sólo el otoño
atardeciendo en los cristales,
coloreando en
gris el horizonte
y grabando en
mi pecho las huellas de tu ausencia.
*De Sergio
Borao Llop. sbllop@gmail.com
*
Con mamá
visitamos
el cementerio
de caracoles.
Vonnegut dice
que la muerte
solo es para
siempre
cuando le
creemos
dice que
en algún punto
del tiempo
continuamos
vivos
mirando el
crepúsculo
sorbiendo el
café
mirando los
ojos de un perro
al que quisimos
tanto.
si volviese
si pagara mi
boleto de autobús
si empezase a
caminar
sobre aquella
materia hecha de océano
encontraría a
un niño
mirando con
alegría a una mujer
y ninguno
comprendería
por qué los
abrazo
y lloro en
medio de aquel
cementerio de
caracoles/
*De León
Peredo. gustavojlperedo@yahoo.com.ar
Miedo al futuro
*
Vi a una vecina
caminar al revés.
Si, caminaba
hacia la esquina de espaldas. Pensé que se iba a tropezar y sentí
desesperación. Pero no, avanzaba con una seguridad demencial sin perder el
equilibrio. Cuando llegue a su lado por un momento supuse que debía sujetarla,
hablarle o al menos preguntarle el porque de la experiencia. No me animé.
Estaba despierta -no en trance- con los ojos muy grandes mirando al pasado. En
su mano derecha llevaba un ramo de jazmines y en la izquierda apretaba algo
invisible en el puño.
*De Eduardo
Francisco Coiro.
ESCRITOR
FANTASMA*
"Deja la
ira en la ceniza muerta."
María Magdalena
Álvarez
Nace la sombra
del sol en la ventana.
Apenas lo nota
el ojo
difícilmente
parpadea
y pesado cae
sobre la hoja.
El cuerpo de
palabra
desnuda un
grito en la boca,
inicia el
encabalgamiento de voces
entre la
soledad y el goce inmaterial de tinta.
Escribe y fuma.
Duelen sus manos.
Ha dejado
agonizar el canto de las cerraduras
en el gris de
lluvia de la página.
Sepultada su
ira en ceniceros
habla consigo
mismo. Es un fantasma.
Nadie lo
reconoce.
En su boca la
alegría es irreal como su vida
como su muerte.
*De Darío
Oliva. oliva_angeldario@hotmail.com
- Pertenece al
libro "Epígrafes" 2008.
El viaje último
de la ilusión*
A Silvia
Plath
Sigue sentada
en el octogenario sofá, rodeada
... por verdes
candelabros encendidos
para golpear el
desconcierto.
Escucha el
vuelo rasante de los pájaros
y quejumbrosa,
ve pasar la ilusión última
de volver a
verlo entre sus brazos.
La historia aún
le duele con el deseo.
Las
retrospectivas de su imagen
la torturan,
golpeando su estrella venturosa
con vorágines
insípidas.
Ella gravita.
La noche avanza
desmenuzando
los segundos con su lengua.
Condenándola a
vivir
con el error
amoroso entre sus sienes.
Hasta que caiga
la hojarasca del otoño,
o las burlas
risibles de la muerte.
Se levanta y
deja volar un fantasmal semblante
con letras
empapadas de ternura,
sin volver la
mirada, se introduce en la hoguera
con la clara
intención, de ahogar su sombra
con la
invisibilidad del fuego.
*De Daniel
Montoly. danielmontoly@yahoo.es
Hada *
Era como un
hada de Rimbaud.
Desde el
castillo inaccesible edificado en su interior.
Cercana y
distante a la vez, acompañaba con pequeños gestos de amor. Casi
imperceptibles
A veces hablaba
del después.
Porque para las
hadas terrenales siempre existe la preocupación por el después.
*De Eduardo
Francisco Coiro.
Tesorito*
Pude sentir el
hielo sobre el fuego
pude
en un instante
convertirme en
pedazos de mí
sentir
cómo parte de
mí
se evaporaba
sobre lo más
expuesto del cuerpo
en el centro un
ardor profundo
anónimo
una sola cosa
amalgamada
amor de cristal
y fuego
súbito vos
y desconcierto
yo.
Se anula
tragándose en
el tiempo las cosas sucesivas
eludiendo la
concreción de volver a ser quien era
siendo por vos
un instante
después
lo acostumbrado
algo de materia
que se separa
de las imágenes que componen los pensamientos
algo de cuerpo
que se siente
parte de algo
deshecho
(y esa idea
tortuosa de volver a desaparecer).
Nunca sabrás
que me rompo en mil cristales
cuando tus ojos
no ríen
me vuelvo a
armar en segundos
y en ese lapso
la piel y las
lágrimas desesperadas
se secan al
aire
nunca podrás
entender lo que soy cuando sufrís
cuando temblás
de dolor
cuando el aire
no te alcanza
—no me alcanza—
nunca sabrás
que soy dolor
de hielo y agua
me sostiene una
fuerza tan grande
una exhalación
repentina me arma
y el cristal
roto se adhiere a sí mismo
y el agua
contornea los bordes que lastiman
y las escamas
del vidrio se diluyen
y el aire me da
vida
Total, tesorito
nunca nunca
sabrás
que soy de
fuego, de agua y de cristal.
*De Lorena
Suez. lorenarsuez@gmail.com
- Intemperie. Viajera
Editorial. 2016
**
-Lorena
Suez es Lic. en Ciencias de la Comunicación y Psicóloga Social.
Nació en la Ciudad de Buenos Aires en 1975 y es madre de Damián y Ana Lucía, de
once y seis años. Participa en los talleres de Siempre de Viaje y en los
eventos de Viajera Editorial desde el año 2012. Forma parte de la Antología
compilada por Virginia Janza, Tetas. Historias de Pecho, con su relato
“Desde el Mandarino” (Textos Intrusos 2015).
Asiste a ciclos
de poesía y eventos artísticos de la Ciudad de Buenos Aires. En 2015 y 2016 fue
invitada a la Feria del Libro. Participó con sus poemas en muestras de arte en
el Centro Cultural Recoleta y fue convocada a escribir y a leer para la Muestra
fotográfica Yo Misma. Historia de mujeres que se masturban, de la fotógrafa
Julia Flurín. En julio de 2016, presentó un adelanto de este libro en el Museo
del Libro y de la Lengua.
Hace más de
cuatro años, Lorena dibujó la tapa de un libro y eligió un nombre: Mujerflor.
Pintó flores humanas, hojas y rostros detrás de los pétalos. Lo hizo sobre
madera, tela, ventanas y objetos hasta que las imágenes empezaron a contarle
palabras. Entonces, el sueño de este libro, sin dibujos, sin colores. Una
versión a la intemperie de Mujerflor.
*
Uno cree que
vive en la ciudad equis en el país equis, porque eso dice en los documentos,
papeles convencionales para la sociedad de los mandatos, pero el único lugar de
pertenencia es el de las invenciones y los sueños, esa ciudad interior a la que
uno pertenece desde que nació y que es única y diferente a las de otros. La
casa donde estuvimos de niños, puede haber sido demolida o modificada
absolutamente pero sigue habitando nuestra ciudad verdadera, la que no cambia
de domicilio.
*De Liliana
Díaz Mindurry. lidimienator@gmail.com
InvenTREN
Nuestro último
viaje*
1
El tren partió
a media noche
lo hizo
ruidosamente
arrastrando
sobre los rieles
las ruedas
oxidadas.
Vos ibas en un
vagón
con el vidrio
de las ventanillas rotas
por donde el
viento frío se colaba
y hería tu
carne.
Elegiste el
tren de media noche
para huir
amparado en la sombra
sordo a mis
gritos
oyendo
solamente el quejido
y el pitar de
un tren que te lleva
sin rumbo.
En un amanecer
llegarás a una estación
Llamado el
olvido
será eso
cuando yo haya
dejado de llorar.
2
Cuando llegaste
a la estación
del olvido
yo partí en
raudo tren
hacia la
estación de las aves de fuego
y en exorcismo
purificador
me volví
cenizas
mas tarde
renací
con piel nueva
y el corazón
fortalecido
con la
desmemoria
listo para otro
viaje
en tren bala
hacia
estaciones desconocidas.
*De Patricia
Dajruch. lalupayelbuho@outlook.com.ar
***
Próxima estación para escribir por Ferrocarril Provincial:
ÁLVAREZ DE TOLEDO
POLVAREDAS. JUAN ATUCHA. JUAN TRONCONI.
CARLOS BEGUERIE.
FUNKE. LOS EUCALIPTOS.
FRANCISCO A. BERRA.
ESTACIÓN GOYENECHE. GOBERNADOR
UDAONDO. LOMA VERDE.
ESTACIÓN SAMBOROMBÓN. GOBERNADOR DE SAN JUAN
RUPERTO GODOY.
GOBERNADOR OBLIGADO. ESTACIÓN DOYHENARD.
ESTACIÓN GÓMEZ DE LA VEGA.
D. SÁEZ. J. R. MORENO.
EMPALME ETCHEVERRY.
ESTACIÓN ÁNGEL ETCHEVERRY. LISANDRO OLMOS. INGENIERO
VILLANUEVA.
ARANA. GOBERNADOR GARCIA. LA PLATA.
***
Próxima estación para escribir por Ferrocarril Midland:
ENRIQUE FYNN.
PLOMER. KM. 55. ELÍAS ROMERO. KM. 38.
MARINOS DEL CRUCERO GENERAL BELGRANO.
LIBERTAD. MERLO GÓMEZ. RAFAEL CASTILLO.
ISIDRO CASANOVA. JUSTO VILLEGAS. JOSÉ INGENIEROS.
MARÍA SÁNCHEZ DE MENDEVILLE. ALDO BONZI.
KM 12. LA SALADA. INGENIERO BUDGE.
VILLA FIORITO. VILLA CARAZA. VILLA DIAMANTE.
PUENTE ALSINA. INTERCAMBIO MIDLAND.
InventivaSocial
Plaza virtual de escritura
Para compartir escritos escribir a: inventivasocial@yahoo.com.ar
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