*Obra de Cecilia
Aguado.
Villa Gesell.
Argentina
Informe de
situación*
Soy el capitán
de la expedición Kepler- 16B. Paso a describir el informe de situación, a la
fecha:
Como ya lo
hemos manifestado en anteriores envíos, el paisaje es sorprendente, las
sensaciones, vertiginosas y prácticamente hemos perdido, el uso terrestre del
tiempo. También, conseguimos adaptarnos a ver amanecer dos veces, en el plazo
acostumbrado para una y a la duplicada puesta de sol. Acorde a las nuevas
circunstancias, ya está el proyecto de un calendario apropiado y el cálculo de
la duración de los días. Se ha hecho realidad La vieja fantasía de algunas
películas de ciencia ficción. Acomodarnos al nuevo hábitat, fue larga y
complicada tarea. En un planeta que gira alrededor de dos estrellas, en un
territorio inhóspito, la misión no es fácil. La tierra se halla a doscientos
años luz de viaje. A pesar de los dos soles, hace frío. Lejos está el cálido
astro que entibia vuestras mañanas hogareñas y el verde que resplandece en la
campiña. Lejos, aquellas épocas en que no existían, entre los pioneros de esta
urbanización, diferencias de criterio.
Para no
desarraigarnos por completo de la condición humana y de los hábitos terrestres,
aunque ya no las escuchamos con la ansiedad de los primeros tiempos, esperamos
las noticias del mundo que llegan, con retraso pero llegan. En el desarrollo de
la misión empezamos a ver los primeros frutos. La vida, hasta ahora, comenzaba
a ser menos dura y la nostalgia, a ocupar el lugar previsto, en los
entrenamientos previos a la partida. No nos desmoralizaba la certeza de no
regresar jamás a nuestro planeta.
Vivíamos
tranquilos, nos aseguraron que en cien galaxias examinadas, las sondas no
habían encontrado rastro alguno, excepto nosotros, de existencia de seres
vivos.
Aún en la
distancia y en los cambios, habíamos acordado mantener ciertas rutinas de
convivencia, especialmente la de conservar la serenidad ante los obstáculos,
por difíciles que se presentaran. A pesar de ello, no alcanza el éxito, tampoco
el esfuerzo por armonizar, las medidas a tomar en el futuro cercano. La falta
de asidero adonde descargar la angustia, amenaza dividirnos.
No sabemos
exactamente a que estamos expuestos ni cuánto, tampoco en qué momento, podremos
volver a enviar mensajes a la tierra.
Cuando sucedan
los hechos que aparentemente se avecinan, ustedes, los científicos que pensaron
esta propuesta y el mundo entero, querrán saber de nuestras desavenencias y
habrán de preguntar:
-Y ustedes,
¿por qué se separaron? ¿Cómo es que no consiguieron mantenerse unidos en la
adversidad? Buena pregunta luego del estricto aleccionamiento en ese sentido.
No hay tiempo
de entrar en explicaciones pormenorizadas y mucho menos de pedir ayuda. Por el
momento nada ha sucedido pero estamos rodeados por cientos de ellas. Son naves
desconocidas que se aproximan y luego se pierden, en la contumaz infinitud del
espacio.
*De Ana
María Broglio. anamariabroglio@gmail.com
Villa Gesell
MIENTRAS SEMBRAMOS NUESTRA POSESIÓN SOBRE EL MUNDO...
Dualidad*
Se mece
sola
desde antes de
nacer.
La ayudo a
existir.
En la vértebra
de la noche
cuelgo
sus pájaros
de corto vuelo.
Sé
que necesita
incendiarse
en poema
pero llueven
cristales fríos.
Sé
de sus quiebres
de cuarzo y de
silicio.
Conozco
el cisma de su
voz
cuando calla y
se mece
sola.
A pesar de sus
deseos
y mi esfuerzo,
no termina
de nacer.
Y me muero con
ella.
Así
envueltas en la
tela
de la media
voz.
*De Miryam
Colombotto de Seia. miryamseia@cablenet.com.ar
La profecía*
*De Alejandro
Badillo. badillo.alejandro@gmail.com
La caravana
avanza lentamente entre las dunas. El sol comienza a hundirse en el horizonte.
Se detienen ante la orden del patriarca. El viejo escarba en la arena. “La
señal que anunciaron los profetas”, murmura mientras observa decenas de
rascacielos semienterrados en el desierto y aprieta contra el pecho un anuncio
herrumbrado de MacDonald’s.
*Texto incluido
en “El caso Max Power y otros cuentos”, de Alejandro Badillo,
publicado por Aurora Boreal.
-Link
para descarga gratuita: http://www.auroraboreal.net/images/stories/editorial/narrativa/El%20caso%20Max%20Power%20y%20otros%20cuentos.pdf
*
Oculto
detrás
del nombre de
las cosas
late un sentido
oblicuo.
Es lo que
permanece
inhóspito
mientras
sembramos
nuestra
posesión
sobre el mundo.
Aquello
que jamás
nos será
revelado:
lo que oculta
la piedra,
el oficio
sereno
del viento,
el perfume
confuso de la
niebla.
*De MARIANA
FINOCHIETTO. mares.finochietto@gmail.com
ZAPATA VIVE*
Días
turbulentos para este mundo,
para México,
para nuestra América.
Dedicado a
Herilberto Reyes García de 12 años,
asesinado por
el Ejército Mexicano
durante la
agresión que sufrieron los comuneros del poblado de
Santa María
Ostula, Michoacán, el pasado 19 de julio, 2015.
A la mañana del
polvo,
al germinar de
tus brazos,
al cambio de
estrellas,
la sal adorna
la lengua
bañada en
saliva.
¿Dónde es
posible
dejar que
habiten nuevos ojos,
espejos de
azúcar?
A la mañana del
bosque,
al sur del
monte,
sur del
comienzo de las historias;
a tus aguas
echo un hilo
con los colores
del caldo de
pollo.
Después de lo
dicho hoy,
se han
incrustado cristales de alumbre:
cuatrocientas
voces
en una masa
para tortillas,
estrellas
pegajosas
que escapan en
cantos del cenzontle,
palabras de tus
encantos
que construyen
dioses
sobre las
hamacas de los demonios
que aún
duermen.
¿En dónde será
posible
dejar reposar
los ojos,
los muchos
tonos
del verde de
terciopelo?
Otra mañana más
sale de tu
boca,
deforme
como cuartel
militar.
Nunca
entendimos a cabalidad
cómo una tarde
cualquiera
puede convertirse
en un campo de batalla.
El viento
ulula,
las nubes
responden:
Querido tiempo
¿a dónde llevas
con tanto maltrato
las vidas
humanas?
¿En qué momento
dejaste de avanzar
apacible,
en un canto
vertical?
Ya te lo he
dicho
cuando joven,
cuando mujer,
cuando el
cuerpo se hace viejo:
combate,
resiste,
que nunca se
quiebre
tu sed de beber
estrellas.
Aunque tomes
las armas
instrumentos
del alma,
combate,
resiste,
la vida es el
único espacio
para la
existencia de nuestros sueños:
démosle forma
de un canto
que agriete las
paredes de una economía
que avanza con
los ejércitos.
La muerte
siempre nos alcanzó
cuando creímos
llevar ventaja,
la única
diferencia radica
en el tipo
y la marca del
calzado
con el que
cubrimos nuestros pies.
*de hugo
ivan cruz-rosas. quetzal.hi@gmail.com
Notas: Los
días 11 a 16 de julio el presidente de México visitó Francia con alrededor de
150 militares. Durante dicha visita fueron comprados 50 helicópteros de guerra.
Mientras tanto, en lo que va de la presente administración de Peña Nieto han
sido asesinados 10 periodistas, incluyendo ahora a Rubén Espinoza asesinado el
pasado viernes 31 de julio, quien era fotoreportero que colaboraba en varios
periódicos críticos a las políticas del gobierno de Veracruz
(http://regeneracionradio.org/index.php/represion/asesinatos/item/4604-asesinan-en-df-a-fotoperiodista-desplazado-por-violencia-en-veracruz).
Junto a él, también murieron la activista Nadia Dominique, Yesenia Quiróz y dos
mujeres más (http://regeneracionradio.org/index.php/represion/asesinatos/item/4606-quienes-eran-las-cuatro-mujeres-asesinadas-junto-a-ruben-espinosa).
Para ellas y él, un abrazo con lágrimas para estos nuevos patriotas mexicanos.
Los diferentes
pueblos que conforman a México se encuentran armándose y formando grupos de
autodefensas para hacer frente a criminales que les extorsionan y les matan,
hacer frente contra mineras, desarrollos urbanos, proyectos carreteros, etc.,
donde en todos ellos existe un despojo de su tierra o desvió y contaminación de
agua y recursos naturales (http://subversiones.org/archivos/117493).
“La dignidad
humana vive aún, y está en sus habitantes más humildes” (EZLN).
Claroscuro*
*De Sergio
Borao Llop. sbllop@gmail.com
Vueltas y
vueltas por el mundo damos
buscándole un
sentido a nuestros nombres
sin percibir
que nadie reconoce
su rostro en
los espejos cotidianos.
Consultamos los
mapas del pasado,
inventariamos
fechas y recuerdos,
caemos en
nostalgias y desvelos
mientras siguen
su baile nuestros pasos.
- "¿Qué
sentido tendría el encontrarme?"
No el
encuentro: La búsqueda, el camino
que tus pies
recomponen cada tarde
es lo que da
sentido a nuestros días.
Sin ella,
nuestra vida es un exilio,
un claroscuro
de monotonía.
De Despertar
en el Zaguán
VIDA DE
RELACIÓN*
*De Juana
Bignozzi.
(1937-2015)
En las mismas
habitaciones con el mismo reloj
revivimos
historias de los que se han equivocado
nosotros los
que nunca haríamos eso, los que entendemos
seres
solitarios con amores ocultos
si ellos pudieran
entender los pobrecitos que aconsejan viajes
yo como persona
que amo las hermosas formas de la muerte
y que ahora
sólo espera no morirse hasta entender
si mis hermosos
amigos casi todos preocupados por la vida
pudieran
quitarse la capa
yo les hablaría
de la alegría les contaría historias sencillas
cuentos para
alguien que quisiera vivir.
Si ellos
dejaran de pasearse por el mundo
yo les hablaría
de alguna de las vidas que aún escucho
si yo estuviera
totalmente loca o totalmente muerta
si alguna vez
me dejaran sola sin ningún nombre
quiero decir
sin preguntarme quién soy
yo les diría
ciertas mujeres con amores tristes
conocen como
nadie el sol de la tarde
las tazas de
café compartidas
las sabias
charlas sobre el tiempo
con mis
hermosos amigos casi del alma
hablo del
cambio de estación
de los viajes
tan necesarios para la gente con inquietudes
yo les diría
para los demás aún hay formas de convivencia
para nosotros,
sólo ciertos cariños por las locuras
ciertas charlas
que nos cuestan agonizar durante años
calles
caminadas recaminadas
nosotros en
realidad
gente con
oficios que no sirven para triunfar
gente que se
envenena dulcemente casi con amor.
http://inventren.blogspot.com/
(De la Estación
San Sebastián – Ferrocarril Midland)
(Sobre la memoria, que
reivindica los momentos en la distancia,
y sobre la posibilidad
recurrente de una inversión en el tiempo)
Del pueblo solo queda un caserío
exiguo, calles de fresco lodazal que acceden hasta la estación. He dejado el
auto en una calle lateral, de esas que miran hacia un infinito sin árboles
donde solo residen el horizonte y las nubes. Me reciben los perros, los
guardianes incondicionales, como en todo lugar donde los edificios son bajos y
se unen con los componentes básicos de la tierra. El único elemento del otro
lado del endeble alambrado es la estación misma, San Sebastián. Yo tenía la
curiosidad y toda la intención de acercarme al viejo andén y tomar algunas
fotos. La fachada de chapa se conserva muy bien y me sorprende que esté
habitada, una familia del lugar se ha afincado aquí a cambio de conservar lo
edilicio y mantener a raya la naturaleza. Algunas gallinas, un par de cabras y
tres perros componen la fauna doméstica. Un poco más alejado un pequeño
edificio sanitario y leña, mucha leña y en una pared colgada una sierra de mano
y unas sogas viejas, que dan cuenta de la obtención del combustible primario.
Parado en ese andén, hoy, quince
de septiembre de 2014 al mediodía, observo, hacia Carhué la nada misma, no hay
ni vías, solo pasto seco y el tendido de los viejos postes de un telégrafo
prehistórico. La vía principal no existe, es la orientación típica de estas
estaciones y mi brújula interna la que me indica la dirección de los perdidos
puntos cardinales. Hacia Puente Alsina, unos galpones grandes de chapa gris,
bien conservados, depósitos de vialidad quizás, y otros dos más chicos, un poco
más alejadas también un par de viviendas de los empleados del Midland, estas
si, aunque de piedra, ya hace mucho tiempo abandonadas, el moho verdinegro toma
por asalto las viejas paredes. Al fondo antes de desaparecer de la vista, el
tanque de agua, como un vagón alzado en el aire por una mano invisible hacia el
cielo gris y más alejado aún la silueta de un pájaro delgado y extraño, el caño
hidrante que hoy solo convoca al camión de la municipalidad.
Miro hacia la estación, que ya
ni el nombre conserva, le han quitado las tablas o paneles donde estaba la
denominación y observo que no hay nada que se parezca a una boletería, quizás
estaba en alguna estancia o división interna. La estación cerró en septiembre
de 1977, un día once de ese hermoso mes recorrió el tren de pasajeros estas
poblaciones por última vez. Un día de septiembre cincuenta estaciones como
esta, cuyos nombre de poco van muriendo, pasaron administrativamente al olvido,
y Carhué, la orgullosa Carhué, punta de riel de un pasado turístico y
esplendoroso, quedó a la deriva, un barco despojado, una ciudad que hacia el
sur solo mostraría paramos desolados, cubiertos por la sal del desbordado Lago
Epecuén. Nunca más oiría el trepidar de la maquinaria pesada de un tren, nunca
más el vibrar de los durmientes de quebracho y el baile minúsculo de sus
temblorosos clavos de hierro.
Pido permiso al actual
habitante, padre de familia y este me permite el paso al interior de la
estación, cruzo un umbral hollado por miles de pies antes que los míos. Observo
la carencia de algún reloj como es común o lo dicta la memoria de otras
estaciones entrevistas. Si hay, en un rincón de polvo y hojas secas, una
balanza para pesaje de encomiendas, no de plataforma, sino de esas otras con
pesos deslizables, ni tan vieja ni tan nueva. Un banco contra la pared
solitaria y enfrente una ventanilla de boletería con enrejado marrón, semejante
a un pequeño confesionario surgido entre las sombras. Olor a madera, a capas de
pintura gris, a sellos postales, a monedas antiguas de bronce. Sobre el
antepecho de la ventanilla, me aguarda un pequeño boleto amarillento con número
de serie 18362, lo tomo entre mis dedos, dice en letras pequeñísimas: Servicio
coche Motor - Ferrocarril Midland y en destacadas pone San Sebastián a Puente
Alsina, clase única y el suculento precio de $ 0.40 de moneda nacional. Sonrío
solo para mí y el corazón se me encabrita de pura nostalgia.
Aseguro la correa de mi cámara,
la Kodak Instamatic es una fiel compañera de caminos y de rieles. Me doy
vuelta para hacerle una pregunta al dueño de casa y descubro que he estado solo,
ignoro cuanto tiempo ha pasado. El aire que ha ingresado por la puerta ha
barrido el polvo y las hojas y el banco luce como si le hubieran aplicado una
nueva capa de pintura marrón. Levanto la vista y localizo casi en las sombras
un reloj que se me había pasado por alto, y también escucho su metálico corazón
en movimiento. Salgo nuevamente o recuerdo haber salido una vez más, a la
plataforma. Gente del pueblo se ha reunido en el andén, han llegado hasta el
alambrado delimitador en Falcon Futura, en renoletas, en Rambler,
en Renault 12, en cupés Chevys o Peugeot 504. Tomo algunas
fotos de todos ellos y cambio el rollo, en el aire se siente algo así como una
expectativa, un aire de ceremonia o despedida. Se acerca ahora, viniendo desde
Puente Alsina una formación de coche motor bastante antigua, un gusano
amarillo, rojo y azul que trepida ya cercano, lleva en su frente el número
2779, es un coche Ganz, le saco fotos, es un momento único. Me doy
cuenta que todavía tengo el boleto entre mis dedos, pero algo ha cambiado, las
letras grandes dicen: Puente Alsina a San Sebastián.
Abordamos el tren, a pesar de
sus años de servicio las comodidades son más que buenas. Me arrellano en un
asiento doble cubierto de cuerina marrón, he visto los del otro vagón, tal vez
no pertenecientes a este coche motor, sino un arreglo de último momento y estos
bancos eran de madera, como los de las plazas, también marrones. Partimos, y
toda la cacofonía metálica del tren se armoniza y adopta una cadencia
maravillosa y adormecedora al igual que las conversaciones de los pasajeros,
todo se convierte en un murmullo continuo y conocido. Entreveo pasar las
estaciones, mal recuerdo ahora algunos nombres: La Rica, Araujo, Dudignac,
Corbett, Henderson, Casey, Saturno, son algunas, las demás las devorará el
tiempo que es el depredador de la memoria. A las seis y cuarto de la tarde
arribamos a Carhué partido de Adolfo Alsina.
Recuerdo Carhué como entre
sombras de esa tarde a la salida de la estación. Un movimiento inusual me
sorprende en la ciudad turística, innumerables coches circulan por calles
prolijas y atiborradas de negocios, cuyos carteles multicolores comienzan a
encenderse. Muchos de ellos son hoteles, hospedajes y pensiones: Hotel Azul,
Hotel Americano, Hotel Las Familias, Hotel Horizonte, Hotel Plaza, el Hispano
Argentino, también casas de regalos y fábricas de alfajores. Casa Bruni y sus
electrodomésticos exhibiendo la nueva cocina marca Volcán. Me llama la atención
un bellísimo coche estacionado como al descuido, un Pontiac Chieftain
color arena que una delicia flamante para gente de buen respaldo económico y
por las calles muchos otros: Pontiac Bonneville, Ford 1950, el
año del Libertador, inverosímiles colectivos de chasis Chevrolet
cubiertos de propaganda local, extraños Kaiser Manhattan, Chevrolet
Bell Air, y hasta un exclusivo y aerodinámico sedan Studebaker.
La ciudad es pujante y
cosmopolita, está en su apogeo, todo el mundo y sobre todo la sociedad de
Buenos Aires se da cita aquí para disfrutar de los baños termales y su acción
terapéutica, reconocida en todo el mundo. En la sede de la Sociedad Italiana
proyectan “El Seductor”, un estreno, con Luis Sandrini, Elina Colomer y la
cubana Blanquita Amaro, que justamente trata de un jefe de una estación
pueblerina que se enamora de una bella mujer que viaja en un tren, todo el
argumento se presta a equívocos y alegres miradas, los espectadores festejan el
lenguaje de gestos del personaje. Más por gastar un par de horas que por las
risas, acudo a la función y después ceno unas pastas en la Sociedad. Luego,
cansado, con los ojos llenos de imágenes busco un hospedaje modesto y me duermo
en un sueño de viajes y pasajeros que se convierten en estatuas de sal.
A las siete y media de la mañana
ya estoy en la estación, el tren ha sido invertido de sentido en la mesa
giratoria y ahora reanudaremos el viaje. Una multitud de personas despide el
tren agitando las manos y algunos pañuelos al abandonar la plataforma de Carhué
a las ocho y cinco minutos exactos. Recorremos las estaciones a la inversa, San
Fermín, Coronel Freyre, Coraceros, Hortensia, Morea, Ortiz de Rosas, Baudrix,
Indacochea, por nombrar las omitidas en el viaje de ida. En cada una un puñado
de pobladores nos despide, ellos saben que ya es la última vez que verán el
tren de pasajeros, hasta los perros nos acompañan en el lento paso por los
gastados andenes. Al pasar por San Sebastián observo el boleto en mis manos y
ahora me muestra la información correcta, el destino cierto: leo a la luz del
mediodía: San Sebastián a Puente Alsina. Acomodo mi traje de franela gris, el
cuello de mi camisa y la delgada corbata negra, me subo el pantalón bien alto y
me relajo para el viaje hacia Buenos Aires.
El viaje se hace torpe,
traqueteante, las horas, los pensamientos y las estaciones se suceden lentamente,
como un libro que se recorre despacio, hoja por hoja, con la yema de los dedos.
Converso un momento con el guarda uniformado mientras me pica el boleto y me
comenta que la formación es un coche motor Birmingham Gardner y que
todos los asientos ahora son de madera, es más, casi toda la estructura de este
vagón en que viajamos, por ejemplo, es categóricamente, de madera. Consulto mi
Guía Peuser 1948 de Horarios del Ferrocarril Midland y voy apuntando
mentalmente las estaciones que quedan atrás: Ingeniero Williams, Plomer, Km 38,
Rafael Castillo, José Ingenieros, La Salada, La Noria, Villa Caraza ya
ingresando al partido de Lanús. El tiempo está a nuestro favor, hemos hecho el
recorrido con ventaja, los pasajeros descubren una algarabía contenida que comienza
a explotar con el final del viaje. Son las tres y cuarto de la tarde y la
formación llega a Puente Alsina.
Desciendo en la plataforma y me
asombra la complejidad de estación mayor, acostumbrado a las humildes paradas
de provincia. En vías secundarias veo la locomotora más extraña que rodara por
rieles argentinos, una inmensa Sentinel Cammell de calderas revestidas
de acero, un tren blindado, una bestia que devora ingentes cantidades de carbón
y más agua aún. Recorro las dependencias y doy con la puerta que da al frente,
desde allí veo las obras ya casi terminadas sobre el Riachuelo, del puente
Uriburu con su estilo neoclásico, la estación tomaría el nombre de los
sucesivos puentes que como este, fueron construidos desde la Avenida Saénz para
salvar el brazo de agua hacia el sur, hacia donde entreveo los caserones del
barrio Pompeya. En la rotonda cercana, tres líneas de tranvías se disputan el
gentío hacia Constitución, Plaza Once o La Paternal, las líneas 9, 8 y 55
respectivamente. Para los que no gustan de lo motorizado, diversos carruajes te
acercan hasta los barrios aledaños. Saco algunas fotos de la fabulosa
arquitectura del puente y guardo mi pequeña cámara Agfa Billy Clack.
Extraigo el reloj con su leontina de delicados eslabones del bolsillo de mi
chaleco gris, de paso me acomodo el traje cruzado a rayas también de gris y mi
sombrero de fieltro de ala ancha en la vidriera de un café. Un canillita pasa a
las voces que se han iniciado los conflictos en el Chaco, la situación entre
Bolivia y Paraguay no tiene otra solución que el uso de las armas, la guerra es
inminente. Lo mismo sucede entre los hermanos peruanos y Colombia. El
continente tiene varios frentes de batalla y el hombre solo siente el deseo de
forjar países modernos.
Pernocto en un hospedaje de
Valentín Alsina y escuchando en la radio los conflictos del norte me duermo.
Temprano me levanta el traqueteo de los tranvías y salgo hacia la cortada
Membrillar, son las siete de la mañana. Debo partir, el tren que me espera en
la estación es un pequeño monstruo negro, una Kerr Stuart de cabina
abierta. Solo dos vagones componen el convoy más un pequeño furgón de cola o Brake
Van inglés, suficiente material rodante para el viaje hasta San Sebastián.
Entre bufidos y chorros de vapor de agua como un animal de pesadilla parte el
tren, nos restan unas siete horas de viaje. En Fiorito y en la Noria abordan
operarios e ingenieros de la empresa constructora Hume Hnos, nos
apretujamos un poco entre herramientas y vaivenes, mal agarrados a los fierros
y los bancos de madera, aunque el tren se deslice tranquilo y rápido sobre los
rieles nuevos. Vemos el campo ya amanecido y en sus labores, el sol nos
persigue y en algunas estaciones los niños que marchan hacia las escuelas nos
saludan con los ojos grandes y las sonrisas de la inocencia.
A las diez de la mañana llegamos
a San Sebastián. La estación nueva, toda de chapones relucientes, hay quien
dice que en algún futuro será de material, no es vano soñar con el futuro de
los Ferrocarriles Argentinos, debería ser más que una utopía. Descienden los
operarios de la constructora y todo se llena de voces y metálica melopea de
clavijas y herramientas. Hoy es 15 de junio de 1909, en dirección a Carhué no
hay vías todavía, cientos de durmientes nuevos de quebracho aguardan que las
manos enguantadas los acarreen a sus sepulturas definitivas, quizás por un
siglo o más, la carcoma y la fatiga dictaran sus años de tierra y sueño. A un
costado una pirámide de rieles, buen acero británico calentándose al sol. San
Sebastián esta febril e inquieta, inmensa de movimientos y vitalidad. Acomodo
los operarios para una placa fotográfica y los inmortalizo para la posteridad.
Aquí crecerá un pueblo, al amparo de estas venas de sangre de este tiempo de industria
y avances industriales. Me siento en el banco de la plataforma y sueño, me
adormezco, mi sombrero cubre mis ojos y escucho el grito eterno del tren.
*De Jorge Lacuadra.
jorgelacuadra@hotmail.com
– 26/07/14.-
Próxima estación para escribir por Ferrocarril Midland:
GONZÁLEZ RISOS.
PARADA KM 79. ENRIQUE FYNN. PLOMER.
KM. 55. ELÍAS ROMERO. KM. 38.
MARINOS DEL CRUCERO GENERAL BELGRANO.
LIBERTAD. MERLO GÓMEZ. RAFAEL CASTILLO.
ISIDRO CASANOVA. JUSTO VILLEGAS. JOSÉ INGENIEROS.
MARÍA SÁNCHEZ DE MENDEVILLE. ALDO BONZI.
KM 12. LA SALADA. INGENIERO BUDGE.
VILLA FIORITO. VILLA CARAZA. VILLA DIAMANTE.
PUENTE ALSINA. INTERCAMBIO MIDLAND.
***
Próxima estación para escribir por Ferrocarril Provincial:
JOSE RAMÓN SOJO.
ÁLVAREZ DE TOLEDO. POLVAREDAS.
JUAN ATUCHA. JUAN TRONCONI. CARLOS
BEGUERIE.
FUNKE. LOS EUCALIPTOS.
FRANCISCO A. BERRA.
ESTACIÓN GOYENECHE. GOBERNADOR
UDAONDO. LOMA VERDE.
ESTACIÓN SAMBOROMBÓN. GOBERNADOR DE SAN JUAN
RUPERTO GODOY.
GOBERNADOR OBLIGADO. ESTACIÓN DOYHENARD.
ESTACIÓN GÓMEZ DE LA VEGA.
D. SÁEZ. J. R. MORENO.
EMPALME ETCHEVERRY.
ESTACIÓN ÁNGEL ETCHEVERRY. LISANDRO OLMOS. INGENIERO
VILLANUEVA.
ARANA. GOBERNADOR GARCIA. LA PLATA.
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Para compartir escritos escribir a: inventivasocial@yahoo.com.ar
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