*Dibujo de Erika Kuhn.
*
allá, decía el
marinero,
allá arriba ¿lo
ves?
pero la noche
estaba tan oscura que nada distinguía.
sin embargo él
repetía como si no oyera el silencio
allá, allá
arriba, como si fuera un cangrejo, ¿lo ves?
pero la luna
era una balanza de labios negros
no, le dije,
nada veo, solo el negro trigo del
universo, no
veo, marinero, lo que ves
ni el cangrejo
inmaculado que imaginas
ni la célebre
sílaba del tiempo, nada, nada, compañero.
pero el
marinero insistía como si yo mismo no
fuese sino un
caballo invisible en el viento.
allá, decía el
marinero,
allá arriba ¿lo
ves? como un mándala
yo, dijo,
decía,
lo veo/
*De León
Peredo. gustavojlperedo@yahoo.com.ar
NUNCA SE VUELVE DE LA AUSENCIA…
Cosecha de luz*
Todas las
tardes
cosecho un sol
maduro
lo mastico
lento
con la boca
cerrada y los ojos quietos
Anida en mis
huesos
mientras
descansa
en mi caparazón
de silencio
Fermenta su luz
roba mi aire
Transcurren las
horas
y brota
nuevamente.
Aquí y allá
las mujeres
clepsidras
sembramos una
luz focal.
El crepúsculo
es un grito tan
agudo como inaudible
beso la boca
del grito
lo filtro en la
piel
masticando un
sol.
No he elegido
esta suerte
los dioses me
encontraron
un mediodía
feroz
llorando tu
ausencia.
(En los puentes
se encuentran
las mejores
Dianas)
Yo fui ungida
con la condena
divina
en la hora en
que los ojos
son fuego verde
la hora exacta
de la cosecha
pienso en tu
muerte helada
y me entrego
a la automática
labor
de recoger
soles
y liberar en la
mañana
un día nuevo
para la
humanidad.
Otras horas
esperanzadas
son paridas
entre cantos
las horas
negras de los polos
vienen de
corazones muertos
Mis días son
soles
del desierto
la pasión daña
la retina
Intento crear
una vida distinta
cada día elijo
un astro diferente
lo cosecho con
cuidado
lo trago
le doy nueva
génesis.
Pero nada puede
hacerse
la semilla
está sembrada
por el destino.
Y nunca un sol
es igual a otro
y nunca nacerá
el sol que te traiga a vida.
Los dioses
negocian con mi
esperanza.
*De Alejandra
Inés. elmomoeditor@gmail.com
*
Desde jóvenes
aunque no lo
sepan
las más nobles
personas,
las elegidas
necesitan del
abismo.
Con el correr
del tiempo,
en ciertos
instantes
la prisa del
mundo los invade
y el brillo
abandona sus ojos.
Dejan de ver la
oscuridad
que habita bajo
sus pies.
Es el precio
que dicen hay
que pagar
por vivir aquí.
Algo se altera.
Pierden impulso
y acude un
malestar
que las vuelve
frágiles
ante cualquier
vaivén.
*De Jorge
Santkovsky.
*
El tiempo
traza en mi
piel
huellas
inexorables.
Línea a línea,
en leves trazos
me convierto en
otra,
apenas distinta
a la de ayer,
pero distinta.
Estoy
envejeciendo
con una
mansedumbre
que me es
desconocida.
Ya no temo.
Cuando la
máscara ceda
podré ver
la cara de
quien fuí
detrás de mis
miedos.
*De Mariana
Finochietto. mares.finochietto@gmail.com
Mujer de
martes*
(Versión prosa)
Los martes son
los días de máscaras, en los que ella juega a amarlo y él juega a serle fiel.
Los martes ella representa un personaje principal y frente al mismo grupo de
amigos, cada tarde, en el mismo bar, le dice las mismas palabras de seducción y
él practica los mismos encantamientos. Ella mira su hermosa máscara, su masculino
aspecto. Él solo observa su rostro con curiosidad. Sabe que a ella le gustan
las viejas tardes lluviosas, esas tardes lindas para agigantar la modorra
escuchando un rítmico ventilador a lo lejos o revolviendo un café cargado
mientras imagina como se humedece la gente en las viejas veredas desprotegidas.
Es entonces cuando uno mismo, abrigadito, tibio y ensimismado en placenteras
ensoñaciones, abraza por un instante la soledad y continúa ignorando el pulso
del reloj y el ajetreo de la ciudad.
El escucha
también como ruido de fondo las palabras de su amante y los ruidos amortiguados
por el agua contra las ventanas de la ciudad. En la ciudad omnívora que diluye
sus heces por las alcantarillas y desagües, así como también se diluye su
vigilia de las cosas sin importancia. Las palabras sin sentido y sus hermosas
pupilas dispersas callan una pregunta o dos y el devuelve la mirada, la observa
con detenimiento pleno y ella se vuelve a sentir mujer de martes, otra vez,
suspirando tal vez por ese amor que no alcanza del todo a comprender y que
retiene su mano sobre la mesa.
Él no la llama
nunca, es solo como un animal que acecha desde la espera, es ella quien
infaliblemente lo llama todos los lunes por las tardes y encuentra su
predisposición intacta y se asombra de que él proponga algún tipo de salida.
Como siempre, como todos los martes. La primera parada por supuesto, es el bar,
donde no están libres de encontrarse con amigos y conocidos y compartir juntos
una copa o un café. Allí se colocan las alegres máscaras y se aman, los amigos
consienten esa feliz unión y todos representan la obra del día, es solo el
juego de las vanidades: ella amándolo de verdad y él solo interpretando un
número y una incógnita.
Y ellos solo se
buscan, se desesperan con las miradas. Hay deseos implícitos en la caída de las
pestañas y en los reflejos de los vasos de agua. Él, como siempre, se ofrece a
llevarla a su casa. El coche está cerca, privilegios de cliente habitual.
Obviamente, a la casa de ella no, que le es más cómoda la propia, y a ella le
gusta mucho esa débil iniciativa, piensa que nace de él, pero sabe que todo es
un simulacro ensayado hasta el hastío, una rutina pactada por los dioses solo
para los días martes.
Ella un día, un
martes común, le dice que no quiere ser más la mujer de los martes, se ha
convertido solo en una amante de día fijo. Ella se ha cansado de ese sueño de
sus tardes de verano. El le contesta que es así, que solo es así, que en verdad
no hay ninguna distinta los días jueves, ni los días sábados, solo es ella, la
única, la de los esperados días martes, el resto de los días su vida se vacía,
y transcurre en órbitas nulas a su alrededor. Ella no espera creerle solo
escucha, sabe que solo a su lado se sentirá plena y feliz, tal vez espera que
él reaccione y la abrace en ese cálido día martes de verano y le diga que
mañana saldrán a caminar o que el viernes cenarán juntos. Callada esconde su
mirada en el moreno cuello de él y sonríe en silencio cómplice de si misma.
Y entonces un
día ella, hastiada de los mismos crepúsculos repetidos, cansada de ser la mujer
de martes, lo abandona. No acudirá a la cita. La decisión la toma en un día
lunes gris, tal vez de un mes de abril, no viene al caso, pero ella prefiere
precisamente ese día para no tener soportar un martes más a su lado y quizás
para comenzar también a olvidar sus besos. Seguramente en el bar comentarán su
ausencia y algún amigo de él lo mirará extrañado y tratará de comprender su
mutismo o su frialdad. Sin embargo, él, espero su llamado hasta la última hora de
la tarde, incapaz de levantar el teléfono, incapaz de llamarla, como siempre
acechando el silencio, como ella lo recordara siempre.
Ella lo
abandona un día lunes, un hermoso día lunes de otoño, a comienzos de una semana
nueva. En venganza premeditada contra las hojas de almanaques y los sueños de
lluvia. Entonces, esa mujer que era solo martes deja de citar los días, guarda
su máscara en el cajón de los vestidos grises, y a pesar de las lágrimas,
ensaya mirar la danza de los rostros nuevos a su alrededor.
*De Jorge
Lacuadra. jorgelacuadra@hotmail.com
*
...me aparto
del camino luminoso
es decir
no yo, sino el
adagio
pausado de los
sonidos.
Llueven
esquinas y desvíos
y se abren
andariveles
oblicuos por
donde
se acerca la
mañana.
La llevo de la
mano hasta mi casa
hablamos de
cosas imposibles...
Soñamos –por
ejemplo- tener el don
de leudar la
esperanza...
No arreglamos
el mundo
pero
desgranamos
tibio pan de
utopías.
*De Miryam
Colombotto de Seia. miryamseia@cablenet.com.ar
No me busquéis*
Cuando,
olvidados ya de mí y de mis quimeras,
tal vez echéis
de menos mis manos en la noche.
Cuando,
perdidas ya las pistas de mi risa,
caminéis por el
filo de una voz enemiga.
Cuando mueran
los trigos.
Cuando
desaparezca...
No me busquéis
en casas decoradas
por artistas
del lujo y el boato.
No me busquéis
en cálidos despachos
ni entre
alfombras, cortinas o lámparas antiguas.
No me hallaréis
tampoco entre las gentes
que,
despreciando al hombre, conversan vanamente
con vacías
palabras que nada significan.
No estaré con
aquellos que filtraron
(sin piedad,
sin rubores)
gota a gota la
sangre de los pobres
para hacer de
cada vena un instrumento
de riqueza
enterrada en sus bolsillos.
Buscadme en el
sepelio de una hoja
brutalmente
arrastrada por el viento.
Tal vez en las
aceras, entre las multitudes,
solo,
contemplando el
ocaso de un insecto
o el cambio de
colores de un semáforo.
Ahogándome
quizás tozudamente
en gigantescas
fuentes de nostalgia,
o prendido de un
silbo
recorriendo
recuerdos.
También me
encontraréis enredado en la hiedra
que crece por
los muros del eterno
rayo que hirió
mi piel y no se apaga.
Tal vez esté
subido en una estrella
o escarbando la
tierra malherida
o cantando a la
luna mis desvelos
o arrullando
las aguas del arroyo
o a la orilla
nocturna de ese mar compañero
de viajes y
esperanzas, de ese mar que me ama.
Jugando con las
ninfas sobre una flor de loto,
en el curso de
un río al norte de mi aldea,
comentando con
un almendro amigo
las últimas
promesas del otoño
o el tono
grisverdoso del crepúsculo.
Allí me
encontraréis sinceramente vuestro
si me buscáis
en pie, sin veleidades.
Quizá
malhumorado, alegre, deprimido,
confuso,
triste, solo, emocionado,
feliz, cansado,
incierto...
pero vivo.
*De Sergio
Borao Llop. sbllop@gmail.com
-De El
rostro prohibido
*
He perdido los
ojos. Ambos. Se han sumergido en mí siguiendo el hilo de tu recuerdo. La lengua
se fue detrás, a rescatarlos. Llevaba anudada mi voz y se ha perdido mi canción
en un laberinto de sal marina y llanto. Aunque te encontrara ahora mismo ya
estaría mutilada. Nunca se vuelve de la ausencia. Me lo dijiste al irte. No
podía entenderlo todavía con ojos y lengua. No podía entenderlo con mi cuerpo
que cantaba. Ahora mi piel arde como la tundra. Humo gris y pequeños fuegos.
Los gatos son lazarillos que muerden mis dedos. Intentan salvarme del infierno.
El infierno soy yo. Y mi obsesión.
*De Alejandra
Inés. elmomoeditor@gmail.com
¿IMPORTA,
ACASO, LA UBICACIÓN DE LOS OBJETOS?*
en la mesa de
madera
en los estantes
abarrotados
en las sillas
en el piso?
¿Importa
detenerse en
los detalles
de la
cotidianidad?
¿Importan los
ademanes
de las rutinas
que transcurren
de memoria,
los espacios
por donde ondea
la cintura y el
pelo cae
sigiloso
por el hombro
sin que nadie
lo perciba?
¿Importan las
soledades
de los
movimientos
incontables
para saber un
día de tu vida
el más común,
ese en el que
revolvías la olla
con el pañuelo
en la cabeza,
y que nunca
pudiste contar por escrito
porque el apuro
del día
no te dio
espacio
para pensar en
los nietos
que iban a
querer saber de vos
un día
cualquiera
de tu vida,
Margarita?
*De Cecilia
Figueredo. ceciliafigueredo@gmail.com
*
sobre un banco
que la pestaña
eléctrica del viento roe
el cuerpo gris
de un hombre
o tal vez su
sombra
fuma un
cigarrillo mientras cierra los ojos
animal de su
propia historia
voz hecha de
inapelables siglos
sea quizá mi
amigo, ola, rocío, enredadera.
un hombre de
ojos verdes
y camisa
desaliñada.
sobre un banco
que a la
limadura del día y de las noches
se deja tocar
por la ceniza de
la memoria que
es océano, allí,
mi viejo no
muere
no morirá
no podrá
hacerlo/
*De León
Peredo. gustavojlperedo@yahoo.com.ar
*
Al dios de ese
país
lo mantienen
cautivo
para protegerlo
de sus fieles.
Y así evitan
que se enrede
en vanas
disputas.
La naturaleza
de esa gente
es la
desconfianza,
y con estudiada
simpatía
ocultan su
violencia.
El dios
prisionero
no debe
preocuparse.
Esa tierra es
generosa
y les permite
una permanente
contienda.
Con astucia
devuelven cada
golpe
a sus
gobernantes.
Los extranjeros
no comprenden
sus risas ni
sus lamentos,
pobres de ellos
que a cada
cimbronazo desesperan.
En un país así
un dios no debe
andar suelto;
corren el
riesgo de perderlo.
*De Jorge Daniel Santkovsky.
-Nacido en la
ciudad de Bahía Blanca, el 14 de octubre de 1957. Actualmente vivo en la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires.
-Estudios
cursados de Matemática en la Universidad de Buenos Aires
-Trabajo en el
ámbito del Medio Ambiente especializado en el tema residuos.
-Escribo
artículos en revistas especializadas y soy disertante en diferentes eventos del
sector.
-Presidente de
la Asociación Argentina del juego de go desde el año 2005 al 2013. En el mismo
periodo fue director del Congreso Argentino de go.
Libros
publicados, todos de poesía:
“Revelaciones” en la
Editorial Huesos de Jibia 2010- Ciudad de Buenos Aires
“Revelaciones
acerca de otras criaturas” por la Editorial Huesos de Jibia 2011, libro que
tuvo una mención en el Concurso Macedonio Fernández del 2010
“Breves” en la
editorial Colectivo Semilla 2013 de la ciudad de Bahía Blanca
“El sonido de
la atención” Editorial Huesos de Jibia 2014 Ciudad de Buenos Aires
“La
incomodidad” Editorial Huesos de Jibia 2015 Ciudad de Buenos Aires
-Poemas de mi
autoría están en diferentes blogs y en algunas revistas literarias entre la que
se encuentra Hablar de Poesía
-Mantengo el
blog http://otrascriaturas.blogspot.com.ar/
-Mantuve
la columna radial del mismo nombre en el programa “Entre Textos” de FM Fénix
100.3 Martínez Provincia de Buenos Aires
*
Nunca sabemos
de verdad lo que pensamos. Le damos al pensamiento la forma de palabras para
tener ilusión de qué pensamos esto o aquello, pero sólo tenemos sensaciones
mezcladas y ambiguas.
*De Liliana
Díaz Mindurry. lidimienator@gmail.com
InvenTREN
*
Preferí ver un
día y volver a la ceguera a sabiendas de que cambiaría mi destino de oscuridad.
Ahora todo duele en el recuerdo, pero ya sé cómo es la luz y sé que prefiero
verla a no saber la textura de las sombras. No había refugio en la sensatez,
solamente seguridad y quietud. La vida es vivir y la oportunidad, un tren que
pasa veloz. Hay que tener la determinación de subir a ese viaje, aunque no
tengamos el billete comprado.
*De Alejandra
Inés. elmomoeditor@gmail.com
***
Próxima estación para escribir por Ferrocarril Provincial:
JOSE RAMÓN SOJO.
ÁLVAREZ DE TOLEDO. POLVAREDAS.
JUAN ATUCHA. JUAN TRONCONI. CARLOS
BEGUERIE.
FUNKE. LOS EUCALIPTOS. FRANCISCO
A. BERRA.
ESTACIÓN GOYENECHE. GOBERNADOR
UDAONDO. LOMA VERDE.
ESTACIÓN SAMBOROMBÓN. GOBERNADOR DE SAN JUAN
RUPERTO GODOY.
GOBERNADOR OBLIGADO. ESTACIÓN DOYHENARD.
ESTACIÓN GÓMEZ DE LA VEGA.
D. SÁEZ. J. R. MORENO.
EMPALME ETCHEVERRY.
ESTACIÓN ÁNGEL ETCHEVERRY. LISANDRO OLMOS. INGENIERO
VILLANUEVA.
ARANA. GOBERNADOR GARCIA. LA PLATA.
***
Próxima estación para escribir por Ferrocarril Midland:
PARADA KM 79
ENRIQUE FYNN. PLOMER.
KM. 55. ELÍAS ROMERO. KM. 38.
MARINOS DEL CRUCERO GENERAL BELGRANO.
LIBERTAD. MERLO GÓMEZ. RAFAEL CASTILLO.
ISIDRO CASANOVA. JUSTO VILLEGAS. JOSÉ INGENIEROS.
MARÍA SÁNCHEZ DE MENDEVILLE. ALDO BONZI.
KM 12. LA SALADA. INGENIERO BUDGE.
VILLA FIORITO. VILLA CARAZA. VILLA DIAMANTE.
PUENTE ALSINA. INTERCAMBIO MIDLAND.
InventivaSocial
Plaza virtual de escritura
Para compartir escritos escribir a: inventivasocial@yahoo.com.ar
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