*Foto de Karina Giglio.
Pienso*
...tal vez sea
necesario modificar
la rutina de
mis días
para calmar
este tumulto de latidos
que ya conoce
todos los declives.
Comenzaré a
nombrar y creer
cosas
imposibles :
Sentir que tu
mano me acaricia la frente.
Que el mundo no
me duele.
Que mis pies
bailan con zapatillas de punta.
Y el mundo no
me duele...
Que pronto y
por siempre iré en busca del mar
desde mi simple
arroyo. Seré
la ansiedad del
agua saltando pozos.
Llegaré. Y
convertida en playa, contaré al océano
mi más grande
mentira:
Que el mundo no
me duele.
*De Miryam Colombotto Seia. miryamseia@cablenet.com.ar
UN OLOR A TIERRA MOJADA TIENE MI ESPERA…
-Textos de Miryam Colombotto
Seia.
*
Así.
Llégame
pausadamente
como el gesto
de la llovizna.
Un olor a tierra mojada
tiene mi espera.
Código Secreto
Se vieron venir
como otras veces.
Ella supo que
podría mirarle
-electricidad
corriendo por el cuerpo-
Se encontraron
detrás de la tarde
cuando la arena
tibia era un mimo
en las palmas
de las manos.
Sin pensar. Sin
propósito. Siguiendo
un diálogo de pieles en código secreto
escribieron en
sus cuerpos la universal historia
...con todos
sus secretos
*
No hay una orilla en la verdad
todo es un inmenso, infinito mar
se puede oír la oscuridad respirando a mi alrededor
pueden ser mis deseos un río de resplandores que se
apagan
entre hechizos de una noche sostenida y frágil.
No hay una orilla en la verdad
porque es redonda y brillante. Como esta luna de
sal
Alumbramiento
La luna se
ahuecó, se hizo
regazo para contenerme…
…nana-luna-una-pena-quema-como-ausencia
noche-luna,
regazo maternal
para mi sueño,
como en medio
de la jungla
casi sin dolor
tu y yo
damos a luz
solas.
*
Sé, que sabes.
Hoy
llovizno sobre tu recuerdo.
Arder en lo que
amamos
Así estoy,
cuestionando el estar, sin entender con certeza los para qué... (Que suele
preguntarme la del espejo)
Le digo que a
menudo una suerte de llamado
con
reminiscencias de algo conocido, hace que suponga
que son
llamadas del fuego original -así como siempre nos ha fascinado mirar las llamas
de un fuego encendido en el hogar;
o la luz de una
vela en la oscuridad de un cuarto-
Como si
fuéramos parte de la misma combustión.
Otra cosa no
sé...
Pero me han
dicho que el mundo todo, el de cerca y el de lejos
nos indica que
debemos arder.
Arder en lo que
amamos.
Y que, si eso
fuera posible, así de inmensa la fogata, sería de una claridad tal que podría
atravesar los demás cuerpos celestes.
Supongo que eso
es lo que no logramos.
Tal vez Dios ha
cerrado los ojos,
tal vez
necesita de una combustión así
para volver a
mirarnos.
El tiempo nos
lleva hasta donde la memoria lo elige.
Y yo lo veo
como a un anciano que nos carga sobre su espalda
como a niños
cansados.
Otra cosa no
sé...
*
La soledad se ha puesto mis zapatos
y sale a caminar
por mi garganta.
Le hace dos nudos.
Los desata.
Entra en todos
los recodos
y recuerdos.
Simula ser
una pena superada.
Se pierde en el camino de mi cuerpo.
Con indulgencia
la miro
y le hago señas.
Se quita los zapatos
regresa a mí.
-No me queda más remedio
que abrazarla.
El viaje
Amaso tu
silencio como pan leudado
junto a la
tibieza del hogar,
será tu
equipaje.
Las luces del
alba sostienen todavía
aquella mirada
que no supe darte
porque el
cansancio dolía
en el pecho-las
uñas-la espalda-las manos.
(Una fotografía
sorprendida por el tiempo.
Así es la vida)
Y como la
poesía no quiere
Que el lenguaje pese
me despido de
vos como si fuera
en una estación
de trenes...
defiendo
algunas palabras
contra el
tiempo que todo lo arrebata.
Ya llega el
estrépito de hierros candentes.
Lo infinito se
consuma en los rieles
sobre el tren
que parte.
Y te lleva de
viaje…
Una fotografía
sorprendida por el tiempo.
Así tu imagen
A pesar de ser febrero
Madre, estoy zurciendo los recuerdos
como tú lo hacías con los dobleces del invierno.
Préstame el hilo azul, el de tus silencios...
alcánzame los verdes, debo cavar la tierra
de los dormidos sueños y dejar mi semilla,
la que tú no creías que germinaría...
Consígueme un hilo blanco para las iniciales
de su pañuelo, el de mi padre, que iba y venía
de su sudor, al nuestro.
Madre, que estoy zurciendo los recuerdos
necesito una manta que me abrigue
y cubra la semilla que germinó... y florece.
Todavía tengo frío a pesar de ser febrero.
El mundo nunca
es inocente
Esta tristeza
mía que llega de no sé dónde
tal vez desde
esa etapa en que el mundo era inocente
tan rápido me
toma como algo suyo
y me arrebata
mucho de lo otro que soy
Expuesta a
todo. A salvo de nada.
Con ella puedo
entrar en la intimidad
de sitios que
era míos
(Miento; nunca
nada fue mío) y observar
la vida de las
cosas que ahí están
y aún siguen
sin decir nada
pese a mi
pregunta interminable:
-madre ¿porqué
no me dieron
permiso para
volar?
La urgencia de
lo absoluto,
-grande como
una verdad-
no se resuelve
cerrando puertas.
Ni ahora.
Ni antes.
Jamás.
Ahora sé. El mundo nunca es inocente.
*
Aquí estoy, dentro de las verdades relativas
acribillada de realidad
haciendo pie en lo bello cotidiano
encuentro el equilibrio
que siempre está
en el filo de la verdad.
Los espejos se
apagan...
...consumen
instantes que ya fueron.
Ante el hecho
irrefutable
se me aturden
los ojos de mirar presentes
deseados
que no son.
Entonces
huye de mi
pecho un color despavorido.
Sopla el viento
su flauta de sal.
Una boca de
sangre aúlla y divide relámpagos.
En medio del
fragor de cada día
a esta hora del
ocaso y la soledad
es
cuando
dejo
de
pertenecerme.
Y las aguas se
dividen.
Tiempo congelado...
... sobre capas de piel que no abrigan.
Acaricié recuerdos que vinieron a quitar
uno
a uno
las máscaras / los velos / los mantos / el sudario
hasta quedar las venas, palpitando, expuestas.
Entonces el cuarto fue un cálido mariposario.
(Sólo sabe Dios porqué debo mentirle
a mi niña pequeña para que deje
de temblar de frío,
y duerma...)
Cuando las
vendas caen...
Ese vacío se
colma de imágenes rotas, si algo es el vacío.
La noche sigue,
serena y distante
alejada de los
seres y su maraña de intrigas
se mantiene en
esa suprema indiferencia
que a veces
parece tener el universo con nuestras pequeñeces.
No es para
menos. Ella ignora
el sentido y el
orden razonable que
-se supone- el
hombre a puesto a regir en este mundo.
Cuando las
vendas caen suele ser el silencio, estrepitoso.
Lo confirma esta
noche y su callada manera.
Su palidez
lunar deslizando indiferente
la proa de su
curso hacia la madrugada
que choca sobre
mi frente.
La luz da su
primera señal.
No sé si es el
amanecer
o arden en mi
alma –como madera-
las creencias
baldías, cuando las vendas caen.
Acoso
Ayer soñé –creo–
el cansancio de los muertos.
Hoy me asusta mirarme en los espejos
no sé qué responderle a quien me mira
cuando su pregunta acosa. Ya le he dicho
que las verdades se escurren, se fugan
detrás de los espejos...
Mira. Y no me cree. Exige
definir la verticalidad del insomnio
en mi entrecejo.
Paradoja
El día tiene
veinticuatro pasos
mi andar menudo
los prolonga
así la noche no
huye de mí.
Cuando maduran
sus espectros
el día y yo
nos arrojamos
al vacío
y en el paso
siguiente
inexiste
inexisto.
Somos un ovillo
rodando
hacia los
sueños.
Es la oscuridad
quien me viste
de luz.
Verdades
Llega otro día.
Gira a mi alrededor
como un carrousel
sin encontrarme.
Dialoga la tarde con el árbol
se preguntan qué es la vida
no lo saben. Ni me ven.
Camino despacio.
Va anocheciendo, varias nubes
como polvo rojizo
vienen persiguiéndome.
Camino displicente.
Nadie me espera.
Nostalgia
Lo que nombra,
define.
Y te nombro:
"melodía".
Has estado
cantándome siempre
solista única y constante
canon a varias
voces
polifónica...
forte
en adagio
a sotto voce
pianísimo...
hasta diluirte.
Has tomado mi
modo
y hasta cuando
río siento
que detrás de mí
respiras.
Aunque quitara
mi ropa
aunque sacara
mi piel
seguirías
siendo
mi atávica
forma, nostalgia.
En la partitura
busco el compás del silencio.
-dame un soplo
de aire. Un respiro-
Desconocida mía
Espalda,
desconocida de mí.
Aún si quitaran el mapa de la piel
quedaría la luz inexplorada.
La incertidumbre de soles que no fueron.
El aroma plural de los jazmines.
Un mar sin farallón donde romper sus olas.
No te conozco sin auxilio de espejos.
Pero sé que en ti se deslizan alas de silencio
silencio que grita sin saber de vuelos.
Acotado territorio con historias dispersas
ansioso de sentir la conjura del velo que la
abrigue.
Y el beso innumerable de la noche que arrope la
soledad
para abolir este pacto de intemperie.
Tal vez sea
verdad
Miro el mundo
desde el pequeño universo de mi casa
¡es...tan
inabarcable, tan complejo, tan intenso!
que me declaro
su amante admiradora.
Asume su
error... la Humanidad.
Y asumo mi
error... no tener simiente astral.
Aunque un día
-tal vez sea verdad-
me deshaga en
el cosmos
después del
silencio total.
*
Por dentro me suceden
cosas nuevas
iguales, pero nuevas
¿entiendes?
...como el sol, cuando se acuesta.
Serenidades
El hálito de
aire que me besa cada día.
La certeza de
los verdes respirables.
El cobijo del
hogar.
Lo transitorio,
ya asumido como final.
La cáscara de
la palabra,
hurgada hasta
encontrar su hueso...
Son serenidades
cosechadas día a día
después del
empeño; del rechazo; del esfuerzo
es decir, del
tiempo. Ni más ni menos que el Maestro.
Yo simplemente
deslizo este largo rosario
de sencillos
rituales que conforman toda una vida.
Serenidades
cosechadas día a día.
*
Desencontrado el día
con mi esperanza
se deslizó
por el declive del sol
– Y eso que le pedí al oído
no me dejes así,
desabrigada el alma.
Hilandera
Aquí estoy, sin
saber qué hacer ni qué decir.
Vuelta hacia
adentro, sin recursos para nombrar
esta noche que
tiene todos los desencuentros.
Salgo a indagar
al infinito cielo y no encuentro
ni estrellas.
Sólo una macilenta luna que,
cansada, está
hilando el vellón de mis preguntas.
Lo intangible...
En ese preciso momento
en que el día se despide
y la noche
todavía
no es
está lo intangible del poema.
ESPINO Y AVE
Hoy quiero
salir del peso de palabras sombrías.
Escapar de su
prisión. Hacer el ejercicio
luminoso de
decir el pensamiento
que sutura
heridas.
Decir, por
ejemplo:
respiro.
Nombrar un
milagro;
hijos.
Imaginar un
imposible;
tener frente a
mi casa, un río.
O sentir que
puedo
modelar la
arcilla de esta tarde
y hacer con
ella, amorosamente
la silueta de
quien fui; el espino y su ave.
Tan simple.
Tan lejos.
-MIRYAM COLOMBOTTO SEIA.
Reside en
Gálvez -Provincia Santa Fe-. Ha publicado en 1981, RAÍZ AL AIRE - Poemas-. En 1986, ENTREGA DE LOS DÍAS -Poemas-. En 1987, CUENTOS PARA MANUELA -Cuentos infantiles-. En 1988, TIEMPO ALFARERO -Poemas-.
En 1991, fue
seleccionada por concurso para integrar la ANTOLOGIA
DE ESCRITORES SANTAFESINOS.
En 1997,
recibió el premio: "SANTA MARGARITA
DE ESCOCIA" para destacar su trayectoria en Literatura en su ciudad.
En 1999,
integró el Jurado del Certamen Autores Jóvenes "Mateo Booz" y
"José Cibils" de ASDE
Realizó
Exposiciones de FOTOPOEMAS con las fotografías de Carmen Riera de Dall'Aglio en
2001 - 2003 y 2008: "Imágenes del alma" - "Maneras de ver"
- y "Misceláneas"
En el año 2004
la ASDE (Asociación Santafesina de Escritores) le otorgó la Primera Mención en
el Certamen "José Rafael López Rosas"
Participó en
numerosos Encuentros Literarios, Recitales y Certámenes en los que ha recibido
distinciones, plaquetas y menciones especiales. Integrando varias antologías en
Junín; Santa Fe, y Buenos Aires.
En el año 2008
fue miembro del Jurado en el Concurso Bienal de Poesía y Narrativa organizado
por el ROTARY CLUB de San Vicente, a nivel nacional.
Su último libro
NAVEGO PALABRAS fue publicado en
2009 en Editorial Ciudad Gótica – Rosario
-Escribir como alumbramiento. Dice Miryam: “Si me preguntan qué es para mí el escribir,
justamente diría: un alumbramiento. Porque sabe a luz. Porque sabe a parto.
Porque es vida. Y uno tiende a creer que es una manera de no morir del todo, un
intento de quedarse en lugares amados y en seres queridos. Y en los amigos que
vayan llegando... los lectores que completan nuestra obra".
Inventren
https://inventren.blogspot.com.ar/
*
Ver desde la memoria la Estación de tren, eso estoy
haciendo...
Desovillo el tiempo con aquella expectativa
enorme...
¡Pasaba el tren! Y allá iba, mi mano pequeña dentro
de una mano grande y tibia, a ver cómo ese gris y ruidoso animal respiraba el aire de mi pueblo
y despedía humo por sus fauces.
A pura imaginación viajé la infancia.
Mis pasos de hoy caminan en tu andén el aire
inmóvil de la tarde…
Mariposa monarca, colores andantes, voladora del
sueño de ir a buscarte
¿Rescataré un retazo de asombro?
No sé. Pasa una palabra, y no la comprendo.
Estación
baldía*
En tu andén se
extraviaron viajeros del tiempo.
Pero tren, tú
ya no te detienes. Pasa tu silbo vertical, sin miedo.
Y me deja
ausente. A la orden de un sueño, espero tu regreso.
Tendré que
cultivar el susurro para nombrar los pasos que en tu andén perduran...
A pura luz de
atardecer, al oeste, un día oirás mi
corazón decir:
-Aquí
desciendo.
Con la simpleza
de espigas que maduran.
*Microrelatos
con trenes de Miryam Colombotto Seia.
miryamseia@cablenet.com.ar
-Próximas
estaciones:
PLOMER
-Por Ferrocarril Midland- & -Ferrocarril
C.G.B.A-
JUAN ATUCHA.
–Por Ferrocarril Provincial-
Próximas estaciones literarias en el
Ferrocarril Provincial
JUAN TRONCONI.
CARLOS BEGUERIE. FUNKE. LOS EUCALIPTOS. FRANCISCO A. BERRA.
ESTACIÓN GOYENECHE. GOBERNADOR UDAONDO. LOMA VERDE.
ESTACIÓN SAMBOROMBÓN. GOBERNADOR DE SAN JUAN
RUPERTO GODOY. GOBERNADOR OBLIGADO.
ESTACIÓN DOYHENARD. ESTACIÓN GÓMEZ DE LA VEGA. D. SÁEZ.
J. R. MORENO. EMPALME
ETCHEVERRY.
ESTACIÓN ÁNGEL ETCHEVERRY. LISANDRO OLMOS. INGENIERO VILLANUEVA. ARANA.
GOBERNADOR GARCIA.
LA PLATA.
***
Próximas
estaciones literarias en el Ferrocarril Midland:
KM. 55.
ELÍAS ROMERO. KM. 38. MARINOS DEL CRUCERO GENERAL BELGRANO. LIBERTAD.
MERLO GÓMEZ.
RAFAEL CASTILLO. ISIDRO
CASANOVA. JUSTO VILLEGAS.
JOSÉ INGENIEROS.
MARÍA SÁNCHEZ DE MENDEVILLE. ALDO
BONZI. KM 12. LA SALADA.
INGENIERO BUDGE.
VILLA FIORITO. VILLA CARAZA. VILLA DIAMANTE.
PUENTE ALSINA.
INTERCAMBIO MIDLAND.
InventivaSocial
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-Para compartir
escritos escribir a: inventivasocial@yahoo.com.ar
-Editor
responsable: Lic. Eduardo Francisco
Coiro.
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