Sueño 48 (*)
-Por Pablo Martínez Burkett.
En el sueño, erraba por una calle con edificaciones
bajas, como de pequeñas iglesias, llenas de placas y crucifijos de metal. Las
vereditas eran muy angostas y parecía haber llovido. Era de noche y lo
acompañaba su padre. Un restallar de cirios le recordó la Semana Santa, pero
antes que a cera e incienso, el aire olía a fruta madura. Unas imágenes de
negro rezaban en medroso silencio. Cuando reconoció a sus deudos ya muertos,
supo que no estaba soñando.
(*) El presente cuento pertenece al libro Mondo Cane
(Editorial Muerde Muertos, 2016)
-Pablo Martínez Burkett es autor de
los libros Forjador de penumbras (Galmort, 2011), Los ojos de la divinidad (Muerde Muertos, 2013) y Mondo cane (Muerde Muertos, 2016). Cultiva el llamado
fantástico rioplatense, con foco en el terror y la ciencia ficción oscura.
Escribe para revistas del país y el extranjero y ha participado en más de diez
antologías. Ha recibido premios en una docena de concursos literarios. Algunas
de sus narraciones han sido traducidas al inglés, francés, portugués, italiano
y rumano.
La realidad increada*
el hombre convierte el caballo en ganso en pez espada
la sombra de su mano
las formas no son infinitas:
la casualidad está sujeta
sólo la cabeza puede naufragar
en una idea llevada hasta el fin
lo cual sería suicidio por alegría:
el hombre convertido por fin en otra cosa
semejante a la nada
y en el aire a pesar de todo
un aire de feliz melancolía
*De Jorge Aulicino.
-Del libro "La caída de los
cuerpos", de 1983.
-Incluido en “Estación Finlandia”. Poemas reunidos 1974-2011,
Bajo la luna, 2012.
*
Cuando a mi madre le sacaron el tumor se convirtió en un pájaro
aunque estuviese quieta y su cuerpo entumecido
algo volaba en ella estaba liviana
y los recuerdos desordenados picoteaban
de aquí para allá posándose
en mi cabeza en mis piernas en mi espalda
dando saltitos
¿te acordás madre de cuando me contabas
de aquel primer novio enamorado que se ofendió
porque no lo querías?
¿y de los desplantes que le hiciste a mi papá
y el miedo que te dio cuando enojado
se fue de aquella fiesta?
¿te acordás de cómo te cargaba yo
“con el tumor te extirparon el odio y ahora me querés”, te decía
y vos riendo contestabas “siempre te quise, siempre te quise”?
Cuando a mi madre le sacaron el tumor
su lóbulo frontal quedó más libre
y un haz de luz se abrió entre su frente y el mundo
una luz donde una niñita jugaba con mariposas, o con conejos, o con
vaquitas
de San Antonio
Cuando le sacaron el tumor mi madre se convirtió en un pez
y nadaba sin rumbo flotaba en un río amarronado
o en un mar a cielo abierto
nadaba y nadaba
Cuando le sacaron el tumor mi madre no podía llorar
hacía muecas raras movía los labios los músculos
de la cara
así la recuerdo el día en que murió papá
Cuando le sacaron el tumor me perdí en su desconcierto
y me dejé llevar
creyendo en ese viento que nos sacudía y que a veces
nos encontraba juntas
sonriendo
Cuando le sacaron el tumor me pregunté por esa depresión
que tanto tiempo golpeó el alma cansada
de mi madre
¿era esa bola mamá la que te hundió por años
la que te puso triste y se llevó tu risa?
Cuando le sacaron el tumor me pregunté por la verdad de las almas
aunque para mí ella fue la de después y la de antes
todas mi madre querida
toda mis madres
-Celina Feuerstein nació en Buenos
Aires. Es Licenciada en Psicología y trabaja como psicoanalista. Algunos de sus
poemas fueron publicados en revistas literarias y en la Antología del rayo
Verde 2015. En marzo del 2018 salió su primer poemario “La casa
vacía”, editorial Caleta Olivia.
Viajeros*
-1-
VOLVER
Tanto pensar “cómo quisiera que mi viejo estuviera aquí, aunque sea
por unas horas”, que justo ese día mi Padre volvió.
Era el día en que cumplía sus años cuando lo vi doblar desde la
esquina con su bastón artesanal, el mismo que armo con sus propias manos con un
mango de paraguas y una caña a la que le dio terminación con un regatón de
goma.
Me vio desde su paso lento cosechando las nueces altas con un largo
palo armado para la ocasión. Cosechar las nueces del año en el día del cumpleaños
de mi padre es una ceremonia que mantengo con mis hijos.
Esta vez, el retorno de mi padre me sorprendió en la puerta de
calle con las yemas de los dedos bien manchadas por la tinta que liberan las
nueces al separarlas del tegumento verde que las recubre en la planta.
Mi Padre estaba feliz en el regreso. Venía de visitar al santuario
Della Madonna di Viggiano.
Nos dimos el doble beso de mejilla a la usanza italiana. Mezclamos
lágrimas y risas.
-2-
LLEGAR
La voz de mi padre sigue viajando. Partió con él, un Giugno 30 del
puerto de Nápoles. Atrás hay un viaje en tren al que llamaba "la
letorina".
No lo dijo nunca, pero en su voz lleva un eco, una cadencia de las
lágrimas de toda su familia italiana que lo despide en el puerto antes del mar
como horizonte. Mi padre lleva la promesa de vivir en Argentina.
El pasaporte con aquella expresión en la foto tan parecida a Paul
Newman dice que llegó el Luglio 21 de 1952.
Sin embargo siento que sigue viajando.
Que ese barco, el Sebastiano Caboto todavía no hizo su escala en
Río de Janeiro.
-Hay días. Momentos en que necesito que llegue, aún tantas décadas
después...
"La voz del padre llega muchos, pero años después" - Oigo
decir al amigo analista cuando le cuento de mi espera.
Será por eso que el otro día la voz de mi padre llegó.
Su voz. Su voz y un golpe duro de aire para que no me haga el
distraído.
En su voz venían sus ojos celestes en los que todavía reflejaba al
mar inabarcable de la travesía.
A veces uno no sabe oír ni recordar.
Desde la voz viajaban unas palabras de mi padre que no era de
ironías ni de evadir una verdad.
Pude oír bien clarito: "Ahora tenés que ser tu propio padre"
*De Eduardo Francisco Coiro. inventivasocial@hotmail.com
*
Hablaste del fin del verano
y yo pensé en una ordenación distinta
estaba claro que iba a ser difícil apresar el último rayo de luz
y también la cadencia silenciosa del calor en la piel.
Ahora que hay un nuevo verano,
¿qué es lo que no termina de esfumarse?
Recuerdo un toldo
un viento que transportó papeles
la cama sin hacer
el velador:
luz difícil bañando puertos.
La nostalgia se instala en las almas como un pájaro negro.
Hubo aniversarios de muertes,
pero nunca supiste.
Hubo oleajes impensados que no llegaron a nada
y los barcos
no los vimos nunca.
*De Mercedes
Álvarez. alvamercedes@gmail.com
-Mercedes Álvarez nació en Tandil,
provincia de Buenos Aires, en 1979. Vivió en Mar del Plata hasta los diecinueve
años. Entre 1998 y 2006 residió en España, donde se licenció en Sociología por
la Universidad Pública de Navarra. Realizó un máster en Gestión Cultural.
Publicó los libros Vecinos (Baile del Sol, España, 2010), Historia de un ladrón
(Caballo de Troya, España, 2010), Imitación de los pájaros (Zindo & Gafuri,
Buenos Aires, 2013), Ficciones súbitas (comp., Eds De aquí a la vuelta, Buenos
Aires, 2013) y Saigón (Zindo & Gafuri, Buenos Aires, 2015). En 2013 ganó el
premio Edmundo Valadés de cuento latinoamericano con el relato Grow a lover.
Zumbido*
A veces, abro los ojos, me incorporo y camino con lentitud por las
estancias. Como si aún estuviese vivo.
A veces, incluso me aventuro a salir al exterior para comprobar que
otros seres semejantes a mí se mueven por las calles, se apresuran, chocan
entre ellos, se someten a la tiranía de relojes y semáforos, se detienen y se
miran unos a otros y en ocasiones conversan.
Sí, a veces también yo finjo estar ahí, entre ellos, provocando
sonrisas o muecas de irritación o atascos. Finjo vivir. Pero siempre regreso al
lecho en sombras. Me acuesto, cierro los ojos y convoco secuencias que nunca
termino de comprender.
Finalmente, me pregunto cuál de estas irrealidades es más ficticia.
Cual de estos dos sueños es el que está encerrado dentro del otro. Si tuviese
acceso a esa ansiada respuesta, tal vez podría despertar, ser. En uno u otro
lado, pero existir.
Lo que más me atormenta es ese molesto zumbido del teléfono que no
parece tener lugar y que, sin embargo, nunca acaba de callarse.
*De Sergio Borao Llop. sbllop@gmail.com
-De Prosas breves
*
Padre entra en la casa.
Su voz arrasa
los mansos rincones de la siesta.
Hay grietas, madre dice,
en el adobe viejo del ladrillo.
¿Caerá la casa?
No ha de caer, sostiene.
Es una casa
hecha
por los padres de mi padre.
Un privilegio
construido en la pampa
en el mil novecientos.
El barro hace grietas
porque al sol se seca.
Padre no sabe
que caerá la casa.
Yo lo sé. Me han dicho
que la tierra debe
volver a la tierra.
-Las horas de agua.
HABITANTES*
Hay una meseta ancha
allá, en el fondo de mis no olvidos,
donde la dureza del trabajo
era todojunto con las tarantelas.
Y ahí mismo crecí
con las reses mugiendo en el ferrocarril
la última manga de langostas que cubrió el cielo
un idioma de otras tierras
y el rezo por la lluvia perezosa,
en una calle polvorosa y ancha,
paraleleándole a los rieles uniendo,
de una punta a otra, el caserío.
Es una meseta ancha
donde refresco mis manos en sus ríos.
¡Que las gotas formen cristales
espejando momentos convocantes
de esta sed que día a día se agiganta!.
-Del libro CRÓNICA DE UNA HERENCIA
- Santa Fe 1966 -
*
Mujeres que toman mate en una habitación
que va oscureciendo
Será que ya no somos jóvenes, Gabriela,
que los llantos arrecian o se amansan
porque sabemos que todo pasa,
será que ya no somos jóvenes,
y estamos seguras de que todo se desvanece,
y que es bueno que todo pase,
y que es malo muy malo aterrador,
también y sin embargo
que todo haya de pasar,
que sepamos sin dudas
sin ninguna duda que todo va a pasar.
Todo,
este espanto que nos atenaza el vientre y la garganta,
esta horrible situación desesperada, esta pena.
Todo, también lo otro,
también la efímera turgencia de las flores
y el brillo colorido de los vestidos estrenados ayer.
Nos encontramos llorando lluvias mansas,
riendo después y entretanto
mientras el sol cae detrás de las casas
y los perros ladran en la calle de arena.
Ya no somos jóvenes, Gabriela,
pero hemos llevado hartos fardos
sobre los hombros,
sabremos acomodar éste también,
aunque cada bulto, ahora, pesa más.
Atardece y afuera el limonero
alumbra con bombillas amarillas.
Atardece
y nos toca ordenar el mundo.
Realidad*
No basta ponerse
la corteza del silencio.
Abrigo pesado de llevar.
(Acarrea piedras-vacíos de esperanza-)
Todo sucede. Todo. Somos permeables
fabricantes de realidad.
Ella vuelve sobre sus pasos
y nos escupe en la cara.
*
Ella estaba acostada, oyó el ruido de la puerta al
cerrarse, sintió las manos que la recorrían. Freud dijo que uno no es
responsable de sus sueños y recordando eso fue más allá de lo que nunca hubiera
imaginado. En la cama encontró una nota al despertarse: "Sueña usted que
es una maravilla, señorita, que sus sueños no queden solo para su psicoanalista".
Inventren
AULLIDOS*
Es medianoche. Han apagado las luces del vagón para que la gente
duerma.
Afuera hay un cielo estrellado y luna plena que ilumina el interior
del vagón, dibuja formas extrañas según ingresan las sombras altas que bordean
cada tanto el recorrido. El hombre lee a Saramago gracias a una débil luz
individual. Encuentra una frase que lo sacude: "La
culpa es un lobo que se come al hijo después de haber devorado al padre".
Piensa en su padre, nacido en un hogar campesino de la Italia de
1923.
Ese sueño que lo sacudió ya anciano: los lobos se comían a sus
ovejas y él no podía hacer nada para evitarlo. Así se despertó. Del rostro
desencajado de su padre el hombre no se olvida. Piensa en su padre, en él, en
sus hijos. En otros padres con sus hijos. Todos acechados y finalmente
devorados por la culpa.
La certeza de esa culpa que ronda no lo deja dormir.
En los sueños hay aullidos.
*De Eduardo Francisco Coiro. inventivasocial@hotmail.com
-Próximas estaciones de escritura:
JUAN ATUCHA.
–Por Ferrocarril Provincial-
Próximas estaciones
JUAN TRONCONI. CARLOS BEGUERIE. FUNKE.
LOS EUCALIPTOS. FRANCISCO A.
BERRA.
ESTACIÓN GOYENECHE. GOBERNADOR UDAONDO. LOMA VERDE.
ESTACIÓN SAMBOROMBÓN. GOBERNADOR DE SAN JUAN
RUPERTO GODOY. GOBERNADOR OBLIGADO.
ESTACIÓN DOYHENARD. ESTACIÓN GÓMEZ DE LA VEGA. D. SÁEZ.
J. R. MORENO. EMPALME
ETCHEVERRY.
ESTACIÓN ÁNGEL ETCHEVERRY. LISANDRO OLMOS. INGENIERO VILLANUEVA. ARANA.
GOBERNADOR GARCIA.
LA PLATA.
***
Km 55
-Por Ferrocarril Midland
Próximas estaciones
ELÍAS ROMERO. KM. 38.
MARINOS DEL CRUCERO GENERAL BELGRANO.
LIBERTAD.
MERLO GÓMEZ.
RAFAEL CASTILLO. ISIDRO CASANOVA. JUSTO VILLEGAS.
JOSÉ INGENIEROS. MARÍA SÁNCHEZ DE MENDEVILLE. ALDO BONZI.
KM 12. LA SALADA.
INGENIERO BUDGE. VILLA FIORITO. VILLA CARAZA. VILLA DIAMANTE.
PUENTE ALSINA. INTERCAMBIO MIDLAND.
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