*Foto de Mercedes Araujo.
https://www.instagram.com/meraraujoletrasyfotos/?hl=es-la
LAS GRIETAS*
Hay grietas en la luz,
abismos que resplandecen
y estallan.
No escucho ninguna voz. Nadie,
ni nada.
El mundo enmudecido se agita entre las
ramas.
Hay lava en el silencio.
Las ramas se invierten en el aire. Son
raíces secas,
casi polvo llevado por el viento.
La tierra está sofocada.
Hay grietas húmedas en el suelo.
La oscuridad recubre los fondos como un
grito de terciopelo
muy antiguo,
como una manta contra el frío del sol.
Todo es ahora antes del mundo, antes de la
primera agua.
Una gota de aire se desliza por la
garganta,
la cruza el vuelo de un pájaro
imperceptible
y ciego.
¿Quién enterró las palabras?
Ya nadie nombra el mundo.
Hay grietas en el pensamiento.
Abismos que resplandecen en los cerebros
y estallan.
Todo es explosión.
El volcán se ha vaciado. Se desintegra.
Solo queda el eco de la vida pasada. El eco
del agua y del viento.
Pronto, no habrá ni tampoco misterio.
*De Gregoria
Gutiérrez Oliva. gregoria.gutierrez@gmail.com
CON UN TEMBLOR DE VIDA Y MUERTE.
-Poesía de
Gregoria Gutiérrez Oliva.
EL COLOR DEL AMO
El miedo
tenía el color del
amo.
Cada rincón pensado
era cruel.
TODOS SOMOS
CANÍBALES HASTA QUE PROBAMOS LA MIEL.
Andaban entre nubes con el corazón mordido.
Les faltaba un pedazo de cerebro, de
hígado:
A los caníbales les gustan las vísceras.
Andaban sin pies, agarraban el aire sin
manos.
Eran solo huesos.
De dónde viene ese odio por la carne.
Todos somos caníbales.
Degollamos el ojo del prójimo, porque no
nos gusta el reflejo de nuestro ser en otros ojos.
Damos zarpazos a las caricias del prójimo,
porque no nos gusta esa compasión que entraña el cariño,
con sabor a descomposición,
a mortalidad inequívoca.
No se compadece a los dioses. Ni se les
ama.
Mejor devorarse, mejor aniquilar
la carne,
dejar el espíritu como único superviviente. Qué es lo descarnado, sino lo
espiritual. Que es lo descarnado sino lo
inhumano.
Todos somos caníbales por pura humanidad, por amor al prójimo, para evitarle la
humillación de su destino animal.
Pero vino la miel;
vino la dulzura y el placer en los sentidos,
en la lengua, en la boca, en las vísceras y
en la carne.
Como un veneno, la miel mató al caníbal. El
hombre necesita un antídoto
o morirá de engaño, de dulzura,
de placer.
ACIERTO Y ERROR
Casi siempre, las equivocaciones pagan un
alto precio
por crecer fuera de los surcos labrados
para el acierto.
Alguna, a veces, puede cambiar su condición
cuando consigue inventar
la medida de su selva.
Pero la mayoría de las equivocaciones son
imanes
que llaman a la muerte.
El campo de batalla de los errores
siempre es un paisaje
con relieve vencido
y nubes de raíces sin tronco.
Al fondo, con suerte, una rama blanca
tirará
hacia arriba el ovillo de caos
en señal de victoria.
(Quizás el acierto
sea el núcleo
del error.)
EL MAREO
¿De dónde viene ese mareo extraño?
¿Del primer grito? ¿Del primer espanto
que también será el último y el penúltimo
de una serie de gritos que se volvieron
mudos
de tanta repetición?
¿Del último silencio que no se puede
concebir?
¿De esa flor que perfuma
sin piedad
un aire viciado que prohíbe los sueños?
¿De dónde viene ese mareo que hace temblar
mis pasos?
¿Del amor que no se conforma con amar
porque resignarse al amor no basta?
¿Porque no hay derecho a tener que
compartir el destino rápido
de los insectos?
¿O viene de esa fe que cae hasta romperse
porque nunca jamás podrá transcender nada
y en el fondo lo sabe?
¿O de esas caras que miran con ojos fijos
de minerales,
porque lo absurdo es una evidencia que hay
que sosegar?
¿De dónde viene ese mareo al borde del
vértigo?
¿Del índice de agonía en sangre,
que sobrepasa el rango indoloro
del pensamiento?
¿Del ruido que esconde la marea
insoportable de los días
y el mareo es un baile que agranda la boca
de un pozo
que no acaba?
¿Es el mareo una forma de resistencia
o quizás solo sea consecuencia de mi
sordera?
SOLO LA LLUVIA
Hay árboles geométricos
en las montañas
de plástico.
No hay grillos, ni pájaros.
El aire es hexagonal por dentro
y arde.
El mundo huele a quemado,
a pétalos de papel.
No hay tierra, ni océanos,
tampoco viento.
Los robots se reproducen.
Nada es como antes.
Solamente cuando llueve,
el agua es agua.
LO VIRTUAL
No se pueden edificar fortalezas sobre el
mar.
Se necesita carácter para soportar
la marca del tiempo. Si la piedra se diluye,
nada persistirá: ni el pájaro,
ni la niebla, ni el castillo,
ni el mismísimo mar. Firmeza, para poder
grabar un arabesco de belleza. El agua
no permite contemplar más que una línea
de espejos. Un reflejo inestable. Nada
construido,
nada real,
nada que pueda erguirse en el aire y
definir conceptos,
sentidos. No se pueden edificar fortalezas
de sueños sobre lo virtual.
Se necesita presencia para tocar
la eternidad. Si la caricia se diluye
y si la imagen impera,
nada existirá: ni la mano,
ni la piedra, ni las luces, ni el pan,
ni el mismísimo mar. Cercanía, para alejar
suficientemente la belleza
del llanto
y no morir en los espejos. No se puede
edificar la herida sobre lo etéreo.
(Si la sangre no brota,
nada persistirá: ni el pájaro,
ni la mano,
ni la niebla,
ni el mismísimo mar).
TODO RETRATO ES UN ESPEJO
Todo retrato es un espejo.
Yo soy el caballero de la mano en el pecho,
la Mona Lisa,
Van Gogh sin su oreja.
Yo soy tu rostro fijo en esta fotografía
donde apareces con cara de niña.
Y anda suelto lo siniestro:
Soy la fealdad de esos rasgos luminosos
tallados por el artista para humanizar a
los dioses.
Dónde está el límite de la belleza,
sino en la representación del ideal.
Dónde los límites del ideal, sino en la imaginación preestablecida de la mente.
¿Quién cruza la frontera de la
representación de la muerte?
El retrato es el paisaje, la imagen. La
vista
es autorreferencial.
Te miro y me miro, te veo en esa imagen
suspendida en el tiempo de mi percepción.
Todo retrato es un espejo.
Yo soy Durero con esos cabellos en cascadas
de oro,
con esos dedos alargados.
Y soy ese gorila,
ese monstruo en la pantalla que desde lo
alto de una torre sostiene el cuerpo de la bella. Soy la belleza y soy la
bestia.
Soy una frontera incierta,
Una duda en la mirada,
entre lo salvaje y la delicadeza.
Soy el camino errante por lo sublime y lo
siniestro. Soy
lo que veo a cada paso, con un temblor
de vida
y muerte.
LA RISA DEL
LOBO
El círculo de lo posible es apenas un
punto.
El mundo es cosa de la nieve sucia que
circula por los cuerpos.
No hay panes, ni peces.
¿Quién manda aquí?
El amanecer resplandece, como un autómata.
Ajeno.
La sed es eterna y el agua arde
al igual que los bosques. Qué será de los
perros
cuando sean lobos. Qué será de los hombres
cuando ya no duerman. Las llamas dejaron de
alumbrar
el trabajo de los dedos. Nadie cose. Nadie
levanta casas,
ni paz,
ni gloria.
Nostalgia de los milagros, de los cuentos
con final feliz. Nostalgia de juegos con
risas
intactas.
El retumbar de la dicha cada vez más
lejano. Ángeles caídos
en almas muertas. Racimos de uvas
como piedras.
No queda vino,
ni aullidos,
ni lunas.
Es hora de dormir. Es hora de soñar
la risa del lobo a la luz de la luna.
(y luego morir
si fuera necesario.)
VIRUS
El virus no vacila, entra en el cuerpo y
deshace las vigilias y los sueños.
A cuatro patas, las piedras ladran. No hay
color
fuera de los ojos. Aparecen flores amargas,
rabiosas,
creciendo entre el sudor de las cabezas
tensas.
La existencia se distorsiona. Se equivocan
los espejos. Montones de palabras secas.
Ya no hay nada hermoso, salvo el límite que
se aleja. Arriba y abajo
no son direcciones, no hay norte, no hay
tiempo. Solo vértigo. Impera la orden de
aplastar. Las caricias
escapan de las manos del amante, del amigo,
del otro. Arañan.
La suavidad es un peligro al igual que los
manantiales o las inundaciones. Existe el riesgo de llorar sin retorno. Las
carreteras levantan su piel
y brota la sangre. Las hormigas levantan su
coraza
y brota el abismo. El aire es fresco,
helado. Todo exige el abandono.
Los ojos alucinan y la hierba se enrosca en
el amarillo de esa proliferación de muros. Laberintos de acero rodean las
ciudades. Piernas inventadas que corren. No hay fortalezas. Ningún refugio, ni
alivio,
ni descanso.
Hay una fiebre que recorre mi cuerpo.
Entran las llamas y los lobos.
Ese organismo ridículo, nimio, inexistente
invadió mi cerebro.
Cierro los ojos del mundo.
EL PUMA
El puma es una compleja configuración de
células en movimiento.
Amenaza la serenidad del vacío. El peligro
no es duradero,
el puma está en vías de extinción, como yo.
Nacidos del capricho de un biólogo, los
zoológicos se llenan
de extravagancia, al igual que los pueblos
y las ciudades.
Los animales son extravagantes,
como los hombres, como los pumas.
Estamos en vías de extinción.
Solo los objetos son eternos y soportables.
Conjuntos multiformes de átomos
con la resistencia del sol.
Busco objetos, huecos diagonales
por donde asomen los sueños,
las ficciones, o mi delirio
como un puma
que permanece
y amenaza la eternidad
del vacío.
EL VALS
Para simplificar la complejidad,
lo primero es exiliarse del hormiguero.
No pensar la vida,
ser instinto,
y nada más.
También servirá ser roca.
Y sobre todo no producir.
No añadir ninguna obra,
ninguna idea
a la gran obesidad.
Basta con ser ese brillo con la promesa de
un simple vals
que nunca
nadie
bailará.
VUELO
Una piscina estrecha pero muy larga.
No voy a nadar.
No sé nadar.
Los peces no andan por el césped.
Yo andaré sobre el agua.
Un camino azul, liso, largo
roza el aire.
No veo su final. Veo
el horizonte.
De un salto
alcanzo
la línea
final.
Y ahí,
echo el vuelo como un pájaro.
EL LEOPARDO
Cae la noche y la
aldea
es un caos de
geometrías
rotas.
Si te fijas,
el lomo del leopardo
arquea
el horizonte.
FOTOS
Vi una foto extraña, sin luces ni sombras,
como de antes de nacer. Un clima
metafísico.
La fijación del vacío,
ese que no se puede concebir,
como la muerte.
Una foto en blanco y negro de una joven
besando un hombre.
Los dos fundidos
en un supuesto éxtasis.
Los cuellos tensos, los labios
unidos.
Yo podría ser ese hombre joven
o esa mujer. Es lo mismo.
Nada los distingue.
La emoción es la misma.
Una foto descolorida, con luces y con
sombras de una mujer
con una niña en brazos.
Dicen que soy yo: la madre y la hija. Somos
una,
indisolubles.
La madre mira al frente, con orgullo.
Yo soy así,
orgullosa.
La niña tiene el ceño fruncido.
Yo soy así,
desconfiada,
seria,
algo díscola.
Tengo ante los ojos una foto en color
de una anciana. Soy yo. Estoy sola. En mi
mirada se reflejan
los enamorados,
la madre,
la niña
y ese vacío
como la muerte,
que todo lo unifica.
**
-Gregoria
Gutiérrez Oliva. Nació en Consuegra, provincia de Toledo, España. Pasó
infancia y adolescencia en Francia. Traductora e intérprete. Psicóloga. Artista
plástico.
-Traductora al francés del poemario "Guernica" de Liliana Díaz
Mindurry.
Inventren
https://inventren.blogspot.com.ar/
UN ORIGEN*
La imagen más antigua que recuerdo de
Esteban se confunde con la última e irreversible.
La memoria de los ausentes es como un tren
de carga pasando en noche profunda fundido con sueños o pesadillas.
Estábamos en el patio de la escuela
industrial sentados sobre el banco de madera que se armaba en el taller de
carpintería. Esteban sobre su banco que tenía el número 42 le daba cuerda al
reloj Tressa que su abuelo le había regalado en vida. Por alguna cuestión que
nunca quedo del todo esclarecida Esteban tenía desdibujados a sus padres.
Especialmente a su padre que no existía en su hablar cotidiano. Él hablaba de
sus abuelos que vivían en el campo, en un lugar que imaginábamos lejano al
nombraba así "viven en su chacra allá en Km.". Mucho después supimos
que se refería a Km 55 que para el ferrocarril era un modesto apeadero que
utilizaban unos pocos vecinos del lugar.
Fue Kalman, siempre curioso y preguntón, el
que preguntó a Esteban por el origen de su nombre.
-Por mi abuelo materno "Stephen
Randall Burkett" dijo con un gesto corporal de orgullo como si hablará de
un prócer.
Y era tal cual, para Esteban su abuelo era
un héroe de los tantos que vinieron al país a trabajar. "y sudar la
camiseta" Trabajaba en los talleres Libertad del antiguo Midland. Se
jubiló unos meses antes que la dictadura de Onganía cerrara los talleres y
fuese esto el principio del fin del antiguo tren del Midland.
La historia que le fluía a Esteban
contarnos era más remota. Su abuelo había nacido en una zona rural de
Inglaterra cercana a Escocia. El abuelo se consideraba escocés. Esteban
dibujaba en el aire mapas ubicando a Kirkby
Stephen el pueblo al que caminaba su abuelo en el límite entre Escocia e
Inglaterra.
-Seguro que lo llamaron a tu abuelo
"Stephen" por el nombre del pueblo dijimos en coro.
Aquel pueblo tenía tren. Él lo usaba para
ir a estudiar a una escuela técnica especializada en máquinas ferroviarias. Su
abuelo Stephen llegó al país en 1938 para el mantenimiento y adaptación de los
trenes Birmingham que eran una maravilla tecnológica para aquella época.
El abuelo era técnico especializado en los
talleres de Libertad, iba y venía en tren con un impecable traje negro. Así
como en uno de esos azares mágicos e increíbles Esteban nos regaló como se
conocieron sus abuelos. Su abuela Ligia nacida en un pueblo de Alessandria era
corta de vista y tan despistada que se sentó sobre el abuelo Stephen con su
traje negro. Para el después de la sentada había que imaginar una escena de
enredos entre el escocés y la italiana que hablaban solamente sus propios
idiomas digna de una película clásica más cómica que romántica.
Esteban fue testigo de un ritual que
tenían. Cuando discutían con intransigencia y levantaban la voz. Al rato para
concluir el asunto la abuela Ligia se levantaba de la mesa, la bordeaba y se
iba a sentar sobre las piernas de Stephen.
"Para que no
olvides como empezamos" decía ella con un tono dulce de voz.
-Al menos ahora no te
levantas como un resorte a los gritos. -decía él.
Entonces reían como dos niños.
*De Eduardo
Francisco Coiro. inventivasocial@hotmail.com
-Próxima estación.
En el recorrido del tren literario por el Ferrocarril
Provincial:
CARLOS
BEGUERIE.
FUNKE. LOS EUCALIPTOS. FRANCISCO A. BERRA.
ESTACIÓN
GOYENECHE. GOBERNADOR UDAONDO.
LOMA VERDE.
ESTACIÓN SAMBOROMBÓN.
GOBERNADOR DE SAN JUAN
RUPERTO GODOY.
GOBERNADOR OBLIGADO.
ESTACIÓN
DOYHENARD. ESTACIÓN GÓMEZ DE LA
VEGA.
D. SÁEZ.
J. R. MORENO. EMPALME
ETCHEVERRY.
ESTACIÓN ÁNGEL
ETCHEVERRY. LISANDRO OLMOS.
INGENIERO VILLANUEVA. ARANA.
GOBERNADOR GARCIA.
LA PLATA.
*
-Siguiente estación.
En el recorrido del tren literario por el
Ferrocarril Midland:
KM. 38.
MARINOS DEL CRUCERO
GENERAL BELGRANO. LIBERTAD.
MERLO GÓMEZ. RAFAEL CASTILLO. ISIDRO CASANOVA.
JUSTO VILLEGAS.
JOSÉ INGENIEROS. MARÍA SÁNCHEZ DE MENDEVILLE.
ALDO BONZI.
KM 12.
LA SALADA. INGENIERO BUDGE. VILLA FIORITO.
VILLA CARAZA.
VILLA DIAMANTE. PUENTE ALSINA. INTERCAMBIO MIDLAND.
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-Editor responsable: Lic. Eduardo Francisco
Coiro.
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