viernes, abril 27, 2007

ZONAS DE PENUMBRA...









*Dibujo de de Mónica Russomanno. russomannomonica@hotmail.com





Zonas de penumbra...







*

De Silbos

Buenos Aires, 1985-1986.







No sueña este país;

calla pesadillas, puja.



Una especie de páramo, amor

vaciado, país, chorrea todo,



después de tus amputaciones,

estampidas, ahogos, años,



donde a todos, bien sabés,

nos arrancaron un pedazo.











Con estas palabras qué deseamos, buscamos,

si no que el corazón no quede afuera,



y que el estómago tampoco quede afuera;

qué buscamos si no recomponer la anatomía,



reimplantarle a la historia lo amputado.













Suenan voces, canciones,

a lo lejos; viene, vuela



una música de acordeón,

ondulante, que entrecorta



el aire de la tarde;

un paisaje interior casi.













Faltan las palabras,

o sobran otras veces.



Los hechos las deciden

necesarias o las ahogan.



Las abren y evidencian,

y las golpean día a día.



Están bajo juicio sumarísimo.













El viento -viento de este otoño-

da sobre los árboles; y las hojas



parpadean tornasolándose, murmuran

como pequeñas historias de la calle,



que uno puede tocar las ausencias

de rostros ya nuestros que pasaron;



tiempos, parecería, que escarban,

dan vuelta, como con una pala, todo,



pero vos, raíz, seguís abajo firme,

como esperando más vientos, más otoños.













Hemos practicado, además

de la desmemoria, el hastió



y la atroz mueca de cruzar

cada vez con una arruga,



y hemos puesto, o deseado

poner, nuestros nombres,



y vuelto con una sequía

chorreando en cada ojo.















Entre nosotros hay vacíos,

desiertos,



donde una vez

hubo luz, correr de agua.



Y tu mano, de seguro, muchas

veces, manoteará aire;



y tu voz, de seguro, muchas

veces, quedará escuchándose.



Es el paisaje cierto,

el acecho, el piso que quedó;



lo desgarrado con vos adentro.















Dejá que entre la luz,

dejala que entre,



que se acomode,

que abra su valija;



no vayás a echarla;

dale de comer;



dejá que ande por la casa.















Que tu dolor

haga unir



tus manos

a otras manos;



que más

que ramas rotas



sean semilla,

luz, brotes.







*De Eduardo Dalter. cuadcarmin@hotmail.com

-HOJAS DE RUTA (1984-2004) Ediciones del Nuevo Cántaro.











Viernes, 27 de Abril de 2007
literatura|manuel rivas y las historias de “los libros arden mal”

“Uno escribe para penetrar en una zona de penumbra”*


El periodista, poeta y narrador, autor de La lengua de las mariposas, hace foco en la brutal imagen de la quema de bibliotecas durante el golpe franquista. “Surgen muchas preguntas sobre la utilización de la cultura, y es una cuestión clave, porque estamos en un tiempo en el que la gran batalla es por el control de las mentes”, dice.

“Se habla mucho de la saudade del pueblo gallego, pero el componente más fuerte de esa cultura es la pulsión del deseo.”



*Por Angel Berlanga


En La lengua de las mariposas, aquel relato de Manuel Rivas que nutrió la película que se hizo después, también se quemaban libros. La madre de Pardal, el pibito protagonista que recién empieza el colegio, les prendía fuego a los papeles comprometedores de su marido semirrepublicano. Y luego, para congraciarse con los golpistas, la familia entera insulta públicamente a los rojos. El pibe, entonces, siguiendo lo que le mandan, lo que le enseñan en la casa, lo que empuja la corriente, la emprende a cascotazos contra los detenidos y especialmente contra don Gregorio, el maestro (en la película, el gran Fernando Fernán Gómez). Eso a pesar de que se había encariñado con él. Si en ese cuento el escritor gallego había retratado magistralmente, en un pueblo y en el preciso momento en que ocurre la usurpación, el cruce entre unas pocas historias individuales y la gran historia, el formateo personal que deviene de los sucesos sociales, en Los libros arden mal, la novela que vino a presentar a Buenos Aires, ese universo estalla y se expande en una multiplicación de voces, tiempos, escenarios, personajes y formateos, para delinear “una historia dramática de la cultura gallega”. En la foto que antecede a las 610 páginas del volumen se ve a un grupo de soldados de brazo extendido ante una fogata. Dice el epígrafe: “Quema de libros tras el golpe fascista del 18 de julio. Dársena de A Coruña, agosto de 1936”. “Esa foto podría ser como un destello brutal de la novela”, dice Rivas, pausado, en el hotel de Recoleta en el que se aloja.
Rivas se incomoda cuando se le comenta que un crítico del diario en el que escribe, El País, evaluó que Los libros arden mal era “la gran novela gallega del siglo XX”. “Hombre, yo creo que la literatura es lo contrario de competir, que va por otro camino”, dice. A Rivas le gustan las historias que signan: se ve en sus libros y en la pequeña anécdota que cuenta. “Yo durante mucho tiempo fui a un café porque el camarero era intratable. Un día se puso amable. Y entonces ya no volví.”
–¿Cómo nació este libro, qué se propuso cuando lo encaró?
–Las hogueras con los libros son como el episodio central, el que perturba todas las vidas, pero en este caso yo no distingo un punto de partida, un acontecimiento concreto. El origen, más bien, está en la incubación de un desasosiego cada vez más perturbador, más intenso, que ha crecido con la propia experiencia del libro, y se da en la paradoja terrible de ver cómo son personas cultas las que dirigen las quemas. Gente con formación cultural y académica, que hace gala de sensibilidad para el canto y las bellas artes, de la que cabría esperar el surgimiento de su humanismo, a la que asociamos con la civilización, de pronto aparece encabezando la barbarie. Esto ha ocurrido a lo largo de la humanidad. Estas quemas de libros anticipan el olor de la quema de la carne humana. Y no son actos protagonizados por turbas sin control, fanatizadas e ignorantes, en arrebatos de ira; hay una liturgia detrás, son hechos muy meditados y preparados, que tienen un carácter inmediato de amedrentamiento y también son símbolo del poder autoritario. En cuanto a la evolución del libro, me gusta la idea de un crecimiento biológico, que no responde a un modelo predeterminado. Pasa lo mismo con la escritura: es parte orgánica de nuestro cuerpo. Cada vez me apasiona más esa idea, que rompe ese concepto de que somos una especie de depósito vacío al que llega la palabra: el lenguaje es como los huesos, también crece, está lleno de hematomas y heridas, vive una felicidad clandestina cuando nos alegramos. Forma parte de nosotros, como las uñas y los dientes.
–La “cultura”, plantea, puede utilizarse de formas bien antagónicas.
–Hay brutalidades obvias, que ya tienen la forma de cadáveres, pero a veces los ceremoniales revestidos de “belleza” también estremecen. Los jerarcas nazis recitaban a Hölderlin y escuchaban música sublime en la noche anterior a firmar las leyes de exterminio. Eso produce un desasosiego tremendo, porque surgen muchas preguntas sobre la utilización de la cultura: puede funcionar como máscara, puede confundir. Y creo que es una cuestión clave, porque estamos en un tiempo en el que la gran batalla se libra por el control de las mentes.
–Alguna vez dijo que le gustaban mucho esos acolchados armados con retazos: Los libros arden mal parece remitir a esa construcción, también, fragmentaria, de situaciones, gestos, escenas, pero sobre todo de voces. ¿Por qué privilegia la oralidad?
–Creo que escribir es imposible si uno no pone en comunicación permanente la razón y el sentir. Es una actividad sentipensante. Diría más: realmente, se escribe con los sentidos. Para mí la literatura es sensorial o no es literatura. Lo explicaba muy bien Voltaire: si al hombre le vas quitando los sentidos, no queda nada. El libro está muy lleno de gente, de muchas voces, y hay un esfuerzo expresivo porque creo que los personajes empiezan a existir cuando tienen su voz. Más allá de que guste o no lo que digan; eso no tiene que ver, porque no se escribe una novela para adoctrinar, sino para intentar penetrar en una gran zona de penumbra. Allí donde hay penumbra, la literatura está convocada. Creo, por otra parte, que la primera herramienta de este oficio es escuchar. Hay muchos libros escritos en el aire; para mí tienen mucha importancia los mecanismos de la literatura del habla. Así fue como se transmitió la cultura gallega. Fíjese que los primeros libros, que serían los cancioneros galaico-portugueses, permanecieron ocultos desde la Edad Media hasta prácticamente fines del siglo XIX. La gallega es una cultura que se transmitió por las canciones y los cuentos orales. Entonces la gente escribía en el aire. El aire sostiene los libros. Se habla mucho de la saudade y la melancolía del pueblo gallego, pero yo creo que el componente más fuerte de esa cultura popular es la pulsión del deseo. Su lado hedonista, dionisíaco, erótico, que es el que realmente mueve, hace avanzar la vida, mantenerla. Y por eso aquí tiene su importancia: el libro es un escenario para el duelo entre la pulsión de la muerte y la del deseo. Por eso hay una restitución de voces e ideales, muchos de ellos populares, que fueron quemados, literalmente, que fueron destruidos y enterrados. Y rebrotan.
–¿El gallego es un pueblo festivo que pasa por triste?
–Totalmente. Y surge cuando la gente se expresa sin condicionamientos, ese homo ludens libertario que todos tenemos dentro. Posiblemente llevamos un monstruo, pero también un ser que quiere disfrutar de la vida. Creo en esa dualidad. Roland Barthes decía que una cosa era el placer y otra, un paso más allá, el gozo. En galego la palabra que más se usa es “gozo”. El placer es un disfrute, digamos, pero tiene más que ver con el confort; el gozo en cambio supone riesgo, una apuesta.
–Y eso implicará alguna forma de ruptura.
–Desde luego, es poner en cuestión, poner en entredicho. Y la búsqueda de un más allá siempre, que surja algo nuevo. Yo creo que la literatura que vale la pena está en ese espacio fronterizo. En el siglo XIX, en tiempos de Melville y Poe, en América surgió una división caricaturesca entre escritores rostropálidos y pieles rojas; estos últimos eran los que arriesgaban con sus libros. O como quería Kafka, que los libros golpeasen. Ese es el espacio que me interesa.
–Aquí, respecto de la última dictadura y allá, en torno de la Guerra Civil, se han escrito unas cuantas novelas. ¿Por qué cree que se vuelve tanto a contar la tragedia?
–La guerra española tuvo su prolongación durante una larguísima dictadura, una continuidad por otros medios. Hoy sabemos, además, que fue claramente el primer capítulo de la guerra mundial. Pero además allí ocurrieron todas las guerras del pasado y del futuro. Camus decía que en España se escenificó la derrota de la humanidad. A él también lo interpelaban porque hablaba tanto de España. Ahí tenemos el famoso escenario shakespeareano del mundo, en el que se dieron todos los vendavales, las pasiones, los conflictos. Con cierta cautela, digo que la Guerra Civil Española es la de Troya de nuestro tiempo, tiene un carácter mítico. Fue un laboratorio del horror pero también de resistencia y de dignidad. Allí se experimenta por primera vez el bombardeo de poblaciones civiles; se usa el napalm, lo que veremos en Vietnam; hay miles de desaparecidos; se apropian de niños de los vencidos. Quemas de libros, como en el Medioevo. En la novela cuento que la biblioteca de un hombre muy ilustrado, Santiago Casares Quiroga, que tuvo un gran compromiso republicano, fue en parte quemada, en parte robada y en parte llevada a los tribunales; allí, un juez ordenó que los libros fueran a un calabozo. Presos. Fíjese qué viaje en el tiempo. Yo creo que hay mucho que contar, que está lleno de zonas de sombra. Hay como un cráter entre nosotros y lo que ocurrió. Y creo que la memoria lo tiene que llenar.


http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/4-6164-2007-04-27.html


LA FICHA

Manuel Rivas nació en La Coruña en 1957 y escribe sus libros en su lengua, la gallega. Es narrador, poeta, ensayista y periodista. Suele señalárselo como el escritor más saliente de la escena contemporánea de Galicia. Es autor de, entre otros, Un millón de vacas, La mano del emigrante, ¿Qué me quieres, amor? y El pueblo de la noche. Dos títulos suyos y varios relatos nutrieron un par de películas: El lápiz del carpintero y La lengua de las mariposas. Ha obtenido en España, entre otros, dos Premios de la Crítica y el Premio Nacional de Narrativa. Ha fundado varias revistas literarias y publica sus artículos periodísticos en El País y en Diario de Galicia, entre otros. Ha participado como activista, además, en diversas asociaciones ecologistas y fue una de las voces salientes ante el desastre provocado por el hundimiento del petrolero “Prestige” frente a la Costa da Morte.

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/subnotas/6164-2048-2007-04-27.html


España y la pasión por la libertad

En el proceso de escritura de este libro, durante el viaje a profundidad a las tripas del fascismo, también encontré que si hay un ADN en el pueblo español, en él está la pasión por la libertad”, dice Rivas. “Es algo que me resulta conmovedor. Porque si por una parte hay una cara muy reaccionaria, ya en los años ’30 se hablaba aquí del cuidado de la naturaleza, de nudismo, de igualdad de géneros, de amores libres, de educación sin discriminación, laica, alternativa, vinculada con la naturaleza. Y no sólo se habla, sino que se experimenta. Están todas las vanguardias creativas en acción. Y yo creo que hoy vivimos un período de liberación y de ampliación de derechos. Hay motivos de cierto orgullo, creo yo, porque se recupera una tradición que había sido negada. Porque en España, cuando se habla de tradición, se asocia enseguida con lo reaccionario, con la espada fanática. Y resulta que ahora lo que florece, nos damos cuenta, es otra tradición, positiva. Al gobierno de Rodríguez Zapatero, que está asociado a esto, la derecha no le ha dado tregua. La derecha ha vuelto a un lenguaje protofascista del amigo y el enemigo, pero se les ha vuelto en contra. Yo creo que esta elite conservadora, que pensaba que iba a eternizarse en el poder, tiene una mentalidad que ya ni se corresponde con lo que piensa su propia mayoría partidaria. Como constantemente tratan de explotar el miedo vinculado con el terrorismo, es muy interesante y meritorio que en tiempos en que funcionan a tope las fábricas de producción del temor se estén dando procesos de ampliación de derechos. Que el centro esté puesto en la idea de ciudadanía, y sin que eso sea patrimonio de ningún partido en particular. Yo creo que eso es posible porque la sociedad española cambió mucho más, culturalmente, que los mismos estamentos políticos.”

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/subnotas/6164-2050-2007-04-27.html


*Fuente: Página/12.






Este Primero de Mayo*
24/04/07


*Por Oscar Taffetani


(APE).- Al celebrar el Día Internacional del Libro, el pasado 23 de abril, la Escuela de Escritores y la Scola di Escriptura de España lanzaron un insólito proyecto: apadrinar palabras en vías de extinción.
Adhiriendo a la propuesta, 13.833 internautas (entre ellos, el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero) adoptaron 7.120 vocablos de la lengua, vocablos que son utilizados con un significado distinto al original o que han caído en desuso, para evitar así su desaparición.
Ninguno de los participantes del juego (a pesar de que había muchos argentinos) propuso que el término piquete se incorporara a la Reserva. Tampoco hubo padrinos para esquirol, una palabra ligada, lo mismo que la primera, a la historia de las luchas obreras.
Sin embargo, los conflictos causados por el deterioro constante del salario (pensemos en el caso argentino) no pierden actualidad. Como no pierden actualidad -especialmente en América latina, el África negra y gran parte del Asia- el desempleo, la desnutrición y las epidemias mortales.
Millones de hombres y mujeres y niños, sin tiempo ni capacidad ni fuerzas para participar en torneos de destreza lingüística, se desplazan hoy sobre la tierra, sin hallar quien los “apadrine”, sin oportunidades ni leyes ni palabras que los contengan.
A esa masa que crece en peso y en número (y también en invisibilidad) le habla, le sigue hablando, con absoluta vigencia, el Primero de Mayo.


Viejas palabras, nuevas consignas
En 1886, cientos de miles de obreros norteamericanos, en cuyas espaldas dobladas se apoyaban la bonanza y el despilfarro de la naciente raza capitalista, salió a las calles de Chicago y Nueva York a pelear por una jornada laboral más humana.
“Ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa”, era su consigna.
Las leyes de aquel tiempo consentían de un modo hipócrita el abuso: “Se prohíbe trabajar más de 18 horas al día... salvo en caso de necesidad”, decía una que sancionaron en Nueva York.
Pero bien, eso es parte del pasado, parte de la memoria de la clase trabajadora. Los Mártires de Chicago ya han confundido su sangre, en más de un siglo de luchas, con la de otros mártires obreros y populares. Hoy la nueva realidad pide nuevas palabras. Pide nuevas consignas, para la misma lucha.
“Ochocientos millones de personas sufren de inanición; doscientos millones de niños viven en infame hambruna; novecientos millones de adultos son analfabetos; ciento quince millones de niños no van a la escuela...”, dice un llamamiento de la Federación Mundial de Sindicatos, fechado en abril de 2007.
“Hay 180 millones de migrantes económicos y 17 millones de refugiados, que representan el 3% de la población mundial”, leemos en otro pasaje.
¿Qué palabra, vieja o nueva, deberían pronunciar hoy los trabajadores del mundo, para ser dignos de aquella memoria y aquella tradición de lucha iniciada en 1886?

“Yo propongo Solidaridad” , escribió a la Reserva Virtual de Palabras, en España, un joven internauta argentino.
“Sin ella -agregó- la humanidad está desapareciendo. O está mutando en algo terrible”.

A través de él nos habla a todos -y le habla al futuro- este Primero de Mayo.



*FUENTE: http://www.pelotadetrapo.org.ar/






Alemania | 26.04.2007
"El bombardeo sobre Guernica supuso una fractura de la civilización"*

Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Setenta años después del
ataque, la población vasca conmemora aquellos hechos.

En el 70 aniversario del bombardeo sobre Guernica, DW-WORLD conversó con el historiador alemán Wolfgang Wippermann, presidente de la asociación cultural germano-vasca "Guernica".
DW-WORLD: ¿Por qué el bombardeo sobre Guernica?

Wolfgang Wippermann: El bombardeo sobre Guernica es propiamente el primer crimen de guerra del que hay constancia. El objetivo era sembrar el terror, porque Guernica no tenía ninguna significación a nivel militar, se trataba sólo de un símbolo, de la ciudad santa de los vascos. Por su parte, los alemanes querían demostrar que las nuevas técnicas de bombardeo podían ser decisivas militarmente.

¿Se trató, entonces, de una prueba?

Desde la Primera Guerra Mundial, los aviones habían empezado a tomar parte en los conflictos bélicos. En un principio, en el marco de una guerra en el aire. Con Guernica, se trata de probar diferentes tipos de bombas para reducir una ciudad a cenizas. Más tarde, este método se utilizó durante la
Segunda Guerra Mundial. Aquí en Alemania tenemos los casos de Hamburgo y Dresden. Sin embargo, hay que remarcar que fueron los alemanes los primeros a realizar una acción de ese tipo, y los que militarmente se sintieron satisfechos de su éxito.

¿Se puede hablar de un antes y un después del bombardeo?

Guernica significó no solamente un ataque con el terror como arma, sino una fractura de la civilización. Así es como Pablo Picasso lo percibió y lo expresó en su cuadro "Guernica" de forma magistral.

Sin embargo, hablar de Guernica es también hablar de olvido.

El recuerdo de Guernica es ocultado, eliminado. Tras la Guerra Civil española y la victoria de los facistas, el general Franco es recibido en el llamado "mundo libre" en nombre del anticomunismo. Eso provoca que el recuerdo de Guernica quede en el olvido. Evidentemente, en España estaba absolutamente prohibido hablar del tema. Pero es que en Alemania, la Guerra Fría y el conflicto de bloques provocó también que el recuerdo del ataque sobre Guernica cayera en el olvido.

¿Explica este olvido que las disculpas oficiales del gobierno alemán por el bombardeo no llegaran hasta hace diez años?

Se puede decir que no hubo un sentimiento de culpa, que tras el padecimiento en primera persona de ataques aéreos como los de Hamburgo y Dresden se olvidó que en Guernica fueron los propios alemanes los primeros en llevar a cabo un ataque de este tipo contra población civil, y posteriormente durante
la misma Segunda Guerra Mundial contra ciudades como Coventry, Varsovia o Belgrado.

¿Y cómo se retoma la cuestión y se revisa tras tantas décadas este acontecimiento histórico?

En nuestro caso, desde la asociación cultural germano-vasca "Guernica", aprovechamos la conmemoración de los 60 años del bombardeo, en 1997, para organizar un gran simposio aquí en Berlín, que obtuvo un gran eco en la prensa tanto alemana como española. También coincidió entonces con la presencia del presidente federal, Roman Herzog, en Guernica, donde pidió oficialmente disculpas en nombre del pueblo alemán. Eso supuso en el País Vasco y en Guernica un gran acontecimiento.

Eso fue hace diez años, pero la asociación que preside ha continuado con sus actividades hasta ahora.

En estos últimos años hemos seguido llevando a cabo pequeñas iniciativas de carácter histórico y hemos extendido nuestra colaboración a multitud de organizaciones vascas. Destacaría que de lo que se trata es del nacimiento de una nueva conciencia colectiva histórica desde abajo. Se trata de un movimiento civil, y es por eso que los actos organizados ahora -con motivo del 70 aniversario del bombardeo- me hacen especialmente feliz.

¿Y qué experiencia sacamos de lo que pasó hace setenta años?

Creo que el hecho de que se puede aprender de la historia. Nuestra tarea es una muestra de ello, de que se puede aprender a partir de la historia de nuestros crímenes y convertir un hecho como el de Guernica en algo positivo.


*Emili Vinagre.
-Fuente:
http://www.dw-world.de/dw/article/0,,2459311,00.html?maca=spa-Titulares-640-html






Limbos*


*Por Rodrigo Fresán
Desde Barcelona


UNO
Las elecciones en Francia, el triunfo de Nadal sobre Federer en Montecarlo, el gol de Lionel "Forrest Gump" Messi, Diego "Se Me Escapó la Tortuga" Maradona rumbo al psiquiátrico, las largas jornadas del juicio por las bombas del 11-M, el muro de Bagdad, la largamente anunciada como inminente explosión de la burbuja inmobiliaria española, el cadáver político de Yeltsin, la espantosa última novela de Paul Auster, el compulsivo fragor de Sant Jordi (histérico día del libro catalán sobre el que ya he escrito
demasiadas veces), el futuro incierto de Ronaldinho, la rígida gestualidad mediática de Zapatero (a quien semanas atrás le preguntaron en vivo: "¿Cuánto vale un café?") versus la más relajada gestualidad de Rajoy (a quien en el mismo programa una ciudadana de a pie le disparó: "Si no es mucha molestia, ¿le puedo preguntar cuánto gana?"), la falta de viento en la regata de Valencia, los problemas revisionistas que al PP le causa la Ley de la Memoria, la chica que ya no será futura reina de Inglaterra, las
elecciones municipales que se vienen, el verano que promete ser agobiante, los nuevos hallazgos en cuanto a qué mueve los motores de la sexualidad humana, el descubrimiento de que comer carne de ternera en el embarazo perjudicará la eficiencia reproductiva del esperma de los hijos (¿alguien puede explicarme cómo se llega a semejantes conclusiones?), las cintas del asesino de la Virginia Tech University, la pareja que se agarra a tiros en la sede central de la CNN y el tipo que se pone a disparar en la NASA, los
que siguen publicando extáticos artículos sobre Gabo, el horror de un nuevo disco de Carlinhos Brown, las discusiones entre compañías aéreas por la repartija de espacio en la ampliación del aeropuerto de Barcelona, los detestables ciclistas que han tomado las veredas de la ciudad, la trayectoria del asteroide que quizá choque con la Tierra en el 2036 y el hallazgo de un nuevo planeta hipotéticamente habitable (y seguramente destruible)... Todo esto y mucho más es lo que sale de todas partes para
entrar en nuestras respectivas cabezas. El oscuro estruendo de un ruido blanco que no cesa y que nos obliga no a entender pero sí a atender una cantidad de cosas que no nos importan en absoluto o que, por lo menos, no deberían importarnos. Pero ahí están. Y, sí, hay momentos en que a uno le dan ganas de tirarse por la borda.


DOS
Lo que me lleva a una de las dos noticias de los últimos días que a mí me interesan de verdad: la desaparición de toda la tripulación -en plan Mary Celeste- del velero/catamarán "Kaz II" flotando vacío a unos 160 kilómetros de la costa australiana. La mesa puesta para el almuerzo, todo el
instrumental técnico en perfecto estado, los chalecos salvavidas intactos, la despensa llena de provisiones, pero ni rastros del experimentado navegante Derek Batten y sus amigos. Me enteré del asunto el pasado sábado y no volví a leer nada sobre el misterio. Y emociones encontradas, claro: las
ganas de que todos estén bien pero, al mismo tiempo, de que el misterio nunca se explique y que denota la existencia de algo más allá de nuestro entendimiento. Porque lo que en realidad no soportamos es vivir sometidos a un sinfín de explicaciones para que, al final, no se entienda absolutamente nada.


TRES
A Kurt Vonnegut -fantasmal invitado de esta sección durante las últimas semanas- le gustaba distraer a sus personajes del caos apocalíptico, poniéndolos a inventar en sus novelas religiones que los ayudaran a
comprender lo incomprensible. Así, la Sociedad de la Camisa Santa, la Iglesia de Nuestro Señor Jesucristo El Secuestrado (quien vino por segunda vez pero fue hecho prisionero) y la final y sin atenuantes y muy verosímil Iglesia de Dios el Definitivamente Indiferente a Todo. "Por supuesto que
pienso que la Iglesia puede ser un gran consuelo, porque pocas cosas resultan más consoladoras que el que nos mientan constantemente... Yo creo en algo, pero no sé en quién. De ahí que mi versión del Padrenuestro comience con el siguiente verso: A Quien Corresponda...", dijo Vonnegut en una entrevista.
La Iglesia Apostólica Romana y su Gran Jefe (a quien podría llamarse al Papa "Pez Gordo", porque después de todo el pez fue el símbolo del cristianismo antes de que cambiaran de agencia publicitaria para relanzarse con la Cruz -artefacto de tortura- como marca registrada), que no conforme con
haberse ofendido porque ha vuelto a mancillarse la memoria de aquel antiguo colega que no se movió mucho cuando los nazis hacían de las suyas, ahora ha vuelto a ocuparse de uno de sus temas favoritos: los límites y propiedades de esa twilight zone espiritual conocida como limbo. Algo así como una estación celestial a la deriva. Ni tormento, ni gloria. El lugar hacia donde, hasta hace poco, iban los niños que morían sin ser bautizados. Una de las muchas crueldades doctrinarias que, supongo, obligaban a un sacerdote a presenciar partos y lanzar agua bendita por las dudas. El limbo como local que ahora ha sido cerrado porque reflejaba "una visión excesivamente restrictiva de la salvación" y porque existen "serias razones teológicas para creer que los niños no bautizados que mueren se salvarán y disfrutarán
de la visión de Dios". De este modo, esta "hipótesis teológica" ha sido clausurada definitivamente. Pero a mí no me engañan: cambio de ramo.
Necesitan más lugar para ampliar el infierno. O tal vez sea un VIP del cielo que, seguro, será infernalmente divertido y nada que ver con todas esas nubecitas. En cualquier caso, Benedicto XVI apuesta a la figura de un Dios castigador dispuesto a poner orden en esta "viña devastada por jabalíes" y todo eso. Volver a los viejos tiempos y terrores -empezar por amenazar con las llamas de la excomunión a los que acaban de votar la legalización del aborto en el muy católico México DF- y desmontar las sutilezas que en 1999 propuso su directo antecesor y futuro santo automático Juan Pablo II, quien había explicado que purgatorio, cielo e infierno no eran "lugares físicos" sino "situaciones". El porqué de aquello era obvio: las encuestas -lo leí en un artículo de Juan G. Bedoya en El País- revelaban que el 60 por ciento de los feligreses creía en Cristo, pero no en las diferentes colonias de vacaciones o penitenciarias propuestas por el catecismo más retro. Es una pena, porque lo que en realidad permitía
-lo que autorizaba- el descarte de tanta ala y aureola y de tanto azufre y tridente era la posibilidad de que cada uno diseñara su propio paraíso y su propio averno. ¿El cielo como un barco vacío? ¿El infierno como la obligación de vivir eternamente pendiente del Diego? ¿O viceversa?
El purgatorio, se sabe, es igual para todos y es exactamente así, y -digan lo que digan, a diferencia de Dios- está en todas partes.


*FUENTE: Página/12
http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-84125-2007-04-27.html







POR SOLEDADES*



Un hombre es perseguido, una
familia entera, una organización, un pueblo. La
responsable de esta situación no es la codicia, sino un
comerciante con sus precios, con la imposición
de las reglas del juego. Los empresarios, la policía
con la imposición de las reglas del juego. Por eso
ese hombre, ese pueblo, esa familia, esa organización, se
siente perseguida. Es más, comienzan
a perseguirse entre ellos, a delatarse,
a difamarse, y juntos, a su vez, se lanzan a perseguir
quimeras, a olvidarse de las legítimas,
de las costosas pero realizables aspiraciones;
marginan la penosa esperanza. Entonces
toda la familia, todo el pueblo, entra
en el nivel más alto de la persecución: la paranoia, esa
refinada búsqueda de los
perseguidos históricos y culturales.
Y ésta
es la triste historia de los pueblos
derrotados, de las familias envilecidas,
de las organizaciones inútiles, de los hombres solitarios, la
llama que se consume sin el viento, los aires
que soplan sin amor, los amores que se marchitan
sobre la memoria del amor o sus fatuas presunciones.



*de Francisco Urondo.

-Fuente: http://www.abanico.edu.ar/2005/03/Urondo.htm





*

Queridas amigas, queridos amigos:


El domingo 29 de abril del 2007 presentaremos en la Radiofabrik Salzburg (107.5 FM), entre las 19:06 y las 20:00 horas (hora de Austria!), en nuestro programa bilingüe Poesía y Música Latinoamericana, música del compositor argentino Fernando Maglia. Las poesías que leeremos pertenecen a Marga López Díaz (Colombia) y la música de fondo será de Bandolas de Venezuela
(Venezuela). ¡Les deseamos una feliz audición!


ATENCIÓN: El programa Poesía y Música Latinoamericana se puede escuchar online en el sitio www.radiofabrik.at
(Link MP3 Live-Stream. Se requiere el programa Winamp, el cual se puede bajar gratis de internet)!!!! Tengan por favor en cuenta la diferencia horaria con Austria!!!!


REPETICIÓN: ¡La audición del programa Poesía y Música Latinoamericana se repite todos los jueves entre las 10:06 y las 11:00 horas (de Austria!), en la Radiofabrik de Salzburgo!
Cordial saludo!



YAGE, Verein für lat. Kunst, Wissenschaft und Kultur.
www.euroyage.com
Schießstattstr. 44 A-5020 Salzburg AUSTRIA
Tel. + Fax: 0043 662 825067



*

Reescribiendo noticias. Una invitación permanente y abierta a rastrear noticias y reescribirlas en clave poética y literaria. Cuando menciono noticias, me refiero a aquellas que nos estrujan el corazón. Que nos parten el alma en pedacitos. A las que expresan mejor y más claramente la injusticia social. El mecanismo de participación es relativamente simple. Primero seleccionar la noticia con texto completo y fuente. (indispensable) y luego reescribirla literariamente en un texto -en lo posible- ultra breve (alrededor de 2000 caracteres).
Enviar los escritos al correo: inventivasocial(arroba)yahoo.com.ar



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Inventiva Social publica colaboraciones bajo un principio de intercambio: la libertad de escribir y leer a cambio de la libertad de publicar o no cada escrito. los escritos recibidos no tienen fecha cierta de publicación, y se editan bajo ejes temáticos creados por el editor.
Las opiniones firmadas son responsabilidad de los autores y su publicación en Inventiva Social no implica refrendar dichos, datos ni juicios de valor emitidos.
La protección de los derechos de autor, o resguardo del copyrigt de cada obra queda a cargo de cada autor. Inventiva solo recopila y edita para su difusión los escritos que cada autor desea compartir.
Inventiva Social no puede asegurar la originalidad ni autoria de obras recibidas, solo verificar que un autor con nombre Y/o seudonimo , y una dirección personal de mail nos envia un trabajo.

Respuesta a preguntas frecuentes

Que es Inventiva Social ?
Una publicación virtual editada con cooperación de escritores y lectores.

Cuales son sus contenidos ?
Inventiva Social relaciona en ediciones cotidianas contenidos literarios y noticias que se publican en los medios de comunicación.

Cuales son los ejes de la propuesta?
Proponer el intercambio sensible desde la literatura.
Sostener la difusión de ideas para pensar sin manipulación.

Es gratuito publicar ?
En inventiva social no se cobra ni se paga por escribir. La publicación de cada escrito es un intercambio de libertades entre el escritor y el editor, cada escritor envia los trabajos que desea compartir sin limitaciones de estilo ni formato.

Cómo se sostiene la actividad de Inventiva Social ?
Sus socios lectores remuneran con el pago de una cuota anual el tiempo de trabajo del editor.

Cómo ayudar a la tarea de Inventiva Social?
Difundiendo boca a boca (o mail a mail ) este espacio de cooperación y sus propuestas de escritura

¿ Otras preguntas o consultas? escribi a inventivasocial(arroba)yahoo.com.ar

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