*Obra
de Walkala. Luis Alfredo
Duarte Herrera (1958-2010).
-En Aurora Boreal. Walkala:
un homenaje in memoriam
LOS DEMONIOS DE
MIEDO*
Es octubre. El
espejo ha hablado
Ha dicho que
soy un grano de polen y una gota de agua.
Que puedo ser
flor, pez o caracola. Hermafrodita.
Que mi corazón
escala las cimas de las nubes.
Que nací para
“hija rutilante de la aurora “.
Pero, busqué,
insaciable, sepulturas
Sarcófagos,
osarios, hipogeos.
Tierra de
cementerio. Sin luces y sin sombras.
Pálida estrella
de corcheas y sapos vespertinos
Es octubre; el
silencio de los espejos ha gritado.
Todos los
demonios del cielo se han posado en mi lecho.
Y han partido,
sin siquiera despedirse, aquellos Reyes Magos.
Los míos, mas
amados, han partido.
Y estoy en la
cueva de Platón, mirando a la pared del fondo.
Nadie entiende
el letargo de viejos anatemas.
La ceguera
obnubila el atisbo de la hoguera.
Y los hombres
son sombras y sus sombras demonios.
Han vuelto, los
gnomos, los zapatos rojos y la niña.
Niña pradera
rosa amiga del trébol y de los gatos negros.
Mujer,
sacudida, por serpientes de octubre.
Lúdico instinto
de primates. Imparable.
Y el deseo del
chacal y del ciervo.
La melena
extendida en el cuerpo desnudo.
Y los brazos
extendidos al sol.
Y el sol
crucificado en el pubis de oro.
Es octubre y el
espejo se escurre entre los dedos.
*De Amelia
Arellano. amelia.arellano01@yahoo.com.ar
QUIÉN PUEDE ATAJAR EL BORDE DEL CIELO…
DISTANCIAS*
*De Jorge
Isaías. jisaias46@yahoo.com.ar
Nosotros en aquel tiempo
llamábamos a las cosas de modo distinto según fuera las formas en que nos
poníamos a inventar juegos nuevos.
La imaginación siempre lista,
siempre a flor de piel como quien dice, para suplir la falta absoluta de
juguetes en que transcurrió toda nuestra infancia. Por otro lado muy breve
porque pronto tuvimos que salir a trabajar para ayudar a nuestras familias. En
mi caso corría con una ventaja que debo a mi padre en su decisión de no tener
una familia numerosa. Esto siempre lo explicaba así, cuando se le infería por
que habían decidido tener un solo hijo.
-Vi mucho hambre en todos los
lugares que recorrí por trabajo.
De hecho cuando mi hermano
nació yo había terminado la primaria.
Mi padre abandonó la chacra
paterna disgustado con mi abuelo cuando tenía dieciséis años. Durante
veinticinco no se hablaron ni se vieron, pese a que mi padre no se movió
de la colonia, siempre trabajando de peón en las chacras hasta que se radicó en
el pueblo, se afilió al Sindicato de Obreros Rurales, conoció a mi madre en un
baile del club y se casaron. Según siempre oí contar.
Cuando bautizaron a mi hermano,
se asó un lechón en casa de tío Berto. Había viajado tío Kelo
con tía Pina para oficiar de padrinos. Fue la última vez que los vi. Yo tenía
catorce años. Pero el cura rechazó su padrinazgo porque estaban casados vía
Uruguay y acá no valía al no haber divorcio.
Todo se salvó al fin de cuentas
porque tío Berto y tía Ita oficiaron de gustosos padrinos. Ese
día, las mujeres conspiraron para sentar uno al lado del otro y mi padre prestó
su cuchillo más filoso a mi abuelo e hicieron las paces. Mi padre tenía
entonces cuarenta y un años. Muchas veces pensé –como toda la familia- si tal
distanciamiento no fue excesivo. Pero al conocerlos comprendí que era natural
que así fuera porque tenían una cabeza por demás de tozuda, dura como una
piedra repetía mi abuela que los padeció largamente a los dos.
Creo que mi abuelo nunca le
perdonó a mi padre que siendo el mayor de ocho hermanos, lo abandonara tan
pronto y además dando el ejemplo para que los demás lo imitaran y lo dejaran
solo para trabajar la tierra que en verdad daba poco y pensándolo bien era lo
lógico. Esas pocas hectáreas arrendadas no alcanzaban para mantener
tantas bocas.
Lo cierto es que mi abuelo se
sintió cansado a los cincuenta y seis años y canjeó herramientas, caballos,
vacas y demás animales por un pequeño almacén y despacho de bebidas que bautizó
Las Colonias en un barrio que había sido en su momento de muy mala fama
porque funcionaron muy cerca un par de prostíbulos. Los habían clausurado hacia
casi veinte años pero el barrio no había mejorado mucho y sobre todo no le
resultó próspero por la situación económica de los vecinos.
Una década después se jubiló y
lo alquiló al Mono Boccolini cuando se casó con mi prima. Como no les
convenía económicamente y porque se cansó de lidiar con borrachos, lo cerraron
para irse de mensuales a la chacra de Marcelo Hidalgo en Colonia La Catalana.
Estaban justo enfrente de ese escuelita tan hermosa, una réplica en pequeño de
la Provincial de mi pueblo. Tenían como vecinos a la familia Méliga.
Yo iba seguido y me quedaba en
esa chacra lleno de gallinas y de patos y de pavos gritones. Siempre me
gustaron las chacras, aunque nunca viví n ninguna, ya que mi familia las iba
abandonando porque ninguno fue nunca dueño de ninguna parcela de campo ni para
enterrar sus huesos siquiera. Así que buscaron nuevos horizontes ya en el
pueblo con cualquier conchabo o en las ciudades los más jóvenes. El típico
éxodo rural hacia los centros urbanos que necesitaban mano de obra en las
industrias que empezaban a brotar en especial en Buenos Aires y Rosario.
Pero sobre todo me gustaban los
caminos rurales que llevaban y traían gente en esas numerosas tareas, que a lo
mejor se reducían a muy pocas pero que necesitaban un desplazamiento constante:
trasladar leche al pueblo desde los tambos a la Cremería , la que tuvo muchos
años la Cooperativa Agrícola Federal, o los granos cuya variedad era
mucha en ese tiempo hacia los galpones que las cerealeras tenían en el pueblo,
incluidos los varios que poseía la misma Cooperativa.
Esos caminos también eran las
vías naturales para llevar los arreos de hacienda hasta la Feria donde se
remataba en esa esquina llena de árboles añosos que compró la familia Salvucci
y cuidó y plantó más árboles, los que hoy son un orgullo por la cantidad de
especies, que orondamente me reciben en cada viaje. Muchas veces he pensado en
esos caminos que tanto amarían Arnaldo Calveyra, entrerriano y poeta o el
mismísimo Haroldo Conti, nativo de Chacabuco, quien decía que los caminos
rurales eran fogonazos de sol enclavados entre verdes y ocres.
Los caminos agrego yo que tanto
amé, que transité primero con mi padre, en incursiones de caza a pie, y muchas
veces en sulky cuando lo acompañaba en sus trabajos de juntador de maíz, o con
mis amigos cuando íbamos de pesca.
Esos caminos que rodeaban las
casas como grandes ríos de tierra con sus árboles frondosos a los costados.
Esos caminos que eran como nerviosas telas de araña que el solazo de
enero verían pacíficos, porque recibían el silbido del abejorro impaciente, el
zumbido de las abejas que insistían en buscar esas flores silvestres para su
miel.
Esos caminos que sobrevolaban
las garzas moras y blancas buscando cañadas lejanas.
*
Vela que calla
al verbo que
arde
sobre el tercio
de las autopistas
Diagrama el
caminar, esa temible dimensión
donde los
monstruos restauran sus formas viejas.
Como una peste
de dinosaurios
que abren
puertas desde el fondo
donde los pies
no hacen pie
y las manos y
las bocas
aprietan la
vigilia para no rodar en rotas fatigas
Quién puede
atajar el borde del cielo
cuando se va
cayendo tras la cuerda del océano?
Vos y yo
y viceversa.
DESTELLOS
ESTELARES*
*De CELSO H.
AGRETTI. celsoagr@trcnet.com.ar
Ensayo
Estiman que el universo tiene
una edad de unos trece o catorce mil millones de años, partiendo de que habría
nacido del Big Bang, o sea de La Gran Explosión; en la cual una masa súper
concentrada explotó arrojando restos al espacio, formándose así el universo, y
en el cual aún siguen viajando y aglutinándose en nuevos cuerpos celestes,
mientras que estallan a su vez; agregando escombros, proto-estrellas; en un
esparcirse caótico, que nacen en todos lados y viajan en todas direcciones.
No sólo el universo se expande
por aquel gran estallido, sino que continuamente nuevos astros mueren, se
extinguen, o explotan, aportando polvo de estrellas, con el que nacen nuevos
cuerpos de distintos tamaños, que a su vez van concentrándose en nuevas
galaxias y constelaciones, con sus soles y planetas, lunas y asteroides…
Un continuo renacer, una
actividad que se fue haciendo en cámara lenta, que podría parecer caótica, pero
que responde al equilibrio cósmico, gobernado por leyes que aún la ciencia
trata de comprender más a fondo. Una expansión que lleva casi una eternidad,
vista en términos humanos.
Hoy se trata de ubicar donde
tuvo lugar aquel gran estallido, siguiendo las trayectorias, los vectores de
los cuerpos celestes que se esparcen, y la distancia que viajaron en este largo
tiempo. Eso si el universo se agrandara como un globo a medida que se infla;
pero todos los estallidos secundarios generan una aspersión desordenada que
arrojan restos en todas direcciones en un pandemónium indescifrable.
Se estima que el centro está a
14000 millones de años luz (*), y aún no se lo alcanza a vislumbrar, y menos
aun la “otra orilla”, las antípodas del gigantesco espacio que parece no tener
fin.
Lo que podemos deducir es que
nada está en su lugar. Al menos no en el lugar en que los vemos; que se han
estado moviéndose y se siguen moviendo constantemente.
La estrella más cercana: Próxima
centauro, está a cuatro años luz de distancia; o sea que su luz tarda en
llegarnos todo ese tiempo. Podremos deducir en consecuencia, que hace cuatro
años que ya no está allí donde la vemos, porque en ese tiempo se cambió de
lugar y seguirá moviéndose. A menos que haya dejado de existir durante ese
lapso.
Otro buen ejemplo sería
Betelgeuse, brilla como Beta (*) en el cinturón de la constelación de
Orión, cercana a Sirio (*), con todo su esplendor, tardando en llegarnos su luz
unos quinientos noventa años. Pero hay indicios que habría explotado hace
unos quinientos años, y ya no existiría como tal, basados en las perturbaciones
y turbulencias del plasma cósmico que nos están llegando hoy mismo,
provenientes de ella. Una de las estrellas más luminosas de nuestro
cielo, aunque realmente, podría ser nada más que polvo.
Nuestro sol está a sólo ocho
minutos luz de tiempo, o sea de distancia. Tenemos que pensar que allí sigue
estando, dado que antes de apagarse dará señales durante miles de años, y
sabemos que hasta hace un momento aún estaba radiante.
Pero de las estrellas más
lejanas no podemos decir lo mismo. Sabemos que ya no están en ese lugar
tampoco, ya que evolucionan consumiéndose poco a poco, o explotando, o
transformándose en soles, o en cuerpos gaseosos gigantes, enanas rojas, novas y
supernovas…
Hay instrumentos como el
telescopio espacial Hubble que buscan encontrar las galaxias más lejanas,
comparándolo a un viaje en el tiempo, ya que al ver un astro tan lejano, sólo
veremos lo que fue de él en aquel tiempo; dado lo que tarda en llegar a
nosotros su luz.
Si todo se ha estado moviendo en
millones de años, si ninguno entonces está en su lugar; se entiende que nos
digan que lo que vemos cuando nos muestran una estrella o una galaxia lejana:
es un espejismo de lo que fueron y donde estaban, miles o millones de años
atrás en el tiempo.
Desearíamos saber dónde estaría
hoy esa estrella. O galaxia, nebulosa, o lo que fuera; y cómo sería en este
preciso momento, y además saber si aún existe.
Podríamos pensar que el cielo, el
espacio; no es para nada lo que vemos. Nada es allí igual a entonces. Ese cielo
estrellado es una postal de lo que fue. Salvo el Sol, los planetas de
nuestro sistema, y los cuerpos brillantes más cercanos; el cielo de hoy nos
defraudaría si viéramos el resultado neto, lo que fue quedando…
Si se pudiera reconstruir e ir
borrando los que ya no existen, como en el juego de la batalla naval:
(hundido…, agua…, hundido); podría quedar una población muy disminuida de
astros reales, que no fueran una postal antigua, una ilusión
óptica, en la inmensa e infinita bóveda celeste.
Podríamos llegar a pensar que
las estrellas más cercanas, serían las mismas que hace miles de millones de
años estuvieron en el centro del espacio, que las vemos dos veces, y aún estas
podrían ya haberse extinguido.
¿Qué nos quedaría como resultado
una vez logrado borrar del cielo aquellas estrellas y galaxias, cuya
luz emitieron muchísimo tiempo atrás, que ya no existen como tales; y
quedarnos con solamente los cuerpos estelares que sí existen?
No es para nada disparatado
hacer este planteo. Quizás los reales sean muy pocos y cercanos, porque
muchísimos transformados los volvemos a ver casi al lado nuestro, y todo lo
demás podría ser sólo un recuerdo.
El Creador nos ha querido
regalar un cielo lleno de brillantes luces, que son reales como luz, aunque
muchos ya no tengan cuerpo. Nos ha regalado la luz y la ilusión que en conjunto
nos conmueve, nos hace estremecer con sólo contemplarlo. Nos acerca más a Él.
Y nos dejó como en un gran libro
abierto, el registro de toda la historia del universo, lleno de tantos
misterios, para que la humanidad contemplándolo, pueda sacar sus
conclusiones y profundizar en la sabiduría que está escondida en él… y
seguir gozando la belleza del cielo; y aún lo más grandioso es que ya ni
importa siquiera si materialmente una parte de él fuera sólo luz, y destellos
estelares…
FIN
Celso H Agretti – Avellaneda
Santa.Fe; 12/05/2011
Nota: (*)
Velocidad de la luz en un
segundo:
300.000 Kilómetros.-
Próxima Centauro (de Alfa
Centauro):
4 años luz= 1.23 “parsec”. 3.800
billones (Millones de millones) de Kms.
Tribu*
Esa tribu de
pájaros
atraviesa de
golpe
la línea que
amanece
Sólo el surco
me guía
cuando los ojos
abren
el paisaje
y el camino
pregunta
por la vida
Soy un pájaro
solo
He perdido la
tribu
A veces
lo recuerdo
*De María
Silvia Paschetta. mariasilviapaschetta@yahoo.com.ar
LO TENGO QUE
CONTAR...*
Todo fue
cuestión de minutos...cuando pasó y la conmoción aún me embargaba, miré el
reloj y vi que eran las 16.38 de este 12 de junio del 2013 que va terminando en
el huso horario en que se sitúa la población rural del sur brasilero donde he
venido a dar con mi osamenta por los tiempos que corren.
Venia haciendo
mi caminata, que procuro sea diaria o alternándola con un triciclo a pedal, por
los caminos de ripio vecinos adonde vivo. Ya en otras comunicaciones he
resaltado la laboriosidad y la versatilidad de los colonos cuyos bisabuelos o
tatarabuelos vinieron de Alemania, de donde aun preservan sus tradiciones. Cada
paseo ofrece alguna muestra de los modos de tornar productivas las pequeñas
extensiones de tierra que labora cada familia. En otra ocasión me sorprendió
una carreta tirada por bueyes, aunque ya había visto otra en una visita a una
población de la misma área. Esa vez quedé un tanto perplejo pero no me anime
siquiera a acercarme al conductor de la carreta.
En esta
ocasión, de manera sorpresiva caí en la cuenta que estaba acercándome a una
yunta de bueyes arrastrando un arado y maniobrada por un joven, la que venia en
dirección contraria a mi sentido de marcha. Sentí una honda trepidación en mí.
Lo primero que pensé fue que al menos me iba a ir de este mundo habiendo visto
en acción una yunta de bueyes arando. Lo había visto en los libros de lectura.
También en alguna foto antigua o en alguna película argentina (en este
caso como reconstrucción). Sabia que los hermanos aborígenes en el Chaco usan,
llamémoslo así, esta tecnología.
Atrás del joven
que maniobraba los bueyes, había una pareja de una edad que pasaba los
cincuenta.
Tomé coraje me animé,
y les dije que para mi era cosa muy buena ver ese panorama. Que nunca había
visto cosa así. La señora en ese portugués que denota que cotidianamente hablan
el dialecto alemán, me contesto que "así se las arreglaban los
pobres". Y yo le dije: "No señora Ustedes son los ricos del futuro.
Pronto se terminará la gasolina y entonces, esos que andan con máquinas a motor
van a tener que volver a lo que ustedes hacen ahora". La señora no me dijo
nada, pero quien estaba la lado, que casi seguro era su marido: Me dijo:
"Gracias" en portugués. Ya sabemos que el lenguaje escrito pierde
mucho del mensaje hablado y de los gestos y posturas del que habla. Como pude
percibir, aun en mi emoción, todo el sentido de ese "Gracias", me di
cuenta que el hombre había entendido mi discurso.
Y mientras
seguía caminando, me decía: "Esto lo tengo que contar". Y es lo que
acabo de hacer...
-Alfredo
Armando Aguirre.
Trabajos
publicados: http://choloar.tripod.com/trabajos.htm
* * *
Inven tren Próximas
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INDACOCHEA.
-Por
Ferrocarril Midland-
LUCAS
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