*Obra de Mario
García Portela.
-Pinar del Río,
Cuba, 1942. Miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba
(UNEAC), Profesor de Artes Plásticas y Licenciado en Historia y Ciencias
Sociales. Trabajó durante 38 años en la docencia del arte en la Escuela
Vocacional de Arte de Pinar del Río y en la Universidad Pedagógica de esa
Provincia.
Ha realizado
más de 20 exposiciones personales en Cuba, Estados Unidos, Italia y España.
Durante su
trayectoria se le han otorgado trece premios y distinciones en Cuba y dos en
España. Ha participado en más de 200 exposiciones colectivas en Cuba, Chile,
Costa Rica, Panamá, México, Trinidad y Tobago, Colombia, Canadá, Estados
Unidos, España, Alemania, Francia, Italia, Malasia, El Líbano y Noruega.
LA CASA SIN
PUERTAS*
Pudo haberlo
escrito el último poeta marciano.
Crónicas
Marcianas
Ray Bradbury
Así fue como
nos conocimos, yo regresaba con una bolsa de compras, rumbo al aburrimiento
cotidiano. Ella, sentada en el contén, derramaba lágrimas silenciosas sobre el
pavimento. “No puedo encontrar la puerta”, respondió a mi pregunta antes de que
fuera formulada.
Y así fue
siempre. Sabía mis pensamientos antes que se convirtieran en palabras. Reíamos
los chistes antes de que nacieran, las bromas antes de ser gastadas, nos
escribíamos cartas que no abríamos, porque adivinábamos hasta en las faltas de
ortografía, nos entristecíamos de las penas que ocultábamos para no abrumar
demasiado el alma compartida… “Verás que si un día dormimos juntos, volteamos a
la vez para el mismo lado, como Carrasclín y Carrasclás, los dos gorditos de
Alicia en el País de las Maravillas”, me decía.
Aquella tarde,
la primera de muchas, no quise creerle lo de la casa. “Está enojada conmigo.
Esta mañana al salir la cerré con demasiada fuerza; fuera el que fuere el
motivo de mi enojo, no era culpable, sé que fue injusto de mi parte, pero su
castigo no es proporcional a la injuria. Ahora me esconde la puerta… No tienes
idea de hasta dónde puede llevar su rencor cuando se siente herida”. Permanecí
a su lado hasta el anochecer. A la hora en que las sombras se difuminan,
dando paso al reino de las tinieblas, se levantó, agradeciéndome con una
sonrisa. “Ya me debe haber perdonado”, y caminó lenta hacia la reja,
desapareciendo en su interior… El sonido de una cerradura al voltearse me
indicó que había entrado.
Solo de pensar
en pasar por su calle, sabía que iba a encontrarla sentada en la escalerita que
llevaban a la verja y al jardín. Nunca traspasé aquellos umbrales, sabía que la
casa me estaba vedada. “Es muy rara con los intrusos, tengo miedo por ti”,
intentaba explicarme a pesar de que nunca pregunté, “Ya ves cómo se comporta
conmigo y me conoce desde que nací.... Puede que se cierre a tu paso, que
llegue a golpearte, que te oculte la entrada, tal vez juegue al escondite hasta
confundirte, girando como una veleta, para probar tu cansancio o tu
resistencia. Lo que más temo es que le gustes, que le agrades tanto que te deje
entrar y luego no salgas nunca de ella. No es de ese modo que quiero
retenerte…”.
Yo la dejaba
con su extraña fantasía, pensando que escondía otra realidad más cruda y triste,
algo similar a una madre anciana, egoísta y solitaria, arrebujada en una
mantilla azul aunque no hiciera frío, que tejía a solas en una mecedora,
intentando controlar su vida, repeliendo los intrusos, queriéndola solo para
ella, hacer de ella el cuerpo de su sombra, intentando convencerla que no había
nada que buscar en el mundo de afuera... Luego, apartaba el pensamiento por
temor a que ella lo escuchara.
No sé de dónde
saqué fuerzas para pedirle que huyera conmigo. Sin importarme sus verdades, su
pasado, su historia vedada, le rogué que se fuera a mi pequeño piso junto al
mar, para terminar lo que habíamos comenzado hacía un año y saber de una vez si
volteábamos al unísono como Carrasclín y Carrasclás. “Espérame, voy a recoger
algunas cosas”, me dirigió una mirada llena de esperanzas, “vuelvo enseguida”.
No debí haberla
dejado entrar… Nunca… Paso cada día, a la misma hora, para contemplar su triste
rostro en la ventana, ajándose con los años, cubriéndose con una mantilla azul
aunque no haya frío, convirtiéndose en una anciana que pierde la vista de tanto
mirar en busca de respuestas, pensando que no hay que salir a buscar el mundo,
porque el mundo cabe entre cuatro paredes. Debí haber adivinado que la casa
había escuchado nuestra última conversación.
*De Marié
Rojas Tamayo.
La Habana.
Cuba.
LOS GITANOS DEL
MAR*
Cuando vuelva a
la isla
me zurciré dos
alas con hojas de plátano verde
me pondré dos
tomates
sobre los
párpados, no me pregunten
para qué, que
es un secreto
una herejía
ancestral que guardo
de mis
bisabuelos maternos.
Gente de piel
cobriza, pelo enmarañado
como guanucos
de bañarse
que arrastradas
por una hambruna
fueron de isla
en isla, náufragos
con un trozo
del idioma en su frente.
Gente acusada
de comer monos, garzas
tarántulas,
alacranes y sabandijas
fueron la raíz
de mis raíces.
Gente acusada
de ser la avanzada
de “King James
Bible”.Cuando vuelva
a la isla, me
zurciré dos alas plausibles
con hojas de
plátano verde
y volaré hacia
el sol, como el bisabuelo voló
creyendo ser
Ícaro, aunque sin percatarse
que era sólo un
hombre negro.
*De Daniel
Montoly. danielmontoly@yahoo.es
PASAJEROS*
La vida, qué es
la vida sino aliento
que el divino
universo nos regala,
arena en un
reloj que se resbala
grano a grano
de cara al firmamento.
Un cruce de
planetas, movimiento,
suspiro que se
inhala y que se exhala
y que vano, se
esfuma en la antesala
sin haber
comprendido el fundamento.
Qué es la vida
pregunto sumergida
en ese terco
soplo de esperanza
que permite
esforzarse en los senderos
y qué es la
vida, digo, qué es la vida
si no es esa
utopía que nos lanza
hacia adelante
siendo pasajeros.
*De Ana María
Broglio. anamariabroglio@gmail.com
Albaida*
Recuerdos de
una ciudad en la que nunca estuve.
Sus casas
blancas, de paredes blancas
como blancos
fantasmas condenados
a la
inmovilidad de las esquinas.
Sus calles
grises, de asfalto o de ceniza,
espejo acaso de
mis propios gestos.
Una plaza
vacía, unos bancos de piedra,
una campana
muda presidiendo la escena.
Bajo el sol no
anda nadie.
Tal vez cuando
anochezca cobre vida
esta ciudad que
habita mis recuerdos.
Recuerdos de
una ciudad en la que nunca estuve.
Escenas que en
algún lugar o tiempo
están, lo sé,
esperando mi regreso.
*De Sergio
Borao Llop. sbllop@gmail.com
- Publicó “El
alba sin espejos”
*
Antes de
despedirnos
suspendamos el
tiempo.
Ahora que el
deseo nos hace flotar
y no hay
gravedad.
Comulguemos con
el otoño.
mientras la
hierba siga verde en algunos lugares.
Un poco de amor
será suficiente
y una botella
de vino tinto para brindar.
Llevemos unas
mantas, hará frío.
Mientras
hacemos planes
jugaremos a
armar palabras
me leerás algún
poema
y si
lloro- lo haré- abrazame
recordame
cuánto me gusta mirar la luna
yo voy a
acariciarte el pecho hasta calmarnos
mientras nos
vamos separando
cuando llegue
la primavera todo habrá pasado
lo prometo
el amor
volverá.
*De Vanesa
Álvarez.
-Fuente: Poetas
argentinos.
AROMAS, INVISIBLE
RÍO*
No todos los
días tienen destinos de luz
ni se dan por
enterados de la desolación.
Es la
imaginación –no la realidad-
quien suele
hacer posibles las cosas.
Hoy elijo una
palabra abierta: aromas
para engañar al
tiempo y reestrenar la infancia
para vestirme
con mi nombre y mi lugar
porque he
dejado mucho de mí en este sitio
vengo para
recuperar el olor de la tierra mojada
y de algunas
voces que ya no cuentan...
parece el
jardín un ademán del tiempo
aquí la lluvia
ya no hace falta. Ya el viejo amor
no reconoce los
caminos del regreso.
Los aromas
abren un espacio extraño.
Es como llegar
a casa navegando
sobre un
invisible río lento.
*De Miryam
Colombotto Seia. miryamseia@cablenet.com.ar
Música en el
bosque*
Camino por un
bosque de árboles altos
destellos
frágiles de luz entre el follaje.
Cada hoja es
una flecha de jade verde
que se asoma a
la fantasía de mis ojos.
Como una fiel
canción, como un latido
nace en mí un
deseo de extrañar la brisa.
Junto a un sol
distraído de otros sueños,
nostalgias para
mi seca piel adormecida.
Respiro al
costado de un tronco quieto,
descubriendo la
tranquilidad y silencio.
Mi deseo es
refugio y una copa de vino,
el perfume
áspero que irrumpe solitario.
Como una
melodía, como una letanía,
se puebla el
bosque de mansas caricias
señales que nos
hablan de la sabiduría
y los secretos
de aquellos días callados.
Retomo las
sendas resecas y cansadas
acomodando mis
pisadas a las piedras.
Aspiro la
serenidad de la tarde fresca,
ansiando la
calidez de un rumor lejano.
Como una
profecía, como las barajas,
un grito de
cartas rebelando un rostro.
Como una
premonición y el recuerdo,
que me narra el
aumento de tu lejanía.
*De Jorge
Lacuadra. jorgelacuadra@hotmail.com
- 2016 -
*
Cada punto de
vista es un universo en sí, que no se comunica con ninguno (aunque parezca
coincidir) y afirma su increíble diferencia.
*De Liliana
Díaz Mindurry. lidimienator@gmail.com
***
http://inventren.blogspot.com/
*
Como quien se
queda esperando al tren
y se pierde
mirando los galpones de chapa
erguidos e
impunes contra el horizonte.
Como quien
recuerda que carga valijas
y comprende el
peso inmenso
del polvo de
siglos dormido en las vías.
Como quien se
cansa de aguardar la tarde
sentado en un
banco más solo y cansado
que el andén
desierto de hierro y madera.
Como quien
despierta de una pesadilla
y entiende de
pronto que ya no hay regresos,
que ya no hay
partidas.
*De Mariana Finochietto. mares.finochietto@gmail.com
***
Próxima estación para escribir por Ferrocarril Provincial:
ÁLVAREZ DE TOLEDO
POLVAREDAS. JUAN ATUCHA. JUAN TRONCONI.
CARLOS BEGUERIE.
FUNKE. LOS EUCALIPTOS. FRANCISCO
A. BERRA.
ESTACIÓN GOYENECHE. GOBERNADOR
UDAONDO. LOMA VERDE.
ESTACIÓN SAMBOROMBÓN. GOBERNADOR DE SAN JUAN
RUPERTO GODOY.
GOBERNADOR OBLIGADO. ESTACIÓN DOYHENARD.
ESTACIÓN GÓMEZ DE LA VEGA.
D. SÁEZ. J. R. MORENO.
EMPALME ETCHEVERRY.
ESTACIÓN ÁNGEL ETCHEVERRY. LISANDRO OLMOS. INGENIERO
VILLANUEVA.
ARANA. GOBERNADOR GARCIA. LA PLATA.
***
Próxima estación para escribir por Ferrocarril Midland:
ENRIQUE FYNN.
PLOMER. KM. 55. ELÍAS ROMERO. KM. 38.
MARINOS DEL CRUCERO GENERAL BELGRANO.
LIBERTAD. MERLO GÓMEZ. RAFAEL CASTILLO.
ISIDRO CASANOVA. JUSTO VILLEGAS. JOSÉ INGENIEROS.
MARÍA SÁNCHEZ DE MENDEVILLE. ALDO BONZI.
KM 12. LA SALADA. INGENIERO BUDGE.
VILLA FIORITO. VILLA CARAZA. VILLA DIAMANTE.
PUENTE ALSINA. INTERCAMBIO MIDLAND.
InventivaSocial
Plaza virtual de escritura
Para compartir escritos escribir a: inventivasocial@yahoo.com.ar
muy buena selección de textos
ResponderEliminar