*Foto de Jorge
Enrique Soria.
*
Hay un tren en
la montaña que me vio nacer. Antes lo tomaba para pasear o mirar el paisaje del
valle desde la cima. Era emocionante la rutina de prepararme para pasear en
tren. Y era hipnótico su monocorde ritmo que solía adormecerme.
Una vez viajé
lejos. Me alejé de mi familia con determinación porque no querían que me fuera
de la montaña.
En el trayecto
de regreso al pueblo luego de un viaje distinto durante años, luego de recorrer
lugares nuevos y conocer gente diferente, noté desde mi visión lejana, que las
vías del tren dibujaban sobre la montaña una línea paralela al valle. No había
ascenso, solo una leve inclinación hacia un pico aledaño, que nada tenía que
ver con el pico de la montaña que creí, desde siempre, visitar cada vez.
Noté ese rasgo
y no dije nada, tampoco avancé en el razonamiento, ni calculé motivos, ni
desconfié abiertamente de la inocencia de todos. Tuve como una de esas
imágenes, esos pensamientos inconexos que es mejor no pronunciar porque,
seguramente, provocarían desilusión, tristeza.
Nunca más sentí
el deseo de subirme a ese tren. Tampoco volví a viajar tan lejos.
Por ahora
prefiero sentarme, apartada, en la misma piedra que me sostenía cuando era
chica, para cerrar los ojos y visitar los destinos reales que guardo en mi
memoria, repasar las conversaciones en otros idiomas, los recorridos de trenes
agitados, prefiero sentirme extranjera, no ser parte de este tren que se
traslada sobre el mismo paralelo y vuelve a abordar al mismo pueblo, una y otra
vez, una y otra vez, monocorde como su ritmo.
*De Lorena Suez. lorenarsuez@gmail.com
-Publicó Intemperie.
-Por Viajera Editorial.
ESTACIÓN ÁLVAREZ DE TOLEDO.
Reflejo en la
niebla*
*Por ©Sergio Borao Llop. sbllop@gmail.com
Yo era un buen tío. Lo que
coloquialmente se entiende por un buen tío. Siempre ayudaba a mis amigos. Hacía
buenas obras… Ya sabe: Dar limosna, indicaciones a desconocidos para encontrar
tal o cual sitio, consejo a quien lo necesitase. Nunca volví la espalda a
nadie. Nunca me faltó una sonrisa o una palabra de aliento. Igualmente fui
generoso en el esfuerzo. No es por jactarme, pero fui el mejor en lo mío. En mi
oficio, quiero decir. Hubo un tiempo en que no dejaba de recibir ofertas para
cambiar de empresa. Acepté unas y rechacé otras, siempre en busca de algo
mejor, en el más amplio de los sentidos. Pero ocurrió como tantas veces: Llegó
el cambio de siglo y mi oficio empezó a desvanecerse. Hoy apenas quedan unas
pocas empresas del gremio, en las que, como es natural, importan mucho más los
resultados económicos que la calidad del trabajo en sí. Por eso un día amanecí
desempleado y pobre. Y, para peor, viejo. Otros venden su cuerpo o venden su
alma. Quizá ni siquiera aprecian la diferencia entre una cosa u otra. Pero yo
no sirvo para eso. De haber servido, otro hubiera sido sin duda mi destino.
Oportunidades no me faltaron. Pero hace falta un talante especial para mirarse
en el espejo la mañana siguiente y no arrojarse de cabeza contra el propio
reflejo. Sé que usted me comprende. Y sabe que sólo por eso le estoy
apuntando con esta pistola, instándole a que me dé su dinero y objetos de
valor. No hay nada personal en ello. Son negocios, como suele decirse.
Me cuenta todo esto mientras me
mira con unos ojos que no delatan a un criminal, sino, más bien, a una persona
atrapada en un pantano o encerrada en una prisión de barrotes invisibles. Así
que le doy cuanto me pide (no todo lo que llevo, sino más o menos la mitad,
siguiendo sus instrucciones: Un poco de dinero y un reloj de escaso valor) y el
tipo me agradece, guarda la pistola, dice que ha sido un placer tratar conmigo,
que no me mueva de ahí hasta que él haya desaparecido por la esquina de la
plaza.
Miro en la dirección que señala.
De allí viene un eco sordo: el estrépito lejano de un tren a poca velocidad,
tal vez entrando en la estación, sonido que irremediablemente me recuerda
“Bailando en la oscuridad”, la estremecedora película de Lars Von Trier.
Todavía estoy atontado por el
sobresalto de verle aparecer frente a mí con el arma en la mano. Quizá por eso
me pregunto qué tren, qué estación. No recuerdo que haya una cercana. Él sigue
hablando, con la misma calma. Me aconseja no denunciarle. No por posibles
represalias suyas, que desde ese momento se compromete a que no las haya en
cualquier caso, sino por la conocida inefectividad de la policía. "Perderá
usted una mañana entera poniendo la denuncia y no recuperará nada de esto. Y no
se le ocurra preguntar por la causa de tanta espera. Si lo hiciera, lo mismo
termina usted investigado o algo peor", me dice. Luego se disculpa, hace
un gesto que podría significar cualquier cosa y se aleja hacia la estatua medio
oculta entre la bruma.
Al principio me sentí enfadado.
No mucho, pero lo bastante como para haberle dado un buen mamporro al tipo si
no hubiese sido por el contundente detalle de la pistola. Pero mientras lo veía
alejarse, me invadió una especie de nostalgia inexplicable y pensé que tal vez,
en el fondo, ambos éramos la misma luz descuartizada por el tiempo y las
circunstancias. Pensé que, en un país como éste, repleto de desempleados y
azotado por la injusticia social y la corrupción del poder, casi era una suerte
haber topado con este individuo y no con otro más violento, o peor: Una multinacional
dispuesta a extraerme hasta la última gota de sangre para venderla en el
mercado y después arrojar mi cadáver a las alcantarillas de la miseria.
Comencé a frecuentar el parque
todos los días, me habitué al ruido de los trenes -había una estación, después
de todo-, me convertí en una presencia habitual, como tantas otras
irreconocibles al otro lado de la niebla, acaso esperando repetir el encuentro,
tener la oportunidad de explicar con detalle -y ser escuchado- las
circunstancias de mi propia deriva, de la resaca que me va llevando,
lentamente, hacia lo tenebroso.
- Sergio
Borao Llop publicó “El alba sin espejos”
CANCION OSCURA*
“Es que la
muerte esta tan segura de vencer, que nos da toda una vida de ventaja...”
Cuando Vendrán
- La Renga
Yo, la
primogénita de Cronos.
Hija de las
penumbras. Oscuramente oscura.
Mezcla de ángel
caído y lucero de la aurora.
Yo, la
tenebrosa. Rosa morada y lirios negros.
Sombría.
Aciaga. Ominosa. Ojos ciegos.
Amante en
pasadizos oscuros y secretos.
Inclemente.
Riguroso. Mi pubis sonámbulo.
Ya se anuncia
con sus huestes. Implacable.
Si he esquivado
dos veces porque no tres.
Refulgente.
Insurrecta. Rugiendo en carne viva.
En carne viva,
como la vez primera.
Lunas blancas
sobre mi corazón de adobe.
Boca rosa vino
y amapolas.
Intangible
mirada. Hipnótica. Anónima.
Gruta de
esplendorosos vértigos.
Tren de sueños
que siempre espera.
Como al
descuido, el viento, levará mi pollera
Ella vendrá.
Siempre viene. Vendrá y pasará de largo.
No me
reconocerá. Estoy segura. Pasará.
“Aun le queda
toda una vida de ventaja”
*De Amelia
Arellano. amelia.arellano01@hotmail.com
LA REPARACIÓN*
He soñado una y otra vez en tantos años con el tren que debía tomar y no
tome a mediados de 1978.
No tenía un buen minuto. Hacía una semana que me habían liberado de un
campo de concentración de la dictadura. Caminaba aterrado de que me volvieran a
meter adentro.
Sabía de memoria que tenía que tomar el tren en La Plata y el nombre de la estación en la que debía bajar. En un bollo de papel tenía la dirección de la casa de los viejos de Eleonora. No tenía un buen minuto, si me paraban en la estación los milicos solo por la cara de miedo o preguntaban porque iba a ir a un lugar en medio del campo llamado Álvarez de Toledo no sabía ni que decirles. Mi casi novia esta secuestrada y voy a avisarles a los padres que sigue adentro en tal campo no era muy acorde a la época.
Sabía de memoria que tenía que tomar el tren en La Plata y el nombre de la estación en la que debía bajar. En un bollo de papel tenía la dirección de la casa de los viejos de Eleonora. No tenía un buen minuto, si me paraban en la estación los milicos solo por la cara de miedo o preguntaban porque iba a ir a un lugar en medio del campo llamado Álvarez de Toledo no sabía ni que decirles. Mi casi novia esta secuestrada y voy a avisarles a los padres que sigue adentro en tal campo no era muy acorde a la época.
Sólo tenía decidido tirar el bollo de papel si veía tipos de uniformes
pidiendo documentos, el resto era la mente en blanco o peor aún: llevar las
imágenes y el olor de la mazmorra que seguía impregnado en mi cuerpo.
Pero no fui. Apenas vi el edificio de la terminal del Provincial con un
Falcón verde estacionado pegue la vuelta. Me quede en casa encerrado durante
meses. Como un buen niño de casi 18 años obedecí el ruego de mis padres de
estar bajo su mirada protectora.
Después pasó la universidad; la beca para irme a Estados Unidos. Allá
estoy. Establecido en Bonita un pequeño pueblo de California y con un buen
trabajo.
Supe años más adelante que Eleonora estaba viva, que había egresado de
su carrera. También se había ido del país. Trabajaba para un organismo
internacional para un programa para el rescate y protección del orangután en
Tailandia.
Pero es como si el tiempo no hubiera pasado. Es Eleonora y su rostro de
niña riéndose de cualquier pavada incluso de mis chistes malos.
Un día, -de la nada- me dijo: -vos sos pasto para las histéricas.
No hubo otra explicación de ella ni preguntas de mi parte -solo un pequeño silencio- luego seguimos leyendo el texto de Pitirim Sorokin cuyo nombre y apellido nos generaba risueños malentendidos.
No hubo otra explicación de ella ni preguntas de mi parte -solo un pequeño silencio- luego seguimos leyendo el texto de Pitirim Sorokin cuyo nombre y apellido nos generaba risueños malentendidos.
Pero lo de "pasto para las histéricas" quedo inamovible, tantas
otras cosas fueron a parar al abismo o al olvido, pero aquella frase no. Como
un gran enigma sin solución o una profecía que se corroboro con los años en mi
propia vida.
Una vez, ya instalado en el centro de investigación y desarrollo
genético, propuse la idea de modificar el pasto para lograr una leche vacuna
con propiedades para cambiar o suavizar la histeria tanto de hombres como de
mujeres.
Mis colegas se rieron largamente, estaban acostumbrados a mis chistes,
ni consideraron la posibilidad de que sea un delirio.
-No hay conexión entre perfiles genéticos e histeria.
Además con tantos desafíos por delante quien iba a respaldar que se incluyera un tema como la histeria que parece bien claro de la psicología.
Además con tantos desafíos por delante quien iba a respaldar que se incluyera un tema como la histeria que parece bien claro de la psicología.
Sin embargo cada tanto y contra casi toda la evidencia disponible vuelvo
a insistir con trabajar esa línea. Por esa fe que me quedo en Eleonora a quien
le otorgo una lucidez maravillosa o porque creo en las ocurrencias imaginativas
y delirantes como fuente de inspiración del conocimiento científico.
Ahora voy a intentar reparar esa parte de mi historia que sigue clavada
como una astilla de dolorosa culpa en mi cuerpo. Y verla a Eleonora, dando una
charla sobre su experiencia en la preservación del orangután. Sucederá en la
ciudad cabecera cercana a su pueblo natal.
Tengo una disculpa para darle y -si puedo- le preguntare por lo de "pasto para las histéricas".
Tengo una disculpa para darle y -si puedo- le preguntare por lo de "pasto para las histéricas".
Ya saque el ticket, el tren sale en 30 minutos de la terminal del
Provincial en La Plata con el curioso nombre de "El amante ingenuo y
sentimental"
*De Eduardo
Francisco Coiro.
*
detrás de
aquellos paredones
el cementerio
de trenes
asomo la cabeza
puedo verlos
¡y dan tanta
tristeza los titanes olvidados!
los cíclopes
con óxido en sus narices.
así, me digo,
estaré también yo
como ya están
mis padres hace tiempo oxidados,
entre los
trenes y nosotros no hay tanta distancia
como vagones
son nuestras almas
donde suben y
bajan tantas pretensiones
tantas maletas
y bolsos y adioses irresolutos.
un buen día la
vía se cansa
la carrocería
se cansa
se cansan de
girar en el paisaje
nuestras
piernas de girasoles.
y cerramos los
ojos como los trenes
y vamos del
otro lado de los paredones
a beber
silencio
a esperar
-quien sabe- nuevos itinerarios
metafísicas
estaciones.
*De León
Peredo. gustavojlperedo@yahoo.com.ar
-A mi amigo Eduardo
Francisco Coiro, que ama los trenes.
LOS BUSCADORES*
“…Me gustan las
nubes… las nubes que pasan…
allá abajo… Las
maravillosas nubes!”
CHARLES
BAUDELAIRE
Ellos, los
eternos buscadores.
No se conocen.
Se presagian.
Acaso nunca el
espejo de uno se refleje en el otro.
Comparten, día
a día.
Una canción en
una lengua extraña y conocida.
No saben las
formas de cada calendario.
Banales.
Sustanciales.
Como respira.
Como gime.
De que color
son sus jadeos
El sabor de sus
manos.
El color de sus
albas.
El olor de sus
furias.
Como camina.
Adonde va
cuando viene.
Llegan al
límite que les permite el otro.
Son los
buscadores.
El no lo sabe.
La casa que la
habita, tiene grandes ventanales.
Enrejados de
miedo.
Puertos.
Secretos puertos.
Un cuadro de
Dalí, almendros. Durazneros.
No sabe.
Que sorbe
brumas y colecciona cajas.
Que tiene la
manía –peligrosa- de ser niña.
Ella no lo
sabe. Lo presiente.
Que por su casa
han pasado golondrinas.
Cartas no
leídas.
Qué colecciona
vientos. Colibríes.
Que tiraría
murallas y cercados.
Que toma té
color amargo.
Que su mirada
ríe o brama, antes que sus ojos.
Son los
buscadores.
De la caricia
nueva. De la unidad y el caos.
Comparten
saudades, tormentas.
Retozos
animales.
Rituales…
ansias, golondrinas .Vuelo de golondrinas… lejanías
Juegos.
Peligrosos
juegos.
Tiernos.
Salvajes,
feroces, brutales, insensatos. Vitales.
Pasión
encerrada en una almendra.
Navegan
desnudos en la costa.
Empeñados en el
temblor y el goce.
Nacen
.Enfrentan juntos las tristísimas muertes.
Se buscan… se
encuentran…se extrañan…se nostalgian.
¿Qué buscan
estos locos, preguntan los membrillos de cielo?
Nubes. Solo queremos
nubes.
*De Amelia
Arellano. amelia.arellano01@hotmail.com
BLACK MIRROR*
Llegué tarde para "El amante ingenuo y sentimental".
Siempre llego tarde...no solo a tomar un tren. Pero esta vez no me
cerraron el ferrocarril como décadas atrás. El siguiente Tren se denomina
"Black Mirror" y sale dentro de dos horas.
Dedique una buena parte del tiempo de espera a preguntar y entender.
Los trenes dependen del ministerio de Cultura. Las líneas de trenes
recuperadas como el Provincial, el Midlands y el Compañía General -entre otras-
son consideradas como trenes de fomento. Son un bien social. Tienen el objetivo
de la difusión cultural en un plano de igualdad al aporte benéfico a la
economía de pueblos que recorren.
El Black Mirror es un tren temático dedicado a la serie, lo que incluye
ver sus capítulos en el vagón de cine club con un rato posterior de debate
moderado.
Como "El Amante ingenuo y sentimental" los trenes llevan como
nombre el título de un libro, una serie de culto o un autor.
Pregunté lo obvio: si existía el "Jorge Luis Borges", me
contestaron que desde luego, pero no en esta línea sino en el Midlands, un tren
nocturno que corre los fines de semana desde Puente Alsina, bien cerca del
Riachuelo –nuestro espejo negro- que día y noche hace su espejo de luces y
sombras entre ambas Riberas, hasta la terminal en Carhue ciudad cabecera del
partido de Adolfo Alsina.
Letizia, de informes y turismo me da otro dato:
Algunos pasajeros relacionan a la serie Black Mirror con textos de
Borges... hay una curiosa coincidencia geográfico - temporal: los sábados
y domingos ambos trenes se cruzan en la estación triangular de Ingeniero De
Madrid y los pasajeros pueden hacer combinación: bajarse del provincial e ir a
Carhue con parada en sus intermedias, o bajar del Midland e ir hasta Mirapampa
o cualquiera de sus estaciones intermedias.
-Me dio cierta felicidad adolescente la idea de bajar del Black y
subir al Borges.
Puede que después de ver un par de capítulos de Black Mirror siga de
largo hasta Ingeniero de Madrid y allí suba al Borges con ánimo de releer en el
viaje "El Jardín de los senderos que se bifurcan" o "Tlön,
Uqbar, Orbis Tertius".
De Álvarez de Toledo, solo veré un cartel con el nombre. Una
estación a la medianoche. Más allá, en sus calles se verán luminarias orbitadas
por insectos.
*De Urbano Powell.
Pero he aquí
que, en un recodo inofensivo*
Pero he aquí
que, en un recodo inofensivo,
se alzarán las
barricadas del desánimo.
Esos serán los
días de la desolación.
Todos los
trinos del mundo habrán cesado
y te verás
cercado por amenazantes nubarrones
prestos a
descargar torrentes de decepción
sobre tus
espantados ojos.
Entonces el
camino te parecerá insoportablemente estrecho.
Podrás sentir
el frío ciñéndose a tu carne,
el viento de
los páramos azotando tu rostro,
la noche
agigantándose sobre el valle desnudo.
Acaso en esa
hora de lánguida derrota
añores las
falsas caricias de esa vieja prostituta
cuyos labios de
colores se entreabren en la distancia.
Ángeles de
alquitrán vendrán a rescatarte,
te hablarán de
noches cálidas, de vasos humeantes,
de aromas
embriagadores y confortables lechos.
Mirarás el
sendero repleto de guijarros,
mirarás tus
pies descalzos, tu piel enrojecida.
Y así, por un
momento, te sentirás perdido,
notarás que
toda convicción va abandonándote,
y tal vez
llegues a empuñar la pluma de la renuncia.
Pero la sangre
del Caminante se agolpará en tus venas,
se detendrá tu
mano en el instante exacto de la firma,
se entornarán
tus ojos y escucharás de nuevo tu voz verdadera
recitando el
poema nunca escrito
de las calles
sin luces,
de prados y
vergeles y niños harapientos sin consuelo.
Sabrás entonces
que el país al
que te diriges queda demasiado lejos
y que nada ni
nadie puede trasponer sus murallas
sin haber
recorrido, palmo a palmo, el camino.
Luego, tu pie
se moverá iniciando un nuevo paso,
quizá el más
doloroso,
y esos ángeles
falsos se hundirán en el barro
dejando apenas
su horrible pestilencia a tus espaldas.
-De Nómadas
*De Sergio
Borao Llop. sbllop@gmail.com
***
Próxima estación para escribir por Ferrocarril Midland:
ENRIQUE FYNN.
PLOMER. KM. 55. ELÍAS ROMERO. KM. 38. MARINOS DEL
CRUCERO GENERAL BELGRANO.
LIBERTAD. MERLO GÓMEZ. RAFAEL CASTILLO. ISIDRO
CASANOVA. JUSTO VILLEGAS. JOSÉ INGENIEROS.
MARÍA SÁNCHEZ DE MENDEVILLE. ALDO BONZI. KM 12. LA
SALADA. INGENIERO BUDGE.
VILLA FIORITO. VILLA CARAZA. VILLA DIAMANTE.
PUENTE ALSINA. INTERCAMBIO MIDLAND.
***
Próxima estación para escribir por Ferrocarril Provincial:
POLVAREDAS
JUAN ATUCHA. JUAN TRONCONI. CARLOS
BEGUERIE.
FUNKE. LOS EUCALIPTOS. FRANCISCO A.
BERRA.
ESTACIÓN GOYENECHE. GOBERNADOR
UDAONDO. LOMA VERDE. ESTACIÓN SAMBOROMBÓN.
GOBERNADOR DE SAN JUAN RUPERTO GODOY. GOBERNADOR
OBLIGADO. ESTACIÓN DOYHENARD. ESTACIÓN GÓMEZ DE LA
VEGA.
D. SÁEZ. J. R. MORENO.
EMPALME ETCHEVERRY. ESTACIÓN ÁNGEL ETCHEVERRY. LISANDRO OLMOS.
INGENIERO VILLANUEVA.
ARANA. GOBERNADOR GARCIA. LA PLATA.
InventivaSocial
Plaza virtual de escritura
Para compartir escritos escribir a: inventivasocial@yahoo.com.ar
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