martes, mayo 05, 2020

¿VES ESA HOJA?



*Dibujo de Erika Kuhn.  https://obraerikakuhn.blogspot.com/










*



Un hombre que contempla
el cielo en verdad contempla
el mundo entero contenido en un pedazo de nube y hoja.
Pudiera parecer que es poesía pura.
Lo es. La poesía puede
hablar sobre cualquier cosa,
rara habilidad. Nadie sabe
dónde se localiza o como llega
al corazón de las personas.
Puede haber estos desvíos:
subterfugios.
Es como sentarse en una silla y hablar con un pájaro
o conversar con un gato
observar su comportamiento es revelador
pero el gato y el pájaro
no pueden responderte.
Es trágico
pero solo los humanos, con toda su miseria,
pueden.
Y la hoja y el cielo
y la nube y el gato
y todo lo que podemos decir sobre ellos existe
porque un hombre una vez
se sentó frente a otro
para decirle:
¿ves esa hoja?
parece un ala rota
mi gato se sienta frente a mí y parece oírme. ¿Lo ves?
Se parece al gato
que una vez tuve de niño.



*De  Mercedes Álvarez. alvamercedes@gmail.com



-Mercedes nació en Tandil, provincia de Buenos Aires, en 1979. Vivió en Mar del Plata hasta los diecinueve años. Entre 1998 y 2006 residió en España, donde se licenció en Sociología por la Universidad Pública de Navarra. Realizó un máster en Gestión Cultural. Publicó los libros Vecinos (Baile del Sol, España, 2010), Historia de un ladrón (Caballo de Troya, España, 2010), Imitación de los pájaros (Zindo & Gafuri, Buenos Aires, 2013), Ficciones súbitas (comp., Eds De aquí a la vuelta, Buenos Aires, 2013) y Saigón (Zindo & Gafuri, Buenos Aires, 2015). En 2013 con el relato Grow a lover ganó el premio Edmundo Valadés de cuento latinoamericano.
-Su libro de cuentos Grow a lover  fue editado recientemente por Pensamientos Literarios (www.pensamientosliterarios.com)















CANCIÓN PARA UN HOMBRE SOLO*



Estremecida soledad hacia el poniente.
Llega una voz. Así. Tierna, salvajemente, amor.
Entre la zafra, los líquenes .Los musgos.
Amarilla, en los ojos del tigre. En la garganta del espino azul.
Voz de calandria. Galope de jaguar. Toro bufido blanco. Alondra.
Potro salvaje. Paloma adormecida.
Brisa entre las hebras de la noche. Tifón.
Desvístete, es enero. Las lluvias han llegado.
Tira mis trapos al Río de las Penas.
Pon la escucha en tus dedos descalzos.
En tus umbrales. En tus preñadas ramas.
Voz de leyenda. Signos milenarios.
No se de donde viene. Presiento que de lejanas lunas.
Trae certidumbres de soles.
Vuelve en amor que llega a la hendidura.
Te llama con un nombre que no recuerdas, pero amas.
Un nombre que pronuncias en tercera persona.
Hora de recogimiento. De íntimos pedidos.
“Ruega por ella” “Ruega por nosotros” A tus ventanas, se acercan letanías.
Salen péndulos rotos. Un vaso azul trizado.
Entran indecisos planetas. Patria escondida pero no olvidada.
Remembranzas. Señales. Fragantes sábanas planchadas.
Cáscaras de naranja. Sahumerios de lavanda.
Café con leche y lluvia. Espejos empañados.
Murmullos: Arroyos, viento en los olivares.
Sabor a miel, a mansedumbre, a piel mojada.
Sumisos pies descalzos.
Y aunque no recuerdes los signos ni los rezos
¡Bebe! Moja la tierra dentro de tu boca.
Afloja las escaras de tus manos.
Tiembla, tirita. Vibra. Goza. La canción ha llegado.
Bebe del vaso azul trizado. Hasta el hartazgo.
¡Llega la infinita Patria de tu infancia!
Ven. Si tienes sed. Ven.


*De Amelia Arellano. amelia.arellano01@gmail.com













*


Frente al espejo
mi cuerpo se detiene
con un callado afán de péndulo.

Me extiendo
áspera y sutil como un paisaje.
Me contemplo.

Bosque de mi corazón,
ramita
que cruje
siempre a destiempo.



*De Mariana Finochietto. mares.finochietto@gmail.com


- Mariana nació en General Belgrano, Provincia de Buenos Aires. Actualmente vive en City Bell.
Publicó: Cuadernos de la breve ceguera  (La Magdalena 2014). Jardines, en coautoría con Raúl Feroglio (El Mensú, 2015)
La hija del pescador  (La Magdalena, 2016).  Piedras de colores (Proyecto Hybris 2018)
Su último libro publicado es El orden del agua, GPU Ediciones (2019)

-Coordina Microversos, talleres de exploración literaria.











21 *



Los vestigios de luz
hicieron siempre que
su disparo apenas colorido no sea más
que una estampida del silencio.

No me atrevo a plantar amapolas
en el lugar donde el ángel
quedó encallado.

Afuera está el río Murray y sus
pájaros muriéndose de envidia.
Ninguno de ellos jamás tendrá
ni siquiera
la certeza de la caída.
Sin embargo el ángel ya no se mueve.
El ángel sigue aquí. Ceñido como un pañuelo
dorado,
como la voz antigua
de la desolación.



*De Noelia Palma.
-De su libro La casa. Tercera parte: Millewa
Editorial Mascarón de Proa. 2019




-Noelia nació en Morón, provincia de Buenos Aires, en octubre de 1984. Textos de su autoría fueron publicados en diversas antologías y revistas digitales como Digo.palabra.txt, Letralia, entre otras. Realizó talleres literarios con Alberto Ramponelli y Eduardo Espósito.
Su primer libro de poemas, “Que la muerte nos ampare”, fue editado por Francia Ediciones en 2017. Tradujo a Charles Bukowski desde 2011 y en 2017 publicó junto a Editorial Postales Japonesas su primera antología bilingüe: “Solo con todo el mundo”. En noviembre de 2018 editó en Ombligo Cuadrado “0034-Buitre hacia la nada”, que consta de dos libros en un solo ejemplar. En junio 2019 la editorial cordobesa Mascarón de proa publicó “La casa”.

















LIBERTAD*



La vida es una inmensa pradera, pero la transitamos por arroyos o ríos que corren por el fondo de profundísimos cañones. Altas paredes nos mantienen en nuestro cauce, cada tanto una bifurcación de los cursos de agua nos permite virar hacia la izquierda o la derecha, y creemos de esta manera que podemos escoger. Pero la vasta llanura de allá arriba, pero el mapa que veríamos de poder sobrevolar el paisaje nos está negado.
Creemos que elegimos, pero nos limitamos a surcar los pocos caminos que se nos ofrecen. Y algunos van por el río multitudinario, lleno plagado rebalsado de canoas que se empujan se chocan se tocan, dan ilusión de compañía, otros navegan por cursos poco habitados, y se sienten únicos y creen que están solos porque son menos, y creen que ellos eligieron y los otros no, que las multitudes son arrastradas mientras que los solitarios guían hacen dibujan su propio destino, y esto lo piensan con satisfacción mientras el agua, la misma agua los arrastra también a ellos.
En qué consiste la libertad si en definitiva hacemos lo único que podemos hacer de acuerdo a nuestra educación, temperamento, mandatos imperativos de la especie, circunstancias. Qué sería ser libres si hay una red una telaraña que tiende sus hilos de amigo a pariente, de vecino a jefe, de deseado a deseante. Y si esa red nos agobia pero nos sostiene, qué sería ser libre.
Sin la red; el salto al vacío, la responsabilidad absoluta, la completa y absoluta responsabilidad por las propias acciones, por la vida que no es ya la que nos toca sino la que nos hemos construido. Sin la red, la imposibilidad de echar la culpa de nuestros fracasos e insatisfacciones sobre espaldas ajenas.
Ser libre es demasiado peligroso. Quita el piso, nos suspende sobre el abismo, nos deja solos con nosotros mismos mirando nuestras propias caras asustadas. Es mejor ceder a la corriente, ser infelices por culpa de otros, no haber hecho realidad mis anhelos porque no me dejaron, te juro que yo hubiese sido si no fuese porque mamá.
Nada de dirigir la canoita a la orilla, de escalar la pendiente, de caminar por la llanura. Sabemos que los temerarios se pierden, mueren de frío, enloquecen de soledad. Conviene dejar que las aguas nos arrastren, responder a las efímeras circunstancias, escoger en las bifurcaciones y creer que nada nos ata porque elegimos arquitectura y no abogacía, entre esta novia y no la de la casa de al lado, entre la mesa redonda y no la cuadrada para la sala. Qué cómoda libertad ejercemos entonces, qué segura libertad, qué amplia cárcel, realmente.
Y, quizás, no estemos errados, y la libertad sea una palabra demasiado grande como para usarla sobre este lado de la realidad. Y quizás sea que una realidad porosa no sea saludable, no convenga de ninguna manera a nuestra esencia de cardumen.
Pero elegir la libertad no es, vaya paradoja, cuestión de elección.
No somos libres de estar atados. Una vez que uno se dio cuenta de cómo es la cosa, no puede volver a confiar en la red de allá abajo que protege de la caída, la red agranda la trama, no ofrece protección, tiende a dejarse ver como una argucia débil frente a la inmensidad soledad y frialdad del cosmos.
Una vez que uno se dio cuenta de la fragilidad de las paredes, de lo inestable y cambiante de las creencias, una vez que uno se dio cuenta de que la muralla que rodea la ciudad está derruida en muchos sitios, queda a la intemperie, se siente desoladoramente libre, busca alguna celda para guarecerse.



*De Mónica Russomanno. russomannomonica@hotmail.com















PEREGRINOS*



¿Mutantes? No, me gusta más Peregrinos. Somos Peregrinos como llamaba Conrad a esos seres para los que les faltaba una definición clara de identidad.
Pero de una forma a otra, somos la vida escapando como escapaban los malditos virus a todas las formas posibles de  extinción.

Metáforas. Somos también seres surgidos de la metáfora. Por eso la literatura y la genética se imbricaron, una al servicio de la otra.
Y fue la imaginación puesta al servicio del poder de creación que las religiones atribuyeron por los siglos de los siglos a la capacidad divina.
Fue la dialéctica de Hegel un antiguo precursor.

A la larga sobrevivieron los que pueden creer. Y creer en sus propias creaciones. En la propiedad de materialización de los sueños narrados.
Dicen los que tienen recuerdos verdaderos, que Borges supo decir algo parecido a "la mitología es la verdad última de la historia".



*De Eduardo Francisco Coiro.














*


Hay gente que envejece con furia
surcos en la cara que llegan
y se quedan ahí horadando la carne
devastando la nada.
No sé por qué digo nada, pero no podría
poner otra palabra.
A mí la materia,
no me lleva a un significado.
Hay gente a quien los ojos le aparecen un día
como un fuego apagado con un vaso
y es poco
muy poco
lo que se pudo escandir del incendio inicial.
Otros no.
Adquieren una mueca cómica
reparten su desdicha, rezan en su isla,
no se atreven.
Su filosofía hecha de caramelos y tristezas les aplana
el pecho y el recuerdo
hablan poco, o demasiado,
y no es porque estén cansados, no.
Es otra cosa.
Quisiera transformar
mi cara a los sesenta en un campo de batalla.
No dejes que la armonía
te siga el paso.



*De  Mercedes Álvarez. alvamercedes@gmail.com



-Mercedes nació en Tandil, provincia de Buenos Aires, en 1979. Vivió en Mar del Plata hasta los diecinueve años. Entre 1998 y 2006 residió en España, donde se licenció en Sociología por la Universidad Pública de Navarra. Realizó un máster en Gestión Cultural. Publicó los libros Vecinos (Baile del Sol, España, 2010), Historia de un ladrón (Caballo de Troya, España, 2010), Imitación de los pájaros (Zindo & Gafuri, Buenos Aires, 2013), Ficciones súbitas (comp., Eds De aquí a la vuelta, Buenos Aires, 2013) y Saigón (Zindo & Gafuri, Buenos Aires, 2015). En 2013 con el relato Grow a lover ganó el premio Edmundo Valadés de cuento latinoamericano.
-Su libro de cuentos Grow a lover  fue editado recientemente por Pensamientos Literarios (www.pensamientosliterarios.com)















DE HIEL Y MALVARROSA*



Un país de mentira castiga tu inocencia.
Eres solo un hombre -pobre hombre, pobre-
Cepa de mí sed y mi hambre. Vida. Reyerta. Lucha.
Naipe marcado. Ajado. Trampas. Encrucijadas.
Debí enseñarte que hay que guardar una as bajo la manga-

Todos los días, todos. Tengo un hijo.
No estoy segura de mis predicas. Me he equivocado, creo.
Debí decirte que la honradez se paga. A veces con la sangre.
Debí decirte. Debí decirte, tantas cosas, amor
Que cuando se transpira miseria el rezo se hace innecesario.
Las plagas suelen comer el pan y el techo.
Los ratones roen el piso y quedas suspendido en la nada.
A veces, el silencio se descuelga y ladra tus talones.
Y me sube un puñal encorvado por las vísceras.
(Debí coser tu boca aquel septiembre, con alambre de púa)
Eres ahora un hombre con alambres de púas. Pobre hombre.
Todos los días tengo un hijo. De hiel y malvarrosa.



*De Amelia Arellano. amelia.arellano01@gmail.com















LA MIRADA QUE VE*



Selvakumar vive en el Estado meridional de Tamil Nadu, en la India. Delgado, moreno,  Selvakumar trabajaba su arrozal.
Llevaba o era llevado por una de esas vidas que transcurren bajo el sol y contra la lluvia, una existencia de jornadas repetidas y previsibles sucesos hasta que, hace quince años, Selvakumar dio en matar a dos perros. Cruelmente mató a sus dos perros, los lapidó. Nadie dice por qué mató a los perros, ni tampoco dicen por qué, luego de lapidarlos, colgó los cadáveres de un árbol.
Giraron los cadáveres hinchados en Tamil Nadu. Yo no los vi, pero los veo ahora, tan tristes los dos perros, tan solitarios.
Este hombre Selvakumar matador de perros, asesino de canes, este hombre oscuro fue de inmediato castigado con señales de los dioses. Dificultades para hablar, oir y caminar. Los médicos no le dieron explicaciones para su condición porque la ciencia nada sabe de perros pudriéndose al sol ni de venganzas arrojadas desde los espíritus animales contra los que se ha cometido ofensa.
Hubo de sufrir Selvakumar su castigo y al no poder oir ni hablar ni caminar como antes lo hiciera, imitaba de a poco la situación de muerte que había, él, ocasionado a los perros de su campo, que habían, morosamente, girado pendiendo de las sogas que ató a los inocentes cuellos peludos.
No pudieron los médicos aliviar sus males, y quince años los sufrió en medio de inútiles lamentos y tardío arrepentimiento.
Fue un astrólogo el que le dio explicación para su extraña enfermedad. Dijo que  los espíritus de los perros difuntos habían vuelto para aparecérsele y lanzarle un maleficio.
Agregó el remedio, ya que los videntes y los magos no se quedan en el puro diagnóstico sino que con presteza ofrecen antídotos. La maldición, dijo el astrólogo,  no terminaría hasta que el hombre se casara con una perra.
Cosas más extrañas han sucedido en la India, cosas más extrañas suceden en la vasta tierra de los hombres.
Buscó esposa Selvakumar y la halló en Selvi, una perra de cuatro años de color canela, con atractivos ojos ribeteados en negro como las bellas mujeres hindúes de enigmáticos gestos.
Quiso escaparse Selvi antes del matrimonio, pero adornada con flores y envuelta en un sari la llevaron las mujeres al templo del distrito de Sivagangawas. Un sacerdote ofició el matrimonio religioso. Veo la fotografía de Selvakumar y Selvi, aquí, colorida y pintoresca.
Un amigo del novio explicó que la boda sirve sólo para alejar la maldición, que luego el flamante marido piensa buscar una verdadera esposa.
Me pregunto qué maldiciones atraerá sobre su castigada cabeza este farsante, que reprendido por asesinato, renueva su afrenta a los espíritus animales tomando por esposa a la hembra que piensa desechar luego de haber cumplido el fin previsto.
Selvakumar cree, como todos los hombres, que la naturaleza olvida, que puede ser engañada, y que los crímenes cometidos en su contra no hallarán irremediablemente su castigo.
Selvi mira con sus bellos ojos almendrados a Selvakumar en la fotografía. Debajo del colorido sari, rodeada de flores, Selvi mira atentamente a Selvakumar.



*De Mónica Russomanno. russomannomonica@hotmail.com
-2007-













La vida*



Una rosa, aparición súbita, me sobresalta de belleza. No sé si el encanto se debe a la  mirada inocente del descubrimiento o prueba  una especie de escepticismo que sabe que entre plantar un rosal y la salida victoriosa de la flor, hay una infinidad  de peligros sorteados, azares, eslabones perdidos.
La sorpresa de lo que no está escrito, o al menos no del todo escrito, talismanes.



*De Cristina Villanueva. libera@arnet.com.ar










Inventren


-Próxima estación:

JUAN TRONCONI.


En el recorrido del tren literario por Ferrocarril Provincial:

CARLOS BEGUERIE.   FUNKE.   LOS EUCALIPTOS.     FRANCISCO A. BERRA.
ESTACIÓN GOYENECHE.    GOBERNADOR UDAONDO.   LOMA VERDE.
ESTACIÓN SAMBOROMBÓN. GOBERNADOR DE SAN JUAN RUPERTO GODOY. GOBERNADOR OBLIGADO.
ESTACIÓN DOYHENARD.   ESTACIÓN GÓMEZ DE LA VEGA.    D. SÁEZ.    J. R. MORENO.     EMPALME ETCHEVERRY.
ESTACIÓN ÁNGEL ETCHEVERRY.   LISANDRO OLMOS.  INGENIERO VILLANUEVA.  ARANA.  GOBERNADOR GARCIA.
LA PLATA.



***


En el recorrido del tren literario por Ferrocarril Midland:


ELÍAS ROMERO.

KM. 38.   MARINOS DEL CRUCERO GENERAL BELGRANO.   LIBERTAD.
MERLO GÓMEZ.   RAFAEL CASTILLO.    ISIDRO CASANOVA.  JUSTO VILLEGAS.
JOSÉ INGENIEROS.   MARÍA SÁNCHEZ DE MENDEVILLE.  ALDO BONZI.   KM 12.
LA SALADA.  INGENIERO BUDGE.  VILLA FIORITO.  VILLA CARAZA.
VILLA DIAMANTE.  PUENTE ALSINA.  INTERCAMBIO MIDLAND.






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