*Dibujo de Erika Kuhn.
https://obraerikakuhn.blogspot.com/
*
Digo
de mi pecho en lluvias,
de mi vientre donde la luz celebra su
fiesta de colores,
digo
de mis piernas que no aprendieron del
arraigo,
de mi cuello siempre extendido hacia
mañana.
Digo
de mi espalda y su vértigo de cerros,
de mis manos que bailan,
digo
de mis pies de mansas alegrías,
de mis hombros pulidos por el viento,
digo del aire feliz de mis axilas,
de mi sexo de júbilo,
digo
del hueco donde mi nuca desprende su
promesa.
Digo de mi cuerpo extendido sobre el mundo,
de mi cuerpo que dice lo que callo.
*De Mariana
Finochietto. mares.finochietto@gmail.com
- Mariana nació en General Belgrano, Provincia de Buenos Aires. Actualmente vive en City Bell. Publicó: Cuadernos de la breve ceguera (La Magdalena 2014). Jardines, en coautoría con Raúl Feroglio (El Mensú, 2015) La hija del pescador (La Magdalena, 2016). Piedras de colores (Proyecto Hybris 2018). El orden del agua, GPU Ediciones (2019)
-Su libro MADURA, ha sido recién
editado por Editorial Sudestada (2021)
-Coordina Microversos, talleres de exploración literaria.
CELEBRACIONES*
Niña. Mujer. Muchacha sin abrir
Razón del territorio de lodo.
Celebremos.
Espejo. Agua de luna.
Arquetipos de suelos que no duermen.
Cae una estrella. Mírala. Pide un deseo.
No mientas. No mires hacia abajo.
Celebraciones.
Ora por mí. Ora por ella. Ora por él.
Velas encendidas y olor a cera.
Padre y virgen de yeso. Mujer de los
veranos.
Infancia degollada. San Antonio de Bronce.
Apriétame la mano. Nietzsche es solo un
hombre.
También Cristo y los cristos terrenales.
Celebremos la luz.
La fosforescencia de los huesos.
Los soles incendiados en tu vientre.
Sé pasionaria, violeta de los Alpes, madre
selva.
Celebremos la lluvia.
Regreso al valle de los umbríos lechos.
Escucha su sonido, pon tu mano y la mía.
Sé cántaro, alcarraza, ánfora.
Bebe niña, bebe y ofrece la sed al
forastero.
Celebremos la muerte.
Niña, mujer, muchacha de los sueños de
lluvia.
Si, lo sé, no es fácil definir la muerte.
No es fácil definir la vida.
Sé mariposa. Paloma. Reloj de arena.
Razón del barro. Razón de los cantares.
Haz el amor, eternamente.
Celebra. La muerte solo es un eufemismo
Una ironía de la vida, un rodeo.
Solo un rodeo.
*De Amelia
Arellano. amelia.arellano01@gmail.com
CARTA*
Para decirte,
amor,
para decirte,
que soy el árbol seco
de tu calle,
que ya no espero
lluvias ni veranos,
que soy
incómoda y tenaz
como los sauces.
Soy la que no dará más
sombra
ni refugio,
apenas
una canción del aire.
Para decirte apenas
que persisto,
cerca
hasta que empieces a
olvidarme.
*De Mariana
Finochietto. mares.finochietto@gmail.com
REGRESO*
El hombre de los ojos insomnes, duerme.
Duerme mecido, en rituales de viejas
caracolas.
También duerme el deseo.
Lo despierta la noche y el penetrante olor
a vida.
Los espejos. Los retratos vivientes. La
estremecida piel.
Ha perdido sus pasos, su insolencia.
Ah, si pudiera volver, recordar, regresar.
Pero es de noche y teme. Noche de
terciopelo.
Acechan los pájaros del miedo.
Teme. Teme abrir los cerrojos.
Las ventanas pircadas. Las clausuradas
puertas.
Teme y desea. El escozor se arrastra como
felino en celo.
Es agosto y los almendros brotan.
También germina el fuego.
Se encienden las cenizas.
Las azules grutas tantas veces besadas.
El ritual del puñal que cincela y canta.
Y teme, y desea y excomulga las antiguas
muertes.
Y regresa.
Regresa, sabiendo que un viaje es solo eso:
un regreso.
*De Amelia
Arellano. amelia.arellano01@gmail.com
*
Y un día supimos
que no somos los campeones del amor.
Que la vecina rubia y torpe
que estaciona su auto siempre mal
alguna vez se enamoró.
Que el viejito que espera
en la cola del banco
una vez se enamoró.
Esa mujer riéndose frente a su trago
en la ventana de un bar
alguna vez se enamoró.
Todos, todos ellos
habitaron alguna vez la casa del amor,
recorrieron los pasillos,
se arrojaron
desde todas las cornisas,
durmieron en las camas del amor.
Todos ellos,
también,
fueron los campeones del amor.
Por eso andan tan cansados,
como nosotros.
*De Mariana
Finochietto. mares.finochietto@gmail.com
LA PENUMBRA DEL
CUERVO*
Inadvertidamente. Casi. Ha llegado la penumbra
del cuervo.
Y no la vi. Juro que no la vi.
Llegó. Desfallecientes manos y agonía.
Para quedarse llegó. Desterrada infancia
florecida.
Yo dibujé la sombra del andrajo.
Me acuso de la agonía del canto y de la
herida.
Y el hueco. Oh, el hueco. Omnipresente
Universal. Planisferio oscuro. Mi nombre y
tus manos dolidas.
Cálidas cruces donde duerme el espanto.
Una niña corriendo con un jarrón robado.
Ay, madre mía. Tuve que dejarlo con las
cosas inertes
El precepto y la norma. Hagamos un poca de
historia madre mía.
Venías de la trasgresión y el pecado.
Absorto corazón sin culpa.
Yo, venía de otro mundo. Páramos y
lagartos.
Y aprendí, sola. Y lo hice, y escribí mil
veces mi nombre entre tumbas.
Él, adoraba el abismo y trizados espejos.
¿Cómo esperar que borre las raíces?
Raíces que se prenden en mis muslos y me
recorren toda.
Amante. Esposo. Enamorado. Todo vale.
Él, vino de la lluvia y con ella se fue.
¿Cómo esperar amores sempiternos?
¿Perpetuos?
Todo pasa, madre. Todo. El amor. La
infancia. La pollerita breve.
Ha llegado la penumbra del cuervo. Aquí,
niña, sentadita, con el jarrón
en brazos, con dos niños, espero.
*De Amelia
Arellano. amelia.arellano01@gmail.com
*
Dame
esta pequeña luz,
esta certeza azul que
cae sobre los patios.
Dame tus costumbres de
lluvia,
la ternura
que crece entre tu
mano y la mía
con el coraje de las
enredaderas.
Dame todo el dolor.
Dame toda la pena
que pueda soportar.
Que arda mi corazón,
que se transforme
en un fruto sagrado
que desees siempre.
Dame el borde. La
fisura. La cornisa.
Del amor y otra
obediencia ya he tenido.
*De Mariana
Finochietto. mares.finochietto@gmail.com
- Mariana nació en General Belgrano, Provincia de Buenos Aires. Actualmente vive en City Bell. Publicó: Cuadernos de la breve ceguera (La Magdalena 2014). Jardines, en coautoría con Raúl Feroglio (El Mensú, 2015) La hija del pescador (La Magdalena, 2016). Piedras de colores (Proyecto Hybris 2018). El orden del agua, GPU Ediciones (2019)
-Su libro MADURA, recién editado
por Editorial Sudestada (2021)
-Coordina Microversos, talleres de exploración literaria.
TRES ESTACIONES
Y UNA MENOS*
I. ESTACIÓN DE LOS FUEGOS.
Un joven se masturba, en un estanque con
agua congelada.
La mujer, detrás de cristales rosados, lo
mira.
El fuego de la escarcha, la quema.
La alondra se abre como fúlgido puñal.
II. ESTACIÓN DE LA
SOMBRAS
Un hombre inclinado, sobre su fatiga.
Escribe sus ficciones.
La mujer, detrás de un vidrio empañado lo
mira.
Siente que la sombra que la refleja no es
de ella.
III. ESTACIÓN DE LA
ENVIDIA.
Un varón, le recuerda a su padre.
Juega con sus perros, amorosamente.
La mujer, detrás de unos vidrios húmedos.
Levanta las orejas y mueve la cola.
IV. ESTACIÓN DEL
CALVARIO
La mujer prohibida. Desnuda en la hierba.
Yace, más triste que la muerte.
El hombre, detrás de unos vidrios
espejados.
Se observa a sí mismo.
*De Amelia
Arellano. amelia.arellano01@gmail.com
*
Alguna vez,
antes de que los
siglos derribaran los muros,
hubo flores entre la
hierba.
Mi pelo perfumaba el
aire.
Y vos venías,
como un dios errante
sobre el mundo
a dejar la luz
sobre mi cuello.
Alguna vez,
antes de que el viento
arrojara tu nombre
como una piedra inútil
sobre el agua,
yo canté sobre tu
pecho
la canción de la
soledad.
Aún, a veces,
sólo porque es tan
dulce
la sangre escapando
del tajo,
nos miramos.
Y nos sentamos a la orilla del amor,
a mirar cómo pasa.
*De Mariana
Finochietto. mares.finochietto@gmail.com
- Mariana
nació en General Belgrano, Provincia de Buenos Aires. Actualmente vive en
City Bell. Publicó: Cuadernos de la breve
ceguera (La Magdalena 2014). Jardines,
en coautoría con Raúl Feroglio (El Mensú, 2015) La hija del pescador (La Magdalena, 2016). Piedras
de colores (Proyecto Hybris 2018). El
orden del agua, GPU Ediciones (2019)
-Su libro MADURA, ha sido recién
editado por Editorial Sudestada (2021)
EL BOSQUE DE
LOS CEREZOS HA PARTIDO*
Me desperté asustada por el estruendo leve
del silencio.
El bosque de los cerezos ha partido.
Ha partido. Ay sin despedirse.
También se ha ido el hombre del sombrero
roto.
Se lleva, Ay se lleva la huella de la
última nevada.
Los viñedos, inútilmente extendieron sus
brazos.
Ay no pudieron, no.
Reclusos crepitan en la pasión dorada del
otoño.
El sol, indeciso muerde una manzana de oro.
Ay una manzana de oro.
La esclavitud sonríe en la pausa fresca.
El bosque de los cerezos ha partido.
Ha partido. Ay sin despedirse.
El amor y el olvido, mustios
Caminan aferrados al hombre del sombrero
roto
Y se llevan, Ay se llevan la huella de la
última nevada.
*De Amelia
Arellano. amelia.arellano01@gmail.com
*
A veces el silencio es
una continuidad y se puede tocar. Hay silencios finos, suaves, silencios
gruesos, rugosos, silencios agudos, metálicos, y silencios a punto del salto
como las fieras.
*De Liliana
Díaz Mindurry. lidimienator@gmail.com
Inventren
https://inventren.blogspot.com.ar/
Caja negra*
Pon tu cara a la
sombra
Bebe tu luz de aquí
Toma parte del día
Ya tus sueños se han
muerto
Uhhhhh...
"Parte del
Día"
Aquelarre.
-Álbum Brumas 1974-
Ahora puedo saber que íbamos obstinadamente hacia lo que ya no existe. Una bandera plantada hace 124 años es apenas un símbolo que desata ese gran interrogante sobre la necesidad de viajar mientras estamos -cada uno de nosotros- encapsulados en un tiempo que no nos pertenece del todo.
El tiempo sucede a pasos de acontecimientos impredecibles. Pasa. Todo sucede.Ver un amanecer desde el aire es de los instantes más bellos que da la vida. Algunos dormían. Yo tenía los ojos bien abiertos pendiente de aquella línea de luz en el horizonte de un sol que todavía no tenía que dejarse ver.
En la costa el sol salía del mar como ese milagro potente de la vida día por día, pero estamos lejos de la costa a 10000 pies sobre la llanura de la provincia.
Uno aprende de las épicas cuando algo falló. Los hielos también se forman en el cielo.
En vez de subir arriba de los 12000 pies había que bajar suavemente. Hasta los golpes no grité ni tuve miedo.
Mi cabeza comenzó a escuchar ese tema de Aquelarre.No había pasado la segunda estrofa cuando el pájaro de metal daba sacudidas en una laguna que resulto ser campo inundado. El apuro fue salir atontados por si ese artefacto con sus bodegas llenas de combustible se incendiaba.
La estancia en la que caímos tenía el nombre justo "El socorro". Peones de la estancia y empleados de una estación de tren cercana nos ayudaron a caminar con el agua arriba de las rodillas.
El andén de la estación Juan Tronconi fue el refugio más maravilloso imaginable. No sé de dónde nos trajeron frazadas y hasta café caliente.
“El camino de tierra a Roque Pérez debe estar intransitable -nos dijo el jefe de estación-, pero ya estará al llegar el tren a La Plata. En Beguerie la estación siguiente a minutos de Tronconi, hay un pueblo con ruta asfaltada. Médicos para revisar a los golpeados. Teléfonos para avisar a sus familias que están a salvo.”
Nos miramos con chispas de alegría por la nueva vida que nos espera.Creo que preferimos regresar sobre la seguridad de los rieles. Arriba del tren decidiremos si bajamos en Carlos Beguerie o seguimos hasta La Plata.
Si es por mí, sigo en
tren hasta el final.
*De Eduardo
Francisco Coiro.
https://www.facebook.com/CansadoDeTriunfar/
-Siguiente estación
En el recorrido literario por el Ferrocarril Midland:
APEADERO KM.
38.
MARINOS DEL CRUCERO
GENERAL BELGRANO.
LIBERTAD.
**
En el recorrido literario por el Ferrocarril Provincial.
-Próxima estación:
FUNKE.
LOS EUCALIPTOS. FRANCISCO A. BERRA.
ESTACIÓN
GOYENECHE. GOBERNADOR UDAONDO.
LOMA VERDE. ESTACIÓN SAMBOROMBÓN.
GOBERNADOR DE SAN JUAN
RUPERTO GODOY.
GOBERNADOR OBLIGADO.
ESTACIÓN
DOYHENARD. ESTACIÓN GÓMEZ DE LA
VEGA.
D. SÁEZ.
J. R. MORENO. EMPALME
ETCHEVERRY.
ESTACIÓN ÁNGEL
ETCHEVERRY. LISANDRO OLMOS.
INGENIERO VILLANUEVA. ARANA.
GOBERNADOR GARCIA.
LA PLATA.
InventivaSocial
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escritura
-Editor responsable: Lic. Eduardo Francisco
Coiro.
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