jueves, abril 28, 2022

UN HAZ DE DESTELLOS.

 


*Dibujo de Erika Kuhn.

https://obraerikakuhn.blogspot.com/

 

 

 

 

 

 

*

 

 

Mi inteligencia llega hasta un punto

alcanza un lugar alto, en un momento al azar

después se apaga.

No deja siquiera un haz de destellos

tampoco memoria

olvida todo

como pintura nueva

sobre una pared en ruinas.

Quién sabe cómo construyeron los grandes hombres

su imperio personal

Proust, con siete libros

un esfuerzo titánico, épico

diez páginas ganadas al ataque de asma

al frío

al pecho quebrado en dos.

Virginia Woolf, que oía a los pájaros

cantar en griego

cada postración levantarse

a una nueva hoja, resignificada de furia.

Qué belleza la mente clara

el cordón de las neuronas bárbaras

abriéndose paso porque ahí

qué gran hombre

qué gran mujer.

Mi inteligencia se pincha en el aire

como un globo

pronuncia una frase y cae

recolectar la cosecha

es casi una utopía.

 

 

*De Mercedes Álvarez. alvamercedes@gmail.com

 

-Mercedes Álvarez nació en Tandil, provincia de Buenos Aires, en 1979. Vivió en Mar del Plata hasta los diecinueve años. Entre 1998 y 2006 residió en España, donde se licenció en Sociología por la Universidad Pública de Navarra. Realizó un máster en Gestión Cultural.

-En 2013 con el relato Grow a lover ganó el premio Edmundo Valadés de cuento latinoamericano.

-Publicó los libros Vecinos (Baile del Sol, España, 2010), Historia de un ladrón (Caballo de Troya, España, 2010), Imitación de los pájaros (Zindo & Gafuri, Buenos Aires, 2013), Ficciones súbitas (comp., Eds De aquí a la vuelta, Buenos Aires, 2013), Saigón (Zindo & Gafuri, Buenos Aires, 2015), El cuerpo intacto (2017, Penn Press), Grow a lover (2018, Pensamientos literarios).

 

-En 2021 ha publicado La gota en la piedra.

(novela, Mardulce, Buenos Aires)

 

 

 





 

 

DE CARLOS MARX A JOHN LENNON*

 

 

Ella desconoce

que Carlos Marx y John Lennon

fueron don grandes hombres

con un mismo propósito,

que la historia

no es un pedazo de cuaderno

sino un trozo de vida,

que camina desafiando

al tiempo, que, cuando hablo

de soberanía, hablo

de terminar la explotación

del bosque, de la playa

y de la sonrisa, del que sufre; 

que la estética del baile

no puede ser excluyente

en su trato hacia el que educa

desde lo alto de las luces.

Que un niño sano

justifica la enfermedad

de todos los edificios enfermos, 

que el museo no puede ser

un cementerio los viernes

a las dos de la tarde;

que no tiene sentido

promover excusas demográficas

en nombre del progreso

en guías turísticas

para que nos perdonen

quién sabe qué carajo. Ella

desconoce, y no la culpo,

por no saber que el término

“macroeconomía”

es un negocio muy próspero

que justifica el hambre

de los niños y la carencia

de la medicina sobre la mesa

del abuelo enfermo. Sí, ella no sabe

quién fue Carlos Marx

y mucho menos quién fue

John Lennon.

 

*De Daniel Montoly. danielmontoly@yahoo.es

 

 

 

 


 

 

 

 

*


 

Tengo

los pies muy grandes

para un cuerpo pequeño

y las manos delgadas de un pianista

que elogiaba mi abuela

y que hoy

se hunden entre bulbos

porque aman la textura de la tierra.

Nunca aprendí a hablar francés

¿Vous parlez, vous parlez?

y el inglés se me escapa,

pero a veces

digo palabras

y suenan como pájaros,

cuando cantan ocultos en los sauces

en las mañanas frías.

No gano buen dinero,

no me visto

con la elegancia de Francia

y tengo cierta obsesión con las camisas.

No tomo té. 

Odio el café.

Tengo pánico de beber en demasía.

Cuando me río, lloro

y cuando lloro,

suelo terminar riendo a carcajadas

y es probable que asuste a los vecinos

cuando me enojo mucho.

No me trenzo trenzas delicadas.

Tengo hijos. Tengo hijos a montones.

Soy maternal con todo lo que encuentro,

una hojita, un perro, una paloma 

y me agobian

después de cierto tiempo

y quisiera escapar a través de los roperos.

Quisiera ser tenaz. No es mi destino.

Quisiera ser segura

y no me sale.

Quisiera ser más que suficiente

y no es posible.

Así y todo,

me animo a postularme

para vivir lo que me reste de existencia

con la felicidad serena de los gatos

y algo de amor

florecido en los bolsillos.

 

 

*De Mariana Finochietto. mares.finochietto@gmail.com

 

- Mariana nació en General Belgrano, Provincia de Buenos Aires. Actualmente vive en City Bell. Publicó: Cuadernos de la breve ceguera (La Magdalena 2014). Jardines, en coautoría con Raúl Feroglio (El Mensú, 2015) La hija del pescador (La Magdalena, 2016).  Piedras de colores (Proyecto Hybris 2018). El orden del agua, GPU Ediciones (2019)

-Su libro MADURA, ha sido editado por Editorial Sudestada (2021)

-Coordina Microversos, talleres de exploración literaria.

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

TEÓLOGO EN LA VENTANA*

 

Este cerrado dolor de cabeza

causado por la presión del mundo visible

reclama un significado.

Pero la visión de la calle desde mi ventana

solo ofrece alternativas de una apariencia dislocada

hecha de fragmentos trémulos, colores dudosos

y un sufrimiento de cosa oscuramente mezclada

consigo misma.

¿Qué materia desean los ojos y que no pueden ver?

No esta especie de traición a lo largo del pavimento,

la naturaleza criminal que revelan los automóviles,

el taciturno rumor de los objetos manufacturados,

la vacilante verdad de la muchedumbre hacia el ocaso,

los asuntos de esta terrible sociedad que se aplasta al

planeta.

¿Cuál es la relación de esta escena con el otro orden?

La divinidad está aquí por delegación sombría.

Hay un millón de ventanas y cada una padece

su teólogo fracasado ante la única realidad posible

con su correspondiente dolor de cabeza al anochecer.

 

*De Joaquín O. Giannuzzi.

-Fuente: Joaquín O. Giannuzzi Obra Poética.

EMECE. Bs As. 2000








 

 

*

 

y reímos porque es un reflejo

tan absurdo como estornudar

o respirar

o morir de amor

de soledad

o morir

de muerte

todos los reflejos son similares

y quién soy yo

para desobedecer

El propio instinto.

 

*De Marcela Lokdos.

 

 

 

 

 


 

 

 

 

Como lágrimas en la lluvia*

 

 

Vine a gritar y me pobló el silencio.

Del son, sólo fantasmas nuestras voces.

 

Pues todas las palabras:

las que un día cantamos,

aquellas que callamos,

las que nunca debimos haber dicho,

también las que escuchamos,

pensamos inventamos escribimos,

las que en algún otoño nos dañaron

y las que despertaron un lánguido suspiro,

las que pintaron una sonrisa en nuestros labios

y las que no dejaron ningún poso en nuestro espíritu;

y aun éstas que ahora escribo,

éstas que acaso estás leyendo,

también se perderán en los pliegues del tiempo.

 

Sólo seremos ecos,

provisionales ecos rebotando

hacia un sol extinguido.

 

*De Sergio Borao Llop. sbllop@gmail.com

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

*

 

Las botellas lanzadas al mar, con desesperadas peticiones de ayuda, nunca llegan a su destino. Las sirenas atrapan esos mensajes y los leen pensando en las fantasías de un extravagante escritor. Después duermen y, mientras lo hacen, sueñan con la soledad, con islas desiertas y con las peripecias de aquellos personajes imaginarios.

 

*De Alejandro Badillo. badillo.alejandro@gmail.com

 

 

-Alejandro Badillo. (Ciudad de México, 1977)

Es autor de los libros de cuento Ella sigue dormida (Tierra Adentro), La herrumbre y las huellas (Eeyc), Vidas volátiles (BUAP), Tolvaneras (SC Puebla), El clan de los estetas (Universidad Veracruzana. Premio Nacional de Narrativa Mariano Azuela) y las novelas La mujer de los macacos (Libros Magenta) y Por una cabeza (Premio Nacional de Novela Breve Amado Nervo).

Recientemente ha publicado:

“La Habitación Amarilla” (cuentos) por Editorial BUAP. -2021-

“Reconstrucción” (novela) Ediciones EyC. -2021-

 

 

 

 

 

Inventren

https://inventren.blogspot.com.ar/

 

 

 

 

 

Tarkovski, el ratón *

 

Episodio 2.

 

 

Como todo el mundo sabe o casi todo, los ratones hemos sufrido también lo que se denomina Ley de las compensaciones. Pese a nuestro cuerpo pequeño y frágil, absolutamente indefenso frente al resto las bestias como los gatos y los seres humanos, hemos sido compensados con un sexto sentido para olfatear el peligro una velocidad absoluta para escapar de ambos y una vista poderosa para encontrar los alimentos para sobrevivir, o en mi caso, para poder leer desde muy lejos, aún los textos caracterizados por sus letras muy pequeñas.

Esta historia trata de eso, de mi vista.

Volviendo sobre el techo del tren, luego de otra reunión en Villa Luro, alcancé a leer un fragmento del libro que un pasajero tenía sobre sus piernas y que lamento no haber podido completarlo, ya que bajó un par de estaciones antes que yo.

(*) El texto decía: “El ojo es el más autónomo de nuestros órganos. Lo es porque los objetos de su atención están inevitablemente situados afuera. Salvo en un espejo, el ojo jamás se ve a sí mismo. Es el último en cerrar cuando el cuerpo se está quedando dormido. Permanece abierto cuando el cuerpo es sorprendido por la parálisis o la muerte. El ojo sigue registrando la realidad incluso cuando no hay razón aparente para hacerlo, y en todas las circunstancias. La cuestión es ¿por qué?

 Y la respuesta es porque el entorno es hostil. La vista es el instrumento de ajuste a un entorno que sigue siendo hostil. En suma, el ojo busca seguridad. Eso explica la predilección del ojo por el arte. Eso explica el apetito del ojo por la belleza.

La belleza es donde descansa el ojo. El principal instrumento de la estética, el ojo, es absolutamente autónomo. En su autonomía, solo es inferior a una lágrima.

 

*De Andrés Bohoslavsky. vladimirbeat@yahoo.com.ar

 

 

 

Próximas estaciones por antiguo ferrocarril Midland:

 

MARINOS DEL CRUCERO GENERAL BELGRANO.  

 

 

LIBERTAD.

 

-Final del recorrido literario por el Ferrocarril Midland-

 

En Libertad, la antigua sede de los talleres ferroviarios estará terminada la aventura literaria del antiguo Midland. Desde Marinos –una estación relativamente joven- hay un tren real –el Belgrano Sur- que puede recorrerse hasta Aldo Bonzi en el tramo original del Midland para continuar por las vías que fueron alguna vez del Compañía General Buenos Aires hasta la estación Sáenz.

Queda renovada la invitación a participar en las últimas estaciones del Midland. Que la utopía del tren literario no se detenga y haya fuerza demencial literaria para seguir adelante con el extenso recorrido del Provincial. El cierre del Midland se acompañará en sucesivas ediciones con escritos de los amigos que han participado en esta hermosa aventura.

 

 

 

 

 

 

 

InventivaSocial

Plaza virtual de escritura

-Editor responsable: Lic. Eduardo Francisco Coiro.

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