*Foto de Noelia Ceballos @noe_ce_arte
La forastera*
Durante muchas noches de insomnio
he vagado
aterida
por la Ciudad del Pasado.
No llevaba planos
no llevaba guía
no llevaba lámpara.
Como sonámbula
esquivaba los peligros.
Como a forastera
ellos me asaltaban.
Bellos rostros que se abrían como flores
cuerpos del amor…
No pude encontrar mi casa.
Esa Ciudad por la que vagué
fue moldeada
con grandes emociones
con grandes deseos.
Así también
de grande
es su cementerio.
*De Estela Figueroa.
(Santa Fe, 12 de agosto de 1946 - 11 de
agosto de 2022)
https://es.wikipedia.org/wiki/Estela_Figueroa
MI PADRE SE
PARECÍA A LOS CABALLOS*
mi padre se parecía a los caballos
que el abuelo herraba
en el final del terreno de la casa
fortaleza y libertad
impaciencia de potro frente al campo
yo imitaba su furia en un cuaderno oscuro
un imperfecto ser sin cascos ni músculo
donde la frágil cabalgaba
por antojo de imitar lo que hacía su padre
con el día
y fui la perfecta contracara
la moduladora del vacío
él me enseñaba el vértigo de sol a sol
el morro
yo controlaba el trazo del papel
él modelaba la mezcla sobre el ladrillo
yo agregaba a la hoja
la tesitura grave
la fuerza de lo que estalla en soledad
*De Susana
Slednew.
-De "Poéticas
del movimiento" Ed. En Danza (2022)
https://susanaslednewpoemas.blogspot.com/
La Criatura de los
puentes*
Siralí se olvida, a veces, de esa capacidad
nómade que la caracteriza. Y aquello de los mundos le parece más un invento que
una realidad. Se olvida de todo y vuelve a las tardes de urgencia, a las noches
de apatía.
La alarma que más alerta sus sentidos es el
mareo angustioso del agobio. Porque sus estados de ánimo son cambiantes,
inasibles. Pero hay una punzante sensación que le recuerda a Siralí que hay
otro mundo, deshabitado ahora, un mundo que espera por sus flores ahora, por
sus perfumes, por sus personajes de bruja, de reina y exploradora, de animal.
Será preciso que delimite, que abra surcos
en la tierra con su arado. Que cobije bajo ciertos árboles las especies más
raras y desprotegidas. Será preciso que construya un puente, entre un mundo y
otro, de un lado y otro del sembradío. Con un vigilante ruiseñor que le avise
si el agobio llega con las tormentas después de semanas cargadas de nubes. Que
le avise antes que a nadie, que pronto dolerá si no atiende al otro lado,
solitario, en el que ella, es dueña hasta del sol.
*De Lorena
Suez. suezlorena@gmail.com
-De su libro Intemperie. Viajera Editorial 2017
-Lic. en Ciencias de la Comunicación /
Psicóloga Social
-Mentoría de procesos creativos
-Taller de escritura y emociones
Legados
*
Somos la vida obstinándose en persistir
como aquellos virus de antaño que escapaban a todas las formas posibles de la
extinción.
Tengo la memoria del nogal que me albergó
años y años desde la semilla que mi madre alada enterró en aquel bosque que no
es un bosque como ustedes entienden, sino una zona de creación de nuevas formas
de vida. Seré golondrina, después de desprenderme de la corteza de ese ser que
será un recuerdo de leña al tiempo de mi partida. Vivo en los aires. En la
mitad del ciclo anual haremos nido en algún refugio de California. Volveré a
comienzos de la primavera del sur con mi pareja.
Gestaremos semillas de la especie.
Confiaremos en la fuerza de la vida. Aún en aquella surgida de lo imposible.
Como una última y desesperada utopía. No hay en el génesis de nuestra
existencia nada que se parezca a una verdad reconocida en vuestra época.
Sólo cuento con un lejano origen literario.
Cuando una abuela de más de 80 años repitió en voz alta delante de sus nietos
la frase que nos gestó: "Dicen que a los hijos hay que darles raíces y
alas. Raíces para que sepan de donde vienen y alas para que las desplieguen y
vuelen a su propia vida en el momento justo"
Del legado de ese sueño existimos.
*De Eduardo
Francisco Coiro. inventivasocial@hotmail.com
Autoritarismo tecnológico*
Los tecnócratas sueñan
sociedades reguladas por la “sabiduría” empresarial, donde las corporaciones
ocupen las funciones del gobierno
*Por Alejandro
Badillo. badillo.alejandro@gmail.com
Desde hace algunos años han cobrado cierta
fama ideas que mezclan el autoritarismo con el dogma tecnológico. Hay varias
razones para este fenómeno, pero podría destacar dos: la poca crítica que se
hace a la tecnología –asumiendo que es neutral en sí misma– y la necesidad, en
medio de la crisis, de aferrarse a modelos sociales que garanticen la seguridad
de las personas sin importar que repliquen estrategias cada vez más
autoritarias. La normalización de este pensamiento ha logrado que posiciones
cada vez más extremas, orilladas a la marginalidad por su talante antidemocrático,
se infiltren en el debate público como opciones reales y, lo peor, con cierto
respaldo popular.
Gil Durán, un colaborador de The New Republic, publicó recientemente
el artículo “Where J.D. Vance gets his weird, terrifying techno-authoritarian
ideas”. A grandes rasgos describe la ideología de Curtis Yarvin, una especie de
gurú de J.D. Vance, candidato a la vicepresidencia de Estados Unidos por el
Partido Republicano. La historia de Yarvin, como la de muchos otros ideólogos
que promueven el dogma tecnológico, está directamente influenciada por los
empresarios de Silicon Valley que buscan realizar una suerte de gobierno
autónomo, lejos de cualquier regulación estatal. Yarvin –protegido de
millonarios como Peter Thiel, quien a su vez es uno de los mecenas de J.D.
Vance– difunde ideas relacionadas con la llamada “Ilustración Oscura”, una
corriente dentro de la extrema derecha que aboga, entre otras cosas, por
eliminar la democracia y los derechos humanos y sustituirlos por gobiernos
totalitarios corporativo-tecnológicos.
Las fantasías de imponer un gobierno
empresarial, ajeno a las leyes, pueden rastrearse hasta el siglo XIX y XX,
cuando las compañías estadounidenses y europeas se hicieron dueñas de regiones
enteras de Latinoamérica, África y Asia para explotar recursos naturales y
humanos. Los gobiernos locales eran sólo facilitadores de los intereses
corporativos más allá de cualquier marco legal. En Guatemala está el caso de la
United Fruit Company. Un siglo atrás el rey Leopoldo II de Bélgica transformó
el Congo en una colonia privada para extraer caucho, una industria
multimillonaria que dejó millones de muertos en el país africano. La novela
clásica de Joseph Conrad, El corazón de
las tinieblas, da cuenta del infierno provocado por las aventuras
empresariales de la nobleza europea. Ahora se intentaría regresar a esas
fantasías a través de políticos reaccionarios quienes, manipulando a los
votantes decepcionados por el statu quo
liberal, entregarían sus esperanzas a los oligarcas tecnológicos con un
discurso abiertamente antidemocrático bajo el supuesto de que ellos podrán
llevarlos a la prosperidad.
La sociedad imaginada por Curtis Yarvin
sustituiría al Estado-nación tal como funciona hoy por entidades más pequeñas
llamadas patchworks. Estos
“miniestados” autónomos, controlados por corporaciones tecnológicas, podrían
imponer sus propias reglas, por descabelladas que sean. Este fenómeno recuerda
el final del Imperio Romano, un declive que fragmentó a la principal potencia
de la antigüedad y dio lugar a una serie de reinos que tenían sus propios modos
de organización, vinculados por ideologías comunes como la religión cristiana.
En este caso la nueva religión sería una especie de dogma tecnológico que
abarcaría no sólo la economía, sino que moldearía a la sociedad en términos de
la biopolítica, entendida en términos de Michel Foucault: administrar la vida
de los ciudadanos en búsqueda de un control absoluto y un máximo rendimiento.
Las máquinas, como ya se hace en nuestros tiempos, vigilarían de formas cada
vez más invasivas las capacidades de cada habitante y desecharían las vidas
consideradas prescindibles.
El futuro dominado por un distópico
autoritarismo tecnológico ha sido reflejado en películas y libros. Una de las
obras más interesantes, aunque poco conocida en México, es la novela Génesis
del escritor neozelandés Bernard Beckett. El libro, publicado en español en
2009, plantea una sociedad que apenas pudo sobrevivir al colapso ambiental y
bélico en la segunda mitad del siglo XXI. Esa sociedad llamada La República de Platón
–unas islas aisladas del resto del mundo por una valla marina– es dirigida,
justamente, por Platón, un empresario multimillonario gracias a sus inversiones
en hidrógeno y biolimpieza. El nombre del personaje –al igual que los otros que
aparecen en el libro– no es, como se puede suponer, gratuito. Hace referencia
al gobierno de los sabios imaginado por el filósofo griego, sustento, entre
otras ideologías, de la tecnocracia. Esa utopía empresarial controla las vidas
de sus súbditos a través de un sistema de castas: obreros, soldados, técnicos y
filósofos. La élite es educada para que no piense por sí misma y, de esta
forma, mantenga el statu quo. Todo en esa fantasía totalitaria transcurre en
aparente normalidad, hasta que Adán, un miembro de la clase filósofa –el primer
hombre–, se atreve a pensar por sí mismo y ayuda a una mujer ajena a las islas
que busca ayuda en una pequeña embarcación. Génesis es una reflexión sobre el
miedo, la libertad, la individualidad y de cómo una “paz” diseñada artificialmente,
moldeada por un sabio tecnócrata, está condenada a romperse, pues el espíritu
humano siempre busca la tensión de la política y las preguntas.
El autoritarismo tecnológico actúa ya en
nuestras vidas a través de los algoritmos y de plataformas que sólo responden a
los intereses corporativos y a las cuales les delegamos cada vez más
responsabilidades. Es curioso, en el caso de Estados Unidos y las elecciones de
noviembre de este año, que el vicepresidente de Trump, en su etapa en la Casa
Blanca (2017-2021), haya sido un supremacista cristiano como Mike Pence, vital
para congraciarse con el influyente sector evangélico del país. En esta segunda
campaña por la presidencia eligió para el mismo puesto a un personaje ajeno al
perfil religioso tradicional, aunque cercano a un nuevo tipo de fe: la
tecnología como un modelo de control que diseñará una sociedad disciplinaria.
Es probable que, en el caso de que la dupla republicana llegue al poder, no
pueda realizar las fantasías que vende en su campaña. De hecho, muchos
experimentos de los llamados “libertarios” han fracasado, al menos los que han
intentado llevar a la práctica la desaparición total del Estado para que
gobiernen las fuerzas del mercado. Sin embargo, este tipo de ideologías no
deben ser menospreciadas por la ciudadanía que aún se preocupa por la tendencia
totalitaria a la cual se dirige gran parte del mundo.
-Fuente: La Tempestad
https://www.latempestad.mx/tornavoz-autoritarismo-tecnologico/?
-Alejandro Badillo. (Ciudad de México, 1977)
-Es autor
de los libros de cuento: Ella sigue
dormida
(Tierra Adentro), La herrumbre y las huellas (Eeyc), Vidas volátiles
(BUAP), Tolvaneras (SC Puebla), El clan de los estetas (Universidad
Veracruzana.
Premio Nacional de Narrativa Mariano Azuela) y las
novelas La mujer de los macacos (Libros
Magenta) y Por una cabeza
(Premio Nacional de Novela Breve Amado Nervo).
Recientemente
ha publicado:
“La Habitación Amarilla” (cuentos) por Editorial BUAP. -2021-
“Reconstrucción” (novela) Ediciones EyC. -2021-
PROTOCOLO DE PROGRESO*
La llegada a ese planeta fue como siempre,
primero la observación desde lejos, la preparación del informe, la espera de
las evaluaciones, toda la burocracia que se pone en marcha en cada ocasión en
que contactamos un ambiente propicio para la vida.
Hemos
descubierto bastantes planetas habitados a lo largo de los siglos, pocos con
vida y un escasísimo número de civilizaciones. Por esto es que no fue
indiferente la noticia de que en éste no solamente hay vida inteligente sino
organizada.
La primera
observación fue que los seres inteligentes se encontraban en todo el planeta en
el mismo estadio de evolución, compartían una cultura común y no se observaban
conflictos en ninguna de las regiones. La homogeneidad era lo más destacado y
sorprendente, algo que hasta ahora no tiene paralelo en ningún otro de los
planetas conocidos.
Antes de
realizar contacto y siguiendo el protocolo se fue elaborando un informe
completo en todos los aspectos, desde la conformación mineral y geológica del
planeta a una detallada y enciclopédica descripción de fauna y vegetación,
dejando para la culminación el estudio de los seres inteligentes con su
lenguaje, arte, historia, saberes de todo tipo.
Es en esta
etapa final en la que fui enviado para hacer contacto.
Estuve
orbitando un largo tiempo mientras me familiarizaba con vocablos, pronunciación
y gestos. Fui escogido entre otras causas debido a que mi raza es la más
parecida a esta. Soy un poco más oscuro y la distancia entre los ojos es
diferente, pero en general puedo pasar por uno de ellos que hubiese tenido alguna
deformación de nacimiento.
Cuando
bajé a la superficie escogí una zona que para ellos es fría pero que para mi
percepción de la temperatura es la más benigna, y con suplementos médicos logré
compensar el oxígeno.
A los
primeros días los pasé en una zona rural, aclimatándome y acostumbrando mis
músculos a la gravedad. Ya conocía bastante bien sus costumbres y llevo por
supuesto un sistema de ordenador incorporado que me proporciona la información
que pueda requerir.
El primer
contacto en la campiña fue con un hombre que pasó llevando leña y me miró con
el rabillo del ojo, como se observa disimuladamente a los minusválidos o a los
seres de otra raza. Nos saludamos cortésmente y me dirigí al poblado.
La
evolución de estas gentes se encontraba en el estadio de vida campesina, con
granjas y pequeños pueblos donde se agrupaban los artesanos y se realizaba la
actividad política. No había ciudades ni un centro mundial, sólo poblados
rodeados de establecimientos rurales, y la misma extendida cultura. Lo más
inexplicable es que esta etapa de su civilización abarcase todo el planeta, y
durase milenios.
Nuestras
investigaciones previas habían demostrado que la cultura única se había formado
hacía miles de años (tiempo terrestre) y desde entonces no había sufrido ningún
cambio significativo. Esto era intrigante, ya que no habíamos hallado algo
similar en ninguna galaxia.
Me
presenté en el pueblo en un comercio de insumos, saludé al dueño en la forma
ceremonial y le pregunté si había trabajo para un hombre saludable. Se
conmocionó visiblemente, y con muestras de respeto inquirió el porqué de mi
necesidad de trabajo, el porqué de mi soledad, como quien sabe que responder
será doloroso, y ya excusándose con el gesto.
Le mentí
un incendio en la granja de mis padres y expuse la historia ya preparada para
integrarme en la comunidad.
La enorme
pena que le provocó el que yo hubiese quedado solo me conmovió. Son unos seres
muy emotivos y para ellos, profundamente gregarios, la desgracia que se había
abatido sobre mí era inimaginable.
Me mostré
afectado. Atento a mis sentimientos, no me interrogó más y me indicó una granja
donde podrían adoptarme.
Puede
parecer inútil, pero estas observaciones de campo son parte del protocolo de
acercamiento a las civilizaciones descubiertas. Es posible que este paso se
obvie en el futuro, pues algunos sociólogos han muerto o sufrido violencia en
algunas misiones, y los científicos últimamente no tienen demasiado en cuenta
nuestros relatos, pero yo disfruté de ser el primero en pisar suelo virgen.
Después de
llegar a la granja y llamar a la puerta hube de esperar a ser atendido por el
padre. La organización es familiar con una cabeza masculina que funciona como
consejero, patrón, educador y sacerdote de dioses lares. A veces conviven dos o
más familias, pero el varón principal es el mayor en edad y toma a su cargo a
los hermanos con sus hembras y sus hijos.
En esta
granja había solamente un grupo familiar, por lo que contaban con habitaciones
vacías y la posibilidad de acoger otro integrante.
Desde el
primer momento me trataron como uno más. Tuve mi lugar en la mesa, me
proporcionaron algunos vestidos evidentemente confeccionados por ellos mismos,
pusieron elementos de limpieza a mi alcance.
La vida
era perfectamente planificada desde el amanecer al anochecer según las
necesidades del trabajo, que estaba distribuido con justicia entre todos los
integrantes de la familia. No había peleas, nadie se quejaba, los niños
aprendían de los mayores todo lo necesario para la vida cotidiana. Mi
personalidad me ha hecho participar de algunas riñas en mi juventud, pero el
mecanismo vital de estos seres limaba cualquier aspereza que pudiese dar lugar
a una disputa.
No habían
tenido guerras desde miles de años atrás, la misma palabra “guerra” no existe
aunque puede evocarse el significado al referirse a la quita de malezas, a la
limpieza de ciertos parásitos que anidan en los techos y circunstancias de ese
tipo.
Anoté las
peculiaridades de su cultura, que se van revelando en la convivencia. En líneas
generales todo era conocido por el estudio previo, pero mi visión proporcionaba
un registro para el futuro de situaciones vitales aún sin influencia de otra
cultura como la nuestra.
Estos
seres eran vegetarianos, aunque poseen colmillos que evidencian un remoto
pasado en el que fueron carnívoros. Buena señal, pues tenemos mucha existencia
de ganado pasible de ser comercializada. Su medicina es muy rudimentaria, y
nosotros somos productores de un amplio abanico de medicamentos. Utilizan metal
pero los yacimientos son casi vírgenes. En suma, era un mercado inexplorado con
gran potencial de intercambio.
Yo
pertenezco al planeta tierra, donde mi especie inteligente en pleno estadio de
formación logró exterminar a otros homínidos que pudiesen presentar batalla por
territorio o alimentos. Poseemos una violencia que logró acortar
considerablemente las etapas evolutivas, de sociedades primitivas como la de
este planeta a una economía feroz de aprovechamiento extenso de recursos. Como
en otros planetas, hubo un apocalipsis de guerras internas que acabó con la
mayoría de las especies animales y vegetales, dejando relativamente pocos
habitantes, un gran nivel tecnológico y la puerta abierta a ser contactados por
otra especie inteligente para iniciar el comercio interestelar.
Mientras
compartía la mesa de la granja con individuos serenos y afectuosos, imaginaba
mi próximo trabajo, consistente en sembrar la semilla de la evolución social.
Sería relativamente sencillo pero dadas las condiciones la germinación
seguramente tomará más tiempo del estándar.
Según las
características de cada especie tenemos diversos protocolos. Aquí la
estabilidad se encuentra fundada en la homogeneidad de la cultura, la
inexistencia de una religión dependiente de poderes centrales, la atomización
de las sociedades en aldeas regidas por una democracia real, la naturaleza
pacífica de los individuos. En suma, la absoluta falta de competencia que actúe
de movilizador de la historia. Como en algunas antiguas sociedades de mi
planeta, carecían de la noción de progreso adhiriendo a un pensamiento cíclico
y circular ligado a las estaciones y las cosechas.
Tuve unos
días de trabajo quitando malezas, algunas pequeñas felicidades en charlas
breves e inocentes con criaturas atávicas, me distraje observando horizontes
limpios y un cielo carente de tóxicos, puro y dilatado.
Uno se
ablanda un poco y se suele sentir el impulso de dejar el planeta intocado y
testigo de una era de la ingenuidad, pero tengo detrás toda una organización de
la cual soy apenas una minúscula partícula, y mi plan de acción fue prefigurado
de antemano.
Podía
introducir la cápsula de veneno de muchas formas. En un equilibrio
aparentemente tan firme un solo cambio inclina el plano y todo comienza a rodar
y a entrechocarse.
Habría que
provocar ese desequilibrio, y ello era posible introduciendo el concepto de
progreso, avance con respecto a otros, superación de otras comunidades, recelo
por estos otros, envidia de las condiciones distintas y mejores de esos otros,
lucha por la consecución de esos bienes o forma de vida envidiable.
Tomé la
comunidad que me acogió, les revelé que yo soy de otro planeta y les aseguré
que mejoraría su existencia con conocimientos insospechados. En poco tiempo los
convencí con algunos prototipos para encantar ingenuos, para lo cual debieron
aprender a utilizar algunas herramientas, y para hacer esas herramientas
debieron buscar materiales en otras regiones. Esos materiales, como minerales,
se encontraban debajo de los cultivos de otras comunidades, por lo que debieron
comerciar con ellos, compartir saberes, especializarse.
Sé que
pronto surgirán las disputas por el precio de materiales, cosechas, saberes.
Habrá escaramuzas, luego guerras, y en unos cuantos siglos el paisaje estará
devastado, y las condiciones serán las adecuadas para entrar en el comercio
intergaláctico. Los que queden ya no serán ingenuos y tendrán el anhelo de
progresar infinitamente.
Miro el
campo que ondula en pastizales, respiro el aire puro. Me llevo una imagen
preapocalíptica, suspiro y vuelvo a mi nave.
*De Mónica Russomanno.
russomannomonica@hotmail.com
*
El hombre habló con el
viento de las seis direcciones/ tocó sus alas para que llenaran el vacío del
mundo./ A su lado/ emergieron las primeras piedras/ y rozaron sus manos./
Seguido/ sopló en un puñado de polvo al aire/ creando las grandes aves
sagrados/ para que llenaran su soledad con color y canto./ Abajo/ en el mundo
de los dioses oscuros/ se hizo la luz/ y éstos ascendieron al cielo/ iluminando
la cabeza del hombre/ surgiendo así el lenguaje de las cosas con el hombre./
Luego/ éste enterró los pies en la vientre de la tierra/ sintió el calor del
fuego/ que le urgía a caminar con rumbo hacia a las seis direcciones del viento./
*De Daniel
Montoly.
Columbus. Ohio
Apreciado
Señor Spock. *
Al Oficial científico
de la nave estelar.
"He observado que hacemos el amor en
la esperable indiferencia con la que un empleado administrativo lee, firma y
sella un expediente. Para el cual lo verdaderamente importante es el control.
Que el expediente este en el estante correcto, disponible para cuando sea
necesario otra firma, otro sello, pasarlo a otro estante con cierta
indiferencia como si fuera a otro abandono. (....)"
"Después de haber pasado varias veces
por el planeta Siofn los seres tienen una vida sin pasión. Los supera saber que
su nuevo cuerpo tiene fecha de vencimiento; ya no sienten estar en una vida
verdadera con peligros y desafíos, incertidumbres, frustraciones.... se limitan
a administrar su tiempo en redes psicofísicas a las que confirman su
pertenencia con gestos tan automáticos, tan naturalizados en su inconsciencia
(...)"
Por eso este hombre de su tripulación ruega
que lo transfieran a un planeta de "sangre caliente" donde la vida
merezca ser vivida. Donde pueda sentir de nuevo -como aquella remota vez- que
cada instante es un principio y un final.
*De Eduardo
Francisco Coiro. inventivasocial@hotmail.com
*
En cada uno de
nosotros residen huecos imposibles. Por eso escribimos,
pintamos, hacemos
teatro, música, escultura, fotografía, cine, lo que
sea. Escribimos eso
que no podemos ver, somos el personaje que nunca
nos atrevimos a ser,
pintamos los sueños, esculpimos lo que no puede
realizarse,
fotografiamos lo que está fuera de la imagen, la película de
un mundo que no
logramos vivir o la música de lo indecible. Pero el
hueco sigue y lo
intentamos de nuevo hasta morir.
*De Liliana
Díaz Mindurry. lidimienator@gmail.com
Inventren
https://inventren.blogspot.com.ar/
La crisis del
chocolate*
¿Por qué íbamos a prever errores, si
avanzábamos sobre teorías
sólidas?... La crisis del chocolate se
extendía por todo el mundo...
Parecía que las plantas de cacao se
hubiesen ido a huelga hasta que las
especies transgénicas, introducidas a cada
país con tratados de libre
comercio, renunciaran a sus patentes en el
mercado.
Eran esos tiempos futuros, o arcaicos -aún
es confuso saberlo-, en que
el chocolate era valorado más que el oro o
el cobre en estos días. El
Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional se vieron obligados a
intervenir para rescatar al país de lo que
los expertos ya llamaban "La
Crisis del Chocolate", elaborando un
plan oportuno, como en casos
similares suelen ser elaborados. Las
tradicionales opciones fueron
consideradas: instaurar una dictadura
militar, despidos masivos,
privatizaciones, permitir que una potencia
invada al país para
rescatarlo, incrementar la deuda externa...
Incluso la opción de dejar
que el mercado mundial estabilizara al
país, como si no fuera evidente
que la lucha entre capitales es siempre
destructiva.
La crisis avanzaba rápidamente y el plan
debía de ser definido: la
experiencia histórica frenaba cada opción
al recordar que ninguna ni
todas ellas implementadas al mismo tiempo,
resolvían crisis alguna. Fue
entonces que la respuesta buscada, aquella
que aportaría la evidencia
rotunda a favor de las doctrinas
neoliberales, apareció para salvar a la
patria: se adoptarían las opciones
tradicionales, además, y ésta
fue la gran respuesta, se construiría una
fábrica de chocolate.
Así fue como la construcción se inició un
par de horas después de
consumado el golpe militar. La localidad
elegida fue el pueblito de
Herrera Vegas, junto a la vieja estación
abandonada del ferrocarril. Su
construcción traería desarrollo y empleos a
la localidad, además de
chocolate a la nación.
La primera sorpresa la causó el gran
letrero a la entrada, que anunciaba
el nombre y hacía recordar tiempos de
guerra civil en otrora vividos:
"El patriotismo tiene una base química, pues nuestras cenizas irán a
formar parte de nuestros descendientes; estamos formados con detritus
de nuestros antecesores y otros seres y minerales de nuestra patria.
Después de una guerra, las sales de los muertos, por medio de los
vegetales, el trigo, el pan, etc., nutrirán los futuros pobladores de la
región en que se dieron las batallas, lo que significa una
reconciliación química profunda de las razas combatientes"
(A.
L. H., 1934).
FÁBRICA DE CHOCOLATE "ALFONSO LUIS HERRERA"
Auspiciada por el Banco Mundial.
Herrera Vegas, Buenos Aires. República Argentina.
Al poco tiempo, las cosas marchaban como
era de esperarse: la crisis
poco o nada se había resuelto, las medidas
adoptadas sólo habían
logrado dar estabilidad a los grandes
capitalistas: los pobres trabajaban
más y comían menos, y la deuda externa se
había incrementado en
algunos millones de dólares. Todos llegaban
a la estación Herrera Vegas
con la curiosidad de saber qué se hacía en
la fábrica, pero quienes
lograban acceder salían siendo personas
completamente distintas, aun
cuando seguían siendo los mismos -algo por
demás extraño de explicar-
Los rumores comenzaron a causar
desconfianza, pues nadie había visto
Por la región algún chocolate de los
producidos por la fábrica, y
regularmente eran observados cargamentos
que llegaban al ferrocarril
transportando equipos de laboratorio,
secuenciadores de genomas,
reactivos químicos y demás cosas que
pasarían inadvertidas, si a donde
eran llevadas no fuera una fábrica de
chocolate.
Y es que, dentro de ésta, colocado
inmediatamente en la entrada, se
encontraba un espejo que tenía la curiosa
propiedad de invertir la
simetría de las moléculas en todo aquello
que se reflejara en él. Este
espejo era utilizado con el fin de invertir
la simetría quiral en los
seres vivos, pues una propiedad de todos
ellos es que los elementos
moleculares que los constituyen, en cuanto
a los aminoácidos que
forman parte de las proteínas y los
azúcares que componen el material
genético -ADN y ARN-, se orientan a un lado
en particular: los
aminoácidos en los sistemas biológicos de
orientan a la izquierda, y los
azúcares lo hacen hacia la derecha. Bien,
el espejo invertía esta simetría
-esta quiralidad-, en todo ser vivo que se
reflejaba en él.
A poco de andar, nos dimos cuenta con
Astrid que el proyecto real no
Iba a ser aceptado ni entendido. Aún en ese
mismo Centro de
Investigación Avanzada, donde se desarrollaban ideas muy audaces.
¿Cómo podíamos aceptar ser auditados por
los organismos que
financiaran las obras y el equipamiento?
Tuvimos que fabricar chocolate
-el oro de la época- para poder sostener la
investigación básica.
¿Cómo explicar que el proyecto contaba con
la colaboración de una
civilización extraterrena? ¿O que nuestras
creaciones genéticas estaban
poblando el planeta incubadora Gl 581 C?
Nosotros trabajábamos en la inversión y/o
modificación genética de la
vida. No imaginábamos que nuestros
procedimientos alteraran la
ideología de los sujetos. El marco teórico
nos llevaba a suponer que la
ideología de las personas es más dura e
inmutable que su genética.
Así pensábamos hasta poco tiempo atrás,
cuando en el marco de la
Visita de un economista, jefe del Banco
Mundial, ocurrió un
Acontecimiento imprevisto: Mientras el
hombre recorría la línea de
producción de monedas de chocolate -las
cuales pueden ser consumidas
o utilizadas como medio de pago hasta la
fecha de vencimiento, pues
vale aclarar que, en nuestra época, el
dinero es comestible y tiene fecha
de vencimiento en su utilización- fue
entonces cuando notamos que el
espejo inversor había quedado descubierto
por una esquina, y sin poder
evitarlo, el economista se reflejó en él.
Cruzamos miradas de pánico,
pero nada ocurrió, todo siguió
aparentemente igual.
Al final de la visita, Astrid acompañó al
hombre hasta la estación.
Al horario de llegada del tren faltaban
unos 20 minutos. Al rato de
llegar, el hombre se disculpó un momento
para ir al baño de la estación.
Caminó hasta el muro lateral -pintado
impecablemente de color arena- y
allí, a la vista de muchos pasajeros que
aguardaban el tren al igual que
él. Extrajo de sus ropas un aerosol de
pintura. ¿Lo había robado de
nuestra fábrica, en la sección donde
rotulan la producción embalada en
cajones?
Astrid saco fotos con la cámara de su
teléfono celular mientras pintaba
el muro, y otras al graffiti finalizado:
"La burguesía ha despojado de su aureola a todas las profesiones que
hasta entonces se tenían por venerables y dignas de piadoso respeto. Al
médico, al jurisconsulto, al sacerdote, al poeta, al hombre de ciencia,
los ha convertido en sus servidores asalariados"
-Marx y Engels-
"El capitalismo es una mafia"
"Lea El Capital y El Manifiesto Comunista".
Ya ha pasado algún tiempo y todavía no
tenemos una explicación confiable a este suceso.
*Por hugo
ivan cruz-rosas. quetzal.hi@gmail.com
Y Eduardo
Francisco Coiro. inventivasocial@hotmail.com
-Próxima estación:
FRANCISCO A.
BERRA.
-Continuidad literaria por el Ferrocarril Provincial:
ESTACIÓN GOYENECHE.
GOBERNADOR UDAONDO.
LOMA VERDE.
ESTACIÓN SAMBOROMBÓN.
GOBERNADOR DE SAN JUAN RUPERTO GODOY.
GOBERNADOR OBLIGADO.
ESTACIÓN DOYHENARD.
ESTACIÓN GÓMEZ DE LA VEGA.
D. SÁEZ.
J. R. MORENO.
EMPALME
ETCHEVERRY.
ESTACIÓN ÁNGEL ETCHEVERRY.
LISANDRO OLMOS.
INGENIERO
VILLANUEVA.
ARANA.
GOBERNADOR GARCIA.
LA PLATA.
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