*Obra de Walkala.
Luis Alfredo Duarte Herrera (1958-2010).
-En Aurora
Boreal. Walkala: un homenaje in memoriam
Si lo piensas*
Si lo piensas,
todos seremos algún día,
polvo de
estrellas, sílice callado y frío,
la última
exhalación de un sol muerto,
blancos huesos
de un millón de siglos.
Dime, si el
espacio contiene al tiempo,
nacer y
extinguirse es la misma escena,
o si acaso el
tiempo somete al espacio,
estamos
escalando la hora del silencio.
Hubo quien, del
mito procreó el logos,
negando que
fuimos un ciclo de sueños,
Parménides dijo
que el ser nunca ha sido
y Heráclito nos
legó el cambio perpetuo.
Si lo piensas,
nos dirigimos a la nada,
no se ha
pintado aún el blanco lienzo,
se continúan
erosionando los planetas,
y las lunas
caerán, al filo de lo eterno.
Dime, si aún
podemos definir al tiempo,
como perfección
de ideas, lo abstracto,
o si acaso el
tiempo es materia y forma,
de Zenón y esa
paradoja, su argumento.
Hubo quien, del
ápice abierto la arena
oyó caer y
concibió un poema perfecto,
ni de espacio
ni tiempo, el hombre sueña
solo existe el
presente, que ya ha muerto.
*De Jorge Lacuadra.
jorgelacuadra@hotmail.com
DESESPERADOS SOÑADORES DE GALAXIAS…
Gliese 581*
Nuestra
estrella Helio -G2, es una esfera de plasma en equilibrio hidrostático que,
mediante reacciones termonucleares de fusión del hidrógeno, genera energía en
su interior. Dicha energía se emite al espacio en forma de radiación
electromagnética, neutrinos y viento estelar. La radiación ha permitido a
nuestros Helio- científicos, idear una red espacial invisible en la oscuridad
del universo, imposible siquiera de imaginar por parte de cuerpos celestes que
no reúnan nuestras características físicas. La situación ha sido explotada por
los creadores del proyecto, tan favorablemente, que hemos logrado vender la
franquicia a lo largo y ancho del cosmos. “Tejimos” alrededor de nuestra
estrella, la más brillante del Sistema, una red de partículas de captura en
hilera y en forma de círculos concéntricos, portadoras de carga eléctrica que
desarrollan comportamiento colectivo. Dichas hileras presentan focos de
absorción periódicos. Esto permite que determinados cuerpos celestes que
navegan por el espacio, a merced del viento estelar, sean captados y atrapados
por la trama. Se trata del proyecto más afanoso que nuestros científicos, en el
transcurso del tiempo espacial, han podido imaginar y llevar a cabo. Lo más
importante es que, cada año galáctico que transcurre, este diseño se ve
coronado con mayores éxitos al conseguir seleccionar y aprisionar, según nos
interesen sus cualidades, millones de partículas interestelares. De acuerdo a
las necesidades, ha sido especialmente habilitada para el servicio, una
extensión de “caminos” intermedios no destinados a la captura sino al libre recorrido
de nuestras naves, en pos de control y/o recolección de materia prima.
Dependiendo de su proximidad a nuestro núcleo los cuerpos celestes apresados,
en mayor o menor grado, también se ven beneficiados. Tenemos la capacidad de
provocar en los distintos planetas, el fenómeno día noche, utilizando la
traslación y rotación naturales de los mismos. Por otro lado, estamos
tecnificados como para obligarles a girar a nuestro alrededor, mediante uno de
nuestros más brillantes logros: la conocida fuerza de gravedad. Nuestro sistema
está formado por nueve planetas y sus correspondientes satélites; asteroides,
cometas, meteoritos, polvo y gas interplanetario. El material es, como dijimos,
atrapado por la red de captura. Urdimbre que permanentemente, se encuentra abocada
a la detección y reclutamiento de nuevos cuerpos celestes extra solares. El
planeta Marte cuya superficie está cubierta de cráteres de impacto, campos de
lava, volcanes, cauces de ríos secos y dunas de arena, proporciona a nuestra
civilización, valiosas cantidades de basalto volcánico de alto contenido en
óxidos de hierro. Mercurio por su parte, es el principal abastecedor de hierro.
Después de billones de años, la mayoría del hidrógeno de nuestra superficie se
“quema” y nuestra estrella corre el peligro de contraerse y convertirse en una
gigante roja por lo cual, es necesario, mantener una reserva adecuada de
“combustible”. Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno nos proporcionan la provisión
necesaria de Hidrógeno y de Helio así como de otros gases menores,
imprescindibles para nuestra subsistencia estelar. Venus, cuyas nubes están
formadas por ácido sulfúrico, compuestos de azufre y otros ácidos, es poseedor
de una atmósfera rica en Dióxido de Carbono y Nitrógeno. Plutón, el planeta
enano, se mantiene como repuesto de Nitrógeno, Monóxido de Carbono y Metano. En
la Tierra, la energía irradiada por nuestra estrella, es aprovechada por seres
fotosintéticos que constituyen la base de la cadena trófica, siendo así, la
principal fuente de energía de la vida que existe en el planeta. También
influimos en los procesos climáticos y condiciones meteorológicas en que se
desenvuelve. Hace de doscientos a trescientos mil años terrestres, en un lugar
al que ellos mismos llaman África, pusimos en funcionamiento el proyecto
“Hombre” (Según algunas teorías que circulan por el planeta “Adán”) y a
continuación el proyecto “Mujer” (Eva). No hemos conseguido pulir algunas
imperfecciones que están llevando a sus descendientes a la autodestrucción. El
proceso de crear civilizaciones útiles es complejo, por ese motivo cada planeta
agotado es suplantado, en el transcurrir del Universo, por nuevos cuerpos
celestes. El planeta Tierra nomenclado como “Granero”, está destinado, dentro
de nuestro programa, al almacenamiento alimenticio dado que los habitantes, se
auto eliminarán en breve ya que nuestra tecnología aún no ha conseguido la
fórmula para evitarlo. Haremos uso de las riquezas naturales hasta la extinción
y posterior descarte del astro. Nuestros radares han detectado para su eminente
suplantación, un exoplaneta gemelo al denominado Tierra. Dicho astro se
encuentra a sólo 20.5 años luz en la constelación Libra, nomenclado en los
registros humanos como Gliese 581. Por encontrarse girando alrededor de uno de
nuestros Helio clientes, hemos negociado el intercambio del astro por
tecnología de avanzada. Por ser de calor excesivo para la vida del hombre, el
programa prevé una grandiosa civilización similar a la terrestre pero con el
perfeccionamiento adecuado. La enorme popularidad que ha cobrado nuestro
invento, ha hecho que sin medir costos, se requieran franquicias desde las
galaxias más alejadas. Con la proliferación de los Sistemas Solares, en pocos
años luz, nos habremos convertido en los magnates del Universo.
*De Ana
María Broglio. anamariabroglio@gmail.com
República
Argentina
Las religiones
en el planeta Kepler*
Las religiones
en el planeta Kepler-296f son una cosa muy seria.
Eso lo sabía
muy bien el Capitán Collins, lo aprendió por las malas, estuvo un año perdido
en la jungla, bebiendo solo Spram, se tardó su tiempo, pero lo aprendió.
El húmedo
planeta extrasolar había sido descubierto en el año 2014 en la constelación del
Cisne, a unos 400 años luz de distancia de la Tierra, durante un cansado
barrido del telescopio orbital Kepler en una de las primigenias búsquedas de
exoplanetas, pedruscos con posibilidades de habitabilidad en sistemas solares
externos, el pasatiempo favorito de los astrónomos de oficina de comienzo del
siglo XXI. Kepler-296f era uno de 715 candidatos posibles y se tardaron pocos
días en obtener sus características principales, se observó que era dos veces
más grande que nuestro planeta, que orbitaba alrededor de un sol más pequeño
que el nuestro, que una gran capa de nubes cubría su superficie seguramente
lluviosa y luego fue olvidado. Por algunos años figuró en catálogos y en
publicaciones científicas de la Agencia, posteriormente, como muchos datos interesantes
del universo, fue relegado a la oscuridad enciclopédica.
Hasta que el
Capitán Andreas Collins tropezó con el planeta, su tripulación se comiera a
Kra-Mambo y todo cambio, pero nos estamos adelantando 150 años y el relato
empieza a no tener coherencia.
Todas las
piedras, plantas y animales del planeta Kepler-296f son dioses, no se rían, es
verdad, pero antes de que alguien ataque este imposible e irreverente panteón
politeísta, este aparente caos de elementos disminuye estableciendo
agrupaciones tales como: todos los peces son Aui, todos los insectos son Paku,
todos las aves son Onui, los reptiles son Oric, todas las piedras con Ataku,
todos los arboles con frutas son Kra, etc, etc, etc. Pero lejos de parecer
improcedente, esta clasificación es de suma conveniencia para los habitantes de
las desperdigadas aldeas del vegetal planeta.
Esta especie de
panteísmo ateísta, donde la naturaleza de Kepler-296f es concebida como única
realidad verdadera, en el que cada elemento es dios y a su vez la unión de todos
esos pequeños eslabones conforma el mundo orgánico visible, está regido
totalmente por la lectura al amanecer de tres versículos contiguos al azar de
su libro sagrado, el Ohol. Estas “exaltadas” agrupaciones o triadas escogidas,
son las que definió Francisco de Amberes, primer historiógrafo oficial de las
religiones del planeta. Este cronólogo de los nuevos mundos, dijo, enunciándose
sobre el dios Kra-Prutra, un ejemplar de Musa Paradisíaca, comúnmente llamada
banana, pero de suave color violeta: “Dios puede ser sofisticado, pero no tan
mal diseñador”
Este libro
principal, su texto sagrado, el Ohol, consta de unos 10000 capítulos o suras a
su vez divididos cada uno en 3 versículos o aleyas, comparativamente entonces,
su enredado librito es entonces unas 500 veces más extenso que el antiguo Corán
del viejo planeta Tierra. Cada aldea posee una única copia del Ohol, el cual a
pesar de estar escrito en las finísimas hojas prensadas del divino árbol
Kra-Ohol, del cual toma el nombre, es una importante bagatela de unos 180
kilogramos lo que dificulta su traslado e impone el ejercicio tal que el que
desea consultar el ambiguo horóscopo y augurio debe apersonarse a la choza
central de la aldea y solicitar al sacerdote o Okumm, su lectura, su paciencia
y su obtusa sabiduría para interpretarlo.
Pero el Capitán
Collins era un agnóstico discreto y apático, le tenían completamente sin
cuidado las deidades de Kepler, sus múltiples formas o implicancias sagradas.
Collins era un ignorante intelectual pero a la vez un profesional en lo suyo.
La conquista espacial fue su trampolín desde una oscura academia militar hasta
los confines de la galaxia. Decir que no tenía moral es no aceptar las reglas a
las que se atenía, sus propias reglas. Tanto es así que al desembarcar en Kepler-296f
y apreciar la fabulosa atmósfera y su vegetación circundante cargada en
abundancia de Litras, frutas del aromático Kra-Litra (una especie de uva peluda
pero del tamaño de melones), aplasto su habano de la buena suerte sobre la
plataforma deslizante y dijo: - ¡Hermosa mañana, soldados! ¡A probar puntería,
dos cargadores para desentumecer las armas! – Inútil decir que mereció la
reprimenda oficial de la Agencia y la deshonrosa bienvenida de los nativos Oku.
La zoología y
la botánica de Kepler no intentan enredar las cosas, pero la proliferación de
las lluvias, el suelo rico en materiales pútridos, los minerales en abundancia
y una caprichosa naturaleza dada a las mutaciones y permutaciones genéticas,
dignas de un ilustrador de bestiarios medievales, hacen del planeta un catálogo
rico en especies y herencia biológica. Estos cambios de fenotipos de forma
extrema solo son posibles en los reinos animal y vegetal, en Kepler el reino
mineral permanece inmutable, como desgraciadamente lo hace en todos los planetas,
nunca esperaríamos que una roca saltara o volara sola por los aires.
Tomemos el caso
del pez diurno Aui-Nuva, una bonita carpa tornasolada con dientes de unos cinco
centímetros, durante la jornada larga es un Aui, un pez digamos normal y
corriente, dios menor y genio tutelar de los ríos y arroyos (no de los
pantanos, esos territorios corresponden al obeso dios Aui-Siapu, ni de los
mares ya que estos pertenecen a dioses mayores) y por las noches se inmoviliza,
pierde toda flexibilidad y su condición animal mutando en la bella planta
Kra-Aui, cuyo segundo término aduce a su origen diurno, divinidad de las brisas
frías. Pero, sumando complejidad al asunto, las noches en que alguna de las
lunas de Kepler entra en plenilunio, el Aui muda a otra especie de animal,
pierde sus dientes, extiende sus aletas y respira aire de las orillas tomando
el nombre de Oric-Aui, sus terribles ojos escrutan la noche en busca de presas
volátiles, convirtiéndose así en el odioso dios de los cazadores nocturnos. Al
amanecer, por supuesto, los roles se invierten, y las cenicientas retornan a
sus estados iniciales.
Un caso inverso
o la muestra de una evolución diferente sería la del arbusto Kra-Tipra. Esta
aromática de flores telescópicas de color rojo, en su esfuerzo diurno es la
deidad de los sabores y de las salsas, por las noches y en una nunca
documentada transformación pasa a ser Onui-Tipra el pájaro polinizador que
propaga dicha especie y fecunda la fruta, dios de las cosas etéreas y
volátiles. En las noches de luna llena, donde al parecer lo benéfico se
trasmuta en maligno, el Kra-Tipra se convierte en otro tipo de planta, el
Kra-Nicro, un pestilente cacto espinoso y reptante que todos evitan y que se
enseñorea como dios de los sueños recursivos y las pesadillas.
La expedición
del Capitán Andreas Collins fue llamada: “La Expedición a las Tierras de Maple
White” en honor a una vieja geografía literaria descripta en un libro casi
olvidado y era una buena broma de los teóricos de la Agencia, ya que en Kepler
no existía nada de color blanco, sino más bien infinitos tonos de verde. A
pesar de la información recabada durante los primeros años por los primeros
biólogos y científicos, territorios muy lluviosos del planeta aún permanecían
inexplorados, envueltos en la bruma enciclopédica y su naturaleza era una
incógnita. Se suponía que todas las especies de Kepler estaban descriptas, o al
menos nombradas, en el libro sagrado, el Ohol y de su interpretación surgían
todas las vicisitudes o accidentes que podían suceder en el decurso de los
acontecimientos. Si el libro estaba escrito, es que entonces no había
sorpresas. Salvo la cuestión de lo que sucedía por las noches.
La expedición,
gracias a los oficios de Collins y su equipo, avanzo con rapidez hacia el
corazón oscuro del planeta, pero sin tener en cuenta el prolífico crecimiento
vegetal debido a las eternas lluvias. Sonrieron, avanzaron, dispararon sus
armas a blancos imaginarios y finalmente se dieron por perdidos. El
instrumental arruinado por la humedad moría en destellos apagados. Collins no
descuidó nunca la calma, analizo la situación, contó por enésima vez las
municiones, recordó los aburridos cursos sobre las religiones en Kepler y llegó
a la única conclusión lógica posible. En tres días se acabarían los alimentos
sintéticos y no podrían dar caza a ningún dios.
Mambo no era
ninguna excepción, compartía por supuesto las características mutantes de
Kepler y además gozaba del privilegio de ser una deidad mayor. Durante las
serenas horas del día, Mambo era una especie de carpincho o capibara feliz, un
masticador tranquilo de pastos tiernos y dulces. Su olor a barro de los
pantanos no desmentía su naturaleza pacifica, sus dientes teñidos de azul y su
enorme y roja nariz le conferían un aspecto casi cómico y bonachón. Al
anochecer Mambo emergía del barro primordial, remontaba las riberas y se
anclaba con sus terribles uñas a la tierra cubierta de enredaderas y raíces. Su
cuerpo se estiraba, sus brazos se ramificaban y se erguía hacia la luz irreal
de las tres lunas.
Kra-Mambo
florecía en fosforescencias azules y rápidamente alimentaba sus frutos con el
agua recolectada llamada Spram. Bajo sus ramas entonces, se pendulaban enormes
y suculentas cuasi naranjas transparentes con un reborde de miel o de azúcar,
característica que le daban potestad como dios de la abundancia y de los aromas
dulces. Del extenso panteón de los Oku era una de las deidades más antiguas y
también una de las más desconocidas, dado el carácter tímido de su mitad
diurna, Mambo, y la carencia de información del nocturno panorama de Kepler. La
consulta o lectura arrojada por el Ohol al escrutar este arcano era para el
día, felicidad y para la noche, dulce muerte.
Las rápidas
sombras del atardecer cubrieron a los hombres del equipo del Capitán Collins,
empeñados en la búsqueda de un río o arroyo que los guiara fuera de la inmensa
jungla. Hambrientos, extremadamente cansados y con las pupilas dilatadas por la
ansiedad, recibieron deslumbrados el espectáculo que ofrecía Kra-Mambo en las
orillas barrosas de su reino. Collins se detuvo, encendió su último cigarro y
desde su escepticismo trató de recordar que cosa era aquello y sus
implicancias; la deducción, condicionada por su formación militar, fue rápida.
Era primordial la supervivencia de la expedición a las charlatanerías de un
libro y a los vaticinios dudosos de un dios vegetal. Mientras el Capitán
Andreas Collins fumaba, dio la orden y sus hombres se comieron a Kra-Mambo a la
luz de la luna.
Las lecturas de
los suras del Ohol fueran consideradas durante las primeras décadas de la
exploración planetaria, un completo sinsentido. Los inmutables nativos Oku
fueron contemplados como incivilizados y su religión y variantes un compendio
de simpáticas fantasías, desvaríos sumergidos todavía en el tiempo de los
mitos. Rodrigo de Toledo, que elaboró su primer tratado de la teología
comparada de Kepler-296f hacia el año 50 del descubrimiento, comparó la
ambigüedad de las interpretaciones del sagrado Ohol con las desorientadoras
lecturas del antiguo libro de los arcanos del Tarot de Thoth publicado por
Aleister Crowley, un satánico iluminado de principio del siglo XX. Toledo
refiriéndose al sagrado Ohol dijo: “No importa si esta religión fue creada por
dioses u hombres, lo único seguro es que estaban locos”
Una rápida
definición de su sistema de presciencia podría ser el descripto a continuación,
dejando aclarado de antemano que no es el único método. El interesado (Oku),
luego de un corto viaje o una fatigosa peregrinación, se apersonaba en la choza
del Okumm y mediante los gestos preestablecidos (tirarse del labio hacia abajo,
tocarse la oreja izquierda y salivar copiosamente sobre su pie derecho, símbolo
de la humedad ritual) solicita al sacerdote la apertura del libro en una página
al azar. El Okumm, que es ciego pero no es tonto, desliza la larga uña de su
sexto dedo índice entre las páginas y abre el libro señalando un versículo
cualquiera. El aprendiz de Okumm, siempre hay uno y que tampoco es tonto,
aunque lo parece, emprende la lectura de esta aleya y de las dos siguientes, sobreviniendo
luego la interpretación de su superior.
Entonces, el
dictamen será bueno o providencial si las sagradas frases nombran dos plantas y
un animal o dos animales y una planta, de lo contrario completamente nefasto en
cualquiera de sus otras combinaciones, lo que se complica un poco dependiendo
de que el interesado solicite el vaticinio para un accionar diurno o nocturno,
se torne complejo si la noche corresponde a algún plenilunio de las inquietas
lunas y ni hablar si es para salir de cacería o recolectar una cosecha. Todo
esto, sumado a la mutabilidad cruzada de las deidades de Kepler, hace que el
número de combinaciones de pronósticos se convierta en una terrible e
indescifrable mezcolanza.
Siempre nos ha
dejado estupefactos el mito de Circe y sus pociones mágicas, encantamientos
que, lanzados sobre la hambrienta tripulación del divino Odiseo, los confino
como animales a su servicio en la isla de Eea. Sepultado en el subconsciente
del hombre se encuentra el arcaico temor a la bestialización, el retorno al
rugido primario, el olvido de su parte civilizada. El Capitán Andreas Collins
quedó boquiabierto al contemplar la trasformación de sus hombres, la
degradación que inducida por la asimilación del organismo de Kra-Mambo alteraba
la genética terrícola en casi todos sus detalles. Una cuasi planta-animal
devorada en un horario nocturno alienándose con una animal de otro planeta. En
menos de un minuto los quince soldados duros y entrenados del equipo de Collins
quedaron reducidos a unos pequeños cerdos de color azul con enormes narices
rojas, chillando y enredándose con los pertrechos y las correas de las armas
desparramadas en el barro. La parte más inconveniente es que a pesar de la
bestialidad, todos se reconocían entre sí, todos vomitaron a la vez y el
Capitán Collins huyó aterrado para nuevamente perderse en la jungla lluviosa.
Collins estuvo
un año perdido en la selva, tomando solo Spram, alimentándose de Spram, el agua
recolectada en las hojas y otros recipientes vegetales, jamás hubiera osado
masticar un pedacito de deidad o tragarse a un dios multicolor. No comprendió
nunca las religiones de Kepler, pero aprendió a respetar su extravagante
doctrina y que la cosa iba en serio. Desnutrido, alucinado, cubierto solo por
harapos putrefactos, fue encontrado y rescatado por los miembros de la Primera
Expedición Mormona de Vermont a Kepler-296f del año 152 K. Del destino de su
equipo nunca se supo, pero no resulto extraño, para el Okumm Superior, la
aparición de un versículo nuevo en el Ohol que por supuesto, nadie de la
Agencia investigo. La flora y la fauna de Kepler continuaron sus mutaciones,
los nativos inmutables y su doctrina un desatino aún después de que los
científicos digitalizaran el Ohol y descubrieran que este no tenía ni patas ni
cabeza y se asemejara más a un delirio creacionista que a una seria convicción
religiosa.
En los lejanos
comienzos del siglo XX, el último explorador de la era victoriana, el Coronel
Percival Harrison Fawcett, desaparecía por siempre en territorio del Alto
Xingú, un afluente del Río Amazonas, en su diario de apuntes y en cartas de
anteriores expediciones hacía referencia a una jungla inquietante y misteriosa:
boas gigantescas, nutrias ladradoras, parásitos ponzoñosos, delfines rosados,
gatos-perros, tigres de dos narices, flores devoradoras, lianas paralizantes.
Estos informes que la sociedad inglesa devoraba con avidez, sirvieron de base
para que un genial escritor escocés, Arthur Conan Doyle, creara su famosa
novela “El Mundo Perdido” donde el papel de Fawcett se lo adjudica a un
adelantado aventurero llamado Maple White, artista y poeta que en póstumos
bocetos y acuarelas revela al mundo la llamada Tierra de Maple White, un
paraíso jurásico. En el año 2166, la llamada Expedición a las Tierras de Maple
White, en el planeta Kepler-269f también desapareció, solo un hombre
enloquecido volvió, contó historias que los científicos y biólogos no pudieron
desentrañar y las religiones apenas mencionar. El universo aún deparaba al
hombre, cosas maravillosas.
*De Jorge
Lacuadra. jorgelacuadra@hotmail.com
¿Adónde irás?*
¿Adónde irás,
pequeño
ángel mendigo
de sol y de silencio?
¿Acaso han de
juzgarte las estrellas
por haber
merendado sonrisas de oreja a oreja
de simpáticos
vendedores a comisión
de sepulcros
llameantes metalizados en gris?
¿Quién te
buscará entre las paginas amarillentas
de un
polvoriento libro de poemas?
¿Qué será de
tus juegos infantiles
archivados en
la noche de los tiempos?
¿Adónde irás
cuando el sol te abandone
y te arrebaten
el silencio que te acompaña?
¿Adónde con tu
soledad de vampiro?
¿Dónde
sepultarán tus trenzas imaginarias
de astronauta
abandonado entre las flores?
Tu expresión
conspirante de una juventud negada,
la huella
imperdonable del trabajo,
el polvo y el
sudor y el esfuerzo rutinarios,
la sonrisa
triste de tus labios resquebrajados,
¿Adónde irán?
¿Adónde
desesperadamente
viejos y cansados
nos conducirás
cuando tus manos encallecidas
no puedan ya
elevarse sobre nuestras cabezas
y tu voz
oscurecida no pueda ser escuchada
ni aun por
aquellos escasos oídos que en la tarde
se postraban
ante tus vírgenes quimeras
haciendo del
espacio un bosque fiero
donde escapar
contigo del asfalto?
¿Quién besará
tus labios más allá de la noche?
Antes serás
demonio sobre el sueño
pero cada
despedida es una paletada de tierra
y crepúsculos
tormentosos se ciernen amenazantes
sobre nosotros
los desesperados
soñadores de
galaxias entrelazadas.
*De Sergio
Borao Llop. sbllop@gmail.com
Aproximación de
contacto*
A una velocidad
de cinco centímetros por segundo (unos 0.20 km por h) el pesado vehículo
espacial entró en aproximación de contacto. El módulo de acople esperaba
ubicado en la parte posterior de la nave, de modo que el piloto, tuvo que
realizar la maniobra marcha atrás.
Un golpe seco
le hizo comprender que algo no estaba bien.
-Tenga cuidado
Hanse- le advirtió desde el módulo, el Subcomandante Patrick. Colisionó contra
la ruedecita de giro y acaba de destruir la luz láser de posición de la nave-
Hanse, volvió a
iniciar la marcha hacia delante para mejorar la postura de encastre y luego,
casi gritó por el micrófono del ordenador:- Ingeniero de Descenso Randall, por
favor. Colóquese la escafandra y realice el cambio de la lamparilla de
posición.
Randall no se
dejó repetir la orden y de inmediato, luego de salir del módulo, aferrándose a
los pasamanos laterales exteriores, procedió al cambio ordenado.
Veinte minutos
más tarde, Hanse volvió a quitar la fijación mecánica del vehículo y procedió a
la conexión eléctrica de arranque.
No me explico-
comentó, bromeando por lo bajo al Ingeniero de Descenso, el Subcomandante
Patrick -¿por qué el Comandante Hanse, no utiliza el mecanismo automático de
reversa y acoplamiento? Su precisión es tal que nos ahorraría este desgaste de
nervios y de esfuerzo- A veces pienso que el piloto automático, es más preciso
que cualquier Ingeniero Piloto de Órbita, aunque se precie.
-Ten cuidado
con tus palabras. El Comandante Hanse podría disgustarse. Ya sabes que no es
muy afecto a las bromas-
-Mover
semejante mole no es para cualquiera, por más que el Comandante haya adquirido
suficiente experiencia.
-La experiencia
nunca es bastante en casos como éste- Sonrió incómodo el Subcomandante.
Volvió a
moverse la mole lentamente hacia atrás. Intentando reforzar la posición de
encastre, el Piloto Hanse, volteó la manivela de izquierda a derecha y luego de
derecha a izquierda.
Observando en
su pantalla de ordenador el trabajo de Hanse
-Me parece que
no debería maniobrar tan velozmente -sugirió como al pasar- el Subcomandante.
Con marcada
delicadeza, Hanse volvió a maniobrar: de izquierda a derecha….de derecha a
izquierda pero no lo suficiente. El retroceso se produjo de forma abrupta, lo
que hizo que la nave, volviese a colisionar contra los paragolpes del módulo de
encastre y descenso planetario.
El Ingeniero de
Descenso, secó su frente con el pañuelo y siguió simulando mirar por la
escotilla.
-Lamentablemente,
se ha deteriorado el paragolpes del módulo- Murmuró el Subcomandante Patrick.
-Ingeniero por
favor, regrese a la parte trasera de la nave y reponga la pieza deteriorada-
- Afirmativo,
respondió el Ingeniero y sin pérdida de tiempo, se dirigió a cumplir su misión.
Dos horas
después, superada la rotura, Hanse se aprestó a la maniobra de mover la nave hacia
atrás y proceder al encastre.
-Movió de nuevo
la manivela….suavemente…de derecha a izquierda…de izquierda a derecha ….
¡Paffffffffffff!
-¡¡OTRO GOLPE
SECO!!…..gritó Pátrick con su rostro desencajado de impaciencia.
-Tranquilos,
tranquilos, se oyó a su vez la voz del Comandante Hanse. Parece que hoy no es
mi día.
¡Randall, ve
atrás! Gritó histérico el Ingeniero Subcomandante, cuando ya Randall se había
colocado la escafandra.
Después de
cuatro horas de marchas y contramarchas en el espacio, la posición de encastre
se consiguió con relativo éxito, pero se consiguió.
El Comandante
Hanse, pudo finalmente determinar la orientación, distancia y velocidad del
acercamiento, de manera que se levantó de su asiento, soltó su larga cabellera
platinada, se retocó el rouge y gravitando se dirigió a tomar un refrigerio.
-Alice Hanse,
había cumplido con normalidad su tarea. El Subcomandante y el Ingeniero de
Descenso, luego de dejar marcados sus primeros pasos sobre el suelo de Venus,
ya podían abordar la nave madre para el regreso.
*De Ana
María Broglio. anamariabroglio@gmail.com
Villa Gesell
Naves
interplanetarias*
mi papá me
pasaba a buscar
por cierta
esquina de Ramos Mejía
detenía el
colectivo que siempre iba cargado
subía
le daba un beso
y me sentaba
adelante
en un lugarcito
pequeño
desde allí lo
miraba
me imaginaba
que mi viejo era una especie
de comandante
espacial
que la nave
estaba llena de alienígenas
que debíamos
transportar a un lejano punto
de la galaxia.
me gustaba
mirarlo
girar el
volante
manejar esa
ballena metálica
por calles tan
angostas
de vez en
cuando el timbre
y algún
alienígena se bajaba.
recorríamos con
la nave toda La Matanza
que es el
diente más pobre
de la avarienta
Buenos Aires.
mi viejo tiraba
los ojos allá contra el camino
yo iba mirando
las casitas cada vez más precarias
cada vez más
chiquititas
y miraba hacia
la ciudad que quedaba atrás
y los altos
edificios me
parecían robots
a quienes habíamos logrado
engañar.
miraba también
la ropa de los
niños
la cara de las
niñas
el cansancio
imposible en la sombra de las mujeres
y de los
hombres
esos pobres
esos
alienígenas de los barrios
de la avarienta
Buenos Aires.
creo haber
aprendido más sobre sociología
acompañando a
mi viejo en el colectivo
que en los
libros de la facultad...
pero cómo
admiraba ver
los brazos
fuertes de mi papá
con la camisa
arremangada
laburante
y las manos
férreas sobre el volante:
mi viejo, el
comandante más hermoso
de la galaxia.
cierta tarde en
que tomábamos matecocido en el patio
le pregunté por
qué era colectivero
él me miró
serio
apoyó el
jarrito sobre la mesa
y me dijo al
oído
"porque
siempre me gustaron las naves interplanetarias"
*De León
Peredo. gustavojlperedo@yahoo.com.ar
LA MARCHA*
*Por Joan
Mateu. joan@cimat.es
Le había
prometido amor eterno y una vida feliz, pero últimamente pasaba más tiempo de
viaje que en casa, vivía en otros mundos, desaparecía a la velocidad de la luz
y volvía medio hibernado.
- ¿Bafg
pkfiibd, Plumkier? ¡Bazlugg ingrfhu daa gorjmekk! * - le dijo con los ojos
anegados en lágrimas.
Sin embargo él,
partió de nuevo.
***
* (Traducción)
¿Por qué me dejas, Plumkier? ¡Todos los extraterrestres sois iguales!
***
INVENTREN
Próximas estaciones:
J.J. ALMEYRA.
-Por Ferrocarril Midland-
GOBERNADOR ORTIZ DE ROZAS
-Por Ferrocarril Provincial-
-Colaboraciones a inventivasocial@yahoo.com.ar
Al salir de la Estación de empalme Ingeniero de Madrid, el
Inventren sigue un doble recorrido por vías del ferrocarril Midland
con destino a Puente Alsina, y por vías del ferrocarril provincial con
destino a La Plata.
-las estaciones por venir en el ferrocarril Midland:
INGENIERO WILLIAMS.
GONZÁLEZ RISOS. PARADA KM 79. ENRIQUE FYNN.
PLOMER. KM. 55. ELÍAS ROMERO.
KM. 38. MARINOS DEL CRUCERO GENERAL BELGRANO.
LIBERTAD. MERLO GÓMEZ. RAFAEL CASTILLO.
ISIDRO CASANOVA. JUSTO VILLEGAS. JOSÉ INGENIEROS.
MARÍA SÁNCHEZ DE MENDEVILLE. ALDO BONZI.
KM 12. LA SALADA. INGENIERO BUDGE.
VILLA FIORITO. VILLA CARAZA. VILLA DIAMANTE.
PUENTE ALSINA. INTERCAMBIO MIDLAND.
-las estaciones por venir en el ferrocarril Provincial:
JOSE RAMÓN SOJO. ÁLVAREZ DE TOLEDO.
POLVAREDAS.
JUAN ATUCHA. JUAN TRONCONI. CARLOS
BEGUERIE.
FUNKE. LOS EUCALIPTOS.
FRANCISCO A. BERRA.
ESTACIÓN GOYENECHE. GOBERNADOR
UDAONDO. LOMA VERDE.
ESTACIÓN SAMBOROMBÓN. GOBERNADOR DE SAN JUAN
RUPERTO GODOY.
GOBERNADOR OBLIGADO. ESTACIÓN DOYHENARD.
ESTACIÓN GÓMEZ DE LA VEGA.
D. SÁEZ. J. R. MORENO.
EMPALME ETCHEVERRY.
ESTACIÓN ÁNGEL ETCHEVERRY. LISANDRO OLMOS. INGENIERO
VILLANUEVA.
ARANA. GOBERNADOR GARCIA. LA PLATA.
InventivaSocial
Plaza virtual de escritura
Para compartir escritos dirigirse a: inventivasocial@yahoo.com.ar
1 comentario:
Todos, todos, se lucieron... magníficos textos...Gracias Eduardo!
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