miércoles, julio 20, 2022

ALREDEDOR DE LA BOCA DEL TIEMPO

 


*Obra de Walkala.

Dr. Luis Alfredo Duarte Herrera (1958-2010).

-En Aurora Boreal. Walkala: un homenaje in memoriam

http://www.auroraboreal.net/index.php?option=com_content&view=article&id=1367%3Awalkala&catid=94%3Apintura&Itemid=160

 

 






*

 

Ella relata a mi pedido; todo lo que sabe sobre el Big Bang, el mono de Darwin, Adán y Eva y mucho más. (Todas teorías, nada se puede comprobar).

Pienso un momento y le anticipo:

- ¡Tengo otra teoría!

Promete que evitarás decir "no" en forma inmediata, déjame imaginar que lo piensas.

-De acuerdo - dice ella mientras plancha mi guardapolvo.

Cierro los ojos y pausadamente le revelo:

-"Los pájaros nos pensaron mucho, mucho, mucho y nos crearon; después nosotros pensamos y pensamos hasta crear los aviones que no son pájaros; pero vuelan "

 

*De Mónica Córdoba.

 

 

 


 

 

 

 

 

*

  

Lo bueno es que un día comprendemos

la relación directa entre los hechos,

incluso si quisiéramos borrar

las marcas más endebles de la trama,

no es posible: algo queda.

Entonces miramos hacia atrás

y descubrimos:

estaba esto, y aquello, y esto otro,

materia que parecía inútil

y sin embargo nos mostró su luz.

Qué risa, digo,

al menos aprendimos algo.

Si hubiéramos sabido del amor,

si hubiéramos calmado el corazón del águila

que nos latía en el pecho,

si hubiéramos andado sin creer

que estábamos haciendo bien las cosas,

si hubiésemos dudado

igual que un animal

que desconfía del brazo que se acerca.

¿Hubiéramos corrido?

¿Hacia dónde, a qué lugar

sin luces, sin canciones,

sin palabras para ningún aprendizaje?

Si hubiéramos sido otros, cuerpo mío,

más astutos,

más malos,

más veloces,

¿Hubiera el cuerpo soportado el peso

de un final cayéndole sin música?

¿Hubiera la memoria reservado

algo de gracia para la inocencia?

¿Existirían estas manos

sobre las bayas nuevas del jardín?

 

*De Valeria Pariso. valeriapariso@outlook.com

(De "Final francés".)

 

-Valeria (Muñiz, Provincia de Buenos Aires, 1970)

-Publicó los libros de poesía: "Cero sobre el nivel del mar" Ediciones AqL (2012), "Paula levanta la persiana", Ediciones AqL (2013); "Donde termina esta casa", Ediciones de la Eterna (2015), "Del otro lado de la noche" (2015) Editorial El Mono Armado, "Triza" (2017) Editorial Detodoslosmares, "La trilogía: Uva negra/ Mascarón de proa/ El castillo de Rouen", Vela al viento Ediciones patagónicas (2018), Segunda edición AqL (2020), Zarmina, Ed. Mascarón de proa (2020); "Flores para no regar", Editorial AqL (2021).

-Primer Premio del Concurso de Letras, categoría poesía, del Fondo Nacional de las Artes, año 2019, con su libro "Zarmina".

-Coordina MOJITO, taller y clínica virtual/presencial de poesía y el "Ciclo de poesía en Bella Vista".

-Administra el blog de difusión de poesía contemporánea https://laficciondelolvido.blogspot.com.ar

-Su blog personal es https://tantotequeria.blogspot.com

 

 







 

 

EL CREADOR*

  

Érase una vez un Dios solitario.

Quizá no fuese un Dios, sino un desterrado desde una lejana civilización. Lo dejaron a la deriva en un artefacto. Su vida dependía del azar o de su habilidad para llegar a un planeta habitable. El artefacto era una nave, pero él prefería llamarla "mi balsa de real ilusión".

De los muchos náufragos del universo este tuvo a la providencia a favor.

Llegó a un planeta habitable y compatible con su condición física.

Necesitaba oxígeno para respirar, agua para beber y plantas para alimentarse.

En el mundo del que provenía no se consumían proteínas de animales. Sólo alimentos de origen vegetal.

El desterrado tuvo que aprender a reconocer sus alimentos. A construir un habitus acorde a sus necesidades. Le llevaba su buen tiempo, pero él no tenía apuro. El tiempo en aquel nuevo mundo no corría del mismo modo que en aquel al que había pertenecido.

Cuando logró organizar sus medios de subsistencia. Lo inmediato que todavía no se llamaba lo urgente. Aquel ser comenzó a percibir la soledad. No tenía amenazas en ese mundo nuevo. Le habían dejado en la nave unas pocas herramientas. Quizá un arma letal para defenderse.

Entonces, él, que quizá ya había olvidado su nombre o el código de identificación con el que se lo reconocía en su mundo, si recordaba un oficio: sabía tallar madera. Ese mundo era un verdadero paraíso para él. Con los troncos de los árboles armo primero refugios a su gusto para no estar encerrado en su artefacto ante la adversidad del clima.

Más tarde comenzó a tallar los seres que figuraban en archivos del universo explorado.

Eran esculturas de madera. Seres inertes que parecían reales.

Cada vez más confiado en su habilidad había logrado tallar en el tronco mismo sin alterar la vida del árbol.

Desde las raíces corría la savia por ese ser vegetal, vivo pero tallado.

Árboles con sus troncos tallados fueron creciendo bien alto hacia la luz abundante del planeta. Por algún milagro o prodigio los seres tallados empezaron a querer ese oxigeno que producían sus padres.

Fueron catástrofes indefinibles -tal vez- las que separaron a esos seres de su vida original arbórea.

Sin raíces salieron a modificar el mundo. Fueron hostiles con sus ancestros. De aquellas creaciones del náufrago espacial surgió una nueva forma de vida.

Ese ser solitario murió sin ver consecuencias. Sus rastros se perdieron al abrirse abismos en las tierras del paraíso primitivo.

Nunca imaginó que lo nombrarían Dios Creador.

 

*De Eduardo Francisco Coiro.

https://www.facebook.com/CansadoDeTriunfar

 

 

 

 

 

 

 

 

 

*

 

Hay en el regreso

un resplandor distinto,

como si los soles

que alumbraron solos

hubiesen guardado velada la luz.

¿Qué perdimos,

tan definitivo,

entre las calles que rondan la casa?

Polvo de otros barros,

el nombre deshecho de esos que fuimos

se ha ido en el viento.

¿Qué se espera, ahora,

al abrir la puerta?

La vuelta es un tango

que se canta bajo,

como si nos diera

vergüenza la rabia de querer llorar.

Cuando se ha partido

lejos, para siempre,

¿quién es ése que en nosotros vuelve?

¿Quién es ése nuestro que ya no regresa?

¿Cuánto de nosotros se quedó en el viaje,

se perdió en la niebla, naufragó en el mar?

 

 

*De Mariana Finochietto. mares.finochietto@gmail.com

 

- Mariana nació en General Belgrano, Provincia de Buenos Aires. Actualmente vive en City Bell. Publicó: Cuadernos de la breve ceguera (La Magdalena 2014). Jardines, en coautoría con Raúl Feroglio (El Mensú, 2015) La hija del pescador (La Magdalena, 2016).  Piedras de colores (Proyecto Hybris 2018). El orden del agua, GPU Ediciones (2019)

-Su libro MADURA, ha sido editado por Editorial Sudestada (2021)-

-Coordina Microversos, talleres de exploración literaria

 

 

 

 

 

 



 

 

 

EL LUGAR DEL OTRO*

 

 

Son amigos desde la escuela primaria. Se ven cada tanto. Se cuentan problemas, intercambian consejos y siguen cada cual con la vida en la mochila al salir del café.

En el último encuentro Francisco llega rengueando. -Hernia de disco. Tras meses de buscar explicación a dolores que migran por ahí, pero cerquita de la cintura.

Esteban le dice: No puedo más, me voy a separar de Graciela. No es compañera. No ayuda con mis viejitos. Ni una palabra de amor. Vivimos en horribles discusiones. Los platos vuelan y rompen. No logra dar en el blanco: mantengo agilidad deportiva.

Francisco dice con desesperación: -Soy un espejo de lo que no debes que ser. No te quedes sólo a los cincuenta. No te vayas a vivir con tus viejos, aunque sepas que te necesitan. Aún tu mujer siga con la guerra de los platos voladores. Entra a tu casa con casco, pero no te quedes solo.

Francisco, nació en Galicia. Llegó con sus padres a la Argentina a los 8 años. Vive ahora con su madre anciana. Casi encerrado en el dolor, ni los remedios ni la kinesiología parecen ser efectivos.

Esteban retruca: -No creo que mi señora me acompañe si me enfermo. Es una ficción matrimonial. Meses sin sexo. Ni un gesto de cariño. Francisco piensa en Graciela. Cuerpo impresionante a lo Jennifer López por generar una imagen reconocible.

Esteban responde sin que Francisco le llegue a preguntar: Con una diosa sin deseo no se puede convivir. Casi todos los días tenemos gritos, una tensión insoportable en el aire completa la situación. Me ignora como si fuera un mueble más de la casa, o peor aún, como si fuera la cómoda de la abuelita.

Desde un televisor llega como certero dardo la frase de aquella publicidad: -No veo la hora de que llegue el iceberg y terminemos con todo esto.

Francisco aporta su confesión: - ¿Sabes cuánto hace que no duermo con una mujer? -Quizás un récord mundial. Ni lo vas a adivinar.

Van cinco horas desde que entraron al bar. Tres cortados. Un té con miel. Otro de tilo. Ni uno ni otro pueden ayudarse. Sus vidas rondan al abismo de la desdicha.

Javier -mozo estudiante avanzado de psicología- decide intervenir. Necesitan tomar distancia. Prueben ubicarse en otro lugar, verse "como de afuera".

Esteban tiene una ocurrencia: ¡Un enroque!

-Sí, un enroque. Francisco una semana a vivir con Graciela, yo iré una semana a vivir con la madre de Esteban. La cuidare, le daré la bolsa de agua caliente a la hora de dormir.

¿Qué tengo que hacer? arriesga Francisco

-Ir con muda de ropa. Remedios que tomas para la hernia, presión arterial, los que necesitas-

A la hora de dormir ella que te dará el sillón grande donde duerme Adolfito el Gran Danés. No le temas al perro que es enorme pero muy bueno. Graciela es fría como el mármol. Si se apiada por tu columna quizás te lleva a la cama matrimonial. Si conseguís tener cariño físico serás mi ídolo.

-Después de una semana veremos si las cosas mejoran.

Javier puede ver al fin gestos de alivio en el rostro de los amigos.

Aunque no deja de preguntarse, ¿Quién la pasará peor?

 

*De Eduardo Francisco Coiro.

https://www.facebook.com/CansadoDeTriunfar

 

 

 

 

 

 

 

 

 

*

 

Ahora

que no te amo

empiezo a verte

como se miran los paisajes

desde las ventanas:

sos eso que sucede

cerca y lejos,

apenas separado

por el frío de un vidrio,

una distancia que podría acortarse

con el breve impulso de un cuerpo,

una mano

que abre la persiana,

un paso,

esos intentos

locos del amor

que quedan

secándose entre las hojas de los robles.

Ya no te amo

y es invierno

en algún lugar del corazón.

Sos tan hermoso,

todavía,

mientras la niebla te va borrando,

como a todo.

 

*De Mariana Finochietto. mares.finochietto@gmail.com

 

- Mariana nació en General Belgrano, Provincia de Buenos Aires. Actualmente vive en City Bell. Publicó: Cuadernos de la breve ceguera (La Magdalena 2014). Jardines, en coautoría con Raúl Feroglio (El Mensú, 2015) La hija del pescador (La Magdalena, 2016).  Piedras de colores (Proyecto Hybris 2018). El orden del agua, GPU Ediciones (2019)

-Su libro MADURA, ha sido editado por Editorial Sudestada (2021)-

-Coordina Microversos, talleres de exploración literaria

 

 

 

 

 



 

 

 

 

PÁJAROS Y MEMORIA*

 

 

Laurie Anderson escribió en su espectáculo "Homeland" una historia con la que comienza el show. En ella los pájaros, que existían antes de que el mundo exista, vuelan sin tener más que aire y ningún lugar donde posarse. El problema surge cuando el padre de una de las aves muere, y no saben qué hacer con el cadáver ya que es una nueva cuestión, algo que los sorprende por ser la primera vez que algo así les ocurre. Finalmente, un pájaro decide sepultarlo en la parte trasera de su propia cabeza, y ello marca el inicio de la memoria.

Magnífica poeta, maravillosa creadora Laurie, que nos muestra los cadáveres de nuestros padres en las nucas abultadas.

Historias, olores, sabores de antes, pasado y putrefacción, dichas que ya fueron y dolores que retornan. Las voces que no murieron, los asombros, las caricias de manos que no conocimos. Todo detrás de la cabeza, todo allí apretadamente emplumado, tibio y gélido, maravilloso y atroz.

El cadáver del padre. El cuerpo muerto de las generaciones. Los días que gastaron otros, los que pasamos sin advertirlos, las tramas sobre lo minucioso cotidiano, los hilos que conectan continentes, las palabras de las que desconocemos el significado y sin embargo siguen allí, en la nuca, peso y alivio.

Tan cerca que lo sentimos detrás de las orejas, tan lejos como esa propia nuestra espalda que no podemos ver. La memoria.

Cuántas veces habrá deseado el pájaro arrancarse el cadáver de su padre. Tantas como las que le llevó comprender que ya no hay retorno cuando el hombre comienza a conocer cuando reconoce.

Y llevamos, es cierto, más cadáveres de los que sabemos detrás de los ojos. Alegrémonos si nos ayudan a mirar.

 

*De Mónica Russomanno. russomannomonica@hotmail.com

 

 

 

 

 

 

 

*

 

Ser todos para no ser nadie. Ser nadie para no ser todos. Ambas cosas son la literatura. Queremos ser únicos para dejar de ser. Queremos ser otros para ser nosotros mismos, por fin.

 

*De Liliana Díaz Mindurry. lidimienator@gmail.com

 

 

 

 

 

Inventren

https://inventren.blogspot.com.ar/

 

 

 

 

LAS RODRÍGUEZ*

 

Dejó escrito: “otra vez dar vueltas y vueltas alrededor de la enorme boca del tiempo”.

El abuelo que no conoció.

La abuela lo busco vivo o muerto hasta que en la estación de Beguerie alguien que lo había conocido bastante dio la única explicación que tenía:

-El hombre se habrá ido con las Rodríguez, estaba locamente enamorado de la mayor.

Fue suficiente. Era algo bastante común en esa época sin informática. No era el único caso de alguien que salía a la hora de siempre a trabajar y no volvía nunca más.

En la comisaria abrían una carpeta por averiguación de paradero que al tiempo se archivaba sin más noticia.

La abuela dio por sentado que era un abandono de hogar. En algún lugar ese que ya no era su hombre se había “juntado” con una de las “Rodríguez”. No lo busco más.

La abuela anotó sus nombres:

“Gloria Modesta Rodríguez” la mayor.

“Graciela Raquel Rodríguez” la más joven.

La hipotética historia, relato del jefe de estación que su abuela repitió a su modo hasta perder la memoria:

“Las hermanas Rodríguez vivían en Carlos Beguerie, trabajaban en La Plata. En la semana alquilaban una pieza cerca de la oficina donde eran mecanógrafas. Iban y volvían en el tren para estar sábado y domingo en su pueblo. Fernando el guardatrén se desvivía por lograr una sonrisa de ellas. Sufría al verlas bajar hasta perderlas de vista cuando salían del andén a ese otro mundo que era su pueblo. Cuando se supo que el tren estaba por cerrar ellas se quedaron a vivir en La Plata”

El Jefe suponía que ese hombre idílicamente enamorado las había ido a buscar sin otro mapa que la intuición de su corazón, sólo con los nombres de las chicas. Quizás tuvo suerte.

Esteban, el nieto que no conoció a su abuelo –salvo por ese misterioso abandono- intentó, ya un hombre casado con dos hijas avanzar en el tema. Fue a lo que quedaba de la perla del provincial 40 años después del cierre del tren. No había memoria alguna de las Rodríguez. De aquellos trabajadores de la estación que hubieran conocido a su abuelo no había ninguno vivo.

“A todos se los tragó la enorme boca del tiempo”.  Los fantasmas no pueden relatar acontecimientos a los vivos.

Esteban había llegado a lo obvio: inútil buscar rastros después de tantos años, pero tenía su propio pálpito.

“El abuelo nunca había dado con las Rodríguez”.

De pura vergüenza. Incapaz de afrontar dar alguna explicación a la abuela había decidido ausentarse del todo, como las Rodríguez.

 

*De Eduardo Francisco Coiro.

https://www.facebook.com/CansadoDeTriunfar/

 

 

 

 

 

Próxima estación por antiguo ferrocarril Midland:

 

LIBERTAD.

 

-Final del recorrido literario por el Ferrocarril Midland-

 

En Libertad, la antigua sede de los talleres ferroviarios estará terminada la aventura literaria del antiguo Midland. Desde Marinos –una estación relativamente joven- hay un tren real –el Belgrano Sur- que puede recorrerse hasta Aldo Bonzi en el tramo original del Midland para continuar por las vías que fueron alguna vez del Compañía General Buenos Aires hasta la estación Sáenz.

Queda renovada la invitación a participar en las últimas estaciones del Midland. Que la utopía del tren literario no se detenga y haya fuerza demencial literaria para seguir adelante con el extenso recorrido del Provincial. El cierre del Midland se acompañará en sucesivas ediciones con escritos de los amigos que han participado en esta hermosa aventura.

 

 

 

 

InventivaSocial

Plaza virtual de escritura

 

-Editor responsable: Lic. Eduardo Francisco Coiro.

 

Blog histórico & archivo: https://inventivasocial.blogspot.com/

https://twitter.com/INVENTIVASOCIAL

 


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