miércoles, marzo 11, 2015

EDICIÓN MARZO 2015



*Dibujo de Erika Kuhn.









GERMINAL*



Palabra, penetra en mí tus universos múltiples.
Oculta en los ángulos filosos del papel
observo.
Desde este exilio espero
reconocer la fuerza de tu verdad,
tu verbo germinal.

Conspiran la noche y la fría luz
de estrellas que arden ¡tan lejanas!
Conspiran
haciéndome creer que puedo
nacer un poema en mi destierro.
Me precipito en madrugadas
y compruebo
que nada es absoluto
que todo es un ensueño.

Mientras la luna respira en gris
sobre la piel de mis temblores
otra raza deberá concebirte,
palabra.
Yo apenas intento
y balbuceo partos
que no llegan a ser
alumbramientos.


*De Miryam Colombotto de Seia. miryamseia@cablenet.com.ar










Los versos de mi amiga*

Desde sus límpidos poemas
escancia aromas de tomillo y salvia...



Sus versos enhebrados en un hilo de araña
pasan flotando como almas luminosas,
cadenciosos de brisa,
húmedos de rocío en la mañana.

Pasan y dejan
racimos de glicinas que se mecen
en un ritmo de sueños.
Pasan y limpian
con su risa de infancia.

Los versos de mi amiga
son tan puros
que visitan auroras
y noches con estrellas

escapan del papel,
se alegran
en un revoloteo
de faldas con puntillas
saltando en la rayuela.

Cuando ella riega sus helechos
la luz viene a buscarla,
los picaflores beben arco iris
y lejos, en la bruma,
se disuelven las garzas.

Los versos de mi amiga han encontrado
el aroma del pan que hacía mi abuela
mis recuerdos mejores,
las pocas travesuras de mi infancia...

Me pregunto: ¿será que juegan juntos
su ángel y mi ángel de la guarda?


*De María Amelia Schaller. mariameliaschaller@gmail.com









*



Sucede
que a veces,
me fastidia
la medida
prolijidad del césped,
las cortinas
vigilando las ventanas,
los peines
de trenzar las tardes.

A veces,
me gustaría
ser
esa mujer,
descarada y algo ruin,
que me espera
cada noche
detrás de las puertas
mientras apago,
una a una,
las luces de la casa.



*De MARIANA FINOCHIETTO. mares.finochietto@gmail.com











MUJER TRABAJADORA*



Vengo esta noche a cantarte, compañera,
desde el fondo tenaz de mis entrañas,
un son de lucha mineral y centenaria.

Vengo a cantarte, hermana, con mi sangre,
para empaparla en tu sangre derramada.

Se apaga tras los siglos ya la noche
en que atada, escarnecida y olvidada,
te dejabas morir junto al fogón prendido
sin un gesto de fuga en la mirada.

Van muriendo las horas solitarias
en que la casa insoportablemente muda
te cercaba por doquier con los recuerdos
inasibles del tiempo sumergido
en tardes de ventanas y nostalgias.

Tuyos son los amaneceres que vendrán,
tuyo el cántaro preñado de futuros
tuyo el azul sortilegio de los días
que se vislumbran en el horizonte.

Tuya es el arma que abre las compuertas
de un alba que a los cielos amenaza.
Tuyo es el campo virgen que se extiende
ante el ojo sorprendido de los ángeles.

Es tu hora, compañera, hermana,
la hora del candente itinerario
que te lleve, magnífica, a la aurora.
Es la hora del verbo desatado:
Canta, ruge, grita, resucita
el fuego que se esconde en tus pupilas
y lánzalo como un heraldo del mañana.


*De Sergio Borao Llop. sbllop@gmail.com











ENTRE GALLOS Y MEDIANOCHE.*



Una vez tuve el pelo renegrido, imaginé el amor en los crepúsculos con aroma a jazmines y el lilazul suicidio de los jacarandáes.
Me sumé a los susurros gemidos junto al lago mientras las manos inexpertas despertaban al viento los sentidos.
¡Mirá que somos tontas las mujeres!
Cuando nació mi hija, los viejos no entendieron la falta de firmeza en la defensa de esas convicciones inculcadas a fuerza de arrebato por la hermana Palmira.
Y el pecado cayó sobre mi espalda con furia inusitada.
Desterrada del nido, vagué entre diferentes intemperies hasta caer en esta profesión de mujer que compra y vende relaciones carnales con los hombres en cualquier callejuela.
Todo sitio fue bueno para hacer la comedia del deseo.
Pensiones de mala muerte, obras en construcción, rincones escondidos, plazas, parques, jardines.
Año tras año comercié mi cuerpo. Coticé cada coito. Puse precio a jadeos, a rasguños, a oscuras parafilias.
Así pude comprar esta casona donde encuentran cobijo las ovejas excluidas de todos los rebaños.
Porque una nunca olvida los dolores pasados y comprende y consuela con risa hospitalaria.
Porque, a pesar de todo, nunca he sido una puta cualquiera.
Mantuve mi trabajo de maestra en una escuela alejada del centro.
El salario fue siempre una limosna, pero era una manera de intentar protegerme y protegerla. Aunque sólo fuera por la jubilación y el amparo en salud.
Llegaba amanecida. Me dormía sentada. Los padres levantaban sus muros de sospechas.
Hasta que pude regentear yo sola mi prostíbulo sin que ningún rufián osara desafiarme.
Todos me respetaban.
Como si presagiaran algún perfil de cruenta madrugada.
Como si presintieran la huella de aquel hombre en mis umbrales.
El que golpeó a mi puerta, perentorio. Exigiendo respuestas. Advirtiendo que no permitiría que su hija se criara en un burdel de mala muerte.
Atronando el vacío con sus voces de apremio.
Reclamando el mañana, el amor verdadero que yo salvaguardaba de todas las miserias. Ofreciendo un futuro de soledad, tristeza y agonía.
Poniéndome en el trance de escoger. Así nomás… Entre gallos y medianoche.
Pero el tiempo transcurre con su cuota de olvidos.
La hija se hace grande, se enamora, se casa, se prodiga en los nietos.
Y una se siente vieja. Profanada. Adiposa. Ya no puede siquiera unir muslo con muslo al sentarse en la silla, detrás de la ventana.
Debajo del flequillo platinado, con ojos enmarcados en colores de sombra observo hacia la calle mientras la boca roja, contraída, sostiene el cigarrillo entre los labios.
Y el vidrio me devuelve una imagen extraña. Una mujer que huele a sus propios pecados.
Con la mirada irónica, vacía.
Con la mirada impávida.
Helada como el cuerpo que arrastró entre las hojas hace casi veinte años, y sepultó en la hondura de la tierra, bajo el roble pequeño, en el fondo del patio.


*De NORMA SEGADES-MANIAS. directoragaceta@gmail.com












NUDOS*



Raro letargo amor, raro letargo.
Remotas lejanías desnudas, llaman desde la piel dormida.
Amordazan, anudan.
Loco acróbata loco, mi corazón,
Intenta desasir lo imposible.


Los nudos. Allí están. Acechantes. Alertas.
Rama de mimbre, cadena, cordón umbilical.
La piel oscura de mi padre
y la penumbra- intacta- de mi madre.
Lágrimas de piedra, bebe sediento el clavel del aire.


Raro letargo amor, raro letargo.
El agua al alcance de la mano,
El árbol genuflexo, con los brazos cruzados.
A su sombra, descansa, rendida, la muñeca de trapo.
Cabalga la distancia, en sus trenzas de humo
En sus piernitas flacas, gime, anudada
Una pena de nácar.


Raro letargo amor, raro letargo.
Nudos de nácar, nudos, desnudos.


*De Amelia Arellano. amelia.arellano01@yahoo.com.ar








                                                                                                                            


*



A Juan Gelman



Por las lágrimas navegan ojos

ojos que vuelan la tristeza como si fuera un río o una lluvia

ojos para buscar agujeritos de cielo en el dolor

para encontrar

huesitos de luz

en el bordado oscuro de tu muerte


*De Cristina Villanueva. cristinavillanueva.villanueva@gmail.com








PESAR *



Pesar apártate de mí
aligera  mi camino tumultuoso.

Pesar
quisiera respirar libre nuevamente.

Apártate, suelta, abandóname en busca de otra víctima.

Permite que olvide
que sane las heridas
me aleje del terror de las manos de ese hombre.

De esa mirada lasciva que corroe
del odioso calor del cuerpo que me asquea.

Piedad
ya no respondo
concédeme
aunque sea un momento de consuelo.

Un poco de paz
otórgame fuerzas para huir
que el temor no me frene
porque la bruma apenas deja ver.

Encontrar en medio de tanta desventura
un claro
¡Un hueco de libertad celeste!



*De Mirta Gaziano. mirtagaziano@gmail.com
Febrero/2015







***
INVENTREN
http://inventren.blogspot.com/



MURMULLO*

(De la estación Indacochea – ferrocarril Midland)


Crece
con tus blancos brotes,
conviértelos pronto
en un canto verde.

Crece mi alegre insecto
y no digas
que yo te lo dije.

Crezcamos juntos
que al final nos espera Indacochea,
con sus recuerdos
llenos de musgo de entre sus muros.

Crece y cae,
que esta estación nos conoce bien.

Y cuando llegues
nos verás a todos:
no digamos
que fui yo quien te lo dijo.

Mejor
escuchemos lo que tienen qué decir
las estrofas de Indacochea:
Narran lo que hemos sido
y saben en qué vagón
hemos llegado.

Crece
olvidando lo que has perdido,
que aunque no sea posible,
el intento ha de hacerse.

Que si nuestros brazos cansados
toman la tierra,
el pasto y sus estrellas
nos toman como rehenes.

Crece y crece
sin que te lo diga
y mira por tu propia cuenta:
pues si Indacochea
ha sabido cómo cantar,
pronto sabrás tú
cómo subir en un tren.


*De hugo ivan cruz rosas. quetzal.hi@gmail.com


***

Próxima estación para escribir por Ferrocarril Midland:

 INGENIERO WILLIAMS.

GONZÁLEZ RISOS.  PARADA KM 79.  ENRIQUE FYNN.
PLOMER.   KM. 55.   ELÍAS ROMERO. 
KM. 38. MARINOS DEL CRUCERO GENERAL BELGRANO.
LIBERTAD.  MERLO GÓMEZ.   RAFAEL CASTILLO.
ISIDRO CASANOVA.  JUSTO VILLEGAS.  JOSÉ INGENIEROS.
MARÍA SÁNCHEZ DE MENDEVILLE.  ALDO BONZI.
KM 12.  LA SALADA.  INGENIERO BUDGE.
 VILLA FIORITO. VILLA CARAZA.  VILLA DIAMANTE.
 PUENTE ALSINA.  INTERCAMBIO MIDLAND.

***

Próxima estación para escribir por Ferrocarril Provincial:

 GOBERNADOR ORTIZ DE ROZAS

 JOSE RAMÓN SOJO.  ÁLVAREZ DE TOLEDO.    POLVAREDAS.
JUAN ATUCHA.   JUAN TRONCONI.    CARLOS BEGUERIE.
FUNKE.   LOS EUCALIPTOS.     FRANCISCO A. BERRA.
ESTACIÓN GOYENECHE.    GOBERNADOR UDAONDO.   LOMA VERDE.
 ESTACIÓN SAMBOROMBÓN.   GOBERNADOR DE SAN JUAN RUPERTO GODOY.
GOBERNADOR OBLIGADO.   ESTACIÓN DOYHENARD.   ESTACIÓN GÓMEZ DE LA VEGA.
 D. SÁEZ.    J. R. MORENO.     EMPALME ETCHEVERRY.
ESTACIÓN ÁNGEL ETCHEVERRY.  LISANDRO OLMOS.  INGENIERO VILLANUEVA.
ARANA. GOBERNADOR GARCIA.  LA PLATA.




InventivaSocial
Plaza virtual de escritura
Para compartir escritos escribir a: inventivasocial@yahoo.com.ar



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