martes, enero 28, 2020

SUMERGIRSE EN UNA IDEA TAN DELGADA Y SIMPLE COMO EL HORIZONTE...


    *Foto de Amelia Arellano.











DOS POEMAS AL PADRE.


*De Mercedes Araujo.



TENÍA NUEVE AÑOS Y LEÍA MOBY DICK*



vos madrugabas para verlos llegar
los canastos repletos
el oficio más antiguo del mundo

esa mañana una mujer
el cuerpo flaco y fibroso
(parecía un cochayuyo,
sus manos de luchador de sumo
destrozaban jaivas en un crac)
te dijo por qué mira y no compra,
el señor.

“Mecidos por la inmensidad del océano
toman lo necesario y vuelven
mientras vos dormís como un chancho jabalí enano”

comentaste desde el marco de una puerta
en la casa que habitamos por única vez
aquel mes en la vida.

Quise seguir leyendo, te eché
me pediste el libro, buscaste la línea
“como todos saben, la meditación y el agua
están emparejadas para siempre”

arqueaste una ceja
te fuiste contento.

Sumergirse en una idea tan delgada y simple como el horizonte.

Desde entonces te visitaré con frecuencia
cada vez lo haremos igual
sentarnos derechos
a pudorosa distancia
decir fealdad o belleza
exaltar diferencias

cada uno empuñará su caña
lanzará el anzuelo
algunas veces la carnada caerá
en el corazón del otro

tomaremos lo necesario
y volveremos en silencio.




***



Hoy he vuelto a buscarte
mil doscientos kilómetros
apenas entré supe que ya no estás.

Ahí, dónde faltás estrictamente
es el único lugar en que lo entiendo.






AHORA ME ACUERDO*



te miraba de lejos
por miedo a tu ira
impredecible.

Como a cualquier miope de niño
los anteojos pesados te organizaban
el gesto
el carácter, también.

Yo escondía tres huevos

tres huevos perfectos arrancados de un nido

caminaba despacio
las plantas de los pies alertas

miraste de cerca
huevos azules y robados
los mecía
en la pequeña hamaca
que armé en mi remera
retorciéndola

tu enojo anticipó
una de mis primeras caídas

los huevos que pensaba empollar
pegados al cuerpo.



***



A veces escucho tu voz
como si llegara desde la tierra:
“si vas a caminar a la siesta
que sea con palo por las víboras”.




* Mercedes Araujo.
Mendoza, 1972. Publicó los libros de poemas Viajar sola (2008), La isla (2011), Así es el fuego (2018) y la novela La hija de la Cabra (2012).













DESCRIPCIÓN DE UN NUDO*



Como si estuvieras
con los pies descalzos sobre el borde
de cara al precipicio
y el viento te moviera los tobillos.

Estás vos ante el polvo,
vos ante lo hermoso del abismo
con el grito pegado a la garganta,
tu grito que subió
desde tus pies descalzos,
tus pies descalzos de punta al precipicio
y con el viento que sigue dando vueltas
metido en tu cabeza.
A esta altura el viento está metido
en tu cabeza, en tu coraje, en tus tobillos
y el grito crece ahí
llenando tu garganta.

El grito ahí.
Ahí.
El grito entero ahí
cerrado en la garganta.

Un alarido atado y luminoso
hace una cruz adentro de tu boca.

Vas a soltarlo cuando te das cuenta
de que entre tus brazos
hay un bebé
que duerme.

Y no gritás.

No gritás, dios mío, no gritás.

Eso es un nudo.


*De Valeria Pariso.


-Valeria  (Muñiz, Provincia de Buenos Aires, 1970)
Coordina talleres de poesía y el ciclo de poesía en Bella Vista. Algunos de sus poemas fueron traducidos al portugués y al italiano.
Publicó los libros de poesía: "Cero sobre el nivel del mar" Ediciones AqL (2012), "Paula levanta la persiana", Ediciones AqL (2013); "Donde termina esta casa", Ediciones de la Eterna (2015), "Del otro lado de la noche" (2015) Editorial El Mono Armado, "Triza" (2017) Editorial Detodoslosmares, "La trilogía: Uva negra/ Mascarón de proa/ El castillo de Rouen", Vela al viento Ediciones patagónicas (2018).

-En 2019, con su libro "Zarmina", obtuvo el Primer Premio del Concurso de Letras, categoría poesía, del Fondo Nacional de las Artes.

Sus poemas fueron incluidos en distintas antologías, entre ellas "Antología de poesía iberoamericana actual", Ed. Ex Libric, España, 2018; "Rapsodia ensamble de voces- Obertura- Editorial El mono armado, 2015; Movimientos/ Primera antología Ciclo Moserrat 2018, "Antología Federal de poesía de la provincia de Buenos Aires", del Consejo Federal de Inversiones.

-Administra el blog de difusión de poesía contemporánea https://laficciondelolvido.blogspot.com.ar












Silbando en la madrugada*



Ahí va mi padre silbando en la madrugada. Es primavera. No alcanza con el canto cíclico de los zorzales. Mi padre se acompaña silbando. Es una melodía que alguna vez le escuche cantar en italiano, habla del amor perdido por una napolitana. Cada vez que lo escuchaba silbar aquella melodía era como si hablara en él toda la tristeza que tenía adentro.
Mi padre un hombre de silencio. De pocas palabras, las justas y necesarias.
Ahora que volvió la primavera los zorzales cantan un insomnio de amor. Mi padre vuelve a caminar a la madrugada hasta la avenida bajo las estrellas o la tempestad para ir trabajar a la fábrica. Esta sólo. Se acompaña silbando el amor a una napolitana.


*De Eduardo Francisco Coiro.










*


La hoja que cayó del sauce
y sobre el pasto,
negada a su degradación,
insistió en verdes;
la piedra
que robé de un río en Córdoba
y me traje
con cierta esperanza de fulgor,
y espera,
sobre mi escritorio,
algún milagro;
las ortigas que pisé de niña
para rescatar
las plumas caídas de los pájaros,
sin más porqué
que la búsqueda inicial de la belleza,
esas cosas que fuimos y olvidamos,
y de pronto,
en un acto de magia,
regresan
y nos miran de lejos, como si nos recordaran,
a pesar de nosotros.
Todo lo que fuimos nos observa.



*De Mariana Finochietto. mares.finochietto@gmail.com


- Mariana nació en General Belgrano, Provincia de Buenos Aires. Actualmente vive en City Bell.
Publicó: Cuadernos de la breve ceguera  (La Magdalena 2014). Jardines, en coautoría con Raúl Feroglio (El Mensú, 2015)
La hija del pescador  (La Magdalena, 2016).  Piedras de colores (Proyecto Hybris 2018)
Su último libro publicado es El orden del agua, GPU Ediciones (2019)

-Coordina Microversos, talleres de exploración literaria.













ON THE ROCKS*



Vino el dolor y se tragó mis ideas, mis proyectos, mis locuras.
En su lugar quedó un hueco, una cala donde el mar llega por las noches, y se acomoda, despacio.
Solo se descontrola cuando hay luna, y queriendo alcanzarla, se agita, estremecido.
Entonces me despierta una sirena.



*De Esther Andradi.
Berlín, agosto 2018.









*



La vida se trataba de robar una amapola cada tarde a la salida de la escuela para llevarle a mami, sin darme cuenta de que el dueño de la casa me veía hacerlo cada día. Una mañana se lo confesó a mi madre con ternura y simpatía. Se nota que, desde pequeña, portaba cierta inclinación a las substancias.
Era animarte a enfrentar al verdulero para que te cambie los tomates y los duraznos picados que te enchufaba porque eras una nenita. Parte de eso se trataba de aprender a sortear las adversidades y hacernos valer.
Era quedar el viernes para el sábado en invitar a tu amiguita a pasar el día y jugar al Scrabel al lado de la chimenea. La que iba de visita llevaba la torta de chocolate Exquisita o Instantix.
Era armar la rayuela en la única cuadra de asfalto y sumar a los vecinitos que quisieran prenderse. Saltar al elástico y a la soga. Jugar al carnaval con el agua helada del bombeador.
Jugar a las escondidas a la hora de los bichitos de luz y librar para todos compañeros. Gritar Sangre! cuando alguien hacía trampa y quien hacía trampa se hacía cargo y le tocaba cumplir tres prendas que consistían en obligarlo a hacer algo que le daba mucho pudor.
Mandarle la cartita al chico o chica que te gustaba entre los pupitres. Y escribirle “Gusto de vos”
Me gustaba que la vida se tratara de eso.


*De Lucia Adriana Cinquepalmi Passarelli.








Inventren





Desear amor es desearlo todo*



Ya me acostumbré a deambular por los vagones. Los recorro mirando a esa gente que dormita o come. Veo a una mujer descargando el mate por la ventanilla, y me digo que la yerba está irremediablemente perdida, que se fue para siempre, siento una extraña sensación de ausencia y de algo indefinible, esa yerba arrojada para toda la eternidad, sin ceremonia, sin despedida. Una ventanilla que se abre, el salto fatal.  Me alejo con una náusea entre las manos.
En el siguiente vagón dos hombres hablan fuerte. El de ojos claros intenta convencer al alto de alguna cosa. No me ven. Me pregunto qué dirán.
Llegan frases aisladas, la conversación se me pierde como la yerba. Estoy inmóvil, las cosas suceden a mí alrededor. El mismo tren es algo que sucede sin mi compromiso.
Sigo caminando.
La yerba y los hombres quedan a mis espaldas. Estoy sola.
Hallar el vagón de cineclub es un retorno. Sigo sin rostro ni voz, pero acaso que esto sea físico, que la obscuridad me borre, es tranquilizador. Si no existo, al menos no existo en la negrura que me devora.
La pantalla iluminada me presta el resplandor para ocupar mi sitio, siempre el mismo aunque el vagón cambie.
Reconozco "Sweet Charity" allí adelante. La prostituta ingenua se deja engañar por el novio, vive su ilusión de ser amada, se deja engañar, desea y propicia la mentira que le otorgue un respiro a la desesperación.
Está tan sola con su ropita y su cara mal maquillada. Lloro. La veo tan preparada para regalarse, tan deseosa de hacer feliz a cualquier hombre que le preste los ojos y las manos un momento. Qué frágil esta mujercita alegre toda imposibilidad, si tiene marcado, tatuado, el fracaso.
A pesar de que sepa el final, hasta el último momento pienso que el hombre común que se equivoca, que cree que es una mujer decente y ordinaria, cuando se entere de su pasado la va a aceptar igual. Si no ocurre en la vida real, debiese ocurrir en el cine.
Y las coreografías de Bob Fosse son deliciosamente vitales. Dicen con el cuerpo, y lo que dicen se expresa sin fisuras, en bloque. Música, canto, baile, el desenlace inevitable de la fatalidad agazapada.
La prostituta es una buena persona, el novio es una buena persona. Sin embargo el hombre no podrá hacer otra cosa que destrozarla, para que no sufra. ¿Cómo condenarla a un futuro en el que por fuerza habrá de reprocharle suciedades? La va a abandonar.
Ella sólo desea amor. Pobrecita, no sabe aún y a pesar de su experiencia que la palabra "sólo" en esa frase no cuadra. Desear amor es desearlo todo.
Me voy antes de que finalice la película. Sé que habrá una sonrisa final, una esperanza forzada, la sugerencia de que la vida sigue y que quizás. Pero la yerba desechada continuará su vida, también, junto a las vías, integrándose lentamente a la gramilla, desapareciendo de sí y del mundo.



*De Mónica Russomanno. russomannomonica@hotmail.com




-Próxima estación:

Apeadero KM. 55.  

En el recorrido del tren literario por Ferrocarril Midland:

ELÍAS ROMERO.    KM. 38.   MARINOS DEL CRUCERO GENERAL BELGRANO.   LIBERTAD.  
MERLO GÓMEZ.   RAFAEL CASTILLO.    ISIDRO CASANOVA.  JUSTO VILLEGAS. 
JOSÉ INGENIEROS.   MARÍA SÁNCHEZ DE MENDEVILLE.  ALDO BONZI.   KM 12.  
LA SALADA.  INGENIERO BUDGE.  VILLA FIORITO.  VILLA CARAZA.   
VILLA DIAMANTE.  PUENTE ALSINA.  INTERCAMBIO MIDLAND.



JUAN TRONCONI.

En el recorrido del tren literario por Ferrocarril Provincial:

CARLOS BEGUERIE.   FUNKE.   LOS EUCALIPTOS.     FRANCISCO A. BERRA.
ESTACIÓN GOYENECHE.    GOBERNADOR UDAONDO.   LOMA VERDE.  
ESTACIÓN SAMBOROMBÓN. GOBERNADOR DE SAN JUAN RUPERTO GODOY. GOBERNADOR OBLIGADO.  
ESTACIÓN DOYHENARD.   ESTACIÓN GÓMEZ DE LA VEGA.    D. SÁEZ.    J. R. MORENO.     EMPALME ETCHEVERRY.   
ESTACIÓN ÁNGEL ETCHEVERRY.   LISANDRO OLMOS.  INGENIERO VILLANUEVA.  ARANA.  GOBERNADOR GARCIA. 
LA PLATA.

***



InventivaSocial
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