viernes, junio 10, 2016

EDICIÓN JUNIO 2016


*Obra de Mario García Portela.
-Pinar del Río, Cuba, 1942. Miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), Profesor de Artes Plásticas y Licenciado en Historia y Ciencias Sociales. Trabajó durante 38 años en la docencia del arte en la Escuela Vocacional de Arte de Pinar del Río y en la Universidad Pedagógica de esa Provincia.
Ha realizado más de 20 exposiciones personales en Cuba, Estados Unidos, Italia y España.
Durante su trayectoria se le han otorgado trece premios y distinciones en Cuba y dos en España. Ha participado en más de 200 exposiciones colectivas en Cuba, Chile, Costa Rica, Panamá, México, Trinidad y Tobago, Colombia, Canadá, Estados Unidos, España, Alemania, Francia, Italia, Malasia, El Líbano y Noruega.












LA CASA SIN PUERTAS*



Pudo haberlo escrito el último poeta marciano.
Crónicas Marcianas
Ray Bradbury



Así fue como nos conocimos, yo regresaba con una bolsa de compras, rumbo al aburrimiento cotidiano. Ella, sentada en el contén, derramaba lágrimas silenciosas sobre el pavimento. “No puedo encontrar la puerta”, respondió a mi pregunta antes de que fuera formulada.
Y así fue siempre. Sabía mis pensamientos antes que se convirtieran en palabras. Reíamos los chistes antes de que nacieran, las bromas antes de ser gastadas, nos escribíamos cartas que no abríamos, porque adivinábamos hasta en las faltas de ortografía, nos entristecíamos de las penas que ocultábamos para no abrumar demasiado el alma compartida… “Verás que si un día dormimos juntos, volteamos a la vez para el mismo lado, como Carrasclín y Carrasclás, los dos gorditos de Alicia en el País de las Maravillas”, me decía.
Aquella tarde, la primera de muchas, no quise creerle lo de la casa. “Está enojada conmigo. Esta mañana al salir la cerré con demasiada fuerza; fuera el que fuere el motivo de mi enojo, no era culpable, sé que fue injusto de mi parte, pero su castigo no es proporcional a la injuria. Ahora me esconde la puerta… No tienes idea de hasta dónde puede llevar su rencor cuando se siente herida”. Permanecí a su lado hasta el anochecer.  A la hora en que las sombras se difuminan, dando paso al reino de las tinieblas, se levantó, agradeciéndome con una sonrisa. “Ya me debe haber perdonado”, y caminó lenta hacia la reja, desapareciendo en su interior… El sonido de una cerradura al voltearse me indicó que había entrado.
Solo de pensar en pasar por su calle, sabía que iba a encontrarla sentada en la escalerita que llevaban a la verja y al jardín. Nunca traspasé aquellos umbrales, sabía que la casa me estaba vedada. “Es muy rara con los intrusos, tengo miedo por ti”, intentaba explicarme a pesar de que nunca pregunté, “Ya ves cómo se comporta conmigo y me conoce desde que nací.... Puede que se cierre a tu paso, que llegue a golpearte, que te oculte la entrada, tal vez juegue al escondite hasta confundirte, girando como una veleta, para probar tu cansancio o tu resistencia. Lo que más temo es que le gustes, que le agrades tanto que te deje entrar y luego no salgas nunca de ella. No es de ese modo que quiero retenerte…”.
Yo la dejaba con su extraña fantasía, pensando que escondía otra realidad más cruda y triste, algo similar a una madre anciana, egoísta y solitaria, arrebujada en una mantilla azul aunque no hiciera frío, que tejía a solas en una mecedora, intentando controlar su vida, repeliendo los intrusos, queriéndola solo para ella, hacer de ella el cuerpo de su sombra, intentando convencerla que no había nada que buscar en el mundo de afuera... Luego, apartaba el pensamiento por temor a que ella lo escuchara.
No sé de dónde saqué fuerzas para pedirle que huyera conmigo. Sin importarme sus verdades, su pasado, su historia vedada, le rogué que se fuera a mi pequeño piso junto al mar, para terminar lo que habíamos comenzado hacía un año y saber de una vez si volteábamos al unísono como Carrasclín y Carrasclás. “Espérame, voy a recoger algunas cosas”, me dirigió una mirada llena de esperanzas, “vuelvo enseguida”.
No debí haberla dejado entrar… Nunca… Paso cada día, a la misma hora, para contemplar su triste rostro en la ventana, ajándose con los años, cubriéndose con una mantilla azul aunque no haya frío, convirtiéndose en una anciana que pierde la vista de tanto mirar en busca de respuestas, pensando que no hay que salir a buscar el mundo, porque el mundo cabe entre cuatro paredes. Debí haber adivinado que la casa había escuchado nuestra última conversación.




*De Marié Rojas Tamayo.
La Habana. Cuba.













LOS GITANOS DEL MAR*



Cuando vuelva a la isla
me zurciré dos alas con hojas de plátano verde
me pondré dos tomates
sobre los párpados, no me pregunten
para qué, que es un secreto
una herejía ancestral que guardo
de mis bisabuelos maternos.
Gente de piel cobriza, pelo enmarañado
como guanucos de bañarse
que arrastradas por una hambruna
fueron de isla en isla, náufragos
con un trozo del idioma en su frente.
Gente acusada de comer monos, garzas
tarántulas, alacranes y sabandijas
fueron la raíz de mis raíces.
Gente acusada de ser la avanzada
de “King James Bible”.Cuando vuelva
a la isla, me zurciré dos alas plausibles
con hojas de plátano verde
y volaré hacia el sol, como el bisabuelo voló
creyendo ser Ícaro, aunque sin percatarse
que era sólo un hombre negro.



*De Daniel Montoly. danielmontoly@yahoo.es













PASAJEROS*





La vida, qué es la vida sino aliento
que el divino universo nos regala,
arena en un reloj que se resbala
grano a grano de cara al firmamento.

Un cruce de planetas, movimiento,
suspiro que se inhala y que se exhala
y que vano, se esfuma en la antesala
sin haber comprendido el fundamento.

Qué es la vida pregunto sumergida
en ese terco soplo de esperanza
que permite esforzarse en los senderos

y qué es la vida, digo, qué es la vida
si no es esa utopía que nos lanza
hacia adelante siendo pasajeros.


*De Ana María Broglio. anamariabroglio@gmail.com











Albaida*



Recuerdos de una ciudad en la que nunca estuve.
Sus casas blancas, de paredes blancas
como blancos fantasmas condenados
a la inmovilidad de las esquinas.
Sus calles grises, de asfalto o de ceniza,
espejo acaso de mis propios gestos.
Una plaza vacía, unos bancos de piedra,
una campana muda presidiendo la escena.
Bajo el sol no anda nadie.
Tal vez cuando anochezca cobre vida
esta ciudad que habita mis recuerdos.
Recuerdos de una ciudad en la que nunca estuve.
Escenas que en algún lugar o tiempo
están, lo sé, esperando mi regreso.


*De Sergio Borao Llop. sbllop@gmail.com

- Publicó “El alba sin espejos”









*


Antes de despedirnos
suspendamos el tiempo.
Ahora que el deseo nos hace flotar
y no hay gravedad.
Comulguemos con el otoño.
mientras la hierba siga verde en algunos lugares.
Un poco de amor
será suficiente
y una botella de vino tinto para brindar.
Llevemos unas mantas, hará frío.
Mientras hacemos planes
jugaremos a armar palabras
me leerás algún poema
y  si lloro- lo haré- abrazame
recordame cuánto me gusta mirar la luna
yo voy a acariciarte el pecho hasta calmarnos
mientras nos vamos separando
cuando llegue la primavera todo habrá pasado
lo prometo
el amor volverá.


*De Vanesa Álvarez.
-Fuente: Poetas argentinos.















AROMAS, INVISIBLE RÍO*



No todos los días tienen destinos de luz

ni se dan por enterados de la desolación.

Es la imaginación –no la realidad-

quien suele hacer posibles las cosas.

Hoy elijo una palabra abierta: aromas

para engañar al tiempo y reestrenar la infancia

para vestirme con mi nombre y mi lugar

porque he dejado mucho de mí en este sitio

vengo para recuperar el olor de la tierra mojada

y de algunas voces que ya no cuentan...

parece el jardín un ademán del tiempo

aquí la lluvia ya no hace falta. Ya el viejo amor

no reconoce los caminos del regreso.


Los aromas abren un espacio extraño.

Es como llegar a casa navegando

sobre un invisible río lento.


*De Miryam Colombotto Seia. miryamseia@cablenet.com.ar












Música en el bosque*



Camino por un bosque de árboles altos
destellos frágiles de luz entre el follaje.
Cada hoja es una flecha de jade verde
que se asoma a la fantasía de mis ojos.

Como una fiel canción, como un latido
nace en mí un deseo de extrañar la brisa.
Junto a un sol distraído de otros sueños,
nostalgias para mi seca piel adormecida.

Respiro al costado de un tronco quieto,
descubriendo la tranquilidad y silencio.
Mi deseo es refugio y una copa de vino,
el perfume áspero que irrumpe solitario.

Como una melodía, como una letanía,
se puebla el bosque de mansas caricias
señales que nos hablan de la sabiduría
y los secretos de aquellos días callados.

Retomo las sendas resecas y cansadas
acomodando mis pisadas a las piedras.
Aspiro la serenidad de la tarde fresca,
ansiando la calidez de un rumor lejano.

Como una profecía, como las barajas,
un grito de cartas rebelando un rostro.
Como una premonición y el recuerdo,
que me narra el aumento de tu lejanía.


*De Jorge Lacuadra.  jorgelacuadra@hotmail.com
- 2016 -








*


Cada punto de vista es un universo en sí, que no se comunica con ninguno (aunque parezca coincidir) y afirma su increíble diferencia.

*De Liliana Díaz Mindurry. lidimienator@gmail.com



***


InvenTREN
http://inventren.blogspot.com/


*



Como quien se queda esperando al tren
y se pierde mirando los galpones de chapa
erguidos e impunes contra el horizonte.

Como quien recuerda que carga valijas
y comprende el peso inmenso
del polvo de siglos dormido en las vías.

Como quien se cansa de aguardar la tarde
sentado en un banco más solo y cansado
que el andén desierto de hierro y madera.

Como quien despierta de una pesadilla
y entiende de pronto que ya no hay regresos,
que ya no hay partidas.

*De Mariana Finochietto. mares.finochietto@gmail.com



***
Próxima estación para escribir por Ferrocarril Provincial:

ÁLVAREZ DE TOLEDO

POLVAREDAS.  JUAN ATUCHA.   JUAN TRONCONI.    CARLOS BEGUERIE.
FUNKE.   LOS EUCALIPTOS.     FRANCISCO A. BERRA.
ESTACIÓN GOYENECHE.    GOBERNADOR UDAONDO.   LOMA VERDE.
 ESTACIÓN SAMBOROMBÓN.   GOBERNADOR DE SAN JUAN RUPERTO GODOY.
GOBERNADOR OBLIGADO.   ESTACIÓN DOYHENARD.   ESTACIÓN GÓMEZ DE LA VEGA.
 D. SÁEZ.    J. R. MORENO.     EMPALME ETCHEVERRY.
ESTACIÓN ÁNGEL ETCHEVERRY.  LISANDRO OLMOS.  INGENIERO VILLANUEVA.
ARANA. GOBERNADOR GARCIA.  LA PLATA.


***
Próxima estación para escribir por Ferrocarril Midland:

ENRIQUE FYNN.

PLOMER.   KM. 55.   ELÍAS ROMERO.  KM. 38.
MARINOS DEL CRUCERO GENERAL BELGRANO.
LIBERTAD.  MERLO GÓMEZ.   RAFAEL CASTILLO.
ISIDRO CASANOVA.  JUSTO VILLEGAS.  JOSÉ INGENIEROS.
MARÍA SÁNCHEZ DE MENDEVILLE.  ALDO BONZI.
KM 12.  LA SALADA.  INGENIERO BUDGE.
 VILLA FIORITO. VILLA CARAZA.  VILLA DIAMANTE.
 PUENTE ALSINA.  INTERCAMBIO MIDLAND.


InventivaSocial
Plaza virtual de escritura
Para compartir escritos escribir a: inventivasocial@yahoo.com.ar

1 comentario:

CRISTO_ANSELMO dijo...

muy buena selección de textos