jueves, septiembre 13, 2007
EN QUÉ CONSISTE LA ESPERANZA...
Patricios, sin tren*
"Pienso que al fin ha llegado el momento
de decir adiós a algunas presunciones,
de alejarse tal vez y hablar otros idiomas
donde la indiferencia sea una palabra obscena..."
Mario Benedetti
Se asoma un rayo de sol por el ojo de una chapa perforada.
Ilumina un viejo galpón, donde hasta no hace tanto
se construía la historia de un pueblo.
Sin un antes, apareció un camino. Líneas de acero y humo.
Prometió semillas de futuro y germinó la vida.
En torno al galpón, a la estación y a las esperanzas.
Los brazos se hicieron fuertes a fuerza de yunque y brasas,
a costa de días ardientes y noches heladas.
Trabajo de soles y lunas, círculo incansable
reparando el corazón de cada máquina.
No hace tanto la última locomotora
partió llevándose a la fuerza el futuro.
Se apagaron las brasas, se enfrió el sudor.
Los fantasmas del olvido se instalaron.
Restos de engranajes atestiguan que allí hubo vida.
Hoy esqueletos del pasado.
Un pueblo de piedra mira el horizonte derretido de ira,
esperando que la llegada de una máquina les devuelva el viento.
Pero... ¿a quién le importa si pasan los días,
las semanas, los años? El pueblo sigue de piedra,
las manos vacías, la mirada herida. No son noticia.
Pero se mueren de a poco, faltos de camino.
Sin un después, destino trunco, abandonado.
Patricios, sin tren II*
Codicioso reloj de pared
que aprisiona puntualmente cada hora
en la siesta fantasma del pueblo.
Son manos de piedra y esfuerzo
las que se ocupan de mantenerlo latiendo,
pese a que hace tiempo decretaron su muerte.
Cada paso del minutero hacia adelante
resiste la soledad de la añoranza.
La estación sigue coleccionando ausencias,
apilando averías, cobijando recuerdos,
mientras el tren, que parece estar más allá de la curva,
atrasa tanto que no llegará nunca.
Es cada paso que retrocede en la historia
que, color sepia, dibuja tiempos mejores.
Fiebre en el andén, de impecable uniforme.
Ileso el corazón de Patricios
sigue mascullando su tic tac,
sosteniendo en pie a un pueblo
que cuida su historia, rehén de inútiles vías.
Patricios sin tren III*
Llega la primera escarcha sin brasas.
El taller predice un insondable silencio.
Entumecidas las manos, sin herramientas.
Encorvado el pueblo por el peso de la sentencia.
Cada uno la suya, mártires de la incoherencia.
Tan pequeño el pueblo sin su alma,
sin su tren, sin su galpón, sin sonido de rieles y ruedas.
Hasta el reloj ha cambiado la marcha de su tiempo
y su partitura suena a olvido, a miedo.
Ajados los sueños de antaño, Patricios se recupera.
Ya no hay pasajeros en su andén, es cierto, pero la estación florece.
Florece de memoria y esfuerzo. Rescata el futuro.
Ya no hay tren, es cierto pero el pueblo palpita
sembrando proyectos nuevos.
Hace de su estación el imán de su arraigo,
de su identidad, de su fuerza.
Se ramifica como enredadera
en cada visitante que involuntariamente captura
en la telaraña de su hechizo, en la red de su leyenda.
*Poemas de Gabriela Delgado agualunagd@yahoo.com.ar
-Del libro "Pasajeros del penúltimo tren"
En qué consiste la esperanza...
El malestar en la política*
*LEON ROZITCHNER
En el azul del cielo, o en el de la bandera, el horizonte político se nos ha achicado como nunca antes. Basta con mirar la cara de la gente por la calle. ¿Por qué no hay una política transformadora de las condiciones tan penosas? ¿Por qué la política tiene que ser siempre frustración e impotencia?
Habría que reconocer primero que las condiciones históricas que vive el mundo son muy pesadas. ¿Ustedes creen acaso que al terror que hizo que desaparecieran poblaciones enteras en el mundo no se agrega el que vivimos nosotros no hace muchos años? ¿Y que en el espacio que la democracia abrió luego esa amenaza no sigue vigente aún entre nosotros? Aquí, como en tantos países, el neoliberalismo cooptó o compró a los partidos políticos, socialdemócratas y conservadores, a la Iglesia, medios de comunicación, intelectuales y sindicatos. Quizás esa lucecita que se iluminó luego, hasta ahora más tenue y vociferada antes que aplicada, sea la que sostiene a Kirchner pese a la frustración que provoca la política real que está desarrollando.
¿Por qué la crispación, una crispación nueva, recorre todo el campo de la política? Todos saben ahora de las amenazas que se ciernen y se incrementan sobre el mundo, sienten venir las tormentas antes lejanas (nieve, bosques arrasados, hielos polares derretidos, hambrunas, guerras) que anuncian su llegada. Pero mejor es no pensarlo. Presienten que lo ganado por el neoliberalismo, al menos con esta política, no se recuperará nunca: las nuevas condiciones han llegado para quedarse o para empeorarse, y la impotencia nos gana. Cuanto menos se hable de lo que se aproxima, más se tensa la crispación por lo que está avanzando sin poder decirlo para enfrentarlo.
¿Entonces, para qué escribir otra vez sobre el malestar en la política y seguir hablando de la coyuntura y de las próximas (y repetidas) elecciones, en espera de que el mal tiempo pase, mientras el buen tiempo y los días soleados son para ellos, y las mayorías aplastadas esperan, como decía una canción de la Guerra Civil Española: “que la tortilla se vuelva, que los pobres coman pan y los ricos mierda mierda”?
La revolución que ha triunfado mientras hace pocos años se esperaba otra (¡hace sólo 40 años!) fue en verdad la que el cristiano-capitalismo preparaba: la revolución más feroz y sanguinaria que asuela ya casi toda la Tierra. Nunca, desde que el mundo es mundo, en ningún otro siglo como en el XX, hubo un aniquilamiento de vidas humanas tan monstruoso: cientos de millones desaparecieron por su intermedio, incrementadas en el que comienza. Porque ésta, a diferencia de aquella revolución que prometía un mundo mejor para todos, lo está destruyendo. Es una revolución sin futuro: vive al día, como las oscilaciones de la bolsa. No porque exista ese pueril determinismo de la historia del que algunos esperaban la caída del capitalismo: el capitalismo va a caer porque su triunfo final promete y nos adelanta el fin de este mundo tal como durante siglos los hombres mal que bien lo construyeron. Porque la Naturaleza no le tiene miedo a los hombres.
Todos vamos sintiendo que la destrucción y el aniquilamiento avanzan sin que encuentren un límite: el siniestro progreso al infinito del capital financiero, indiferente a toda valoración humana, arrasa el mundo. La “acumulación primitiva” nunca se acaba. Entonces la gente siente el pavor de la amenaza, y se petrifica sin atinar a nada, salvo el sálvese quien pueda. De allí las caras de tantos argentinos.
La crispación de nuestros políticos –à la mode antes y fashion ahora– responde a que ellos también sienten el campo de la política estrecho y limitado, porque el terror y el miedo también los han invadido. Si esos políticos, meros administradores y/o burócratas, nos confesaran cuáles son sus miedos, nos dirían que temen suscitar un verdadero apoyo desde abajo, multitudinario, que los obligue a hacer lo que no han hecho. Eso los asusta. El peligro que ellos no enfrentan lo ponen a cuenta de salvarnos a nosotros de un desastre peor del que vivimos. ¿Somos pesimistas por describir lo que tantos sienten?
La relación de la ciudadanía con los políticos de los partidos mayoritarios tiene varias dimensiones. Las visibles primero, y luego aquellas que, acalladas, no se dicen. Es obvio: el político nunca dice la verdad completa. Quienes la dicen y la desnudan desde la izquierda son minoría, pero no es suficiente para resolver el dilema que el peligro de su aplicación plantea. Política administrativa, no hay casi política porque no hay casi alternativas, nos dicen: el margen se ha estrechado, hasta desaparecer casi. El peligro y el riesgo fueron radiados de la política que podrían exigirle las mayorías. Estas, las verdades calladas de lo que nos pasa –aunque están en reserva en lo imaginario– son justamente las más importantes: sobre su existencia se juegan todas las dimensiones de la realidad plena.
Los políticos, casi todos ellos, actualizan una sola dimensión de la realidad que vivimos, la que se debate en el campo de la arena política acotada por el poder realmente dominante. Pero el discurso en realidad alude o hace guiños a todas esas otras verdades que no pueden ser enunciadas. Y esas verdades son, sin embargo, las que están, impacientes o expectantes, al acecho. Es sobre ese no dicho que el político normal actúa. ¿Quién se atreve a penetrar más hondo para movilizar lo que el miedo y la represión contiene para que aparezca y se convierta, siendo masivo, en una gran fuerza? La política avanza como un barco cercado de icebergs: sabe que la mayor masa de hielo está bajo el agua, y sólo una pequeña punta anodina sobresale. De esa punta sólo el político sagaz sabe lo que esconde. Mejor dicho: casi todos lo saben, y sobre ella trabajan –para disolverla unos, para sacarla a flote otros–. Toda política arrastra su masa crítica, invisible, debajo del agua: el peso gravitatorio de las mayorías silenciadas.
¿Qué los diferencia? ¿Cuál es el margen del movimiento de Kirchner? Parece mínimo, casi no despega de los que se le oponen, pero existe. Si no existiera esa diferencia no habría política, que es siempre expectativa en acto. Ese margen no puede ser confesado –quieren que pensemos– porque mostraría entonces la complicidad con lo que dice que combate: toda apertura se mueve entre la expectativa de la mayoría y el miedo de los que realmente tienen el poder y se sienten amenazados con perderlo. Kirchner, con su política de derechos humanos, representa en el imaginario social un “montonerismo” aplacado que estaría de vuelta de la lucha armada. De eso lo acusa la derecha, porque ella teme las astucias imprevisibles de la historia, y no le perdonan. Se ponen histéricos: ellos también tienen miedo, pero de que los derechos humanos se extiendan hasta los derechos sociales. En política nunca las palabras son flatus vocis: arrastran promesas o amenazas. Aunque por otro lado es eso mismo quizás lo que lo lleva a Kirchner a ser aún mayoritario: la esperanza de un cambio incruento de una población vencida pero no desahuciada en lo imaginario.
La mirada del político abre o cierra los ojos de toda la gente, para que vean o no vean la realidad, unos para espantarla, otros para que nos animemos a mirarla. La política regula la realidad para agrandarla o achicarla: operan las cataratas para ver más claro, o enturbian y espesan más todavía la mirada. Y se nos pide que tengamos confianza en lo que nos muestran: sólo nosotros sabemos por qué lo hacemos, pero no podemos decirlo –nos susurran al oído– porque entonces se acabaría el juego. Piden que nos quedemos quietitos en el molde. Pero tampoco nos confiesan –y esto es lo más grave– cuál es el obstáculo real que enfrentan para no hacer lo que prometían, para que entonces nosotros podamos ayudarlos. Los obstáculos que no se declaran públicamente impiden que la crispación que todos sentimos pueda tener un contenido objetivo: comprender cuál es la piedra que encuentra esa política en el camino. Si Kirchner hablara claro y pidiera apoyo podría motivar un movimiento que desde abajo lo apoye con su fuerza viva. Así el gobierno podría incrementar su poder: tener más fichas para ponerlas en juego. No, por favor, no lo hagan –susurran en voz baja– la oposición se daría cuenta de nuestra estrategia. Y entonces, como si la política jugara al oficio mudo, pensamos que es cierto. Y nos quedamos quietos, esperando, esperando: no queda otra. Sólo emergen breves y fugaces puntos de conflicto donde se encrespan las crestas de los gallos de riña que ponen en el ruedo: lo demás está oculto a nuestros ojos.
Nos dejan sólo con el imaginario que el discurso a veces despierta, como por ejemplo cuando en Bolivia, bien lejos, Morales acusó a la Repsol por primera vez desde que es presidente. Pero por otro lado no hace mucho provincializó la propiedad, antes nacional, del petróleo en beneficio de la Repsol. ¿La distancia entre los hechos y la palabra hasta cuándo podrá ser mantenida sin que haya que decidirse por lo uno o lo otro? La imaginación expectante cuando mira los hechos se convierte en realidad sufriente. Sería bueno que Kirchner pensara que la realidad política es a la larga implacable: pasivos y mansos pero frustrados ¿le seguirán teniendo confianza? Ese es el punto: apostar a una credibilidad exagerada. Lo sabremos pronto.
Ese es el juego de la política, y por eso los gritos de traición que cunden, tanto aquí como en Brasil o en Uruguay. Porque si no hay política en serio, aunque haya políticos y elecciones, sólo habrá terror económico presente como hubo terror militar antes, y entonces el tiempo futuro –no nos damos cuenta– estará clausurado. Un político demasiado astuto corre el peligro de volver a cerrar la apertura del espacio público que su osadía abrió, porque toda política tiene plazo fijo. La política desaparece entonces como posibilidad abierta, la ínfima credibilidad se pierde y la crispación cunde.
Entonces: ¿nos animaremos a juntarnos y ponernos de pie, todos juntos en todas las plazas, para imponer como lo hicieron los bolivianos –sí, los “bolitas”, no los porteños– e intentar cambiar las cosas desde abajo: impedir que la catástrofe globalizada que se anuncia también nos coma vivos? No hay que matar a nadie para ser más fuertes que ellos. Con Kirchner se trata todavía, nos dicen, de esperar un poco. Pero sería bueno si la gente saliera otra vez a la plaza para saber al menos en qué consiste la esperanza.
*Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/especiales/index-2007-09-12.html
Miércoles, 12 de Septiembre de 2007
La primavera en ruinas*
*Por Jorge Isaías. jisaias46@yahoo.com.ar
Ruinas quedan de aquello que fuera el bar "La Primavera", de don Atilio Valvazón. Ladrillos comidos por un tiempo implacable, sordo, que desentona los recuerdos más antiguos y esconde a los más jóvenes las albricias de otra edad.
Allí en ese caserón que supo ser del tío Hugo Cechi, ese viejecito menudo de grandes bigotes amarillos en cascada sobre los labios, de bastón tosco, de andar cansino, que siempre veré en mi memoria caminando bajo sombras propicias del Veredón Alto, allí solían armarse las prestigiosas guitarreadas de toda la redonda.
El bar "La Primavera" -huelga decirlo- nunca fue apto para niños y mujeres.
Allí la soledad de muchos hombres encontraba el traidor sosiego de una caña, de una buena grapa, una ginebra recoltosa.
Recuerdo -creo recordar- los brillantes momentos del bar de don Atilio, cuando era visitado por "cantores", que no eran otros que los últimos payadores pampeanos.
De sombreros oscuros, como el traje y que venían en el último ómnibus de la tarde, de aquellos destartalado que hacían el trayecto Rosario - Corral de Bustos y viceversa.
Habían cubierto muchos kilómetros de polvorientos caminos y saltaban, al llegar, directamente sobre la alta vereda de ladrillos, en la mismísima puerta del bar.
Demás está decir que nunca pudimos oír como se debe esos duelos populares inscriptos en la más antigua prosapia tan cara al criollaje. Algunos de nosotros -los más atrevidos desafiantes del cachetón o la paliza- espiábamos con furtiva fruición, desde la ventana de altas rejas el rasgueo entusiasta de las guitarras, entreviendo esas mantas de vicuña o el poncho sobre uno de los hombros, el traje azul inevitable, el pañuelo "gardel", la alpargata floreada o el zapato de puntas bien lustradas.
En ocasiones algunos vestían a la usanza gaucha: bombachas, corralera o saco del mismo género, la rastra ametrallada de monedas antiguas, la bota lustrada y la guitarra con su infaltable cinta celeste y blanca, no faltaba quien colocara una calcomanía de Evita o Carlos Gardel a esa madera manoseada por madrugadas y milongas.
Al final, supeditado siempre a la generosidad de los flacos bolsillos de los espectadores, pasaban el sombrero con una humildad altiva, de artistas, como si de esa espontaneidad del parroquiano no dependiera su subsistencia. Era su única paga, amén de algún vaso de tinto espeso para refrescar esas
gargantas cansadas, que iba de riguroso convite.
Todo aquello, como tantas otras cosas, murió en mi pueblo.
Pero hoy he pasado por esa vereda que es la misma, ya sin aquellos viejos árboles, y una mano de acero se me asentó en el recuerdo. El techo derruido, los pisos de madera carcomidos, el óxido de tantos años ha ido pulverizando la mayor parte de los ladrillos.
El tío Hugo ha muerto. No sé quién es el propietario actual y don Atilio Valvazó, de ademán lento, de boina pelusienta, de toscanito apagado entre los labios, es sólo un recuerdo para algunos.
El veredón, aquel viejo orgullo de niños y de novias, ya no existe. El pueblo tiene ahora luces de mercurio, asfalto, algún horrible snack-bar y muchos autos último modelo, tal vez por la euforia sojera de unos años atrás.
Cuando me paré un instante en esta esquina, con mis hijas y mis años, creí escuchar por un momento el rasguido cadencioso de una guitarra, pero es seguramente la engañosa memoria, como siempre, la que se empecina tanto como ese montón de ladrillos quebrados en hacerle frente a la infamia de los años
muertos.
*Fuente: Rosario-12
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/14-10218-2007-09-12.html
INTERMEDIOS*
Desde el ruedo invisible de la noche,
el púrpura camino luminoso perfora
los puntos infinitos
del horizonte.
Destrazando los bordes
alisando los pliegues...
borrando cornisas
esparciendo pigmentos
Desnudas de absurdas
líneas limitantes
se trenzan luces, sombras y milagros.
pariendo matices, tiñendo pupilas
de un fantástico paisaje
al fin liberado.
de cuerpos inertes,
de disciplinadas formas.
Fragmentan la pulcra simetría
de los sentidos
consteladas miradas.
Proclaman la belleza
de los tonos intermedios.
*de Marta Goddio martagt46@yahoo.com.ar
Correo:
A través del presente mail, queremos invitarlos a participar de las
1ras JORNADAS DE PEQUEÑAS LOCALIDADES SOBRE TERRITORIO, HISTORIA Y FERROCARRILES.
PATRICIOS
(Partido de 9 de Julio. Pcia. de Buenos Aires)
Fecha 23 y 24 de noviembre de 2007.
Fundamentos:
Las primeras jornadas de pequeñas localidades sobre territorio, historia y ferrocarriles; se enmarcan en un proceso de acciones que intentan misturar aspectos sociales endógenos, actores y referentes sociales, población y territorio.
Las jornadas nacen de la discusión social local que plantea al desarrollo de las "pequeñas localidades" como motor de la acción colectiva a nivel local.
Las transformaciones de las pequeñas localidades (entendidas éstas como localidades no cabeceras de partido) se deben a factores múltiples y se entrecruzan con la historia del territorio, la coyuntura socioeconómica, el patrimonio retenido y perdido, y el proyecto local de un territorio; a la vez nuevo y articulado a un pasado muy denso y rico.
El ferrocarril es para muchas de estas pequeñas localidades un factor patrimonial que excede lo funcional y se implanta en lo simbólico desde diferentes aristas de enfoque (acción sindical, memoria, territorio, función, expresiones artísticas). En particular la estación de ferrocarril es un lugar de centralidad y de fuerte simbolismo tanto en el espacio físico y social de las localidades como en los lazos con el pasado y con el "exterior" de éstas.
Las jornadas apuntan a un objetivo renovado e integrador: popularizar el trabajo académico, al tiempo que se plantea academizar lo popular. Populares y académicas, estas jornadas intentan dar un salto en las barreras de los campos de conocimiento y de acción empírica. Se intenta dar un paso adelante
en la integración de ideas y proyectos, de sueños e hipótesis, de manifestaciones sociales y métodos científicos, de pasión y razón.
Las jornadas se insertan en un nuevo proceso de reterritorialización y reorganización en el interior bonaerense. Así, las Ley 13.251 de promoción de pequeñas localidades; la acción de la empresa ferroviaria bonaerense; el Programa Pueblos, el Plan Volver; Cambio Rural; Soberanía Alimentaria;
sindicatos, escuelas, juventudes locales, ONGs, asociaciones civiles, grupos de acción cultural, universidades y la población interesada; podrán intercalar opiniones y acciones. Oponerse, debatir y proponer.
En definitiva, estas primeras jornadas representan un ensayo. El ensayo se resume en la posibilidad de interactuar institucionalmente de modo democrático, abriendo la libertad de actuación a los campos del conocimiento y de acción local, ensayando la inclusión y cooperación, en el marco de territorios que durante años fueron sesgados por políticas de exclusión social y territorial.
Antecedentes:
La iniciativa de estas jornadas surge en 2007 luego del X Congreso de los Pueblos de la Provincia de Buenos Aires realizado en Bahía Blanca. Entre los expositores nos encontramos con referentes sociales locales, académicos abocados a la investigación de problemas situados en pequeñas localidades y
actores de espacios sindicales y políticos interesados en la problemática del interior bonaerense oculto. Así, iniciamos las conversaciones con representantes Universidades, Municipios, Instituciones Educativas, Archivos, Museos, Sindicatos, Grupos Artísticos y ONGs. Como conclusión general, consideramos que resultaría interesante organizar unas jornadas que atiendan la discusión de las problemáticas de las pequeñas localidades, con sede en una pequeña localidad. De esta forma, Patricios, localidad de tradición ferroviaria ubicada en el partido de 9 de Julio, se presenta como ideal para el evento. Además de encontrarse en el centro geográfico y equidistante de la provincia; Patricios cuenta con experiencia en la organización de eventos tales como dos encuentros Nacionales de Teatro
Comunitario en 2004 y 2006; y AvecinArte 2005 y 2007.
Empecinados en generar un espacio de debate democrático, inclusivo y con alto grado de contenido, los organizadores confiamos en que el desarrollo de estas jornadas pueda abrir un espacio más para el desarrollo y ejecución de ideas que se plasmen en la mejora de la calidad de vida de nuestra población.
Organizan:
Grupo de Teatro Comunitario PATRICIOS UNIDO DE PIE - UNIENDO PUEBLO -
MUNICIPIO 9 DE JULIO - MUSEO 9 JULIO- COMUNIDAD DE PATRICIOS.
Comité Organizador
Fiorentino; Romina M.Diez Tetamanti, Juan M.Hayes, Mabel.Hayes, InésDomínguez, MiguelArosteguy, M. Alejandra. Cárdenas, C. Daniel Sutil, Jorge García, Mónica Carballeda, Alfredo Barberena, Mariano Moreno, Osvaldo González, MirtaVázquez, Pablo Ramírez, Ariel Emilia Rebottaro
Comité de Trabajo Académico y Social
Albaladejo, Christophe - INRA UNLP
García, Mónica - UNMDP
González, Mirta - UNMDP
Vázquez, Pablo, Mueso Evita
Carballeda, Alfredo - UNLP
Barberena , Mariano - UNLP
Silva, Adrian - APDFA - UNT
Hayes, Inés - UNLP
Diez Tetamanti, Juan M. - UNMDP
Castro, Roberto - Museo 9 de Julio.
Hayes, Mabel - G. Teatro Patricios.
Arosteguy, Alejandra - G. Teatro Patricios
Fiorentino, Romina - UNMDP
Susana Ferraris - INTA
Damín, Nicolás - UBA
Emilia Rebottaro - G. Teatro Patricios
Ejes Temáticos
(Comisiones)
EJES TEMÁTICOS: COORDINADORES:
NARRATIVA Y MEMORIA FERROVIARIA Y PATRIMONIAL Romina Florentino (Arq.)
Nicolás Damín (Uba)
HISTORIA LOCAL Y REGIONAL Pablo Vázquez (Mus evita), Prof.Roberto Castro
(Mus Nueve de Julio)
TERRITORIO Y DESARROLLO LOCAL Tetamanti (Geo) Albaladejo (Geo)
PROYECTO SOCIAL POLÍTICAS E INTEGRACIÓN Barberena (Ts) Carballeda (Ts)
PROPUESTAS DE DESARROLLO Y PROPUESTAS INNOVADORAS D. Cárdenas (UP) Hayes
(PUP)
JUVENTUD RURAL Rebottaro (PUP)
TURISMO RURAL Sutil (UP)
Participantes
Podrán participar y exponer todos aquellos ciudadanos que se encuentren interesados en las problemáticas de las pequeñas localidades bonaerenes.
Actividades
Se programa una agenda con actividades que incluyen Ponencias, Simposios, Conferencias, Presentaciones de Teatro Comunitario, Salidas de Campo y Productos locales
1-Ponencias
Reunirán trabajos sobre temas vinculados al propósito de estas Jornadas dentro los ejes temáticos. Los trabajos deben ser inéditos y serán sometidos a evaluación por el Comité Académico y Social de las Jornadas. Las ponencias serán presentadas en forma oral. Se aceptarán presentaciones propuestas en formato de video - DVD - Power Point, etc.
*Se recomienda, para la presentación de trabajos, el empleo de un lenguaje sociabilizador. De este modo, se pretende abrir experiencias, investigaciones y estudios a una discusión democrática del conocimiento y la acción.
Especificaciones :
Los trabajos escritos no podrán exceder las 10 páginas de extensión, Hoja A4, Letra Arial 11, interlineado 1,5.-
Todos los trabajos presentados independiente del formato, deberán acompañarse con un resumen de 300 palabras.
2- Comisiones
Las Comisiones agruparán una serie de ponencias sobre un tema en particular propuesto y coordinado por uno o dos coordinadores. Se programa realizar 8 comisiones.
3- Conferencias plenarias
Las conferencias plenarias estarán a cargo de referentes locales, actores sociales, investigadores, docentes, sindicalistas, funcionarios en la problemática de las pequeñas localidades y en las ciencias sociales.
CICLO DE CONFERENCIAS:
C. ALBALADEJO: sobre ruralidad y desarrollo local.
CARBALLEDA: sobre políticas sociales aplicadas en pequeñas localidades.
JUAN GHISIGLIERI: Historia oral en la PBA.
Osvaldo Bayer: sobre trabajo rural
VESCHI: sobre impacto de políticas ferroviarias en pequeñas localidades
ZUNGRI: sobre acciones concretas en pequeñas localidades experiencia de Bavio.
JUAN C. CENA: Reestructuraciones ferroviarias en la Argentina.
4- Presentaciones Teatrales.
Se presentarán dos obras de Teatro Comunitario. Las obras son resultantes de creaciones colectivas locales. La memoria colectiva social, sumado a un trabajo de organización de disparadores ejecutores locales, poseen en común el empleo del "arte como transformador social".
Obras a presentar:
"Nuestros Recuerdos" Grupo de Teatro Comunitario Patricios Unido de Pie. -Patricios-
"Romero y Juliera" Grupo de Teatro Comunitario "Los Cruzavías" -9 de Julio-
5- Salidas de Campo
Se contemplan salidas de campo locales. A Talleres de Estación Patricios; vivero ferrocarril provincial, museo ferroviario, etc.
Cronograma de presentación de resúmenes y ponencias completas
Resúmenes: hasta el 28 de septiembre de 2007
Trabajo completo: hasta el 19 octubre de 2007
Inscripción:
en conjunto con el envío de resúmenes, remitir la ficha de inscripción.
A: jornadaslocalidades@gmail.com
info@uniendopueblo.com.ar
Aranceles:
Disertantes que presenten trabajos: $10. (se abonará en la acreditación a las jornadas)
Asistentes: NO ARANCELADO.
ALOJAMIENTO:
· En la localidad de Patricios:
a) se cuenta con 45 plazas en el sistema Dormir y Desayunar en casa de familia (DyD). Costo de sistema DyD : $ 20 por persona. Para reservar comunicarse con: Mabel Moyano (02317) 49-9086.
b) Acampe: en sector Club Compañía. Costo: $ 5.- pesos p/p. Servicio de Baño, Quincho y Pileta de Natación.
c) En sectores múltiples. Necesidad de contar con bolsa de dormir y colchoneta. Costo: $ 5.-
· En la ciudad de 9 de Julio (ubicada a 20 kilómetros de Patricios),
a) se cuenta con 7 hoteles y capacidad para 550 personas. El costo del alojamiento es: Single: $36; Double: $63.
b) Se están tramitando otros sectores más económicos para pernoctar (escuelas y clubes)
MUY IMPORTANTE:
La Municipalidad de 9 de Julio, pondrá a disposición de las Jornadas un servicio de transporte gratuito entre 9 de Julio y Patricios.
COMO LLEGAR:
Contactos e información
jornadaslocalidades@gmail.com
info@uniendopueblo.com.ar
Más información: www.uniendopueblo.com.ar
Tels: (011) 4957-3124.
(011) 15-6866-6254.
(0223) 15-528-5049.
(02317) 423-935.
*
Reescribiendo noticias. Una invitación permanente y abierta a rastrear noticias y reescribirlas en clave poética y literaria. Cuando menciono noticias, me refiero a aquellas que nos estrujan el corazón. Que nos parten el alma en pedacitos. A las que expresan mejor y más claramente la injusticia social. El mecanismo de participación es relativamente simple. Primero seleccionar la noticia con texto completo y fuente. (indispensable) y luego reescribirla literariamente en un texto -en lo posible- ultra breve (alrededor de 2000 caracteres).
Enviar los escritos al correo: inventivasocial( arroba)yahoo. com.ar
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