jueves, abril 01, 2010

DÉJAME CON MIS SUEÑOS...



*Ilustración de Ray Respall Rojas (Cuba)





DÉJAME CON MIS SUEÑOS*



Déjame con mis sueños
y mis cosas ocultas,
mis misterios.
Tómate la libertad
de forjarte otros recuerdos.
¿Por qué no acabas de entender
que después de ti y de mí
la vida sigue?
y si se acaba
siempre habrá alguien para contarla.



*De Miguel Crispín Sotomayor. arcomar@cubarte.cult.cu
-Poema tomados de “En la redondez del tiempo” (2009)







DÉJAME CON MIS SUEÑOS...





Era el tiempo*


Era el tiempo
en que la luna caía
degollada en los brocales
cuando guardé mi llanto
en aquel cuarto
que olía a azahares, a naftalina
y a cáscaras de naranjas secas.
Era el tiempo
en que los niños
existían como ángeles
o fantasmas quietos
o dormidos
y los grandes se secaban el vino
de los labios con la manga del saco
y cantaban esas canciones
donde siempre una novia italiana esperaba
y sin embargo sonreían sin llanto
aunque la voz se les quebrara
como una rama seca


*de Jorge Isaías. jisaias46@yahoo.com.ar
Invierno, 2004.







LA LOCURA Y EL MURO DE LA RAZÓN*


“La locura es una defensa contra la angustia.” Beatriz Medina



Un loco se arranca las orejas con las uñas y las pega contra el muro del silencio
Del otro lado del muro están todas las notas del himno a la alegría
pero ninguna viene a sonar del lado del loco desorejado.
Del otro lado estaban todos los suspiros de amor pero ninguno vino
El loco se arranca los ojos y los estampa contra el muro de la oscuridad total
Del otro lado arden todos los colores y lucen al sol todas las formas pero ningún color ni forma vienen al loco.
El loco se arranca la locura y la pega contra el muro de la Razón
y salta desesperado queriendo huir al otro lado del muro, pero muere rebotando, desangrándose
y sabiendo que para él ya no habrá otro lado.





IDÉNTICOS*


En un cruce de calles peatonales se encuentran cien hombres tan parecidos entre sí en tamaño, en rostro y en vestir, que al verse a la cara cada uno olvida su nombre y apellido y su propia historia y comienza a preguntarle a otro y a otro ¿Quién soy? ¿Quién es quién?
Pero nadie logra responder y todos huyen hacia los cuatro rumbos de la ciudad buscando a alguien diferente Y no encuentran a nadie y desesperan hasta que a uno se le ocurre preguntarle a otro:
- ¿Si no fueras quien eres, quién te gustaría ser?
Y todos piensan en otra persona hasta que se transforman en esa ora persona, pero esa otra persona es la misma en todos.




EL ARREGLADOR*


Un muñeco se gana la vida arreglando hombres rotos. Le llevan un soldado roto por la guerra y lo recompone, una mujer rota por amor y la arregla, un borracho roto de pesadillas, una loca rota de pájaros celestes, un sillón de ruedas roto de niño triste y lo repara.
Un mal día le trajeron un buen Dios roto en mil pedazos por la ingratitud eterna de sus hijos. Pero a ese todavía no lo pudo arreglar.




NÚMERO HUMANO*


En el futuro cada número llevará un hombre a sus espaldas
Y ese hombre dirá quién es el número
y la aritmética se volverá humanística.



*Textos de Rubén Vedovaldi. RubenVedovaldi@netcoop.com.ar








ADVERTENCIA*



Cuando ves la luna
en noche de estrellas
con el mar de tina
y los brazos de él sobre tu cintura
muchacha
no es lo que crees.
Cuando un rostro hermoso
una sonrisa blanca
unos labios bravos
arden en tu nuca
levantan tu falda
incitan tu pubis
no es lo que crees.
Es lo que es.


*De Miguel Crispín Sotomayor. arcomar@cubarte.cult.cu
-Poema tomados de “En la redondez del tiempo” (2009)






LIBROS*



*Por Jorge Isaías. jisaias46@yahoo.com.ar



Para los lectores de libros, para los felices amantes de una biblioteca, para los felices poseedores de una, mis conmilitones, van estas palabras.
Empecé a leer en la escuela primaria, la desaparecida Nº 156 “Provincia de Salta”, de tantos gratos recuerdos.
Allí en una pequeña habitación rectangular funcionaba una biblioteca mínima, y en mi pasaje por los últimos grados me hice habitué. Mi condición de alumno me habilitaba para usar de sus acotados volúmenes. En mi casa no había libros ni había como ni con qué comprarlos.
Al terminar mi cursado de primaria ya había dado cuenta de todos los libros existentes. Intenté tomar prestados algunos en la magra biblioteca del “Sindicato de Obreros Rurales” donde mi padre estaba afiliado, pero los libros eran de un excesivo anarquismo imposible de entender en esos años o eran de economía o de política o de filosofía. Don Ramón Fernández habitante ocasional y esporádico de la vieja casona donde funcionaba dicho Sindicato me alcanzó algunos libros de Emilio Zola que me perturbaron hondamente. Opté entonces por acudir a la biblioteca Belgrano, que funcionaba (y funciona) en las instalaciones de mi Club, el Huracán.
Recuerdo todavía el ligero temblor que me acompañó cuando traspasé esa puerta y no lo sabía, pero ese día me estaba jugando una vocación y un destino.
Allí estaba la bibliotecaria de entonces, doña Julia García de Baud Naly. Impecable, atildada, sobre todo solícita y sensible. ¡Cuántas cosas enseñó a ese adolescente, ingenuo de entonces, esta mujer tan buena y atenta!
Durante un par de años todos los atardeceres, luego de mis ocasionales y alimentarios trabajos me apersonaba y conversaba sobre libros, compartía (es un decir) comentarios de mis últimas lecturas que me eran sugeridas entusiastamente por ella.
A doña Julia mostré con no poco pudor mis primeros pecados literarios, fruto de un dictado misterioso que se me producía en la cabeza y que hoy atribuyo a mis entusiastas lecturas de entonces.
Nunca terminaré de agradecer a esa señora que –según mi amigo Omar Spizzo- era de una familia de músicos, porteña, y que el inefable Enrique Baud Naly, o simplemente “el Flaco Naly” se la trajo como esposa flamante de sus andanzas por Buenos Aires.
A la época de mi relato el ya la había abandonado por una de sus alumnas de teatro, adolescente y bella muchacha. Al parecer, según comentarios circulantes la romántica fuga había sido realizada por medio de una moto. Noticias posteriores hicieron a la pareja residir en la lejana provincia de Catamarca donde el “Flaco Naly” luego de muchos años, falleció. Curiosamente doña Julia no me hablaba de él sino con admiración y con evidente amor que a mis escasos años inexpertos no escapaba. También me contó que una hija de ambos había muerto a los tres años. ¿Qué hizo que esta mujer viviera en ese pueblo donde salvo algunos pocos amigos, no tenía a nadie? Todos la querían porque era muy servicial y colaboradora en los preparativos para adornar el salón del Club en los días de bailes, ayudada por las niñas y jóvenes que eran sus alumnas de dibujo a quien daba clases gratis en las tardes en que iba a la biblioteca. Ella se quedó a cuidar a los viejecitos que habían criado al “Flaco” ya que lo habían adoptado huérfano. Eran éstos una pareja de itálicos, don Juan Luchini y su esposa. Don Juan fue el más eximio matricero y tornero de toda la comarca y trabajó hasta pasar largamente los ochenta años en la “Casa Sáenz de Arregui Hermanos y Cíaa.” Lo recuerdo como un viejito muy chinchudo pero era un lujo verlo trabajar con paciente y prolija pasión sobre sus fierros.
Cuando comencé a ganar mis pesitos fui transformando en libros algunas monedas. Aún recuerdo mis dos primeras adquisiciones en el “Bazar y Librería La Primitiva”, de don José Bessone: una edición juvenil del “Quijote” y una bella edición de Eudeba “Diez cuentistas y diez pintores”. Allí estaban por primera vez ante mis ojos los textos de Arlt, Borges, Mateo Booz, Barleta, Cancela y los dibujos de Berni, Castagnino, Basaldúa, etc. en una inmensa y colorida edición que conservo descalabrada en el fondo de algún cajón.
Luego compré por cincuenta pesos a mi amigo Valentín Prámparo una edición de Claridad, la octava, de 1950 del libro “Por quien doblan las Campanas”, del gran Ernest Hemingway. Como estaba en malas condiciones, estando aquí, años después lo hice encuadernar a instancias de mi amigo el poeta Rubén Sevlever que me presentó a un encuadernador.
Poco antes de venirme a Rosario, por mediación del director de escuela y amigo querido, Alfredo Ghiselli, compré en cuotas la segunda edición de las obras completas de Neruda segunda edición, papel biblia, de Losada, más de mil páginas, 1962.
Cada viaje que hacía lo llevaba conmigo en mi primer tiempo aquí. Uno de los hermanos Novillo, quién solía estar en esos sábados melancólicos en la estación de trenes, ya pasados unos meses, tal vez, me preguntó extrañado:
-¿Isaías, todavía no terminaste de leer ese libro tan gordo?







REDUCTIO*



MIENTRAS DORMÍA
albañiles profundos
levantaron el muro


ahora estoy buscando una ventana
una escalera para ir a otro lado,
un agujero en la espesa pared


soy un ave
soy un ave de fuego en su música
soy un ave de luz
soy el hijo de un huevo de estrellas escribo
y grito para que el muro se abra


pero caigo en el sueño
y el muro sigue creciendo sobre mi
y todo sigue cubriendo a mi alrededor
o mi cuerpo desciende
y sigue reduciéndose


soy un ave
soy un ave de fuego en su música
soy un ave de luz
soy el hijo de un huevo de estrellas escribo
y trino
y grito para que el muro se abra
ya no hay suelo ni cielo
sino muro ya no hay hombre ni sombra
sino muro y murmurio mortuorio
soy un ave soy un ave
de fuego en su música
soy un ave de luz soy
el hijo de un huevo de estrellas escribo
y trino y grito para
que el muro se abra.



*de Rubén Vedovaldi. RubenVedovaldi@netcoop.com.ar






Los muros*


Caerán los muros.
Será por la nieve
por el viento
por un mordisco
del tiempo
o por la ira de los dioses,
(lo sabe Babel,
lo sospecha, quizá,
la piedra de las lágrimas.)
Caerán.
Pero el otro,
el que se levanta entre mi oreja
y tu oreja
no sé.
No sé ese muro
no sé, no sé, no sé.
Como no sé tampoco
qué les pasa
a nuestras pieles
sin pelo
sin pelusa,
a nuestras tristes pieles
de cemento.
Cándidas réplicas,
inocentes símbolos,
caerán aquéllos,
a su turno,
y compraremos la ilusión
de echar al muro
al muro
al otro muro,
definitivamente
abajo
piedra
a
piedra.


*de Verónica M. Capellino. veroaleph@hotmail.com
-En: "Cinco Brujas y un ángel" -Antología Poética- Edit. Lux, Santa. Fe, 1993









Bicentenario*




Soy incitado
incluso desafiado
a estructurar unos versos

y no me impongo un soneto gongorino
o un romance
o una oda patriótica

o un epigrama
o un aforismo

Se me impone recordar

e incrustar los nombres acá
del general Manuel Belgrano
del abogado Juan José Castelli
del profesor Juan José Paso

y de un periodista:
Mariano Moreno.


*De Rolando Revagliatti. revadans@yahoo.com.ar









Kelo volviendo*




Te imaginé
sobre el refugio
del invierno
con una nieve fina
cayendo
o de pie
en los acantilados
torrentosos
mirando el mar
con el rostro
quemado
por el yodo marino
no pensando en nada
o apoyado
en una embarcación
por un río secreto
que te lleva a Manaos.
Te imaginé
en la lujuria
de las noches
portuarias
cuando ya el cabo
de Manila había sido
recogido
y un registro de hotel
te esperaba
para que estamparas
tu nombre.
Pregunté a las ávidas tías
cuando se apiadaban
de tus duros trabajos
sobre la era dorada.
Entonces yo
abría mi imaginación
de chico
que no había salido nunca
del pueblo
y te creía
luchando a cuchillo
con un tiburón
temerario
o cazando una ballena
blanca
como ese empecinado capitán
de Melville
aunque yo no sabía en ese tiempo
quién era Melville
y tampoco importaba
que habrá sido de vos
en esos años
que hoy son el olvido
y vos marinero
te has ido
tal vez con mi imagen
diluida
porque a los catorce años
dejé de verte para siempre.
Solo ansié
en el resto de los años
que me separaron de vos
y ahora entre vos y tu muerte
armar un tejido fantasioso
con las hilachas
que recogía
a regañadientes
en la familia
que no te olvidó nunca.



*De Jorge Isaías. jisaias46@yahoo.com.ar







*



Queridas amigas, apreciados amigos:

Este domingo 4 de abril del 2010 presentaremos en la Radiofabrik Salzburg (107.5 FM), entre las 19:06 y las 20:00 horas (hora de Austria!), en nuestro programa bilingüe Poesía y Música Latinoamericana, música de los compositores colombianos Edgar Rivera Laverde y Manuel Mejía Serrano. Las poesías que leeremos pertenecen a Norman Salazar Leiter (Colombia) y la música de fondo será de Machu Picchu (Andes). ¡Les deseamos una feliz audición!


ATENCIÓN: El programa Poesía y Música Latinoamericana se puede escuchar online en el sitio www.radiofabrik.at (Link: MP3 Live-Stream).
Tengan por favor en cuenta la diferencia horaria con Austria!!!! (Recomendamos usar http://24timezones.com/ para conocer las diferencias horarias).

REPETICIÓN: La audición del programa Poesía y Música Latinoamericana se repite todos los jueves entre las 10:06 y las 11:00 horas (de Austria!), en la Radiofabrik de Salzburgo!

Freundliche Grüße / Cordial saludo!



YAGE, Verein für lat. Kunst, Wissenschaft und Kultur.
www.euroyage.com
Schießstattstr. 37 A-5020 Salzburg AUSTRIA
Tel.: 0043 662 825067




*


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