viernes, noviembre 23, 2007
DEL NO TOLERAR VACÍOS...
El Amor que te Tengo Guardado*
¿Cómo atrapar tu voz en frascos reciclables
Solo por el gusto de cuidar el ambiente?
¿Y cómo no aprisionar al mismo tiempo tu andar alegre
Por el simple gusto de verte correr?
Si me preguntas,
Diré que no lo sé…
Pero si me regalas tan solo un poco:
Haré con ello mi propio viento.
Escuchando tu risa mezclada con el motor
De camiones que pasan,
Y escuchando que tus palabras avanzan de prisa
Me pregunto si esto también dañará la Capa de Ozono
(uno debe andar con cuidado,
con esto del calentamiento global).
Si nos obligan a sobre-explotar nuestros recursos,
Por el simple hecho de poder competir adecuadamente
En el Mercado Mundial.
Me pregunto ahora:
¿De qué sería capaz si tuviera un poco más
Que tu voz secuenciada por medio de Polimerasas?
Mi amor así es un poco Transgénico,
También un poco inflamable y ligeramente tóxico…
Y si se va de pesca con redes de arrastre,
No suele ser "Amigo del delfín".
Todo sea por explotar tu voz al máximo,
Para que solo sea monopolio de mí.
Así es esto de las transnacionales:
O compites, o te dejas morir.
Pero cuando tu voz sale
Del correo que me enviaste,
Debo hacerla crecer por todos los medios,
Aún cuando estos sean
Mis medios de producción privada,
Pero pronto verás tu voz de regreso:
Importada,
Sin conservadores y con vitamina C;
Con un valor agregado,
Y tras haber sido producto
De horas mal pagadas a los obreros.
Y habré de escribir:
Producto de alta calidad,
Nuevo en el Mercado.
Contenido neto:
Tu voz enlatada,
Sin fecha de caducidad.
*de hugo ivan cruz rosas. quetzal.hi(arroba)gmail.com
... Porque no solo de Pan Vive el Hombre... Sino de Sueños y Esperanzas...
DEL NO TOLERAR VACÍOS...
Viernes, 23 de Noviembre de 2007
Guardar y tirar*
*Por Sandra Russo
Creo que era Carmen la que estaba hablando sobre un texto, decía algo sobre raspar el fondo de la olla, y ahí saltó Rodolfo, que tiene 22 años y ya es sociólogo, y gritó: "¡Sí, eso cambió! ¡Nosotros no soportamos los culitos de las botellas de Coca!". Lo que siguió fue una sucesión de asociaciones entre
todos, como si algo se nos hubiese revelado, y eso pasa cuando se descubre algo que es percibido colateralmente y no ha sido nombrado.
Esta vez el tema sería: ¿qué pasó entre aquellos hijos de inmigrantes polacos que habían adquirido el hábito y el gusto de masticar la grasa de la carne, marcados genealógicamente por el frío y el hambre, y estos consumidores ávidos de un primer trago y un primer bocado, estos aparentes hijos de la abundancia urbana, o acaso habría que invertir los términos y decir estos hijos de la aparente abundancia urbana? Creo que valen las dos expresiones.
Lo de los inmigrantes polacos es un ejemplo fuerte de aquella vieja inercia de conservar, almacenar y resistir. Esos tres verbos ejemplifican bastante bien la actitud de la gente en épocas de hambrunas o pestes. La Segunda Guerra fue una de esas pestes. Y aquellos que vinieron para acá pero que allá habían experimentado lo que se siente cuando hasta el pan se trafica, trajeron con ellos esa actitud. Conservar, almacenar, resistir.
Raspar el fondo de la olla. Masticar hasta la grasa. Ponerles cueritos a los pulóveres y rodilleras a los pantalones. Destejer algo para volver a tejer otra cosa. Cortar los envases de dentífrico, mayonesa, crema hidratante con tijera, cortarlos por el extremo opuesto a los picos, para arrasar con el dedo con absolutamente todo lo que resta. Guardar el papel de aluminio de la manteca para untar con su cara interna una olla. Emparchar. Buscarle el repuesto al tocadiscos. Mandar a arreglar el reloj. Llevar a la modista un vestido para que lo reforme. En fin. Aquella actitud.
Como todo el mundo que vive con o sin adolescentes, cada tanto abro la heladera y veo un par de botellas de Coca-Cola casi vacías. A veces no están ni siquiera tan vacías. Pero hay otra recién abierta. Abrir un envase es una actitud históricamente reciente. Podría decirse que como sujetos históricos somos abridores de envases. Porque no sólo consumimos gaseosas o mayonesa, ésa que descartamos cuando en el envase va quedando menos de la mitad y el borde se empieza a poner duro. También somos abridores de envases culturales, de envases políticos y de envases éticos. La vida nos llega envasada. La vida de la sociedad de mercado nos empuja a consumir ideas seriadas que en la serie encuentran su peso: a eso se le llama opinión pública o "termómetro del ambiente".
No hay caso. El dentífrico se seca. Las tapitas modernas cierran perfectamente unos días. Después, irremediable, fatalmente, quedan abiertas.
Y el dentífrico se seca. Arrasamos con él. O desearíamos arrasar. Con el poder adquisitivo necesario para vivir como degustadores de primeros tragos y primeros bocados, pero incluso sin él, está instalado en nuestras subjetividades el deseo de abrir envases. Está la inercia, al menos. Porque el deseo de consumo es un deseo de segunda clase. No puede ser un deseo profundo. No puede serlo en tanto no sale del fondo oscuro de nosotros, sino todo lo contrario: nos es lanzado como una flecha, o como una descarga eléctrica infinitesimal y continua. El malestar posmoderno deviene, acaso, de la maldición de abrir envases y no tolerar verlos vacíos.
*Fuente: Página/12
http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-95092-2007-11-23.html
En una sala de espera*
Voy al cardiólogo, tranquilo, ya aprendí a leer los resultados de los análisis de colesterol y el electrocardiograma.
Sé que me repetirá la necesidad de dejar el cigarrillo, pero como él también es fumador no tiene demasiada autoridad para exigirlo.
LLueve, la luces de la calle se encienden, pero la secretaria del doctor salió de la sala de espera, y una penumbra se asienta sobre los anodinos sillones, la mesa ratona y las revistas de hace dos o tres años. El paisaje inglés de la pared de enfrente casi ni se distingue.
Reparo en la pareja que, sentada a mi derecha, espera su turno. ¿Él o ella?
Como sea, comienzan a besarse, entrelazan sus manos. Me siento algo incómodo. Ellos siguen, cada vez mas lanzados, la mano de él levanta la blusa y busca el pecho de ella. Trato de no mirar, pero es inútil. Ella se suelta el pelo, lo tiene realmente largo, abundante, se derrama sobre el torso del hombre, quién, de repente, la toma por la cintura y con un sorprendente movimiento la sienta sobre sus piernas.
Cada vez mas inquieto, me levanto y miro por la ventana. Es peor, el reflejo insinúa aún más la situación. Sus movimientos se aceleran. Abro la puerta y me lanzo hacia la lluvia, antes de cerrar creo distinguir la figura de ella de rodillas.
Me prometo no volver al cardiólogo, si pude soportar esta situación, mi corazón no me dará problemas por un tiempo.
*De Udi. udi.cuatro.catorce@gmail.com
Viernes, 23 de Noviembre de 2007
Fragmentarios 73*
*Por Mario Alberto Perone
A Miriam Cairo
Sra. "Intentadora Tenaz": Cumplo en comunicarle que he leído con cierta preocupación su carta a mi persona y me siento en la obligación de hacerle conocer mis reparos (respetuosos, claro está) a algunos de sus párrafos, con los que no he podido menos que disentir. En efecto, desde mi punto de vista, no hay guías de autoayuda. Pertenecemos a un país en el que, gracias al buen criterio de nuestros gobernantes, esos así llamados "libros" han sido desterrados de todas las librerías y de todas las bibliotecas públicas y privadas. En adelante, nos han dejado solos y desnudos y no tenemos más opciones que ayudarnos unos a otros, tarea difícil sin duda alguna, y hasta casi imposible. Luego paso a recordarle que el despertar escapa a nuestro control, y más aún, la posibilidad de operar en sus condiciones. Mucho se puede elegir en esta vida, pero no eso. Es ocioso pensar en la longitud extrema del día, cosa que ya está calculada por nuestros astrónomos, físicos, videntes y pitonisas varias, con una precisión bastante aceptable, es decir, que todos los días son iguales a sí mismos menos uno, que no es igual a ningún otro. Por otra parte, no alcanzo a comprender qué tienen que ver el hecho banal de revolver el café con revolver el alma, siendo la primera proposición cosa harto concreta y la segunda totalmente abstracta y desconocida, según he leído en un magnífico manual de autoayuda que consulto cada vez que lo considero necesario y al que debo la suma de mis conocimientos. ¿Cómo se evita la lectura de un jeroglífico? ¿No será porque, precisamente, es oscuro? Y agrego que yo preferiría acercarme a las especies (léase homos) bien parecidos y desdeñar los otros. Me permito aconsejarle que tenga cuidado con el "Zoloft": son mayores sus daños colaterales que el efecto benéfico que dicen posee esa droga. Paso a recomendarle el "MagnaVox" que viene en envases de 100 mg. por 50 comprimidos. Aunque, desde otro ángulo, me pregunto de qué vale despertar. No es mucho lo que puede lograrse en estado de vigilia permanente. ¡No es su caso, válgame Dios! Daría lo que fuese por ser la autora de alguno de sus "Tembladerales" pero están fuera de mis modestos alcances. En este momento, me pierdo, porque no sé a quién estoy hablando, si a Usted, "Intentadora Tenaz" o a Usted, Miriam Cairo, madre de la anterior criatura, un tanto desventurada por cierto. Sé que no son pocos los que disfrutan de esas páginas cargadas de una íntima belleza, lo que me produce una especie de celos porque mis modestos "Fragmentarios" (que no son míos sino de un amigo que se avergüenza de ellos, y por lo tanto me los apropio) casi no son dignos de alguna rápida lectura y un pronto reemplazo por cualquier nota de deportes o modas del momento. No concuerdo con usted en cuanto a los restos fósiles de la última esperanza. Yo los guardo prolijamente, aunque todavía no haya resuelto qué hacer con ellos. En el bar (¿casi una casa, verdad?) yo soy la mutilada repetición de mí misma, y la horma casi no ha cambiado en la última década, o si algo ha cambiado, siempre ha sido para peor. No podría ayudarla, señora "Intentadora Tenaz" a abrir los ojos en la oscuridad a no ser que duplique usted la dosis de "MagnaVox" que le sugerí antes. Y creo que es lógico que en la oscuridad ya no haya oportunidad de ver casi nada, aunque lo mismo pase a plena luz del día. Me despido de Ud. con el debido respeto.
La "Teóloga Despeinada"
Sra. "Teóloga Despeinada":
Lamento haber errado el tratamiento. Tal vez no he sido lo explícita que el caso requería. Vuelvo, a los tropiezos, con lo anterior: las mentes brillantes deben estar siempre dormidas. Despertar es una pérdida de tiempo y de energía. Muchas de las mejores páginas han sido elaboradas en los más recónditos meandros de los sueños. La experiencia me ha enseñado que la lucidez es peligrosa. Baste como ejemplo las calamidades a las que somos sometidos desde la lucidez extrema de los gobernantes de todas las épocas y en todo el planeta. Nadie podría calcular la felicidad que tendríamos si ellos estuviesen siempre dormidos. Disiento con Ud. querida señora en lo siguiente:yo no he sido creada con alevosía, sino con alevosía y ensañamiento, lo que da a mi existencia un esplendor agrio, que infructuosamente trato de transmitir a quien sea. Y en ?cuanto a lo de impedir que amanezca, me basta con cerrar los ojos y ya está. Un breve parpadeo, y el Universo no existe.
La "Intentadora Tenaz"
"Camarada Lector":
Yo estoy siempre dispuesto a ser malinterpretado. Es más, hago lo posible para que eso suceda todo el tiempo. Ser bien interpretado es un tanto aburrido, porque significa cierta equivalencia entre el intérprete y su interpretador. El malinterpretado va con su desventura a cuestas, y despierta a los otros, aunque ya estén despiertos. Como lector, ya elegí el tono que me distingue: si es auditivo, un CD de Bill Evans, si es visual, los grises de Francis Bacon. Como recién llegado, ignoro cómo se vería un escenario pintado por Kandinsky. He visto sus obras y puedo decir que he quedado fuera de ellas para siempre. O son todas iguales, lo que es grave, o son todas diferentes, lo que es más grave aún. Por otra parte, no he logrado desarticularme nunca, ni descomponerme ni desinflar mi sabiduría simplemente porque no existe y tampoco hacer nada al respecto de mis antiguas convicciones, porque simplemente las he olvidado. Concuerdo con eso de que la libre interpretación está garantizada, aunque no me disgustaría un porcentaje de rigor de vez en cuando. No veo la hora de que llegue la Teóloga Despeinada con sus canapés y sus versos, que escucharé con atención, por más difíciles que fueren. Desde ya estoy viendo el descalabro de la princesa que cree ser, y no creo que haya en sus gestos la menor pizca de candor.
"El Anunciador Invisible."
Sr. "Anunciador Invisible":
Lejos estamos de husmear con el hocico de la noche desde nuestras ventanas. Los textos buscan sus propios puntos, apenas se los suelta. No está bien que señalemos nada con el dedo. Hay otros modos de hacerlo, y ud. como varón (se supone que lo es) sabrá utilizar otras partes de su anatomía. La esencia de leer no lleva ningún sello de ninguna confabulación. Es más, no tengo la menor idea del significado de "esencia de leer". Mucho me temo que las sutilezas literarias se me escapan ominosamente. Sí me han llegado y hondamente, los párrafos referidos a una respuesta impecable: "ocultas permanecen también, entre las palabras, las atroces membranas del silencio". Ojalá yo supiera qué significa esa frase para nosotras. Moriremos ignorándolo. Cuando leo páginas como "Tembladeral" quedamos suspendidas de nuestras propias voces y vemos, claramente, "magnolias teñidas de amarillo". Esta es nuestra respuesta, escasa en sus alcances, inmensa en nuestra admiración.
"Las Noctámbulas Translúcidas"
*Fuente: Rosario-12
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/14-11244-2007-11-23.html
You're one hot mummy*
*Por Luciana Peker
Tenía 15 años cuando el tren emprendió un viaje que me llevaba mucho más lejos que a Rosario. Aunque, ahí, en esa parada estuviera Pablo. Y aunque en la mochila estuviera el guardapolvo y la odisea de decir que iba a Gualeguaychú, a lo de una amiga. El viaje fue más lejos. A mis 15 -que ya fueron hace más de otros 15- el sexo ya era presión. Ya me habían dicho -en mi primera vez- que el sexo era ese ir y venir en donde no se debía hablar sino era para repetir vocales. Sin levantar la mano, pero con el miedo de lo
indebido en el momento de los enredos, le dije que me estaba haciendo pis.
Se lo dije para irme o, justamente, para no irme. Me acuerdo, cada vez más, de Pablo diciéndome "meate" -y no ordenándomelo o frenándome- sino abrazándome para ahorrarme las vergüenzas, para levantarme las barreras, para desalinear el cuerpo de los deberes y dejarme suelta, pero apretujada,
como cuando en un rock el cuerpo gira con la libertad de fluir y la confianza de la mano agarrada. Esa fue mi primera vez -no la de los otros- y la metáfora que elijo para definir la sexualidad que me gustaría elegir: enlazada y libre, sin ataduras morales pero tampoco de manuales, que hoy son mucho más penetrantes -en el plano íntimo, no el público, en donde es al revés- que los discursos conservadores.
"You're one hot mummy", decía, en inglés, supongo que porque el inglés parece más sexy, igual que la palabra sexy, la propuesta de la zona femenina del Festival de Cine Erótico de Buenos Aires (que se realizó en Costa Salguero del 15 al 18 de noviembre) y que incitaba a las mujeres que -como yo- hemos sido madres a que también seamos mujeres calientes (¿vieron que en castellano es más fuerte?). "El taller está dirigido a que puedan redescubrir su sensualidad sin perder de vista su rol de mamá", ofrecía el taller de corte (de mamaderas) y confección (de portaligas).
No quiero despreciar de plano el tendal de consejos para mujeres -las clases de striptease, las reuniones de tuppersex, que venden consoladores como antes se vendían ollas Essen, y las clases de Erotic SOS que también se ofrecían en el Festival- porque, tal vez, a alguien, o algo, sirve. Si el sexo es placer, la mirada abierta, las ganas de aprender, la sed de probar son parte de un camino que puede hacer del cuerpo un paladar deseante. Pero ése es, justamente, el punto G del sexo: el deseo y no -¡no!- el deber.
Mientras que la maternidad es un huracán que, muchas veces, suele abrazar al nuevo bebé con tanta intensidad que no hay lugar para la arrasadora entrega del sexo y el parto, también, deja al cuerpo partido, ganado, desbordado y con más necesidad de caricias que de vibradoras braguitas para levantar el sex appeal. Por un tiempo. Por eso, también es cierto que estimular una maternidad deseante es un nuevo -e interesante- paradigma. Sin embargo, la necesidad y densidad de clases, posgrados, doctorados y disneylandias sexuales para aprender a dar la vuelta en la montaña rusa del cuerpo me parecen más aterradoras que libertarias. Bah, me dan ganas de volver a viajar en tren y que el sexo se re-descubra como un viaje sin paradas fijas, sin destinos a los que llegar, ni boletos que pagar. Como un viaje en donde la gracia es el viaje y dejarse viajar. Con abrazos y palabras (que, a veces, en castellano, también calientan más). Y sueltan más que vocales.
*Fuente:
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-3734-2007-11-23.html
Correo:
Hablando de geriatricos*
"GERIATRICO ABIERTO: UNA POSIBILIDAD EMPRESARIO-ASISTENCIAL"
*Por el Lic. Alfredo Armando AGUIRRE
Una de nuestras principales preocupaciones sobre las cuestiones argentinas, estriba en el ya
inveterado desequilibrio demográfico del país. El presente desarrollo apunta a poner a consideración
pública, una iniciativa que puede constituir a aporte concreto, para insuflar actividad a muchos puntos de nuestro sufrido interior argentino. Para lo que se nos ocurre, he ido tomando algunos antecedentes, porque cuando uno se dedica al estudio de las cuestiones sociales, se encuentran que felizmente alguien antes que uno, se dedico a estudiar temas que son similares, porque las necesidades humanas esenciales no varían desde que hay animales racionales (esto es hombres) sobre este Planeta.
Lo primero que se nos apareció cronológicamente fue el concepto de "correccional abierto", en el
ámbito carcelario. Luego tomamos conocimiento del concepto de hospital de día, idea emparentada, con una experiencia que se hizo en Italia, de permitir a los enfermos deambular por la ciudad del respectivo
hospital.
Mas tarde, nos enteramos de la experiencia japonesa de "exportar sus ancianos", asunto que expresado sin mas aditamentos, puede llegar a sonar discordante, pero que resulta explicable en países donde no hay espacio físico para poner a la gente (o sea exactamente lo contrario de lo que sucede en el
nuestro).
Antes de asimilar estos conceptos, ya contábamos con nuestros estudios y vivencias, sobre el despoblamiento de muchos puntos del interior argentino. Y cuando escribo "despoblamiento", no me
estoy refiriendo, a lugares que nunca estuvieron poblados, sino a cientos, tal vez miles de
poblaciones, que hasta hace alrededor de cuatro décadas, tenían algún volumen de población, y
que luego, por la conjunción de ciertas innovaciones tecnológicas, por la progresiva desactivación del transporte ferroviario de pasajeros y por el encandilamiento que producían "las luces del centro", fueron siendo abandonados por sus pobladores, dejando en ellos, muchos esfuerzos públicos y privados
de generaciones, que no se pudieron llevar acuestas.
Tal vez la gente que no viva en las metrópolis argentinas, tenga noticias pero no tenga vivencias
directas, del destino que van teniendo la mayoría de nuestros ancianos que viven en ellas. Es cada vez mas creciente, la magnitud de ancianos que terminan sus días, en lo que se conoce como"geriátricos". Si la calidad de vida en las áreas metropolitanas argentinas, esta desquiciada y ese cuadro es a nuestro juicio irreversible, ese deterioro de la calidad de vida alcanza a nuestros abuelos metropolitanos, y campea también en los geriátricos, aún en el mejor de ellos. Frente a estos cuadros de los que tenemos conocimientos y vivencias directas, y por que negarlo, pensado en ese inexorable futuro, que nos tocará también a nosotros o a nuestros amigos, han surgido estas líneas que me adelanto a decir que distan de estar elaboradas en plenitud, y son una invitación a la perfección y/o a la rectificación.
Napoleon, sostenia que un ejemplo suele aclararlo todo.
En eltema que nos ocupa, tomaríamos el caso de uno de los tantos poblados que existen en lo que se conoce como la Pampa Húmeda. Cuando uno sale de los centros principales o cabeceras de Partido (en el caso de la Provincia de Buenos aires), se encuentra con pueblos casi abandonados. En ellos quedan vestigios de su pasado esplendor, casas grandes de las que se hacían antes, que bien se pueden "reciclar". Así, dos o tres casas grandes se podrían habilitar para que vivan los abuelos, otra para que viva por ejemplo un matrimonio de médicos jóvenes y otra para enfermeros o personal de servicio. La plaza del pueblo, la escuela, el club generalmente subutilizado, y todo el ámbito del pueblo, sería el ámbito para que los abuelos realicen actividades, obviamente programadas, incluida la
laborterapia productiva, que formaba parte de Los Derechos de la Ancianidad, proclamados en 1948. Esta actividad daría lugar a que se habilitaran pequeños albergues para los familiares que los vayan a visitar.
Por suerte, hoy hay telediscado en todos los pueblos, y las antenas parabólicas, conectan con el mundo y
actualizan. Todo este panorama, que ya existe, puede resumirse en la calidad de vida, que tienen estos
pueblos casi "fantasmas", y que es el principal argumento, para dar una etapa feliz a nuestros abuelos metropolitanos. No hay que ser un sesudo economista, para caer en cuenta que en un pueblo casi
"muerto", la instalación de este tipo de geriátricos "abiertos", generaría una interesante actividad comercial y generaría autenticas posiciones laborales. En un trabajo que hemos realizado recientemente, hemos puesto énfasis en que en la Argentina de nuestros días, el único tipo de habitante, que puede desplazarse o migrar por el territorio, con un ingreso y su consecuente obra social, es el jubilado o pensionado. Vale acotar que a nivel nacional hay 4.000.000 (cuatroMillones) de jubilados y pensionados. Es decir que cada jubilado y/o pensionado llevaría a estos geriátricos abiertos, con su correspondiente jubilación o pensión y su obra social (en este caso PAMI).Y aunque como todos sabemos, los montos son magros; también sabemos que rinden mas en un pueblo chico que en uno grande, y que esto se potencia con prácticas de Economía Domestica, como laborterapia productiva.
Desde ya, esta idea la propongo para que se desarrolle privadamente y desconcentradamente. Es obvio, dado el papel que el Estado tiene en materia de seguridad social y en obra Social para la ancianidad, que alguna ingerencia, ha de tener, cuanto menor mejor.
La idea esta planteada, obviamente es perfectible.
Podrá sonar utópica, y tal vez lo sea. Alguien podrá argumentar que los abuelos no querrán desplazarse. Nos parece que este tipo de emprendimiento es voluntario. Y nos parece que frente al deterioro irreversible de la calidad de vida de las Áreas metropolitanas del país y particularmente la porteña, deterioro que alcanza a los geriátricos de esas áreas, esta puede ser una de esas ideas, que aun teniendo mucho de utopía, puede proporcionar beneficios a todos los que se involucren voluntariamente en ella.
NOTA: PUBLICADO EN "LA REFORMA" DE GENERAL PICO, PROVINCIA DE LA PAMPA, ARGENTINA Num. 22.632, DEL 8 DE FEBRERO DE 1994
*Alfredo Armando Aguirre. choloar@rocketmail.com
Página personal: http://choloar.tripod.com/choloar.html
*
Queridas amigas, queridos amigos:
El domingo 25 de noviembre del 2007 presentaremos en la Radiofabrik Salzburg
(107.5 FM), entre las 19:06 y las 20:00 horas (hora de Austria!), en nuestro programa bilingüe Poesía y Música Latinoamericana, música del compositor venezolano Andrés Levell. Las poesías que leeremos pertenecen a Óscar Ángel Agú (Argentina) y la música de fondo será de Wayanay (Andes). ¡Les deseamos una feliz audición!
ATENCIÓN: El programa Poesía y Música Latinoamericana se puede escuchar online en el sitio www.radiofabrik.at
(Link MP3 Live-Stream. Se requiere el programa Winamp, el cual se puede bajar gratis de internet)!!!! Tengan por favor en cuenta la diferencia horaria con Austria!!!!
REPETICIÓN: ¡La audición del programa Poesía y Música Latinoamericana se repite todos los jueves entre las 10:06 y las 11:00 horas (de Austria!), en la Radiofabrik de Salzburgo!
Cordial saludo!
YAGE, Verein für lat. Kunst, Wissenschaft und Kultur.
www.euroyage.com
Schießstattstr. 44
A-5020 Salzburg AUSTRIA
Tel. + Fax: 0043 662 825067
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